DERROTANDO EL SENTIMIENTO DE HUMILLACIÓN (TAANAC)

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DERROTANDO EL SENTIMIENTO DE
HUMILLACIÓN (TAANAC)
Jos 12:1Estos son los reyes de la tierra que los hijos de Israel derrotaron y
cuya tierra poseyeron al otro lado del Jordán hacia donde nace el sol, desde el
arroyo de Arnón hasta el monte Hermón, y todo el Arabá al oriente:…
Jos 12:21 el rey de Taanac, …
Otro rey que debe ser derrotado es el rey de la región de Taanac con sus
moradores y aldeas.
Taanac significa: “quien te humilla, quien te responde”
La humillación es el acto por medio del cual una persona es avergonzada. Es
cualquier tipo de acto que denigra públicamente las creencias de un ser humano,
al igual que su cultura, sexo, raza, religión, Pensamiento, nivel económico,
conocimiento, etc.
Algunas formas de tortura van acompañadas de humillaciones públicas que
buscan perjudicar la dignidad del sujeto. Nuestro Señor Jesucristo fue sometido a
este tipo de humillación (Sal 109:25).
(Sal 109:25) Yo he sido para ellos objeto de oprobio; Me miraban, y
burlándose meneaban su cabeza.
Kjerpá: desgracia, las partes pudendas: abominación, afrenta, deshonra,
escarnio, infamia, injuriar, oprobio, reproche, vergonzoso, vergüenza.
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Las personas sometidas a humillación tienden a tener el carácter débil y
consienten ser humilladas de diferentes formas por alguien de carácter dominante.
Sin embargo, en el trato con otras personas muestran un temperamento agresivo
y violento.
La humillación puede provocar problemas de baja autoestima, la cual surge de
traumas sufridos por diferentes causas.
Factores que conducen a una persona a guardar sentimiento
de
humillación:
Los factores de humillación que contribuyen a la baja estima son: el menosprecio
recibido por la carencia de algo, violación; abuso de autoridad.
1) El menosprecio recibido por la carencia de algo:
En el hogar una persona puede ser humillada por su cónyuge cuando este
menosprecia su condición social o su educación. En muchos hogares se da el
problema de violencia intrafamiliar este puede llegar a ser físico o verbal, dándose
el caso de que la persona dominante humille a la persona de baja condición.
Jue 11:1 Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era hijo de una mujer
ramera, y el padre de Jefté era Galaad.
2) Pero la mujer de Galaad le dio hijos, los cuales, cuando crecieron,
echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro
padre, porque eres hijo de otra mujer.
3) Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se
juntaron con él hombres ociosos, los cuales salían con él.
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2) La Humillación por Violación
La violación es un acto depravado que produce en la victima un sentimiento de
humillación y vergüenza.
La violación es una violencia de tipo sexual que se produce cuando una persona
tiene acceso sexual hacia otra, mediante el empleo de violencias físicas o
psicológicas o mediante el uso de mecanismos que anulen el consentimiento de
los ofendidos. También se habla de violación cuando la víctima no puede dar su
consentimiento, como en los casos de incapaces mentales, menores de edad, o
personas que se encuentran en estado de inconciencia.
La Biblia nos muestra algunos ejemplos de humillación por causa de abusos,
estos son: Tamar la hija de David, Dina la hija de Jacob y la concubina del levita.
La primera fue humillada por su propio hermano Amnón.
2S 13:19 Entonces Tamar tomó ceniza y la esparció sobre su cabeza, y rasgó la ropa de
colores de que estaba vestida, y puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando.
Poner sus manos sobre su cabeza es una señal de dolor, de profunda pena, de
vergüenza.
Las heridas en el alma causadas por violación dejan marcada a las personas que
la sufren, solo el Señor Jesús puede hacer que sanen esas heridas.
Son inimaginables las heridas que causan las violaciones, tanto que hubo un caso
en la Palabra donde la víctima murió de tanta humillación (Jue 20:5).
Jue 20:5 Y levantándose contra mí los de Gabaa, rodearon contra mí la casa
por la noche, con idea de matarme, y a mi concubina la humillaron de tal
manera que murió.
3) Humillación por abuso de autoridad
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Las víctimas de abuso de autoridad permiten ser humillada porque tienen
problemas de auto estima en su alma, van guardando una secuela de golpes
recibidos en ellos, sin haber sido ministrados.
