La Caída del Rey Saúl

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La Caída del Rey
Saúl
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La Caída
del Rey
Saúl
Introducción:
El pueblo de Israel, cuando
fue liberado milagrosamente
por el Todo Poderoso, su
libertador le instituyó un
sistema
de
gobierno
Teocrático, esto quiere decir
que Dios reinaba entre ellos,
no era el pueblo el que
escogía su gobernante sino
Dios mismo, “Después, como
por cuatrocientos cincuenta años,
les dio jueces hasta el profeta
Samuel” Hechos 13: 20. El juez
lo levantaba el Dios que los
había sacado de Egipto, pero
cuenta el inspirado relato, que
Samuel como todo hombre
envejeció y puso a sus hijos
por jueces “Entonces todos los
ancianos de Israel se juntaron, y
vinieron a Ramá para ver a
Samuel, y le dijeron: He aquí tú
has envejecido, y tus hijos no
andan en tus caminos; por tanto,
constitúyenos ahora un rey que
nos juzgue, como tienen todas las
naciones. Pero no agradó a
Samuel esta palabra que dijeron:
Danos un rey que nos juzgue. Y
Samuel oró al Eterno y dijo el
Señor a Samuel: Oye la voz del
pueblo en todo lo que te digan;
porque no te han desechado a ti,
sino a mi me han desechado, para
que no reine sobre ellos” 1 de
Samuel 8: 4 al 7.
De esta manera se dio la
transición de la teocracia a la
monarquía en el pueblo de
Israel. Samuel se disgustó
pero Dios le dijo que aceptara
la propuesta, y le hace énfasis
a Samuel: “no te desecharon a
ti sino a Mí”, pero no
olvidemos que el anciano
profeta tenía una cuota de
culpa, había puesto a sus hijos
como sucesores de él, ellos
estaban
gobernando
en
algunas ciudades, y lo hacían
mal, esto causó malestar en el
pueblo, y Dios acepta que
Israel pruebe eligiendo ellos a
su rey, pero al momento de
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elegir su nuevo gobernante
como era de esperarse no
supieron hacerlo, porque los
hombres solo alcanzamos a
ver lo exterior, esto sucede
siempre, le dijo Dios al
anciano Samuel: “No mires a
su parecer, ni a lo grande de su
estatura, porque yo lo desecho,
porque Dios no mira lo que mira
el hombre; pues el hombre mira lo
que está delante de sus ojos, pero
el Eterno mira el corazón” 1
Samuel 16: 7. De esta manera
Saúl llegó a ser el primer rey
de Israel y fue un completo
fracaso porque no estaba Dios
en ese proyecto, no obstante
el Eterno lo envió a cumplir
ciertas misiones y en la
primera manifestó su avaricia
por las cosas materiales.
“Después Samuel dijo a Saúl: el
Eterno me envió a que te ungiera
por rey sobre Israel; ahora, pues
está atento a las palabras del
Señor… Yo castigaré lo que hizo
Amalec a Israel al oponerse en el
camino cuando subía de Egipto.
Ve pues y hiere a Amalec, y no te
apiadas de él; mata a hombres,
mujeres, niños, y aún los de
pecho, vacas ovejas, camellos,
asnos” 1 de Samuel 15:1 al 3.
El pueblo de Amalec, había
sido malo desde sus orígenes,
sus riquezas las adquirieron
asaltando y destruyendo
pueblos, y eran dados a la
brujería, por eso Dios está
todo el tiempo en guerra
contra Amalec, cuando los
hijos de Israel cruzaron el
desierto aparecieron estos
asaltantes y tuvieron que
entrar en batalla con ellos, en
el libro del Éxodo 17: 8 al 16
leemos este relato.
Los
amalecitas
causaron
graves problemas a los hijos
de Jacob y aun en la profecía
aparecen cuando sitien al
pueblo de Israel en los
tiempos finales pretendiendo
destruirlo,
“Porque
se
confabulan de corazón contra
una, contra ti han hecho alianza.
Las tiendas de los Edomitas y de
los ismaelitas, Moab y los
Agarenos, Gebal, Amón y
Amalec, los filisteos y los
habitantes de Tiro. Han dicho
venid y destruyámoslos para que
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no sean nación, y no haya
memoria del nombre de Israel”
Salmo 83: 6 al 8 y después el
verso 4.
Por eso la orden era
específica: Destruye a Amalec,
pero
desafortunadamente
Saúl no cumplió con el
mandato dado por Dios, y
dejó las malditas riquezas de
Amalec, supuestamente para
ofrecerlas en sacrifico a Dios,
“Y Samuel dijo: ¿Se complace el
Eterno tanto en los holocaustos
y víctimas, como que se obedezca
a las palabras del Señor?
