nuevos instrumentos para la difusión y promoción

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XXXII Reunión de Asociaciones y entidades para la defensa del patrimonio Cultural y su entorno.
Pamplona, 14, 15 y 16 de junio de 2102
NUEVOS INSTRUMENTOS PARA LA DIFUSIÓN Y PROMOCIÓN DEL
PATRIMONIO CULTURAL
Por Carlos Morenés y Mariátegui
Vicepresidente ejecutivo de Hispania Nostra
Abstract
Las nuevas tecnologías han revolucionado también el mundo del Patrimonio Cultural. Las
herramientas que nos ofrecen han cambiado su percepción social y han multiplicado su
conocimiento, han hecho más eficaces y seguras las intervenciones de restauración y
consolidación y han permitido que la comunidad civil pueda contribuir económicamente
y de forma directa en actuaciones y actividades relativas al mismo.
Las herramientas más señaladas y más beneficiosas para el Patrimonio son la tecnología,
para su conservación; las redes sociales, la realidad virtual y aumentada, para su
conocimiento, difusión, estudio y puesta en valor, y la microfinanciación para la
participación económica de los ciudadanos en su conservación.
Texto completo
En la historia de la humanidad se pueden apreciar tres grandes ciclos de transformación:
la revolución agrícola, que condujo a la civilización del auto abastecimiento, la revolución
industrial, que trajo la mecanización, el aumento de la productividad y la expansión del
comercio y, por último, la actual revolución tecnológica que permite, entre otras
múltiples ventajas, el acceso masivo a la información, abriendo paso a lo que se ha dado
en llamar la "aldea global" que pone el mundo en nuestras manos.
La aldea global. El mundo en nuestras manos.
Nunca en la historia, la tecnología ha avanzado tan rápida y de una forma tan extendida.
Desde la segunda Guerra Mundial, es decir, en un periodo de setenta años, se ha
desarrollado, perfeccionado y difundido a un ritmo exponencial. El primer ordenador
programable y completamente automático fue creado por el alemán Konrad Zuse en
1941.
Z-3. El primer ordenador inventado por el ingeniero Konrad Zuse en 1941
Pudo llegar a su fabricación gracias a diversos descubrimientos producidos a lo largo de
los tiempos, que comienzan nada menos que en el siglo VIII con el matemático e
ingeniero persa Musa al-Juarismi, inventor del algoritmo, pasando por Blaise Pascal que
inventó en 1645 la primera calculadora, que funcionaba a base de ruedas y engranajes.
La Pascalina, primera máquina de cálculo inventada por Blaise Pascal en 1645
El descubrimiento del ordenador multiplicó la capacidad de respuesta del ser humano,
solucionando problemas existentes y, como decía Bill Gates, resolviendo problemas que
antes no existían. En 1959 se produce el primer enlace por medio de la línea telefónica
conmutada entre las Universidades de California y Stanford. Sus creadores no podían
imaginar que iban a revolucionar el mundo. Hoy Internet todavía es para muchos como
un misterio de fe. Sabemos utilizarlo pero no somos capaces de explicar en qué consiste.
El asombroso progreso de las nuevas tecnologías ha sido una de las principales causas
que han llevado al mundo desarrollado a una transformación radical, contribuyendo al
estado de bienestar. Ni los más destacados visionarios de siglos pasados, como Roger
Bacon, Leonardo da Vinci, Galileo, Julio Verne y otros pudieron vislumbrar lo que sería el
mundo de hoy.
El teatro en casa: telefonoscopio
La televisión intuida
Turismo aéreo sobre el puente de
Alcántara en Toledo
El siglo XX imaginado desde el XIX. Le Vingtième Siècle, por A. Robida. Paris, 1884
Parece como si la imaginación humana se hubiera desbocado de golpe, avanzando sin
cese hasta el punto de hacer obsoletas técnicas inventadas pocos meses atrás. Es sin
duda esta imaginación, unida a la visión de futuro y a la genialidad, lo que hace dar estos
grandes saltos hacia el futuro. Por algo decía Einstein que la imaginación es más
importante que el conocimiento. La primera no tiene límites, el segundo sí.
