Iglecrecimiento, crecimiento sano, crecimiento integral. ¿Qué

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Programa
Iglecrecimiento
Código 002
IGLECRECIMIENTO
Iglecrecimiento, crecimiento sano, crecimiento integral.
¿Qué
caracteriza el crecimiento de una iglesia sana? ¿Que factores ayudan
a las iglesias a crecer sanamente? ¿Cuales son las barreras? Cada
consultante y desarrollador en el área de iglecrecimiento tiene sus
propios conceptos. Yo tengo los míos. Algunos factores que ayudan
a las iglesias a crecer en ciertas regiones del país no son efectivos en
otros lugares.
específicos
no
Algunos modelos que funcionan con ciertos grupos
necesariamente
funcionan
con
otros
grupos
específicos, a menos que sean adaptados.
Cada iglesia tiene que descubrir sus propias estrategias de
iglecrecimiento. Encontrar un denominador común no es fácil porque
no existe un modelo uniforme, estereotipado que encaje en todos los
contextos. Pero existen ciertos modelos, que es posible que funcionen
en cualquier lugar si son adaptados a contextos específicos. Puedo
afirmar que existen principios, elementos que tienen aplicación
universal y que son comunes y están visibles en cualquier iglesia sana
que esta creciendo. Ahora cada congregación tiene que descubrir y
desarrollar su propio estilo de hacer misión. Pues cada congregación
tiene su propia personalidad y estilos de hacer misión.
En cuanto a la salud eclesiológica expongo la siguiente comparación:
Se dice médicamente hablando, que existen pasos prácticos a seguir
para tener salud y estar saludables. Estos son:
1. Una buena alimentación balanceada (dieta)
2. Sueño (8 horas) (algunos exageran)
3. El hacer ejercicios
4. Evitar el estrés, la tensión (mientras sea posible)
Para evidenciar que sé está saludable se somete la persona a ciertos
exámenes los cuales han de proveer la información básica sobre su
condición física. Estos tendrán que estar relacionados con sus signos
vitales. Pulso, presión, sangre, temperatura, etc. A veces usted se
siente bien y esta bien. Y a veces usted puede sentirse bien y no está
bien, físicamente hablando.
También hay veces que por fuera nos vemos bien, reflejamos salud y
estabilidad y lo estamos. Pero hay ocasiones en que el ser humano
parece estar bien exteriormente pero por dentro no esta bien o esta
sufriendo,
o
experimentando
algún
malestar
o
dolor
físico.
Comúnmente si usted sigue los consejos de su médico podrá superar,
o recuperar y sanar mas rápidamente y si no pues, usted se atiene a
las consecuencias.
También la iglesia tiene sus signos vitales que nos demostrarán y nos
darán la información básica sobre su salud como cuerpo de Cristo.
Como existen los ejercicios prácticos para mantener el cuerpo
saludable también existen ciertas prácticas en las que la iglesia debe
de envolverse si quiere estar saludable eclesiológicamente hablando.
Si estas prácticas se ejercitan en la iglesia local podemos anticipar que
la iglesia estará saludable, caminará y vivirá saludable, y su desarrollo
será saludable.
Comúnmente decimos que la persona que se alimenta bien, duerme
bien y se ejercita bien debe de estar saludable, podemos inferir
entonces que la iglesia que se envuelve en prácticas saludables puede
ser una iglesia saludable en crecimiento. Aunque una cosa es crecer y
otra es engordar.
El Iglecrecimiento no tiene una varita mágica, o un libro específico, en
el cual usted encuentre los elementos necesarios y alcance un
crecimiento explosivo a corto plazo.
Iglecrecimiento comienza cuando las iglesias aplican principios
bíblicos que edifican, sanan, crean sentido de misión, de vitalidad y de
unidad entre los creyentes.
