INFORME DE GÉNERO 2000-2015 Escuela de Entreculturas en Nicaragua. Entreculturas. La UNESCO ha presentado su Informe de Seguimiento de la Educación para Todos (EPT) en el Mundo de 2015, titulado Género y EPT 2000-2015- Realizaciones y Retos (http://unesdoc.unesco.org/images/0023/002348/234809E.pdf). En él se hace un análisis, tanto positivo como negativo, de los éxitos que se han conseguido durante estos últimos 15 años en cuanto a la paridad de género y la reducción de todo tipo de desigualdades de género en el ámbito educativo. Sin embargo, se reconoce que aún quedan pendientes muchos retos. En abril del año 2000, la comunidad educativa internacional se reunió en Dakar (Senegal) con el objetivo de establecer una agenda sobre educación para el 2015. Los miembros de 164 países adoptaron el Marco de Acción de Dakar, con el objetivo de cumplir con los compromisos de la Educación para Todos. Este Marco constaba de dos elementos claves: seis objetivos que buscaban la mejora de la educación, el incremento de los niveles de alfabetización, la eliminación de las desigualdades de género en educación primaria y secundaria para todos, fijando su mirada, sobre todo, en mujeres y niñas; y doce estrategias de colaboración de todos los interesados. En septiembre de ese mismo año, los líderes mundiales aprobaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas. Estos objetivos se centraban en reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida. A pesar del empeño por terminar con la desigualdad entre géneros, tanto por parte de la EPT como de los ODM, ninguno ha cumplido con la fecha establecida para satisfacer dicho compromiso. Tal y como se expone en el Informe, es muy difícil alcanzar la paridad de género en educación en tan solo quince años. Sin embargo, es destacable que la EPT ha conseguido alcanzar mejoras en cuatro de sus objetivos. PROGRESOS MUNDIALES HACIA LA PARIDAD E IGUALDAD DE GÉNERO EN 2000-2015 El Informe recoge una evaluación completa de los avances logrados desde el año 2000 hasta el plazo fijado para el cumplimiento de dichos objetivos. Para ello se analizan los progresos en los distintos ámbitos educativos: Educación preescolar. Educación primaria. Educación secundaria. Educación superior. Educación preescolar: El acceso a una buena educación preescolar tiene un impacto enorme tanto en niñas como en niños e influye positivamente para continuar con la siguiente etapa educativa: primaria. Si se les motiva desde pequeños, se reducen las posibilidades de abandono escolar y de repetir, aumenta la escolarización y adquieren competencias fundamentales (Berlinski et al., 2009; Myers, 2004). Según lo que nos muestran las gráficas, la tasa de escolarización en educación preescolar ha aumentado considerablemente, desde un 27 % en 1990 a un 54 % en 2012 y se prevé que alcance el 58% en 2015. El Informe señala que casi se ha alcanzado la paridad de género en este periodo. Esto es así excepto en Asia Oriental y el Pacífico. Nicaragua. Entreculturas Educación primaria: En cuanto a la etapa de educación primaria, se han logrado cambios significativos. En 1999, tan solo 92 niñas de cada 100 niños estaban escolarizadas. Esta media global ha aumentado a 97 niñas en 2012, por lo que podemos afirmar que la desigualdad de género en la escolarización en este periodo se ha reducido, pero no significa que se haya eliminado del todo. Entre las regiones con un progreso mayor se encuentran Asia Meridional y Occidental. El índice de paridad de género regional aumentó en un 1,00 en 2012 con respecto a 1999, aunque este índice varía entre los países. Un dato curioso es que la desigualdad de género en Nepal se ha invertido, así que hay más niñas escolarizadas que niños en educación primaria. Si nos centramos en los Estados Árabes y en África Subsahariana, el índice de paridad de género representa un 0,93 y un 0,92. Estas dos regiones se encuentran muy lejos de la paridad de género, ya que de los 18 países con menos de 90 niñas por cada 100 niños escolarizados, 13 se encuentran en África Subsahariana. En países como Benín, Burkina Faso y Marruecos es destacable el esfuerzo realizado para aumentar la paridad de