Revista Dental de Chile 2002; 93 (2): 25-28 Revisión Bibliográfica Autores: Actualización de la Técnica de Obtención y Uso del Plasma Rico en Factores de Crecimiento (P.R.G.F.) Extraction Technique and Surgical Use of the Plasma Rich in Growth Factors (P.R.G.F.) Update Dr. Mario Reyes M. * Dra. Sandra Montero R.* Dr. Julio Cifuentes F.* Dr. Emilio Zarzar C.* *Servicio de Cirugía y Traumatología Máxilo Facial. Clínica Alemana. Santiago Dirección Postal: Vitacura 5951. Vitacura. Santiago. Resumen El uso del plasma rico en factores de crecimiento (PRGF), en cirugía, tiene beneficios técnicos importantes y puede incrementar la regeneración ósea, al utilizarse junto con injertos de hueso autólogo. Sus predecesores fueron el adhesivo de fibrina, utilizado como hemostático y adhesivo quirúrgico, el fibrinógeno autólogo, con el que se preparaba el gel de fibrina autóloga y, posteriormente, el plasma rico en plaquetas o PRP, el cual se mezcla con cloruro cálcico y trombina bovina para producir la agregación y desgranulación plaquetaria, obteniéndose factores de crecimiento. El PRP requiere grandes volúmenes de sangre, un ambiente intrahospitalario, implementación sofisticada, plantea dos ciclos de centrifugación a altas revoluciones y utiliza trombina bovina para su activación. Siguiendo los mismos principios del PRP, surge la técnica de obtención del PRGF, que requiere menores volúmenes de sangre, un equipamiento simple que permite su uso en la consulta, no utiliza trombina bovina y plantea una sola centrifugación con menos revoluciones, preservando la integridad de la membrana plaquetaria, permitiendo así obtener una mayor concentración de factores de crecimiento; siendo un procedimiento económico, enormemente eficiente y 100% autólogo. Summary The use of PRGF in oral and maxillofacial surgery procedures has technical benefits and may enhance bone regeneration when used in conjuction with autologous bone grafts. The fibrin adhesive was used as a haemostatic agent and surgical adhesive, before PRGF appeared. Autologous fibrinogen was widely used to produce the autologous fibrin gel, until platelet rich plasma (PRP) became the best option to obtain growth factors, after mixing this plasma with calcium chloride and bovine trombine, which causes platelet addition and exocytosis of these factors. However, PRP requires large volume of blood, hospitalary environment, sophisticated equipment, two high-speed spinning cycles and utilizes bovine trombine for its activation. Following the same principle, PRGF appears as an alternative which requires: minimum volume of blood, a plain equipment that allows its performance at the ambulatory office, a single low-speed spinning cycle -which contributes to obtain a higher concentration of growth factors- and does not utilize bovine trombine. Therefore, PRGF is an economic, highly efficient and 100% autologous technique. Introducción El uso del gel de plasma rico en plaquetas (PRP) para la colocación de injertos óseos en cirugía oral y maxilofacial, fue originalmente propuesto por Marx en 1986 y, en los últimos años, se ha masificado su uso con excelentes resultados, debido fundamentalmente, a la capacidad que tiene de incrementar la regeneración ósea al ser utilizado junto con injertos de hueso autólogo y a que es un procedimiento relativamente simple. Ha despertado el interés también en otras áreas como ortopedia, otorrinolaringología, cirugía plástica, neurocirugía y periodoncia. La técnica de obtención y utilización del PRP ha sufrido algunas variaciones, dado que se ha seguido investigando al respecto y en la actualidad el procedimiento se ha simplificado y optimizado a la vez, tanto así, que hoy se prefiere hablar de plasma rico en factores de crecimiento (plasma rich in growth factors o PRGF). La presente revisión pretende actualizar los conceptos referentes a este importante recurso y mostrar cómo se realiza hoy, tanto la técnica de obtención del PRGF, como su uso clínico. rúrgicos, sobre todo en aquellos órganos en los que resulta muy difícil controlar el sangrado como hígado, riñones, cerebro, en tejidos infectados, quemados o soportes de injertos(1). Matras describió este adhesivo como una sustancia con propiedades selladoras y hemostáticas que promovía la reparación del tejido y el cierre de la herida y que