Está rapidísima evolución ha creado una diferencia entre los humanos. Los que intentan
seguir el progreso, que quieren estar al día y que utilizan esas nuevas tecnologías, y
aquellos que renuncian a ellas por miedo, por incapacidad o por inmovilismo. Esa
diferencia desaparecerá pronto. En un futuro próximo, los hombres se igualarán en su
uso y aprovechamiento. Ya los jóvenes de hoy viven inmersos en ese mundo tecnológico
mientras que los reacios al progreso, algunos mayores que piensan que cuanto más
avance la tecnología más complicada será nuestra existencia, desaparecerán por ley
natural. Al final de este acelerado proceso, la humanidad hará extensible a todo el
amplio espectro de la tecnología la frase de Isaac Asimov. "No temo a los ordenadores, lo
que temo es quedarme sin ellos". Desde luego la capacidad humana de adaptación y
asimilación no deja de sorprender.
Hay excepciones y ¡buenas son!
La gran ventaja de las herramientas tecnológicas es que abren un campo de
conocimiento ilimitado y son aplicables a todas las actividades humanas y, entre ellas, al
campo de la ciencia y la cultura.
Aplicaciones de la tecnología
El mundo del Patrimonio Cultural es uno de los grandes beneficiados. Las avanzadas
técnicas hoy existentes, aplicables a la difusión, puesta en valor y a la conservación de
los elementos que lo integran, no sólo permiten una forma completamente distinta de
abordar los problemas, sino que han llevado a una implantación social del Patrimonio,
antes reservado a los eruditos y escasos interesados en el tema. Podemos decir que,
gracias a las nuevas tecnologías, el Patrimonio ha entrado de una forma veloz y accesible
en la vida cultural de los españoles. El Patrimonio y la cultura, gracias a la tecnología, se
han democratizado. El progreso en formación integral ha sido asombroso en nuestro
país, donde no hace tantos años, muchos no creían en el viaje a la luna, con el peregrino
argumento de que, como era plana, los astronautas se hubieran resbalado al vacío.
La tecnología al alcance de todos
Se puede decir, por tanto, que la tecnología ha contribuido a elevar al hombre, pues el
saber dignifica, ayuda a discernir, a entender y a definir. Pero cuidado, lo mismo que sus
herramientas facilitan el acceso al conocimiento, pueden conducir sutilmente a la
esclavitud, anulando algunas facultades de la persona. El riesgo de que la humanidad se
convierta en apéndice de las máquinas se puede vislumbrar en el horizonte, aunque
siempre habrá aspectos humanos que la tecnología nunca podrá sustituir. Por ejemplo,
nuestro entusiasmo o la capacidad de emoción ante las bellezas del Patrimonio que
defendemos.
La tecnología ha conducido a una percepción del Patrimonio Cultural muy distinta de la
que se tenía pocos años atrás. Ha sido como si una iluminación repentina hubiera recaído
sobre los recursos culturales. El concepto de Patrimonio, conservando el sentido básico
de herencia de los mayores, se ha ampliado y engrandecido más allá de la materialidad.
La sociedad ha tomado conciencia que todo lo que el término encierra necesita ser
conservado pues forma parte de su identidad y representa el sólido sustento que
proyecta al progreso y al futuro. Para situar a los que nos sucedan al menos en la misma
posición que nosotros y no peor, debemos transmitirlo en su integridad. Esa
responsabilidad recae sobre el Estado y sobre la comunidad y dentro de ella, de una
manera especial, sobre los que hemos asumido vocacionalmente su conservación y
defensa.
La tecnología ha permitido que no sólo los grandes monumentos bien conservados sean
considerados por la sociedad. Hoy se aprecia y se valora el Patrimonio inmaterial que, al
no ser tangible, poca gente prestaba atención en el pasado; también el Patrimonio
documental, antes ignorado por la mayoría y no digamos el Patrimonio abandonado, que
no pasaba de ser una ruina sin consideración ni remedio. La difusión de este último
mediante las nuevas herramientas cobra singular importancia para sacar del olvido y
llamar la atención sobre tantos monumentos que se encuentran en triste estado o en
riesgo de desaparición. Hispania Nostra puso su grano de arena en el reconocimiento de
este Patrimonio en situación, valga el símil, de ser hospitalizado, creando en 2007 la Lista
Roja del Patrimonio en peligro.
Hoy está afianzada y reconocida, salvo por algunas autoridades culturales a las que la
Lista pica y que intentan inútilmente desacreditarla. No hay mejor definición para ello
que el proverbio árabe: Ladran, luego cabalgamos.
En este orden de monumentos en peligro, les recomiendo a ustedes que vean la visita
virtual del Convento de San Antonio de Padua que está en la Web de Hispania Nostra.