género. En otros países la desigualdad de género se ha invertido (Gambia, Nepal y Senegal). Los niños son más propensos al abandono escolar que las niñas. Por ejemplo, en 2011, 113 niños de cada de 100 niñas abandonaron el colegio. La escolarización de las niñas no debe interpretarse como una desventaja para los niños. Los progresos se han realizado en países donde las niñas se enfrentaban a un mayor número de desventajas. Los datos indican que un 48 % de niñas nunca llegará a escolarizarse en el colegio en comparación con el 37 % de niños. Son las niñas con menos recursos las que tienen menos posibilidades de escolarizarse. No obstante, está demostrado que las niñas completan con satisfacción el período escolar, superando a los chicos en lo que respecta a la continuidad de la educación hasta la superior. Niñas en una escuela en Camama (Angola). Pablo Funes – Entreculturas. Educación secundaria: En lo que se refiere a la educación secundaria, la desigualdad de género es más amplia y más variada. La intervención para mejorar los dos ciclos de educación secundaria por parte de los países ha aumentado y, en especial, en los de menos recursos. Entre 1999 y 2012, la escolarización en educación secundaria aumentó un 27 % a nivel global y, dentro de ese 27 %, se incluiría un 52 % de niñas. Como todo, esto varía según la región: - Asia Meridional y Occidental destaca por ser la región con un mayor progreso en escolarización en educación secundaria (93 niñas por cada 100 niños). - Al mismo tiempo, los Estados Árabes han progresado también, ya que el número de niñas escolarizadas por cada 100 niños ha aumentado de un 87 en 1999 a un 95 en 2012. - Sin embargo, en África, el progreso no ha sido tan destacable. - En Latinoamérica y el Caribe, 93 niños de cada 100 niñas fueron escolarizados en 2012; un cambio mínimo con respeto a 1999. A grandes rasgos, las diferencias de género se están estrechando en la educación secundaria. Por ejemplo, en la educación secundaria de primer ciclo la paridad de género ha pasado de un 41 % en 1999 a un 50 % en 2012. Sin embargo, estos cambios fueron menores en la educación secundaria de segundo ciclo. Es, en este momento, cuando más se aprecia el abandono escolar de los niños. La causa de dicha desigualdad de género en educación secundaria se debe a la falta de recursos destinados a las niñas para que estas puedan tener acceso a una educación primaria. Si no se solventa primero la marginación de las niñas en la educación primaria, difícilmente, se podrá estrechar la desigualdad existente en educación secundaria. Países como Malawi y Camboya, dos países pobres, han experimentado un progreso en la reducción de desigualdad en educación primaria. No obstante, en el primer ciclo de educación secundaria, en ambos países, las niñas siguen estando en desventaja. Lo contario ocurre en países como Brasil y Túnez en los que menos niños consiguen completar sus estudios de primer ciclo de secundaria. A pesar del progreso llevado a cabo desde 1999, solo 13 países tuvieron menos de 80 niñas escolarizadas por cada 100 niños en 2012. Destaca que, en países como Brasil o Túnez, cada vez menos niños completan el primer ciclo de educación secundaria. Sin embargo, estos datos son más estremecedores en el segundo ciclo de educación secundaria. En 2010 solo 95 niños por cada 100 niñas en 78 países consiguieron completar el segundo ciclo de educación secundaria, un cambio mínimo con respecto a 2000. Escuela en Líbano. Entreculturas. Educación superior: En 2012 había más mujeres que hombres matriculadas en educación superior. El cambio comenzó en 1999 cuando ambos sectores estaban a la par. Como siempre, existen variaciones regionales. En 2012 menos de 8 mujeres por cada 10 hombres se matriculaban en educación superior en África Subsahariana, mientras que en Latinoamérica y en el Caribe la relación era de menos de 9 hombres por cada 10 mujeres. Solo un 4 % de los países han conseguido la paridad de género en educación superior en 2012, un porcentaje que ha permanecido igual desde 1999. Conclusiones: - Casi se ha alcanzado paridad de género en educación preescolar. - En educación primaria se han