fue comercializado con el nombre de Tisucol®(3). Desarrollo El desarrollo del PRGF parte en los años 80 con el adhesivo de fibrina, el cual aparece en el ámbito de la investigación en respuesta a la necesidad de mejorar los agentes hemostáticos y los adhesivos qui- Volumen 93. Nº2 - Página 25 Como consecuencia del veto a su utilización por la Food and Drug Administration (FDA), se ha desarrollado otra modalidad: la obtención del fibrinógeno autólogo, que evita los riesgos de infección y rechazo. La técnica sugiere la obtención de sangre del paciente días antes de la cirugía para aislar el fibrinógeno en el laboratorio con el que se prepara el gel o cola de fibrina autóloga. El mecanismo de acción de la cola de fibrina mimetiza la última etapa de la coagulación en la cual el fibrinógeno se convierte en fibrina por acción de la trombina, la que en presencia de calcio, rompe los fibrinopéptidos A y B de la molécula de fibrinógeno, originando así los monómeros de fibrina; además, la trombina activa el factor XIII que favorece el entrecruzamiento de estos monómeros, formando el coágulo. Debido a la acción proteolítica de la trombina sobre el fibrinógeno, que es soluble, al convertirlo en fibrina, que es insoluble, se genera esta sustancia viscosa que constituye el adhesivo de fibrina(1,2). La alternativa a la preparación del gel de fibrina autólogo, que requería citar al paciente días antes de la intervención, ha sido la obtención de un plasma rico en plaquetas (PRP) mediante plasmaféresis, minutos antes de la intervención. El método consiste en obtener 500 ml de sangre del paciente a través de un catéter a una velocidad de 50 ml/min la que es recepcionada en tubos citratados. Posteriormente se centrifuga la sangre a 5.600 rpm, obteniéndose 3 fracciones, de menor a mayor densidad: plasma pobre en plaquetas (PPP), plasma rico en plaquetas (PRP) y células rojas. El PPP y PRP se aspira y se lleva a otro recipiente para ser centrifugado nuevamente a 2.400 rpm obteniéndose 2 fracciones: PPP y PRP. Este último, se conserva hasta que se requiera su uso en la cirugía, momento en el cual se mezcla con cloruro cálcico y trombina bovina, produciéndose en un intervalo de 5 a 30 segundos la coagulación del PRP. Este cambio produce agregación y desgranulación plaquetaria, liberándose las proteínas contenidas en su interior, entre ellas los factores de crecimiento; la preparación tarda en total 45 minutos(4). El éxito del gel de fibrina ha llevado a desarrollar una técnica con la misma filosofía, con menores volúmenes de sangre, que pueda ser utilizada en forma rutinaria incluso en la consulta ambulatoria. La estrategia se basa en la utilización de las plaquetas por las siguientes razones: Por un lado, funcionan como vehículo portador de factores de crecimiento y de otras proteínas que desempeñan un papel importante en la biología ósea, Volumen 93. Nº2 - Página 26 como son la fibronectina y otras proteínas adhesivas. Por otro lado, se controla la liberación de estas proteínas contenidas en los gránulos alfa de las plaquetas, sustancias que serán concentradas y depositadas en el lugar de la herida, exponiendo y orientando un concentrado fisiológico de proteínas que va a intervenir, acelerando y favoreciendo el proceso de reparación y regeneración. Entre otras encontramos las siguientes proteínas: - PDGF: factor de crecimiento derivado de las plaquetas. - VEGF: factor de crecimiento endotelial vascular. - TGF beta: factor de crecimiento transformado tipo beta. - EGF: factores de crecimiento epidérmico. - IGF-I: factores de crecimiento insulínico tipo I. La acción e interacciones de estos factores de crecimiento varían dependiendo del tipo de célula y de su grado de madurez(1,10). El TGF beta 1 promueve la síntesis de matriz extracelular e induce la expresión de receptores tipo beta para el PDGF. Junto a este último, estimula la síntesis de colágeno tipo I, fibronectina y osteonectina así como la sedimentación de la matriz extracelular y la quimiotaxis. También disminuye la síntesis de metaloproteínas (que degradan la matriz extracelular) y del factor activador de plasminógeno, todo lo cual tiene como consecuencia una disminución en la destrucción de la matriz de tejido conjuntivo. El TGF beta 1, al parecer, inhibe la formación de osteoclastos, pero por otro lado, promueve