vie. 29 nov 2013 Mayabeque “NO HAY SECRETOS PARA EL ÉXITO. ESTE SE ALCANZA PREPARÁNDOSE, TRABAJANDO ARDUAMENTE Y APRENDIENDO DEL FRACASO” COLIN POWELL. MILITAR Y POLÍTICO ESTADOUNIDENSE www.diariomayabeque.cu Sociedad 5 EN DEUDA CON EL PUEBLO Producir levadura: ¿tarea complicada? La única empresa del país destinada a la producción de levadura seca instantánea hoy se bate contra las dificultades para lograr sus propósitos Lisandra Díaz Padrón La levadura seca instantánea es un producto altamente demandado e imprescindible en la elaboración de algunos alimentos como el pan. Su obtención es sinónimo de avance, calidad y efectividad. Para orgullo nuestro la creación de este microorganismo se hace únicamente en territorio mayabequense. Lefersa, así fue bautizada la Empresa de Levaduras y Fermentos S.A, fruto también de la asociación extranjera. Pertenece a la corporación Cuba Ron S.A y se construyó estratégicamente en las inmediaciones de la ronera de Santa Cruz del Norte. Actualmente una tonelada de este ingrediente cuesta por encima de los 3 500 dólares en el mercado internacional. Lefersa surgió con el fin de satisfacer las demandas internas y en alguna medida las externas. Sin embargo sus indicadores productivos contradicen tales propósitos. SIN AGUA NO SE PUEDE La ineficiencia de una empresa no surge de la nada. Muchas veces en ello influyen aspectos subjetivos como el mal funcionamiento del colectivo de trabajo, problemas de dirección y desorganización. Felizmente este no es el caso de Lefersa, aunque en ocasiones tenga que corregir errores intrínsecos, pero no es lo que hoy determina su bajo rendimiento. El agua es un factor indispensable para el proceso de creación de la levadura, como también el vapor, que igualmente se obtiene del líquido. El territorio donde se encuentra enclavada la planta es La cepa con la que trabajan proviene de Francia La levadura seca instantánea dura hasta 2 años si se conserva en ambientes limpios y secos a 25 °C vulnerable en tal sentido. La situación hidrológica de esa región es extremadamente compleja, trayendo como consecuencia atraso y pérdidas en muchos enclaves económicos del área. Fernando Travieso Ruiz, microbiólogo, explica que este es un proceso muy delicado, para el cual se necesita un suministro constante de agua tratada. Para obtener una tonelada de levadura se requieren 118 mil litros. “No queremos tirar piedras para el patio ajeno, sabemos que tenemos problemas internos que inciden en la producción, pero este específicamente es uno de los que más repercute. En agosto, por afectaciones de este tipo perdimos 323 horas, que equivalen a 87 toneladas sin producir. Otro mes crítico fue octubre, en el que solo logramos 57 toneladas por 17 días sin estabilidad en el suministro”, comentó Bladiván González Plagaro, director general de Lefersa. Aunque algunas estrategias ya van sobre la marcha, este asunto continuará dando de qué hablar al pueblo de Santa Cruz en general. ODA AL ABSURDO Las serias afectaciones con el agua, las dificultades tecnológicas, y la falta de mantenimiento conducen a la em- presa por un camino agreste. Su plan de producción hoy se ve inalcanzable debido al cúmulo de dificultades que presenta, y a las normativas ilógicas que provienen del ministerio al que pertenece. Según el directivo, el plan impuesto por el Ministerio de la Industria Alimenticia es imposible lograrlo, teniendo en cuenta las condiciones reales de la fábrica. La meta para este año fue de 1 800 toneladas, una cantidad casi cercana a la capacidad nominal de la planta, concebida para de 2 200 en condiciones ideales. Problemas sin solución inmediata hacen que solo puedan llegar a las 1 600 toneladas. “Al ser la única fábrica de levadura del país se le fueron imponiendo planes que nunca hemos logrado cumplir. Se ha planteado en todos los escenarios la inconformidad que tenemos con elementos concretos y lógicos que argumentan la imposibilidad de alcanzar las 1 800 toneladas”, dijo el directivo. “Especialistas cubanos y de la parte extranjera desarrollaron una investigación durante el cierre del pasado año. Con ella llegaron al consenso de que no era racional ni serio presentar un plan a los trabajadores que estuviera por encima de las 1 600 toneladas”, agregó. El estudio permitió que las voces de Lefersa continuaran exigiendo una solución inmediata, la cual aún sigue a la espera. Las quejas han llegado a todas las instancias sin recibir a cambio acciones concretas. No obstante la empresa logró al menos llamar la atención. “Lo único que hemos conseguido es que el Minal corriera la diferencia entre las 1 800 y 1 600 toneladas para el mes de diciembre. Entonces estableció Muchos trabajadores hacen grandes esfuerzos para lograr el funcionamiento de equipos indispensables FOTOS: CARLOS CÁNOVAS Bladiván González Plagaro, director general de Lefersa un plan lineal de 135 toneladas de levadura mensuales hasta noviembre, lo que da las 1 600 que podemos alcanzar, sin embargo en diciembre tenemos que lograr 315. Al final seguimos en las mismas”, explicó Bladiván. Pese al complejo panorama que vive la empresa, la levadura seca no ha faltado en los almacenes de sus principales clientes. La insuficiencia de una planta que debería propiciar ganancias en vez de pérdidas (teniendo en cuenta que posee una parte de capital extranjero), también impide la extensión de este renglón al mercado nacional. Actualmente la demanda en Cuba está por encima de las 3 500 toneladas. Una vez más el Estado tiene que acudir a la importación. La pronta superación de los obstáculos mencionados y rectificar la imposición de un plan distante de la realidad objetiva, solo podrán revertir la situación. Especialmente sus trabajadores estarán agradecidos. A pesar de los obstáculos Lefersa se esfuerza por brindar un producto con calidad