Muy pocas personas conocen este valioso convento renacentista y nadie puede imaginar
que en la España de hoy exista tal grado de abandono y vandalismo sobre un
monumento de esta categoría.
Visita virtual al Convento renacentista de San Antonio de Padua
Otro cambio notable que ha traído la tecnología se encuentra en la conservación y
conocimiento de la Historia, a la que el Patrimonio está vinculado. La memoria colectiva
ha dejado de ser frágil porque ya no reside en la persona. Toda ella se encuentra en un
depósito amplísimo y seguro: la llamada "nube de Internet". La nube es un concepto
nuevo que se refiere a un gigantesco sistema de almacenaje de datos y servicios
accesibles en la Red. Para entendernos, lo que normalmente estaría en un PC, pasa a
estar en un conjunto de servidores de Internet y es disponible para todo el mundo sin
necesidad de conocimientos técnicos.
Internet
Todo se puede guardar en la nube
El hombre del futuro sabrá tanto de nosotros como nosotros mismos. A partir de la
revolución tecnológica, ya no habrá misterios del pasado ni dudas que resolver. El
hombre seguirá cumpliendo su ciclo vital y morirá, pero se podría decir que morirá
menos porque su vida y su obra integra quedará para siempre guardada en esa "nube" a
la que nos referíamos. Sólo corremos un riesgo al hacer descansar la memoria de la
humanidad en la nube informática y no en nuestras cabezas. Un riesgo real aunque poco
probable: que se produzca un colapso general en el sistema y todos los datos acaben
perdidos en gigantescos montones de chatarra. Entonces no quedará más rastro nuestro
del que dejaron los egipcios u otras civilizaciones antiguas. La situación es fácil de
imaginar para todos aquellos que han perdido alguna vez su portátil.
En caso de colapso mundial de las redes, esto es todo lo que quedaría de nuestro
saber y conocimientos.
No hablaremos de nuevas tecnologías aplicables a la conservación del Patrimonio, que
son muchas, muy útiles, y en constante avance. Nos vamos a referir a la aplicación de los
progresos e instrumentos tecnológicos en materia de difusión, conocimiento y
financiación que son los que están más al alcance de nuestras asociaciones.
La primera aplicación tecnológica al Patrimonio fue la realización de catálogos e
inventarios para cuyas bases de datos se han vuelto indispensables las herramientas
informáticas. Por la cantidad de información que puede incluirse y por su facilidad de
manejo, los inventarios informatizados aportan grandes beneficios al Patrimonio, como
un conocimiento mucho mejor y, en consecuencia, una mayor facilidad para su
protección. Estos inventarios digitales, por su complejidad, constituyen también un
elemento esencial para la comprensión histórica y estética del territorio. La digitalización,
o almacenamiento digital, permite hoy dibujar una completa historia de la cultura de
forma fácil y accesible.
Los inventarios digitalizados pueden abarcar multitud de campos
No cabe duda que, hasta hace pocos años, sólo se podía apreciar o amar aquellas cosas
que de una forma o de otra se conocían. Cierto es que no se ama lo que no se conoce y
cierto es también que no se cuida lo que no se ama. Reconociendo que la visión física de
los elementos patrimoniales sigue siendo la forma más clásica de apreciar y sentir,
nuevas formas de percepción nos permiten descubrirlos y conocerlos, quizá sin tanta
emotividad, pero de forma más completa, detallada y accesible.
En 1972 nace a la legalidad internacional el concepto de Patrimonio Mundial1. Si
entonces se conocía mal el patrimonio propio, mucho menos el alejado de nuestras
fronteras. Apenas unas décadas atrás, sólo algún grabado o fotografía de los
monumentos más señalados nos permitían apreciar poco más que sus formas. Los
sentíamos como algo exótico, lejano y ajeno a nosotros. Entonces, nuestra ignorancia de
las bellezas del mundo era casi total.
1
Convención sobre la protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural.
Las antiguas postales nos hacían imaginar y soñar con patrimonios lejanos
Han sido las nuevas tecnologías quienes han dado contenido y difusión al concepto de
Patrimonio Mundial, cuyas vicisitudes interesan y preocupan. Hoy, la facilidad de viajar y
el acceso a los más recónditos lugares gracias a Internet, han abierto la densa cortina que
nos dificultaba el conocimiento. El uso de las nuevas tecnologías coloca el legado
histórico universal casi al completo en nuestros ordenadores y dispositivos móviles.