logrado cambios significativos. En el 2012, por cada 100 niños había 97 niñas escolarizadas. Sin embargo, un 48% de las niñas nunca llegará a escolarizarse, frente a un 37% en el caso de los niños. - En la educación secundaria la desigualdad de género es más amplia y variada. En el primer ciclo, la paridad de género alcanzó el 50% en 2012. En el segundo ciclo, los cambios fueron menores. - En 2012 había más mujeres matriculadas en educación superior que hombres. Sin embargo, solo un 4% de los países habían conseguido alcanzar la paridad de género en educación superior en ese mismo año. Alfabetización de la población adulta: Continúa siendo alarmante la tasa de analfabetismo entre la población adulta. No ha habido ningún cambio significativo desde 2000. Hasta la actualidad solo ha habido una tasa de descenso de analfabetismo de un 23 % entre los adultos. Al contrario que entre los jóvenes donde la tasa de alfabetización se sitúo en el 89 %. Las mujeres son las que más sufren las consecuencias del analfabetismo. De entre los 781 millones de adultos que carecían de una alfabetización básica en 2012, un 64 % eran mujeres. Un porcentaje que permanece igual desde el 2000. El progreso ha permanecido estacando en regiones en las que las mujeres estaban retrasadas desde el principio. En los Estados Árabes durante la década del año 2000 se experimentó un aumento en la tasa de alfabetización adulta entre las mujeres, de un 56 % en 2000 a un 69 % en 2010; mientras que el índice de paridad de género entre las mujeres alfabetizadas con respecto a los hombres aumentó de un 0,73 a un 0,81. Sin embargo, se prevé que dicho progreso habrá caído para el 2015. África Subsahariana fue la segunda región con la tasa de alfabetización, entre las mujeres adultas, más baja. Asia Meridional y Occidental siguen siendo las regiones con una mayor desigualdad de género, aunque se preveía que la tasa de alfabetización entre las mujeres aumentaría. RETOS Y SOLUCIONES POLÍTICAS PARA ALCANZAR LA IGUALDAD DE GÉNERO POST-2015 Visto que aún queda mucho por conseguir, se han establecido unos retos y unas soluciones políticas que se pondrán en marcha tras el 2015, con los que se quiere seguir luchando por alcanzar la igualdad de género. Entre los retos está el poder dar con una solución ante la barrera de desigualdad que se da en ciertos países en cuanto a educación. Para ello, habría que conocer cuáles son las leyes y las normas y prácticas culturales que imperan en dichos países. A partir de ahí, saber por qué impiden alcanzar la igualdad. El matrimonio precoz, el embarazo adolescente, el trabajo infantil, la violencia de género, las prácticas de exclusión tradicionales, fomentar la educación solo en los niños y la división en cuanto a la repartición de actividades del hogar, son algunas de las prácticas o normas que siguen muy presentes en las sociedades e impiden el desarrollo hacia una paridad de género en el ámbito educativo. Desde 2000, se ha incrementado el compromiso, tanto global, regional como nacional, con respecto a los problemas de género en educación, incluyendo reformas legislativas y políticas, transversalización de las cuestiones de género, y aumento de la movilización y apoyo de la sociedad civil y la comunidad. Se han llevado a cabo campañas para fomentar la paridad de género y se ha luchado por la transversalización de género como estrategia clave. Otros factores relevantes son: la movilización de la sociedad civil y comunitaria; la reducción para las familias de los costes en educación; la expansión y la mejora de las infraestructuras con el objetivo de beneficiar la educación de los niños y niñas; la contratación de mujeres docentes como efecto positivo en la educación de las niñas; la promoción en el aula de prácticas que promueven la paridad de género al igual que de materiales educativos; la implantación de respuestas políticas como solución a la violencia en los centros educativos; la adopción de iniciativas efectivas que apoyen la igualdad en los resultados del aprendizaje y, por último, el acceso a alternativas de educación diferentes para los jóvenes que están fuera del colegio. En definitiva, como se