El crecimiento de la iglesia sucede de tres maneras:
1. Biológico
2. Por transferencia (él más predominante en los EUA)
3. Por profesión de fe.
Iglecrecimiento y sanidad de la iglesia van mano a mano. Existen
evidencias y ciertos signos vitales los cuales nos van a proveer de la
data (información) necesaria para reconocer si la iglesia esta
creciendo, decreciendo o manteniendo el “status quo” (balance entre
los que nacen y mueren) Es necesario cierta información básica de
los últimos años tales como crecimiento numérico, participación del
liderato, ministerios en las iglesias local, programas de alcance y el
estilo trabajo pastoral. Esta data nos va a proveer de información para
crear un cuadro mas preciso de la situación.
Piense cuantos
miembros su iglesia a recibido en los últimos cinco años. Es posible
que un grupo de iglesias necesiten de un proceso de revitalización
para comenzar a crecer, otras están creciendo, otras están
estancadas y otras están muriendo necesitando una resurrección.
¿Cómo podremos delinear una dieta y ejercicios programáticos que
mantengan a las iglesias sanas y creciendo? Que áreas necesitamos
tener en consideración cuando queremos trabajar con iglesias sanas
en crecimiento. Estas son algunas: espiritualidad, adoración, liderato,
evangelizmo, discipulado, visión, liderato pastoral, compañerismo.
Espiritualidad - I Pedro 2:5
Una iglesia que da gran prioridad al desarrollo espiritual de sus
miembros. Que enfatiza una vida de oración, enseñanzas centradas
en la biblia, la meditación y lo devocional. Es más que programas, es
búsqueda y sentido en la vida interior de los creyentes, es interacción.
Espiritualidad es intimidad con Dios, es formación. La salud espiritual
produce iglesias fuertes que crecen.
Esto es un proceso.
Espiritualidad es más que religiosidad. Es saludable recordar que la
iglesia es una comunidad de fe; la iglesia es una comunidad que
medita, reflexiona y vive la Palabra; y la iglesia es una comunidad de
diaconia, que sirve y cuida a los demás. Es practicar la presencia de
Dios en la vida diaria.
En el concepto reformado de espiritualidad es Dios el que toma la
iniciativa. Es el Espíritu el que nos renueva y nos motiva a ser
seguidores de Cristo (Juan 1:12,13; Filipenses 2:13) y a ser
espirituales.
La conversión o entrega del individuo, producto de la elección divina
es el primer fruto exterior del trabajo interior del Espíritu, el nuevo
nacimiento, el comienzo, el principio de nuestra espiritualidad. El
ayudar a las personas a relacionarse con Dios y luego vivir esa
relación debe de ser primordial en una iglesia sana en crecimiento.
Adoración – Ef. 5:19; Col. 3:16
Es una iglesia que promueve una celebración dinámica, balanceada
que inspira, una adoración sanadora que da importancia a la música y
las artes. Una adoración que se renueva y se reforma a su misma a
través de los tiempos, sin perder su identidad reformada.
Una
adoración que motive a volver, que pueda crear sentido de misión, que
celebra la presencia del Señor, que no sea un simple ritual. Con un
balance entre orden y libertad. Con lo mejor del ayer y lo nuevo de
hoy. La adoración reformada es la respuesta celebrativa a un Dios que
se revela a través de la escritura, la gracia, la fe, como un Dios que
renueva a su pueblo constantemente.
El libro de Orden de la Iglesia Presbiteriana (EUA)nos dice: “La iglesia
siempre ha experimentado tensión entre forma y libertad, en el asunto
de la adoración. En la historia de la iglesia, algunos han ofrecido
formas establecidas para el ordenamiento de la adoración, de acuerdo
con la Palabra de Dios. Otros en el esfuerzo por ser fieles a la Palabra,
se han resistido a imponer formas fijas sobre la comunidad adoradora.
