Fuente: reforma.com Rafael Fernández de Castro / La nación mexicana en Estados Unidos Por Rafael Fernández de Castro Opinión Internacional. Viven en Estados Unidos 24 millones de personas de origen mexicano, 14 millones son estadounidenses de ascendencia mexicana y 10 millones nacieron en México y emigraron al vecino país. Es decir, hay una nación dentro de otra. En los últimos 10 años el crecimiento de los latinos en Estados Unidos ha sido explosivo. En la actualidad, los 39 millones de personas de origen latinoamericano son la primera minoría étnica. El crecimiento tiene dos orígenes: una migración en aumento y la fertilidad. La mayoría de los latinos son de origen mexicano: 24 de 39 millones. Y en los últimos 10 años la migración de mexicanos ha sido la más abultada en la historia: entre 3 y 4 millones de conacionales se han ido a radicar permanentemente a Estados Unidos. ¿Algún día la diáspora mexicana en Estados Unidos, como lo hacen la de Israel, la de Irlanda o la de Cuba, llegará a influir en la política de Washington hacia México? ¿Cuáles son las actitudes de la diáspora mexicana hacia su país de origen? ¿Existen diferencia en esa actitud entre los 10 millones que nacieron en México y los 14 millones de mexicano-estadounidenses? Para contestar a esas preguntas y para analizar las actitudes políticas y las aspiraciones de la diáspora mexicana en el vecino país, un grupo de académicos de universidades de ambos países -el ITAM, Notre Dame, Loyola Marymouth y la Universidad de Texas en Arlington- estamos realizando una serie de entrevistas colectivas e individuales a una muestra seleccionada de personas paisanos en Estados Unidos. Aprovechando la segunda reunión en esta ciudad de los consejeros del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), durante este fin de semana, este grupo de académicos realizamos una serie de entrevistas colectivas a través de una técnica de encuesta que se conoce como grupos de enfoque. El IME es la organización que absorbió al Programa para las Comunidades Mexicanas en el Exterior, creado desde 1990, y a la oficina presidencial para la atención de los mexicanos en el exterior creada al inicio del sexenio de Fox. El IME es parte de la Cancillería y está presidido por un migrante, Cándido Morales. También cuenta con un director ejecutivo, Carlos González Gutiérrez, diplomático de carrera que tiene 16 años dedicado a trabajar en los programas para la comunidad y que se ha dado el tiempo para reflexionar y publicar los mejores artículos académicos sobre las relaciones del Gobierno con la diáspora. Los consejeros del IME son 120 líderes electos por la propia comunidad a través de la red consular de México en el vecino país. En nuestras entrevistas pudimos constatar que se trata de un grupo de verdaderos líderes de base y de opinión, los hay presidentes de pequeñas organizaciones pro derechos humanos, educativas o de salud, o bien dirigentes de clubes de oriundos, e incluso algunos que han destacado en el mundo de los negocios. Lo que más me llamó la atención de las entrevistas fue constatar las difíciles situaciones en que se encuentra la comunidad mexicana en los Estados Unidos. Acá en México, tendemos a olvidar el esfuerzo que realizan nuestros paisanos en el vecino país del norte para ganar un buen salario y todos las privaciones de que son objeto para mandar una remesa que este año, por cierto, llegarán a una cifra récord de aproximadamente 14 mil millones de dólares. Los líderes entrevistados se preocupan por México y desean contribuir al desarrollo de su patria lejana; sin embargo, una y otra vez se hizo evidente que antes de cabildear a favor de México tiene que remontar una muy difícil realidad. Las mujeres, por lo general, mostraron una gran preocupación por la educación. Y efectivamente, los mexicanos, aún dentro de los latinos, muestran unos de los peores desempeños escolares y las más altas tasas de deserción. Los mexicanos y los México-estadounidenses reconocen el interés del Presidente Vicente Fox por su comunidad, pero revelan que falta aún mucho por hacer para que efectivamente sean bienvenidos a su patria remota: "se nos ve con un signo de dólares en la frente y se nos explota tanto por autoridades como por comerciantes." Persiste, insistieron, una gran ignorancia de quiénes somos y nuestra dura realidad. Dieron evidencias suficientes de su interés por que su nuevo país -Estados Unidos- trate mejor a su patria remota -México- y en muchos casos se dijeron dispuestos a trabajar políticamente por el desarrollo de México y por una mejor relación bilateral. Escuchándolos uno se queda con la impresión de que eventualmente, incluso en un horizonte de menos de 10 años, llegarán a constituirse en un lobby o cabildeo étnico que abogará por las causas de México en el vecino país del norte. Y en este sentido la apuesta de la diplomacia de Fox de crear una organización a nivel nacional -el consejo consultivo del IME- está efectivamente construyendo el embrión de ese cabildeo étnico y de una relación institucionalizada del Gobierno de México con su diáspora. Sin embargo, también pude percatarme que no serán un instrumento dócil de manipulación diplomática. Por el contrario, la Cancillería esta construyendo una organización que tendrá una enorme incidencia en el propio Estado mexicano. Ellos serán los que cambien las nocivas prácticas de explotarlos cada vez que nos visitan. Rafael Fernández de Castro es Profesor del ITAM y director de la revista Foreign Affairs en Español