la resorción de hueso por un mecanismo dependiente de las prostaglandinas. Su acción es muy compleja, pero parece que es uno de los factores de conexión entre la reabsorción y formación ósea(5,12). Los niveles plasmáticos de EGF no son detectables, pero las plaquetas contienen cantidades importantes de este factor de crecimiento epidérmico. Tras la coagulación, la concentración de EGF en el suero es aproximadamente de 130 pmol/L, cantidad suficiente para inducir la mitosis y la migración celular. Este hecho sugiere la participación de EGF en las primeras fases de la reparación, estimulando la migración y división celular y aumentando la síntesis de proteínas como la fibronectina(13) . El plasma contiene cantidades importantes de IGF-I, el que es sintetizado principalmente en el hígado. También se encuentran cantidades importantes de este factor en las plaquetas. Una vez liberado por las plaquetas, el IGF-I es un potente agente quimiotáctico para las células vasculares endoteliales, provocando un aumento en la neovascularización de la herida. El IGFI también estimula la proliferación y diferenciación de osteoblastos y tiene mayor efecto combinado con otros factores de crecimiento. VEGF estimula la proliferación celular en aquellos vasos sanguíneos que han sido dañados. De este modo se utilizan las plaquetas como fuente exógena de factores de crecimiento que, en algunos casos, refuerzan las concentraciones ya existentes en el hueso, y en otros actúan en concierto con éstos, estimulando la actividad de las células óseas y células epiteliales. El coágulo de PRGF o coágulo blanco, funciona como vehículo natural de los factores de crecimiento y presenta muchas ventajas sobre otros diseños más sofisticados. Como las plaquetas carecen de núcleo, sus posibilidades de sintetizar proteínas son prácticamente inexistentes. Sin embargo, poseen proteínas, entre ellas el fibrinógeno, que captan del plasma por un mecanismo de endocitosis. Este fenómeno utiliza un sistema canalicular conectado a la superficie e interrelaciona el medio plasmático externo con los gránulos. Esta es la razón por la que las plaquetas contienen proteínas plasmáticas(1). Con técnicas de microscopía electrónica se ha estudiado la cinética de la agregación plaquetaria en el PRGF activado con cloruro cálcico, pudiéndose observar cómo, cuando se activa el PRGF, las plaquetas cambian su forma y se van agregando desplazándose dentro del coágulo hasta agruparse por completo a los 30 minutos. Se ha visto que ocurren cambios no sólo en la forma de las plaquetas, sino también en su contenido. A los 3 minutos se aprecian aisladas, esparcidas por el coágulo, pero ya se observa la formación de pseudopodos y la centralización de los gránulos. Entre los 3 y los 10 minutos las plaquetas continúan su activación y se agregan. A los 30 minutos la morfología del coágulo es completamente diferente. Las plaquetas se han agregado y permanecen fuertemente unidas, rodeadas de fibras de fibrina, se ha liberado el contenido de todos sus gránulos, observándose las plaquetas vacías y fibras gruesas de fibrina. Al cabo de una hora la estructura y morfología del coágulo es muy regular y estable. A la hora y media las plaquetas están vacías e incluso se puede observar la rotura de muchas de ellas(6). Revista Dental de Chile Técnica de Obtención del PRGF Hasta 1995, todos los protocolos de obtención de concentrados plaquetarios partían de cantidades muy elevadas de sangre y se realizaban en ambientes hospitalarios con equipos sofisticados de autotransfusión. Además, existía una gran controversia, en Europa sobre todo, con el uso de trombina bovina, ya que se había detectado anticuerpos anti trombina en pacientes tratados con los métodos antes descritos(1). Se pensó en la obtención de un coágulo rico en factores de crecimiento mediante un método sencillo y de fácil utilización incluso en la consulta ambulatoria. Se inicia entonces la optimización de un pro- tocolo que permitiera utilizar esta fuente fisiológica de factores de crecimiento que, además del beneficio de la liberación de éstos, constituyera un elemento mecánico que permitiera consolidar los materiales de injerto y facilitara el cierre de la herida favoreciendo el postoperatorio(7). Se eligió como anticoagulante idóneo para la extracción de sangre el citrato