La Iglesia Presbiteriana (EUA) reconoce que toda forma de adoración
es provisional y esta sujeta a reforma. En el ordenamiento de la
adoración la iglesia a de perseguir apertura a la creatividad del Espíritu
Santo, el cual conduce a la iglesia en la adoración ordenadamente, y
sin embargo espontánea, consistente con la Palabra de Dios y abierta
al futuro novedoso de Dios”. (W-3.1002, 1.4001)
Debemos celebrar una adoración que preserve lo mejor del ayer y del
presente y nos guíe con seguridad en este nuevo siglo. La adoración
crea un impacto directo en el desarrollo espiritual de los creyentes.
Amparados en la Biblia y las confesiones los presbiterianos
confesamos que hemos sido creados par adorar. Según el libro:
“Worship that is Reformed Acording to Scripture” escrito por Hughes
Oliphant Old, existen cinco principios fundamentales que dirigen la
adoración reformada.
1. Que la adoración debe de tener sus raíces en la Palabra de Dios
2. Que la adoración debe de ser Cristo céntrica y trinitaria a la vez.
3. Que la adoración es el resultado de la acción del Espíritu Santo en
el creyente.
4. Que la adoración proviene de personas que han experimentado una
verdadera entrega a Dios y buscan servirle.
5. Que el provecho de la adoración es la edificación de la iglesia.
Liderato y Discipulado – Mateo 28:18-20; Ef. 4:11-16
El descubrir y desarrollar líderes.
Una iglesia que cree que el
ministerio de la iglesia, es un ministerio compartido y que cada
miembro tiene capacidades del Espíritu para realizar un ministerio
particular (Efesios 4:11-12; romanos 12:4-8; 1 Corintios 12:1-12)
Discipulado es incorporación, madurez y reproducción. Un discípulo
es un miembro activo, responsable y reproductivo en la iglesia local.
Cada miembro tiene su lugar en el ministerio de la iglesia local.
¿Cuales son sus dones de ministerio? Identifíquelos. Un discípulo es
más que un asistente dominical. En el discipulado se da importancia a
la formación, capacitación y madurez de los creyentes. El ministerio
de la iglesia no pertenece a un grupo selecto de creyentes, ni un
creyente tiene todos los dones o capacidades para actuar en nombre
de todos en la iglesia.
La responsabilidad de la iglesia es un ministerio compartido. Véase 1
Pedro 4:10. Una forma presbiteriana de gobierno reconoce que todos
los miembros comparten la responsabilidad del ministerio. Cada
miembro es la iglesia en el mundo, dotado por el Espíritu Santo de
algún don de ministerio y en su situación particular es responsable de
la integridad de su propio testimonio.
Véase el libro de orden G-6.0104-05. John C. Maxwell decía: “La
fortaleza de cualquier organización es el resultado directo de la
fortaleza de sus lideres”
Evangelismo – Juan 20:21; Marcos 16:15; Rom. 10:14; Hechos 1:8
Es compartir las buenas nuevas en una manera sistemática,
organizada y definida.
Usando diferentes métodos permanentes
adaptados a su propio contexto.
El evangelizmo efectivo es una
combinación de métodos. La evangelización es mensaje, invitación,
educación, asimilación, praxis (practica), incorporación y discipulado.
Esto no es una simple actividad adicional programática. Debe de ser
el estilo de vida de las congregaciones. Evangelismo no es un comité.
Es un ministerio congregacional. No se debe de privatizar de la fe de
los hermanos y hermanas. Una cosa es el que una persona tenga el
don de evangelismo y otra es la responsabilidad evangelistica de toda
la iglesia. La iglesia es la agencia misionera de Jesucristo. Véase
Hechos 10:24.
Visión – Salmo 60:12
Es un sueño, un cuadro del futuro. Una meta de fe. Un puente entre
el presente y el futuro. Un cuadro mental de que es lo que deseamos
hacer. “Sin visión el pueblo perece.” Una iglesia que cree que tiene la
capacidad de crecer, sueña ese crecimiento, y toma acción, pasos de
fe para alcanzar ese sueño. Es una iglesia y un pastor/ra con visión de
crecimiento. Dispuesta/o a forjarse un futuro prometedor. Es una
iglesia con sentido de propósito y dirección. El Dr. Cecilio Arrastia
decía: “Al perder la visión, hemos perdido la misión”.
