PRIMER PLANO MÁS FUERTE QUE LA OSCURIDAD EN LA ENFERMEDAD con la barbacoa que los hijos hicieron con sus amigos la misma noche. Con música y juegos: «Para que todos vieran que se puede vivir así». E incluso quien les conocía poco se dio cuenta de la diferencia, como la profesora de latín de Francesco: «Dijo: “Me habéis hecho sentir el amor de Dios”». O como esa chica que iba todas las noches de disPara Angela y su familia afrontar el tumor ha sido coteca y ahora les sigue dondequiera «una lucha hasta el final», jalonada de sorpresas que vayan: «No logra explicarse cómo y de hechos nunca vistos podemos afrontar todo de este modo», dice Francesco. También una de las monjas del hospital para enfermos Fabrizio Rossi terminales se dio cuenta: «Os doy las stábamos en ese sofá. cluso personas que no me esperaba. gracias. Sois vosotros quienes nos haTodavía me acuerdo». Una me contó: “Quería irme ensegui- béis dado testimonio». Por no hablar del cambio en la abueHa transcurrido sólo da. Luego comprendí que estaba suceun año desde aquella diendo algo grande. Y decidí quedar- la Rosa: «Siendo viuda, no aceptaba la tarde de octubre, pero me”». En la lucha, una compañía que enfermedad de Angela», relata FranGigi no podrá jamás olvidarlo. A Angela, te sostiene: «Hemos peleado hasta el fi- cesco. «Pero ante toda aquella gente en su mujer, le acababan de encontrar un nal», recuerda Gigi. «En primer lugar el rosario y en el funeral, empezó a cetumor óseo. Y se lo quisieron decir a sus Angela: cada mañana tenía que recon- der: “¿Es posible que estén aquí sólo por hijos, Francesco y Matteo. En el salón en quistar la conciencia de su “sí” a esa cir- mi hija?”. Poco a poco fue conociendo el que habían visto decenas de pelícu- cunstancia, para que se hiciera más ple- a sus amigas... Ahora quedan para colas y de partidos, entraba algo que nin- no». Aunque las cosas empeoraban de cinar las tartas para los encuentros de guno de ellos habría jamás imaginado. día en día: «Me han dicho que ya no vol- la Fraternidad. Incluso me ha dicho: «No sabíamos que pasaría, pero tenía- veré a levantarme de la cama: Cristo “Ahora intuyo que el Paraíso está mumos claro una cosa: la realidad es posi- quiere todavía más», escribía. «Mi vida cho más cerca de lo que pensamos». ¿Es tiva. Aunque en aquel momento no tu- tiene un sentido si se convierte en cer- mérito de ellos? «En absoluto», dice Gigi: «Nos sentimos viéramos garantías: ha sido un salto». En teza de su Presencia. Si «Me han dicho que ya más espectadores la normalidad de aquellas paredes en el no es así, perdemos no volveré a levantarme que actores: todo ha extrarradio de Parma. Basados sólo en el tiempo». de la cama: Cristo quiere sucedido a pesar En cambio ha sido lo que Gigi, electricista, y Angela, emtodavía más. Mi vida tiene nuestro. Ha bastado pleada en la universidad, habían vivido así. Se vio en el funeun “sí”». en el movimiento: «He seguido de ma- ral en aquellos 800 un sentido si se convierte ¿Y ahora? «La fanera infiel, esporádica, beligerante... rostros que llenaban el en certeza de su Presencia. tiga no te la quitan», Pero nunca me he ido de aquí», escribía Duomo: «No celebraSi no es así, explica Francesco: mos la muerte de AnAngela en una de sus últimas cartas. perdemos el tiempo». «Pero el desafío es el Falleció a las 4.20 del 31 de agosto, con gela, sino el testimoel cielo todavía oscuro. Junto a ella, en nio que nos ha dado», dijo don Loren- mismo: no te puedes parar en el “sí” de la habitación del hospital para enfermos zo en la homilía. «El hecho de que es- ayer. Todo depende de como vuelvas a terminales en donde había ingresado temos aquí es el signo de la vida nue- empezar hoy». Como vio la otra matres semanas antes, una quincena de fa- va que trae el Señor». Lo decía la mis- ñana, cuando sus amigos se reunieron miliares y amigos en oración desde la ma Angela a sus amigos: «Vuestros ros- para rezar Laudes antes de ir a clase: «Yo noche anterior: «Aquella noche expe- tros, vuestro existir a mi lado manifiesta entraba más tarde, así que quería querimenté la presencia de Uno que salva su Presencia». Por eso, el funeral fue darme en la cama. En cambio, me llede la muerte», cuenta Francesco, de 18 también una fiesta. Con los cantos ga un sms... En resumen, al final fui. años. A través de aquellos rostros: que ella amaba, de Chieffo y cantos es- Quizá estaba menos fresco, pero aquel «Signos pequeños pero concretos. Por pañoles: «Sin ninguna fractura con el día fue verdaderamente intenso. Lleno ejemplo, me quedé sin palabras al ver Happening que propusimos en la ciu- no de tristeza, sino de Él. Esto es lo que cómo nos ayudábamos a vivir. Había in- dad una semana después», dice Gigi. Ni deseo para siempre» El “sí” de un salto y nuestra nueva vida «E 32 OCTUBRE 2011