FMEL: Festival de Música Electrónica Latina en Chicago FESTIVAL DE MÚSICA ELECTRÓNICA LATINA, CHICAGO, 2007 número 56 Chicago es reconocido mundialmente como la cuna del house music, pero además es admirado por su arquitectura y su gran variedad multicultural, sobre todo la latina. En los últimos años, la nueva generación de inmigrantes latinos ha cambiado gradualmente la escena musical, creando espacios alternativos para diferentes géneros, tales como rock, jazz, tropical y electrónica. Esta última, con un desarrollo lento, debido a que la cultura DJ es la predominante en el área; por lo tanto se deja a un lado al productor electrónico –el cual no es considerado como parte esencial dentro del movimiento local latino–. Es decir, existe una gran diferencia entre productor y DJ. Un músico/productor electrónico es el que se encarga de crear una pieza auditiva a través de procesos sonoros en el estudio, o bien, en vivo a través de la manipulación de software o hardware (sintetizadores, cajas de ritmos y secuenciadores) para llevar a cabo su cometido: “la música electrónica”. En cambio, la labor del DJ se enfoca a la selección y mezcla de la música de los productores electrónicos, por lo tanto, es ahí donde se encuentra la gran diferencia entre los dos conceptos. En Latinoamérica, el movimiento electrónico comienza entre los años 60 y 70, con el surgimiento de uno de los grandes pioneros, Juan García Esquivel, considerado como “El Rey de la era espacial pop”, ya que en sus piezas de composición siempre utilizaba nueva tecnología y técnicas únicas de improvisación, además de un sonido futurístico, caracterizado por elementos espaciales, casi provenientes de otro planeta. Un claro ejemplo, la música que realizó para la popular serie mexicana “Odisea Burbujas”, que en su mayoría fue realizada con sintetizadores modulares, tales como el Moog y Korg. En la década de los 80, llega a Latinoamérica la new wave y con ella la inquietud de los jóvenes por la creación de proyectos con la misma calidad alcanzada en Europa y Estados Unidos; es así como surgen proyectos dentro de la escena subterránea electro rock como Size, Casino Shanghai y Syntoma, por mencionar sólo algunos. El decenio de los 90 estuvo más influenciado por el rock; es en ese periodo cuando tiene lugar el movimiento “Rock en tu idioma” y su consecuencia el “Latin Alternative”. Sin embargo, no fue sino hasta finales de esta década cuando surge un gran boom que pone en alto la credibilidad de la electrónica latina dentro de la escena global: el “Colectivo Nortec”, que fusiona sonidos de tambora zacatecana y norteña con drum and bass, techno, house y demás géneros electrónicos; este boom marca la pauta para el surgimiento de diferentes sellos disqueros y colectivos de artistas como Nopalbeat, Noiselab, Filtro, Discos Confort y Static Discos. A partir de este movimiento, algunos países Latinoamericanos como México, Argentina, Chile, Guatemala, comienzan a rescatar sonidos regionales y populares, incorporándolos a sus diferentes estilos de música electrónica. El movimiento se comienza a expandir y a difundir poco a poco, mediante las nuevas y diferentes formas de distribución digital, tales como myspace, blogs, beatport, etc. En Chicago, la música electrónica latina se encuentra en un estado casi desconocido y, debido al lento desarrollo de este movimiento, en 2007 se crea FMEL (Primer Festival de Música Electrónica Latina), como resultado de la preocupación por la falta de y/o la necesidad la de espacios independientes que mostraran el movimiento electrónico latino desde un ángulo artístico y complejo. Este Festival se integra con jóvenes artistas independientes residentes del área de Chicago, todos ellos con un mismo objetivo: promover e integrar el movimiento electrónico como alternativa musical y cultural. El FMEL 2007 tuvo como objetivo principal el dar a conocer el movimiento electrónico de todas las edades, presentando artistas de talla internacional como Antiguo Autómata Mexicano(AAM), Seekers Who Are Lovers y Kobol provenientes de sellos independientes; al mismo tiempo, contó con la presencia del talento nacional y local representado por Labo_labs, Echonine y Perfect Kiss. Además, se presentó a la audiencia un show de “bending circuits” (extracción de audio proveniente de juguetes infantiles de batería) y el jam session (la improvisación de sonidos coordinados) como parte de la clausura del evento. Para complementar las 12 horas de ondas sonoras digitales, se proyectaron efectos visuales con una presentación multimedia, además de una muestra de pintura, fotografía y escultura, a cargo de los artistas plásticos locales del área de Pilsen. El público que asistió al festival fue variado, debido a la difusión del evento que hicieron los medios escritos que dieron seguimiento al Festival y a su presencia en los medios cibernéticos como blogs, Myspace y demás páginas webs; así como a comentarios y entrevistas en la radio pública, como Radio Arte (WRTE 90.5fm) y Rock Sin Anestesia (WLUW 88.7fm), sin dejar de mencionar el segmento televisivo “Amor al Arte” de la cadena Univisión. El primer Festival de Música Electrónica Latina cumplió su cometido, realizando un evento netamente cultural, con calidad y diversidad, para todo tipo de público; fue gratuito y con una segmentación cultural digitalizada y cualitativa, nunca antes vista en Chicago. Es necesario destacar la importancia de la música electrónica latina como una expresión cultural vanguardista, que va más allá de una moda pasajera. La electrónica latina involucra elementos auditivos y visuales, que son un lenguaje universal, sin idioma, sin limitaciones y sin fronteras, brindando un mensaje abierto a cualquier interpretación. Sin embargo, en la comunidad latina de Chicago, este movimiento es joven y está listo para explorarse, por el simple hecho de que la música electrónica no es común, no se difunde masivamente, por lo que no tiene la apertura para escuchar más allá de lo comercializado. Finalmente, podría añadir una virtud más a este género y es el hecho de mantener una comunicación directa, músico-espectador, que invita a descubrir la capacidad de escuchar con atención cualquier tipo de sonido existente, cosa que usualmente pasamos por alto. Charly García es productor y conductor de Ruido de Fondo en WRTE 90.5FM y promotor de la musica electronica en Chicago. Stephanie Manríquez, es productora y locutora de PolyForum en Radio Arte, Chicago FOTO: CORTESÍA DE CHARLY GARCIA FOTO: CORTESÍA DE CHARLY GARCIA Stephanie Manríquez y Carlos García FESTIVAL DE MÚSICA ELECTRÓNICA LATINA, CHICAGO, 2007 contratiempo 7