Pastor – Jer. 3:15; Hebreos 13:7, 17
El pastor/ra es el 50% del logro de cualquier congregación que crece.
El pastor/ra es uno de los factores más importantes. Necesita ser un
hombre o una mujer con visión, pasión, disposición, corazón pastoral,
de esfuerzo, espiritual, comprometido, capacitado y un creyente en el
discipulado. Capacitador/ra, no un hombre o mujer orquesta. Pastores
conforme al corazón de Dios (ver Jeremías 3:15; 23:4. Zacarías 11:16)
Si el pastor o pastora no cree en el iglecrecimiento y no es capaz de
pagar el precio que conlleva el crecimiento, esa iglesia no logrará
crecer integralmente.
Compañerismo (Koinonia) – Hechos 2:41-47; 5:12-16
Una iglesia que preserva y desarrolla un ambiente de hermandad,
aceptación, perdón y restauración entre los miembros, un agente de
reconciliación (Gálatas 6:1) Una iglesia que promueve la unidad en
medio de su diversidad. Donde todos se sienten bienvenidos, amados
y aceptados. Una iglesia que no discrimina, polariza o fanatiza. La
Biblia dice que: “el amor cubrirá multitud de pecados” (1 Pedro 4:8)
Estos párrafos no son la última información sobre iglecrecimiento, pero
clarifica algunas cosas y ayuda a entender que es necesario dar unos
pasos en diferentes áreas si queremos que nuestras iglesias crezcan
sanas e integralmente.
Los principios de iglecrecimiento son para
todas las culturas. El evangelio trasciende las culturas.
El movimiento de Iglecrecimiento en los EUA postula lo siguiente:
1. El crecimiento de la iglesia ocurre cuando existe la convicción
teológica de que es la voluntad de Dios que la iglesia crezca. Dios
quiere que su iglesia crezca. I Corintios 3:6 nos dice: “Yo plante,
Apolos regó; Pero el crecimiento lo ha dado Dios”. Hechos: 2:47
nos dice: “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de
2. El crecimiento de la iglesia ocurre cuando existe una fe ferviente y
contagiosa.
(Fe, pasión, compromiso del pueblo) Intencional,
agresivo, con ganas.
3. El crecimiento de la Iglesia ocurre cuando el liderato laico es
movilizado para hacer ministerio. Adiestrar para capacitar equipar al
pueblo viene a ser vital en la movilización del liderato laico.
4. El crecimiento de la iglesia ocurre cuando la iglesia es estructurada
para crecer. Organización, diseño.
5. El crecimiento de la iglesia ocurre cuando la congregación esta
dispuesta a correr el “riesgo” para crecer.
Esto es a “pagar el
precio” en energías, capacitación, dinero, tiempo, el resurgimiento
de nuevos ministerios y el enterramiento de otros no productivos.
Nueva gente, nuevas ideas, y nuevas expectaciones.
Cambios,
oportunidades.
6.
El crecimiento de la Iglesia ocurre cuando la iglesia labora en
campos productivos.
7. El crecimiento de la Iglesia ocurre cuando se alcanza a grupos
homogéneos.
8. El crecimiento de la Iglesia ocurre cuando se plantan nuevas
iglesias.
9. El crecimiento de la Iglesia ocurre cuando se tiene información
precisa de la situación. (análisis)
10. El crecimiento de la Iglesia puede ocurrir cuando hay liderato con
perspectivas de crecimiento.
precio.
Con visión, dispuestos a pagar el
No piedras de tropiezo.