sódico. Esta sal capta los iones calcio que se encuentran en la sangre y los neutraliza formando un compuesto químico llamado quelato, impidiendo de esta forma, la coagulación de la sangre. Además, el citrato sódico no altera los receptores de membrana de las plaquetas y permite la reversibilidad del proceso al añadir calcio en forma de cloruro de calcio. La separación del plasma se logra mediante centrifugación suave, la cual permite concentrar las plaquetas que se encuentran más próximas a los hematíes. Las fracciones con mayor contenido de plaquetas son las que se encuentran inmediatamente por encima de la serie roja (0,1 cc. por encima de los hematíes). Esta fracción contiene un plasma 8 veces más concentrado en plaquetas que la sangre periférica. La siguiente fracción contiene un plasma 4 veces más concentrado(1). Procedimiento de Obtención del PRGF Se realiza la extracción de la sangre al paciente unos minutos antes de comenzar la cirugía. La cantidad dependerá del defecto a tratar. Por ejemplo, para una exodoncia, entre 20 y 30 cc. serán suficientes, mientras que para una elevación de seno, bastarán 30 cc. La sangre se recepciona en tubos estériles con citrato sódico al 3,8% como anticoagulante. A pesar que el EDTA tiene un rendimiento mayor que el citrato, se ha visto por microscopía de luz, a las plaquetas rasgadas, rodeadas de abundantes restos celulares cuando se ha usado EDTA como anticoagulante. Se prefiere por tanto el Fosfato de Dextrosa Citratado (CDP), debido a que éste preserva la integridad de la membrana plaquetaria, hecho de vital importancia, ya que los factores de crecimiento son exocitados activamente. Durante este proceso ocurre la formación de la molécula proteica y la formación de su estructura terciaria, de cuya integridad depende su actividad y efectividad. En este mismo contexto, es importante considerar también, la velocidad de centrifugación que va en relación directa con la fuerza de gravedad (G), ya que se ha visto que una G excesiva, reduce dramáticamente la cantidad de factores de crecimiento (11). Se centrifuga el plasma en una centrífuga digital que permita controlar los parámetros de tiempo y velocidad. El tiempo de centrifugación será de 8 minutos a 1.800 rpm (280 G), a temperatura ambiente. El plasma luego es separado mediante pipeteado muy meticuloso para no crear turbulencias en las fracciones obtenidas. Los primeros 500 microlitros (0,5 cc.) (fracción 1) es un plasma pobre en plaquetas y por lo tanto pobre en factores de crecimiento. Los siguientes 500 microlitros (fracción 2) corresponderán a un plasma con un número de plaquetas similar al que tiene la sangre periférica. La fracción de plasma más rico en plaquetas y factores de crecimiento (PRGF) son los 500 microlitros que se encuentran encima de la serie blanca (fracción 3). Con una pipeta de 500 microlitros se aspira la fracción 1 y se traslada a un tubo estéril, previamente etiquetado, donde se reunirá todo el PPGF, repitiéndose el proceso con todos los tubos procedentes de la centrifugación. Con la misma pipeta (diferente punta estéril), se aspira la fracción 2 de todos los tubos y al igual que con la fracción 1, se lleva a otro tubo estéril etiquetado, que contendrá entonces, un plasma con una concentración de plaquetas similar a la de la sangre periférica (PGF). Para la fracción 3 se realiza un pipeteado más cuidadoso, con una pipeta de 100 microlitros, para evitar las eventuales turbulencias que se puedan producir, y de este modo no aspirar los hematíes ni la serie blanca. Se repite este proceso 5 veces, colectándose lo obtenido en un tercer tubo estéril y etiquetado, el cual contendrá el PRGF. El volumen de plasma que se obtiene tras la centrifugación varía ligeramente de un individuo a otro, obteniéndose volúmenes diferentes de cada fracción. Por lo tanto, se debe contar siempre desde la serie blanca hacia arriba, y de obtenerse más plasma, éste será PPGF, cuyo volumen puede variar entre 1 y 2 cc. Así, si tenemos 4,5 cc de sangre, 1 cc. será PRGF, 1 cc. de PGF y el resto PPGF. Lo importante es el concepto de que se comienza a pipetear desde arriba, pero la fracción más importante es la última. Otro detalle importante es que si después de centrifugar se observara un tubo con plasma turbio, por la presencia de hematíes, éste debe ser