DR. GONZALO LEANIZ - LABORATORIOS SANTA ELENA Leptospira hardjo bovis Una nueva cepa de Leptospira - Una enfermedad silente La aparición de una nueva serovariedad de leptospira en el país determina su inclusión en las vacunas de forma de seguir cubriendo el espectro de protección. La Leptospirosis es una vieja enfermedad que afecta a la ganadería bovina de nuestra región. La vacunación preventiva contra ella es algo por demás frecuente y necesaria en la producción lechera y ganadera moderna. En bovinos puede producir mastitis, infección urinaria persistente, muerte embrionaria, abortos y muerte de terneros recién nacidos. Causa importantes pérdidas económicas en la ganadería. En la historia de la prevención de esta enfermedad, las vacunas fueron evolucionando desde una primer vacuna Lepto 3 (pomona, wolfii, icterohaemorrageae), luego Lepto 6 (con el agregado de grypotyphosa, tarrassovii, canicola) y posteriormente Lepto 7 con la incorporación de la cepa hardjo prajitno. Y también fueron apareciendo vacunas combinadas con antígenos de otras enfermedades (Lepto-Vibrio- IBR) y Bovisan Total Selenio. Finalmente, se incorporó el uso de adyuvantes de acción prolongada (ADYUVAC) con la vacuna Bovisan L-7. Recientemente, durante el 2005, la Dra. Blanca Herrera de DILAVE, ha identificado en Uruguay una nueva variedad de leptospira, (Leptospira Cuadro hardjo bovis) que probablemente estuviera presente desde hace tiempo. Leptospira hardjo bovis es una cepa adaptada al bovino, persistiendo la infección por largos períodos, especialmente en riñón, y que actúa como reservorio de la misma, contaminando el medio ambiente. Pueden nacer terneros infectados y ser portadores crónicos que mantienen a esta cepa en su ecosistema. Es una cepa de leptospira que fue identificada ya en otros países. L. hardjo bovis es hoy la serovariedad que produce abortos más común y la más diagnosticada en Australia, N. Zelanda, Gran Bretaña y América del Norte. L. hardjo bovis produce una enfermedad silente, con signos subclínicos (a veces mastitis e infección renal persistente) y pérdidas reproductivas importantes en la producción lechera, infertilidad temprana y más frecuentemente abortos a término. L. hardjo bovis es conocida por ser una enfermedad contagiosa con signos subclínicos y dramáticos efectos sobre la reproducción bovina. Puede presentarse a pesar de tener los animales vacunados con vacunas que no tienen antígeno de L. hardjo bovis. L. hardjo prajitno produce frecuentemente muerte embrionaria y es el bovino el hospedador definitivo, y quien sostiene y contamina el medio ambiente y otros bovinos. Generalmente da títulos más bajos a pesar de su patogenicidad. No existe inmunidad cruzada con L. hardjo bovis por pertenecer a otra familia genotípica de leptospira. L. pomona que es de infección accidental a diferencia de L. hardjo, puede producir abortos en varias especies (ovejas, yeguas, cerdos, y vacas), pero el principal hospedero que sostiene la infección en el ecosistema, es el cerdo, y puede eliminar leptospiras viables al medio ambiente por mucho tiempo y da signos clínicamente más visibles. Otras Leptospiras también son diagnosticadas frecuentemente en sueros bovinos remitidos con sospecha de cuadros compatibles con leptospirosis. Por ello las vacunas actuales deben tener una formulación acorde con la realidad prevalerte en nuestra región. DIAGNÓSTICO: Se realiza principalmente en el análisis serológico de nuestra remitidas a laboratorios de diagnóstico y la identificación de leptospiras en riñón de fetos y orina de animales sospechosos u fetos abortados. En casos donde después de tener controlada la enfermedad con diagnóstico y vacunación, vuelven a presentarse bajos índices reproductivos, conviene volver a tomar muestras (de suero sanguíneo y orina) de vacas abortadas y no abortadas. Remitir al laboratorio de diagnóstico, solicitando expresamente el análisis para L. hardjo bovis. También puede enviarse el feto abortado o muestras de orina (refrigerada) o frotis de orina (seco y sin fijar), en la forma más rápida posible, para la visualización directa o el aislamiento, coordinar el envio de lunes a jueves. Las muestras de orina se toman luego de aplicar un diurético drástico y en las condiciones más higiénicas posibles. L. hardjo bovis puede dar significativos títulos serológicos de 3 a 4 semanas posteriores al aborto. Existen evidencias de que esta cepa produce infección renal persistente y eliminación de leptospiras vivas al medio ambiente. Leptospirosis por hardjo bovis es una enfermedad silente, que frecuentemente no se diagnostica porque tiene pocos signos visibles. Los porcentajes de concepción y los índices productivos no son aceptables, y no todos los años es igual, y esto depende de la incidencia variable de esta enfermedad en cada año. En EEUU hoy se analiza que L. hardjo bovis es mas prevalente (especialmente en los Estados del sur) de lo que se estimaba antes. Se recomienda el tratamiento antibiótico previo en rodeos donde ya existe la infección y posteriormente se inmuniza con vacuna que contenga L. hardjo bovis. De cualquier forma es necesario vacunar y revacunar (buscando el efecto booster) en animales primovacunados. Solo la prevención con vacuna específica (que contenga L. hardjo bovis en su formulación) puede prevenir la infección y colonización renal de esta enfermedad. En rodeos infectados, se recomienda el tratamiento antibiótico previo, con antibióticos de larga acción (por ejemplo oxitetraciclinas L.A.). El riesgo de contagio entre bovinos es muy alto, por lo que es necesario una buena base inmunitaria en animal joven, previo a que esta hembra esté preñada. Un esquema de vacunación estratégica de todo el rodeo (hato) incluso toros y terneros, y el manejo de conceptos de bioseguridad del establecimiento, reduce el riesgo de contaminación y pérdidas económicas. Incorporar las hembras de reemplazo previamente vacunadas (al menos con dos dosis) y lo recomendable es un esquema de vacunación desde terneros, que tengan dos dosis antes de finalizar el 1º año de vida. Para proteger contra la insidiosa enfermedad de Leptospirosis por hardjo bovis las vacunas deben tener el antígeno específico. La vacuna ha demostrado ser altamente efectiva para el control de esta nueva serovariedad.