En este sentido, las nuevas tecnologías nos han llevado a una desmaterialización del
Patrimonio, pasando del mundo real al virtual. Sin embargo, permiten un intento de
conciliación de dos mundos en apariencia antagónicos bajo la apelación "realidad
virtual", acortando así la frontera entre realidad e irrealidad. Podemos definir la realidad
virtual como la ciencia basada en el empleo de ordenadores y otros dispositivos, cuyo fin
es producir una apariencia de realidad que permita al usuario tener la sensación de estar
presente en ella. Gracias a la realidad virtual cualquier persona puede alcanzar unos
conocimientos optimizados sobre el legado humano, antes inaccesibles para el común de
las gentes.
La realidad virtual tiene como ventaja añadida dar una dimensión temporal a la
representación espacial. No hay mejor puesta en valor que aquella que vuelve a dar un
cuerpo y una vida a lo que ya no existe. Nos permite llegar mucho más lejos que el
realismo de lo vivido. Nos permite descubrir el pasado, completando grandes vacíos en el
conocimiento de nuestra historia, recrear el futuro, enriquecer nuestra imaginación y
aumentar nuestra capacidad creativa.
La realidad virtual nos permite descubrir el pasado, encontrarnos con el presente e imaginar el futuro
Las aplicaciones son infinitas. Los Museos emplean dispositivos cada vez más
innovadores y sofisticados que unen lo lúdico con lo pedagógico con el fin de crear
nuevas relaciones con los visitantes. La interactividad se ha convertido en asignatura
obligada y para ello se han sacrificado en parte los derechos de reproducción exclusivos.
De esta forma, los museos pueden exhibir todos sus fondos, sin necesidad de exponerlos
físicamente y sin que resulte daño o peligro alguno para ellos.
Interactividad en el Museo Guggenheim de Bilbao
Una nueva técnica muy útil es la realidad aumentada, derivada de la realidad virtual, que
combina la visión en detalle, la información y la interacción. Mientras que la realidad
virtual transporta todos nuestros sentidos a un mundo nuevo, la realidad aumentada
extiende lo que vemos y oímos. La realidad virtual reemplaza al mundo real. La realidad
aumentada lo completa. Por eso, la realidad aumentada resulta una herramienta idónea
para el Patrimonio Cultural. Su carácter altamente didáctico y su capacidad de combinar
el mundo real con el mundo virtual, permiten crear entornos aumentados de gran
realismo para el usuario, al tiempo que ofrece grandes posibilidades para la
interpretación y puesta en valor.
La realidad aumentada combina la visión en detalle, la información y la interacción.
Por medio del ordenador, de la tableta táctil y de otros dispositivos, se puede llegar al
conocimiento virtual detallado de gran parte del Patrimonio y de los museos del Mundo
o a la racionalización de su visita física. Como ejemplo entre otros muchos, tenemos la
aplicación oficial de la exposición de Dalí en el Centro Pompidou, que permitía ver más
de cincuenta obras en alta definición, utilizando clasificaciones cronológicas y temáticas y
permitiendo realizar un álbum de obras favoritas en espacios personales.
Estas novedosas estrategias de comunicación interactiva permiten una mejor valoración
turística, económica y cultural del Patrimonio. Las nuevas tecnologías, entre las que se
encuentran la geolocalización y el etiquetado, facilitan una información que favorece y
motiva la movilidad y los flujos turísticos y, por tanto, generan riqueza y convierten al
Patrimonio en motor de desarrollo.
Hay otras muchas formas innovadoras de difundir el Patrimonio. Fijémonos en las redes
sociales cuyo uso y capacidad de difusión es universal. Como todo el mundo sabe, son
comunidades virtuales donde sus usuarios interactúan con personas de todo el mundo,
buscando afinidades o información. A nuestro entender, la más indicada en nuestro
campo es facebook porque permite incluir más texto en los post y la inserción de
fotografías. Hispania Nostra comenzó a usar estas redes en abril de 2011, utilizándolas
para colgar diariamente en ellas todas las noticias de Patrimonio publicadas en los
medios. Los perfiles de Hispania Nostra en facebook y twitter son el único lugar de
Internet donde se pueden seguir al día todas las vicisitudes de nuestro Patrimonio
Cultural. Dos años después del inicio, nuestros páginas de facebook y twitter se van
acercando al millón de visitas anuales.