Sin el apoyo del liderato de la
iglesia el crecimiento es solo hipotético. Ejemplo de esto es Pastor +
Consistorio + liderato +congregación = iglecrecimiento.
Conclusión
Ahora la pregunta es: ¿Queremos crecer?
Estamos abiertos al
cambio? Muchos pueden concluir que la respuesta es obvia y que
cada iglesia quiere crecer y multiplicarse. Pues no nos olvidemos que
ningún ministerio transformador se improvisa. El crecimiento tiene que
ser planificado.
Iglecrecimiento trae como consecuencias cambios,
oportunidades, retos y riesgos para algunos. Ahora todo esfuerzo
verdadero e intencional produce frutos, y tiene sus meritos.
Si estamos dispuestos a “pagar el precio” en tiempo, energías,
renovación y compromiso con Dios y su iglesia, el crecimiento vendrá.
Todo esfuerzo verdadero e intencional produce frutos. El Dr. Ken
Hemphill en su libro “El Modelo de Antioquia dice: “El crecimiento de la
iglesia no es algo que nosotros logramos para Dios, sino que es una
actividad divina a la que somos llamados a participar y para la cual Él
nos capacita”. ¿Cuál es nuestro entendimiento teológico, misiológico y
eclesiológico al respecto? ¿Queremos crecer? Esforcémonos por
nuestro pueblo.
El “Iglecrecimiento”
Publicado por Jhon en Lunes, Marzo 3, 2008
En las últimas décadas hemos sido fuertemente influidos por el
surgimiento de las megas iglesias. No podemos ignorar el impacto ni
la presión que ejerce esta tendencia sobre nosotros. En medio de
tanta literatura sobre el tema, que se ha convertido en un verdadero
aluvión de consejos, necesitamos volver a recuperar algunos
principios bíblicos relacionados con el crecimiento.
Todos reconocemos el crecimiento cuando lo vemos, especialmente
cuando se manifiesta con elementos físicos. Los que andamos en
Cristo anhelamos que esta misma transformación se produzca en la
esfera de lo espiritual. No obstante, se hace cada vez más difícil saber
a qué clase de crecimiento debemos apuntar.
En las últimas décadas hemos sido fuertemente influidos por el
surgimiento de las megas iglesias. Un estudio de la prestigiosa revista
norteamericana Forbes, revela que en 1970 había apenas diez iglesias
en los Estados Unidos con más de 2.000 miembros. En 1990 existían
250 iglesias con esa cantidad de personas y hoy, hay más de 750
congregaciones arriba de esa cifra. Tanto es así que las diez más
grandes de la nación tienen más de 15.000 miembros cada una.
No podemos ignorar el impacto ni la presión que ejerce esta tendencia
sobre nosotros, ni tampoco podemos dejar de lado la tensión que la
creciente cantidad de mega iglesias en nuestro propio continente (de
la cual no tenemos datos) agrega a este hecho. De este fenómeno
surgió el movimiento de Iglecrecimiento, siendo C. Peter Wagner su
más fantasioso representante. A partir de ese momento se han
publicado interminables cantidades de libros con los «secretos» para
alcanzar estas proporciones. Quienes leen la literatura sobre el tema
por lo general esperan reproducir resultados similares en sus propios
emprendimientos, lo cual rara vez ocurre.
En medio de este verdadero aluvión de consejos, necesitamos volver
a
recuperar
algunos
principios
bíblicos
relacionados
con
el
crecimiento, si es que queremos despejar la confusión que existe
sobre el tema. La analogía más común en la Biblia referente al
crecimiento es la de la semilla echada en tierra. De su frecuente uso
extraemos algunos principios, los cuales dan una importante
orientación al respecto:

Es necesario afirmar que la falta de crecimiento no es normal. Es
decir, lo que no crece está muerto (o en vías de morir), porque el
crecimiento es común a todo ser viviente. En la parábola de las
semillas (Mt 13), Cristo claramente indicó que algunas semillas
no prosperan. Pero para la analogía, solamente las que crecen
son de interés. Aunque resulte duro, debemos preguntarnos qué
pasa con aquellas congregaciones que durante años, y a veces
décadas, no han experimentado ningún tipo de crecimiento.

