LA La Edición . ” EDICIÓN ESPAÑOLA DE LA 587 FARMACOPEA Española de la Farmacopea Unidos de América de los Estados Uno de los acuerdos tomados en la Sexta Conferencia Ínternacional de las Repúblicas Americanas consistió en: “Recomendar a la Oficina Sanitaria Panamericana la divulgación, entre los países interesados, de la existencia de la edición española de la décima revisión de la Farmacopea de los Estados Unidos de América.” Aunque, en el número de febrero del BOLETfN (pág. 322), ya se llevó a la práctica el espíritu de dicha resolución, quizás convenga hacer hincapié en que uno de los principales propósitos de la Convención Farmacopeica de los Estados Unidos, al publicar esta versión española, consiste en contribuir, de ese modo, hasta donde lo permiten las circunstancias, a la unificación y aproximación de las profesiones médica y farmacéutica de todas las naciones del continente americano, en el campo de la terapéutica, sobre todo en lo tocante a títulos de medicinas, potencia de ciertos productos y normas y ensayos relativos a pureza. La Farmacopea de los Estados Unidos representa, en su lista de las selecciones hechas por médicos que productos medicinales, estudian cuidadosamente las experiencias y observaciones médicas del mundo entero y sólo aceptan sustancias de valor reconocido. En su forma actual, representa más de un siglo de constante esfuerzo El comité de revisión de la próxima edición de la y mejoramiento. Farmacopea ya ha emprendido sus tareas y se complacerá en recibir indicaciones y sugestiones de sus colegas en las Repúblicas hermanas. La Edición Española de la Farmacopea delos Estados Unidos de América es ya oficinal en Cuba. En Valparaíso, Chile, va a celebrarse dentro de poco un Congreso Farmacéutico Nacional, del cual, según La Farmacia Chilena, habrán de salir los cimientos de la nueva Farmacopea Chilena. Enmiendas Aviso a las Reglas Internacionales de Importancia para Zoólogos, de Nomenclatura Médicos, Veterinarios Zoológicos y Otros Zoológica * que Emplean Nombres Tras la recomendación unánime de la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica, el Congreso Internacional de Zoología que se reuniera en Budapest del 4 al 9 de septiembre de 1927, adoptó una importantísima enmienda del artículo 25 (Ley de Primacía), el cual aparece ahora así (Za letra 6astardilía representa la enmienda; la corriente, la fraseología antigua) : ARTfCULO 25.-El nombre vMdo de un ghnero o especie ~610 puede ser el designado primeramente a condición de: a) Que (antes del Io de enero, 1931) se publicará, acompañado de una indicación, definici6n o descripción; y * U. S. Publio Health Reports, 2639-2640 (oobre.281 1927. 588 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA b) Que el autor aplicará los principios de la nomenclatura binaria. c) Pero ningtin nombre genérico o espec@o publicado despuh del Sí de diciembre, 1930, tendr& disponibilidad (v por lo tanto tampoco validez) de acuerdo con las reglas, a menos y hasta que se publique bien: 1. Con un sumario de las caracleristicas (seu diagnbstico; seu dejinición; seu descripción condensada) que diferencien o distingan el género o la especie de otros géneros 0 especies. 1. 0 con una referencia bibliográjka bien de$nida a ese sumario de caracterkticas (seu diagnóstico; seu definición; seu descripción condensada). Y además: 3. Tratándose de un nombre genérico, con una designación explicita bien dejinida de la especie del tipo (seu genotipo; seu autogenotipo; scu ortotipo). Dicha enmienda tiene por objeto poner coto a dos de los factores más importantes que han introducido hasta ahora confusión en la ciencia. La fecha de 1 de enero de 1931 fu6 seleccionada (en vez de hacer la enmienda efectiva acto continuo), a fin de brindar a los autores tiempo suficiente para amoldarse a la nueva regla. La comisión aprobó además unánimemente el siguiente acuerdo: a) Se solicita que todo autor que publique un nombre como nuevo, declare explfcitamente que es nuevo, que ~610 se afirme eso en un trabajo (es decir en el primero) y que no se agregue la fecha de publicación al nombre, en dicha primera publicación. b) Se solicita que un autor que cite un nombre genérico o especifico o subespecffico, agregue por lo menos una vez el nombre del autor y la fecha de publicación del nombre citado o una completa cita bibliográfica. Este acuerdo propone inhibir la confusión dimanante del hecho de que algunos autores han publicado un nombre dado, como “nuevo,” en dos a cinco o más trabajos de diversas fechas-hasta a los cinco años en casos excepcionales. Solicftase que las revistas de zoología, medicina y veterinaria de todo el mundo den la mayor publicidad posible a lo anterior, a fin de evitar confusión y tergiversación. C. W. Stiles, Secretario de la Comisi6n. La lucha antituberculosa.-La lucha contra la tuberculosis debe ser alta función del Estado. El Gobierno debe dirigir y orientar la campana. Pero hace falta tambikn la colaboración empeñosa de los hombres de ciencia, de los educadores, de los publicistas, de los directores de opinión, para interesar a todas las clases sociales en esta lucha formidable pero de resultados seguros si todos saben poner algo de su parte en el esfuerzo común. La lucha contra la tuberculosis está lejos de ser ~610una cuestión médica ni aún siquiera de asistencia social. Es a la vez, la lucha por la salvación de la infancia, por el mejoramiento colectivo, por el bienestar de todas las clases sociales, por la mejor alimentación y la habitación saludable aún para los mas pobres, por el trabajo higiénico y bien retribuido, por la cultura general y por la divulgación entre las masas populares de los principios y preceptos que han de desterrar los errores y las precauciones, combatir los vicios, los excesos y los malos hdbitos que engendran los contagios, la dehilitación orgánica y la inercia, abriendo el camino a la gran segadora de vidas humanas. Es menester que los hombres de estado, los gobernantes, y los polfticos eleven un poco la vista del pequeño círculo de las-preocupaciones elect!orales y la dirijan mas alto, mas lejos, al vasto campo de las necesidades sociales, ecómieas y educacionales del país.--GREGORIO ARAOZ ALFARO: La Lucha Antituberculosa, 2: 5 (eno.-fbro.) 1928. .