Estar al día de forma inmediata sobre cuanto sucede en el conjunto de nuestro
Patrimonio Cultural, era un sueño casi imposible hace no más de seis años, y también era
un sueño imposible para los que nos dedicamos a su salvaguarda y difusión pensar que
millones de personas podrían interesarse en nuestra actividad y en el objeto de nuestros
esfuerzos. Desde luego las redes sociales son un medio imbatible para llevar al
conocimiento público los avatares del Patrimonio Cultural y para crear afición,
sensibilidad, opinión y ánimo de conservación en una masa social, antes desconocedora
o indiferente. Se puede decir que las redes han eclipsado en número de visitantes a las
Webs particulares que, en general, quedan reducidas a informar sobre la entidad que las
promueve, sobre sus actividades y algún dato más, sin dejar por ello de ser necesarias.
Solo aquellas que tienen un contenido de mucho interés y movimiento de entradas,
pueden competir en difusión con las redes sociales.
En el concepto de redes sociales se integran los blogs, los foros, chats y mails que ofrecen
servicios y funcionalidades de comunicación diversos para mantener en contacto a los
usuarios. Todos estos sistemas proporcionan sociabilidad, apoyo, información y
un sentido de pertenencia e identidad social. Una vez despertado el apetito de saber en
la sociedad, esta requiere un aluvión de informaciones para mantener su interés. La
información constante y abundante es uno de los secretos para atraer a la masa social.
Uno de los problemas que recaen sobre el Patrimonio es su conservación, tarea que
históricamente correspondía al Estado y a los propietarios particulares. La enorme
difusión del Patrimonio gracias a las nuevas tecnologías, ha llevado a la sociedad a un
paso más adelante, a una implicación e interés mucho mayor y a nuevos patrones de
comportamiento. De ellos nace una nueva inquietud. ¿Cómo puede participar la sociedad
civil en su conservación? En un primer momento, nacieron los portales de protesta,
plataformas de defensa y de SOS para elementos en peligro. A estos se añadió la
recogida de firmas, utilizando plataformas como Change.org, que, en un principio, no
tenían demasiado peso ante los poderes públicos.
La recogida de firmas en plataformas específicas es una forma útil de llamar la atención
Hay quien piensa que siguen sin tenerlo, pero se equivocan. En un momento en el que
existe una enorme desafección entre la sociedad y sus políticos, no queda más remedio a
estos últimos que atender y cumplir la voluntad colectiva sin esperar a momentos
electorales.
Estas actuaciones de la comunidad pusieron en evidencia que la sociedad civil quería
participar en la defensa del Patrimonio común. Emprendido este camino sin retorno, la
comunidad quiso ir más allá e involucrarse directamente en la conservación, no sólo
haciendo oír su voz sino colaborando de forma material e intelectual. Así, en unos
momentos donde la crisis económica hace estragos en los presupuestos públicos
destinados a mantenimiento y restauración patrimonial y en el gran mecenazgo, la
sociedad, de motu propio, ha decidido recoger en parte el testigo de esas actuaciones
fallidas. La comunidad es consciente de que los efectos de la difícil situación por la que
atravesamos ya se están haciendo notar en nuestro Patrimonio, pero lo grave es que se
prolongarán y aumentarán en el inmediato futuro. De aquí a diez años, el Patrimonio
español estará en una grave situación de deterioro, con pérdidas irreparables y daños
cuya restauración sobrepasará la capacidad de los poderes públicos. Frente a ello está la
capacidad colectiva, física, económica o intelectual, dispuesta a frenar en lo posible este
imparable deterioro.
Todos somos útiles para trabajar por el Patrimonio. Podemos contribuir de forma
intelectual, manual, desde el ordenador o con contribuciones económicas
Sabida la voluntad social de intervenir, se hizo necesario buscar cauces adecuados para
ello. Y una vez más, las nuevas tecnologías ofrecieron la solución. En 1964 un grupo de
música español, "Extremoduro", tuvo la idea de financiar uno de sus discos antes de
grabarlo pidiendo pequeñas aportaciones a sus fans, cosa que consiguieron. Ocho años
después, al grupo británico de rock "Marillion" se le ocurrió la misma idea para financiar
una gira por los Estados Unidos. Luego utilizaron el mismo sistema productores de cine y
en 2009 nace Kickstarter, la primera plataforma específica destinada a este fin. Así se fue
configurando una forma innovadora de financiar proyectos de toda clase. Este es el
origen de lo que llamamos crowd-funding, financiación colectiva o microfinanciación.