Pablo claramente nos advierte, en Gálatas 6.7, que segamos lo
que cosechamos. Este es un principio que rige la vida del
labrador: si planta trigo no esperará cosechar manzanas. No
obstante, muchas congregaciones están esperando cosechar
nuevos discípulos sin sembrar nada. La congregación que no
ama y gime por los que andan en tinieblas no tendrá el privilegio
de verlos nacer a luz.

El proceso de crecimiento no es igual en todas las iglesias, ni
tampoco lo es el producto final. Cristo señaló, en otra parábola,
que algunas semillas daban treinta, otras sesenta y otras ciento
por uno (Mr 4.8). En ningún momento indicó que la semilla que
produjo treinta era un fracaso. No obstante, uno de las más
obstinadas creencias en la iglesia hoy es que Dios desea que
todas las congregaciones sean mega iglesias. Deslumbrados por
el tamaño de estos gigantes hemos olvidado que representan
menos de 0,01% de la totalidad de congregaciones sobre la faz
de la tierra.

Cristo indicó que en ciertas ocasiones algunos siembran y otros
cosechan (Jn 4.37). Por tanto, es importante que tengamos el
compromiso de extender el reino y trabajemos incansablemente
para esto, aunque otros cosechen los frutos de nuestro trabajo.
Todos debemos trabajar para la gloria del mismo Señor.

El pastor argentino Eduardo Lorenzo, en un encuentro de
líderes, señaló que no hemos sido llamados a llenar nuestros
edificios con personas, sino a extender el reino. Cristo habló muy
poco de la institución que nosotros llamamos «iglesia», sin
embargo, nunca cesó de proclamar la llegada del reino, el cual
debía crecer más y más.

No debemos perder de vista que el crecimiento viene de la mano
de dificultades. Mientras el labrador descansaba, el enemigo
plantó cizaña (Mt 13.27). La semilla de mostaza, que llegó a ser
un árbol, permitió que las aves del cielo vinieran a hacer sus
nidos en ella (Mt 13.32). En la Biblia, las aves del cielo no
representan cosas buenas. Es posible, entonces, que a muchos
no se les haya concedido crecer porque no están dispuestos a
pagar el precio.

Jesús declaró, con respecto al labrador, que «la semilla brota y
crece sin que él sepa cómo» (Mr 4.26). Este es el principio más
importante a considerar con respecto al crecimiento: es un
proceso envuelto en misterio. Nuestros veinte siglos de
«progreso» no nos han ayudado a descifrar los secretos por los
cuales las cosas crecen. Todo pastor que cree haber encontrado
la fórmula para el crecimiento de su congregación, seguramente
fracasará. Podemos leer, estudiar, analizar y proyectar, pero en
últimas instancias solamente Dios concede crecimiento. ¡A él es
a quien debemos clamar y buscar si deseamos ver crecimiento
en la vida de nuestras congregaciones!

Aunque el crecimiento es un proceso fuera de nuestras manos,
el buen labrador no se queda cruzado de brazos. Sale, prepara
la tierra, siembra la semilla y cuida de que la planta crezca sana.
Aunque no controla el viento, la lluvia o el sol, sí puede trabajar
para crear las mejores condiciones para el crecimiento. Quizás,
como pastores, nuestro mejor aporte es crear un ambiente
propicio para el mover de Dios, lo cual parece haber sido el
modelo de la iglesia de los primeros tiempos. En medio de un
cuerpo vigoroso y pujante, el Señor añadía día a día los que
debían ser salvos (Hch 2.67).
¡Que Dios, en su infinita gracia, conceda que se pueda comentar lo
mismo de nuestras congregaciones!
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