indica en el Informe, es cierto que desde el 2000 se ha conseguido progresar hacia la paridad de género en educación en todo el mundo. Una gran parte de este progreso se ha alcanzado a través de las distintas estrategias citadas en el párrafo anterior. No obstante falta todavía desarrollar muchas de ellas. Se espera que se lleven a cabo a partir de 2015 para poder conseguir la tan esperada paridad de género en educación. Nepal. Entreculturas. RECOMENDACIONES Para cerrar el informe, se exponen una serie de recomendaciones en orden a alcanzar por un lado la paridad y por otro la igualdad. PARIDAD 1. La educación debería ser gratuita. Realmente gratuita. Las tasas escolares deben ser abolidas y se deben cubrir los costes de los libros de texto, uniformes y transporte. Los incentivos, como por ejemplo las becas escolares, pueden ayudar a compensar los gastos escolares y mejorar la educación de las niñas. Los programas de transferencias monetarias condicionadas y los programas de alimentación en las escuelas pueden ayudar a los niños y niñas más necesitados. 2. Deben desarrollarse políticas para abordar los problemas que tanto los niños como las niñas afrontan para acceder a la enseñanza y completarla. Políticas como la introducción de enfoques que apuesten por el aprendizaje activo, la tutoría individual y el establecimiento de objetivos. Por ejemplo, proporcionar orientación profesional desde una perspectiva de género puede ayudar en la búsqueda de opciones profesionales. 3. Deberían ofrecerse modelos alternativos de enseñanza secundaria a los adolescentes que están sin escolarizar. Para aquellos que hayan abandonado de manera temprana la educación formal, debido a la pobreza, el matrimonio infantil, embarazo adolescente u otras razones, deben desarrollarse opciones alternativas que les permitan continuar su educación. IGUALDAD 1. Deberían incorporarse las cuestiones de género a todos los aspectos de la planificación y las políticas. Por ejemplo, se deben mejorar el contenido, la calidad y la adecuación del lenguaje de los materiales escolares. Esto debe complementarse con presupuestos sensibles al género para asegurar fondos suficientes para acciones que contribuyan a alcanzar la igualdad de género. Lo que significa, por ejemplo, construir más escuelas asegurando instalaciones de saneamiento adecuadas. 2. Se necesita una combinación de cambios legislativos, incidencia y movilización comunitaria con el fin de eliminar el matrimonio infantil, reducir los embarazos precoces y conseguir una oleada de apoyo a la educación de las niñas. Además, se deben aplicar políticas que apoyen la reincorporación de las niñas a la escuela después de dar a luz. 3. Los gobiernos, las organizaciones internacionales y los suministradores de servicios educativos deben trabajar unidos para combatir la violencia de género en la escuela en todas sus formas. Se necesita una definición de violencia de género en la escuela a nivel internacional. Las soluciones deben involucrar a los líderes de la escuela, profesores, padres, comunidades y funcionarios para ser efectivas. Los gobiernos deben mostrar compromiso y liderazgo incorporando este elemento a los planes y políticas nacionales. Las asociaciones pueden empoderar a las niñas y alentarlas a hacer frente a las diferentes formas de discriminación de género. 4. Los gobiernos deberían contratar, formar y apoyar a los docentes de manera eficaz, para abordar la desigualdad de género en las escuelas. Deben mejorar la remuneración y la formación de los profesores y asegurar el equilibrio equitativo de mujeres y hombres en personal docente en todos los niveles, incluyendo el liderazgo en las escuelas. Todos los profesores deben recibir formación en prácticas sensibles al género para poder hacer frente a las normas sociales y a sus propias actitudes frente al género. Dicha formación debe estar diseñada teniendo en cuenta el contexto local y debe incluir educación sexual. Se debe proveer a los profesores de material que cuestione los estereotipos de género y promuevan un comportamiento equitativo. Departamento de Estudios e Incidencia de la Fundación Entreculturas 11 de enero de 2015