Hoy el sistema está establecido en todo el mundo y mueve cientos de millones,
permitiendo a promotores y emprendedores llevar a cabo proyectos que antes hubiera
sido imposible financiar. Naturalmente, entre la diversidad de proyectos susceptibles de
ser microfinanciados se encuentran todos los relacionados con el Patrimonio Cultural.
Los proyectos han de ser presentados con detalle en Webs especializadas para someter a
juicio público su viabilidad y su interés durante un tiempo limitado. Es la gente, quien en
función de su utilidad y atractivo, financiará el proyecto con pequeñas donaciones,
recibiendo a cambio un obsequio simbólico del promotor. Existen variantes en la forma.
La más usual, llamada de "todo o nada" consiste en que el promotor sólo se llevará el
dinero conseguido si alcanza la totalidad del presupuesto en el tiempo prefijado. Es una
medida cautelar para garantizar ante los donantes que el proyecto llegará a buen fin. La
publicidad, difusión y captación de donantes corresponde al promotor y no a la Web que
es un mero escaparate donde se expone su idea. El éxito reside por tanto en la capacidad
del promotor para atraer y llamar la atención sobre su iniciativa. Los medios de pago por
Internet, como pueda ser Paypal, han instrumentado fórmulas para hacer fácil el proceso
de donación. El sistema es tan sencillo como el huevo de Colón, pero había que
descubrirlo. Se calcula que en 2011 se financiaron por esta vía un millón de proyectos en
todo el mundo. En 2012 el importe de esas financiaciones alcanzó los 2.200 millones de
euros, con un crecimiento del 91% sobre el año anterior.
La sociedad va siempre por delante de los legisladores, incluso muy por delante como
ocurre en el caso del crowdfunding que ya está funcionando con éxito entre nosotros. Sin
embargo la nueva Ley de Mecenazgo en trámite no recoge esta realidad social que
avanza imparable. De momento no es ilegal pero no existe en el campo de nuestro
ordenamiento jurídico. Esperemos que los políticos tengan "cintura" y solucionen pronto
la situación. Mientras esto ocurra, ya se han abierto en nuestro país más de cincuenta
Webs de crowd-funding que abarcan todos los campos.
En Hispania Nostra hemos pensado que tantas asociaciones de defensa del Patrimonio,
que tantas personas que luchan por su conservación y puesta en valor, aquí bien
representadas por vosotros, merecen una oportunidad para llevar a cabo sus proyectos.
No sólo para que vuestros esfuerzos lleguen a buen fin, sino porque nuestro Patrimonio
lo necesita, hemos decidido abrir una Web de micromecenazgo dedicada exclusivamente
al Patrimonio cultural. En ella tendrá cabida todo proyecto que sea positivo y
constructivo para nuestro legado histórico, abarcando un amplio abanico de
posibilidades.
Estamos convencidos que hoy la sociedad aprecia este legado más que nunca y que está
dispuesta y preparada para intervenir directamente en su mantenimiento. Hispania
Nostra pone el escaparate donde cabrán todos vuestros proyectos. A vosotros os toca
prepararlos bien, presentarlos de forma atractiva y hacer una buena difusión para
conseguir donantes. Para ello tendréis siempre nuestro asesoramiento y apoyo.
Próxima apertura
HISPANIA NOSTRA CROWDFUNDING
AL SERVICIO DE TODOS LOS EMPRENDEDORES
EN MATERIA DE PATRIMONIO CULTURAL
Si todos tenemos éxito en esta empresa, habremos prestado un gran servicio al
procomún, que la sociedad civil de ahora y del futuro agradecerá colaborando más y
más. Nos sentiremos orgullosos de haber contribuido a la conservación, puesta en valor y
otros servicios al patrimonio, cuya memoria junto al nombre de los que actuaron,
quedará para siempre en esa "nube" tecnológica donde investigarán nuestra generación
los hombres del futuro.
Hispania Nostra os avisara a todos de la apertura de la nueva Web y mientras tanto,
podéis ir diseñando los proyectos que siempre os habría gustado emprender sin poder
hacerlo por causas económicas.
Y termino. Aprovechemos en beneficio del Patrimonio cultural todo lo que la tecnología
nos ofrece y así multiplicaremos nuestra eficacia y rentabilizaremos nuestro esfuerzo. El
progreso tecnológico nos dispara hacia el futuro y ay del que se quede atrás.
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