descartado, ya que esta pequeña hemólisis se debe a una falla en el momento de extraer la sangre del paciente, por una mayor lesión de la pared vascular. Esta lesión ha provocado la liberación de una gran cantidad de tromboplastina tisular, comenzando la formación del coágulo. Figura Volumen 93. Nº2 - Página 27 Activación y Agregación Plaquetaria Una vez obtenido el PRGF, para provocar la formación del coágulo se pueden emplear los siguientes protocolos: - Añadir 50 microlitros de cloruro cálcico al 10% por cada cc. de PRGF. Luego de 5 a 8 minutos se obtendrá el coágulo, tiempo que variará en relación inversa al número de plaquetas. Para acelerar el proceso se puede elevar la temperatura del plas- ma a 37º C, antes de activarlo, disminuyendo de 2 a 3 minutos el tiempo de formación del coágulo. - Si se va a mezclar el plasma con algún material de injerto, primero se añade el cloruro cálcico y luego el injerto. Después de 2 a 5 minutos se obtendrá un agregado que contendrá el injerto, con una consistencia gomosa fácil de manipular. También se puede disminuir el tiempo de formación aumentando a 37º C la temperatura(8). - Si se desea obtener un efecto “barrera”, se pueden mezclar 2 cc. de sulfato cálcico con 1 cc. de PRGF para, luego de 5 minutos, obtener un material gomoso de fácil manipulación. Este material además posee propiedades osteoconductoras(1). Este coágulo, englobando o no un injerto, sigue experimentando cambios para finalmente retraerse. Este, ha eliminado parte de su contenido en factores de crecimiento, y ya presenta fibras gruesas de fibrina, bien organizadas. Esta última fase se puede catalizar manteniendo el coágulo a 37º C. El tapón de fibrina así obtenido puede servir como cierre en una exodoncia para proteger el coágulo de PRGF de ser aspirado o movilizado por la lengua. También se puede obtener fibrina en for- ma de membrana biológica que sirva para cubrir un injerto compactado con PRGF. El coágulo de fibrina tiene una consistencia tal, que casi permite ser suturado. Para la obtención de fibrina podemos, obviamente, utilizar el PRGF, resultando una malla de gran volumen, pero también podemos utilizar las fracciones menos concentradas, con las que se obtienen, sí, volúmenes menores. Por ello, se deben conservar todas las fracciones de plasma obtenidas. - Elevación de seno maxilar. - Relleno de cavidades quísticas post quistectomía. - En exodoncias múltiples, para conservar la altura del reborde alveolar. - En defectos óseos generados por la desinclusión de caninos o terceros molares. - En defectos óseos periapicales, luego de una apicectomía, por ejemplo. - Regeneración ósea alrededor de implantes osteointegrados, rellenando el defecto inmediatamente luego de haber colocado el o los implantes. - En injertos óseos en bloque, para rellenar la zona donante, estimulando su regeneración y para cubrir y ayudar a remodelar el bloque a utilizar, compactándose las zonas limítrofes del injerto, evitando así los escalones óseos(8). - Reconstrucción de grandes defectos óseos post cirugía oncológica(9) . 5. ROBERTS AB, SPRON MB. Physiological Actions and Clinical Applications of Transforming Growth Factor – Beta (TGF – BETA). Growth Factors. 1993; 8: 1-9. 6. NURDEN P. 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Aplicaciones Clínicas El uso clínico del PRGF es muy variado y, cada vez, surgen nuevas e insospechadas aplicaciones en las cuales este recurso autólogo y económico, soluciona problemas otrora imposibles de enfrentar con éxito. Dentro de todas las aplicaciones clínicas, se mencionarán las utilizadas en el campo de la cirugía oral y maxilofacial, a saber: - Reconstrucción de rebordes alveolares atróficos. Bibliografía 1. ANITUA E. Un nuevo enfoque en la regeneración ósea. Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF). 1ª Edición, pág. 51-145. Vitoria, España. Puesta al día Publicaciones, S. L. 2000. 2. WHITMAN DH, BERRY RL, GREEN DM. An autologous alternative to fibrin glue with applications in oral and maxillofacial surgery. J Oral Maxillofac Surg. 1997; 55: 1294. 3. MATRAS H. The use of fibrin glue in oral and maxillofacial surgery. J Oral Maxillofac Surg. 1982; 40: 617. 4. MARX RE, CARLSON ER, EICHATAEDT RM, SCHIMMELE SR, STRAUSS JE, GEORGEFF KR. Platelet rich plasma. 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