En el libro de Ester vemos un personaje, que pretendió abusar de su autoridad con
un hijo de Dios. Este personaje es Aman, quien después de haber sido
engrandecido por el rey Asuero, quería que Mardoque se humillara ante él para
rendirle homenaje.
Est 3:1 Después de estas cosas el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de
Hamedata agagueo, y lo honró, y puso su silla sobre todos los príncipes que
estaban con él.
2) Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban y se
inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo ni se
arrodillaba ni se humillaba.
3) Y los siervos del rey que estaban a la puerta preguntaron a Mardoqueo: ¿Por
qué traspasas el mandamiento del rey?
4) Aconteció que hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos él, lo
denunciaron a Amán, para ver si Mardoqueo se mantendría firme en su dicho;
porque ya él les había declarado que era judío.
(Est 3:5) Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de
Pero
vez más
podemos ver que Dios es el que pelea nuestra batalla, porque
él; una
y se llenó
de ira.
en los capítulos siguientes de este libro vemos como Aman fue humillado hasta la
muerte y Mardoqueo fue honrado.
Durante la conquista, Josué venció al rey de Taanac (Jos 12:21). Este territorio
fue entregado a la tribu de Manasés, pero ellos no echaron fuera a los cananeos
de Taanac, sino que los sometieron a tributo (Jueces 1:27-28).
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Jue 1:27 Tampoco Manasés arrojó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas, ni a
los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor y sus aldeas, ni a los habitantes de
Ibleam y sus aldeas, ni a los que habitan en Meguido y en sus aldeas; y el
cananeo persistía en habitar en aquella tierra.
28) Pero cuando Israel se sintió fuerte hizo al cananeo tributario, mas no lo
arrojó.
Este texto nos enseña, que muchas veces consentimos vivir con el enemigo,
porque creemos que tenemos las cosas bajo control. Así paso con el pueblo de
Israel, que a pesar de que tenía las fuerzas para sacar a los moradores de Taanac
(el que lo humillaba), prefirió someterlo como esclavo, sin saber que a la postre
seria influenciados y dominados por el enemigo.
No debemos confundir el sentimiento de humillación con la humildad, porque la
humildad viene como fruto del Espíritu, pero el sentimiento de humillación es el
menosprecio a nosotros mismos que nos causa vergüenza.
La humildad es aquella actitud que reconoce el propio lugar bajo la condición de
criatura de Dios, opuesta a la presunción, afectación u orgullo. La persona humilde
reconoce su dependencia de Dios, no busca el dominio sobre sus semejantes,
sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo (Sal 10:17; Pro 3:34;
29:23; Isa 57:15; Rom 12:16).
Dios mismo atiende a los humildes (2Co 7:6), y les da gracia (1Pe 5:5). A su
tiempo, Dios exaltará a los humildes sobre los soberbios que los oprimen (Sal
147:6; Luc 1:52).
El Señor Jesús es nuestro modelo de humildad, pues siendo el Hijo de Dios, se
humilló asumiendo naturaleza humana, y dio en todos sus pasos el verdadero
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ejemplo de humildad en el trato con los que le rodeaban (Mat 11:29; Mat 23:8-12;
Mar 10:42-45).
(Mat 11:29) Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
Jn 13:13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
14) Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis
lavaros los pies los unos a los otros.
15) Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
16) De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es
mayor que el que le envió.
17) Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.
La verdadera humildad se distingue de la forma falsa de humildad que lleva a una
hipocresía, porque se trata de una honesta valoración de uno mismo como criatura
y de la adquisición de la consciencia de que nada somos ni tenemos que no nos
haya sido dado por Dios, y que todo ello es a fin de que podamos servir con la
actitud de corazón regida por el Espíritu Santo, y descrita, bajo el nombre de «fruto
del Espíritu», en su multiformidad en (Gá. 5:22, 23, Sal 119:66-71).
Sal 119:66 Enséñame buen sentido y sabiduría, Porque tus mandamientos he creído.
67) Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.
68) Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos.
69) Contra mí forjaron mentira los soberbios, Mas yo guardaré de todo corazón tus
mandamientos.
70) Se engrosó el corazón de ellos como sebo, Mas yo en tu ley me he regocijado.
71) Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
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