Ciertamente el obedecer es mejor
que los sacrificios, y el prestar
atención que la grosura de los
carneros. Porque como pecado de
adivinación es la rebelión, y como
ídolos e idolatría la obstinación.
Por cuanto tú desechaste la
palabra del Eterno, Él también te
ha desechado para que no seas
rey” 1 de Samuel 15: 22 al 23.
Despues de este fracaso de
Saúl Dios se apartó de él y por
más que buscó al Eterno no le
respondió, pero Samuel aún
sabiendo que Dios ya había
desechado a Saúl siguió
intercediendo por él hasta
que: “...Dijo el Señor a Samuel:
¿Hasta cuándo llorarás a Saúl,
habiéndolo yo desechado para que
no reine sobre Israel? Llena tu
cuerno de aceite, y ven, te
enviaré a Isaí de Belem, porque
de sus hijos me he provisto de
rey. Y dijo Samuel: ¿Cómo iré?
Si Saúl lo supiera, me mataría.
El Eterno le respondió: Toma
contigo una becerra de la vacada,
y di: A ofrecer sacrificio he
venido.” 1 de Samuel 7: 1 y 2. El
anciano profeta y último juez
de Israel sabía que Saúl era
malo, sanguinario y que lo
podía matar si se daba cuenta
que él había ungido otro rey,
y algo más, desde el momento
que Samuel sentenció a Saúl
al decirle que Dios lo había
desechado, no volvió a verlo
“Se fue luego Samuel a Ramá, y
Saúl subió luego a su casa en
Gabaa de Saúl, y nunca después
vio Samuel a Saúl en toda su
vida; y Samuel lloraba a Saúl; y
el Eterno se arrepentía de haber
puesto a Saúl por rey sobre
Israel” 1 de Samuel 15: 34 al 35.
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Seguro que han de haber sido
días angustiosos para el
descarriado Saúl, sentirse
desechado de Dios, y aunque
este rey lo buscaba por todos
los medios posibles Dios
nunca le respondió, se cubrió
de nubes como dice la
Escritura para no oír a Saúl,
no queda duda que este
hombre es un vivo ejemplo de
lo que Dios puede hacer con
aquellos que deliberadamente
rechazan la Santa Palabra,
Dios se puede apartar de ellos
para siempre y después
aunque lo busquen no lo
hallarán, igual le recomendó
David a su hijo Salomón
cuando le estaba entregando
el mando de la nación de
Israel “Y tú, Salomón hijo mío,
reconoce al Dios de tu padre, y
sírvele con corazón perfecto y
con ánimo voluntario; porque el
Eterno escudriña los corazones
de todos, y entiende todo intento
de los pensamientos. Si tú lo
buscares, lo hallarás; mas si lo
dejares, Él te desechará para
siempre” 1 de Crónicas 28: 9.
David tenía un alto concepto
de lo que era caminar con
Dios, había visto la caída de
su antecesor Saúl y entendió
cuan grave era para alguien el
hecho que fuera desechado
por Dios. Cuando David
cometió aquel serio pecado, él
pensaba
que
Dios
lo
desecharía y por ello en la
gran plegaria que David le
eleva le dice: “No me eches de
delante de ti, y no quites de mi tu
santo espíritu” Salmo 51:11,
repito David temía que le
pasara la del rey Saúl.
El pueblo pagó muy caro el
haber rechazado a Dios como
su rey, para que David se
consolidara en el trono hubo
una sangrienta guerra entre
Saúl y David porque el rey
desechado sabía quién lo iba a
suceder en el trono, y era su
siervo, David el joven que le
tocaba el arpa cuando el
espíritu de tristeza invadía a
Saúl, este lleno de celos
persiguió al hijo de Isaí con el
fin de matarlo aunque sabía
que el siervo había sido
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escogido para reinar en lugar
de él, así sucedieron las cosas
cuando Israel rechazó a Dios
pidiendo un rey como las
naciones gentiles.
Dos veces Israel rechazó a
su verdadero Rey, la
segunda vez fue cuando su
Rey los visitó, se presentó
ante ellos vestido de carne
y sangre, en forma de
siervo, los Israelitas no lo
identificaron y tal parece
que Pilato el gobernador
romano cuando lo estaba
enjuiciando entendió que
aquel hombre era un Ser
fuera de serie.
Vio el gobernador de Roma
que aquel Varón tenía
extraordinarias virtudes que
no son propias de ningún ser
humano, lo sintió más santo
que la santidad misma y más
verás que la verdad, por ello
en el juicio lo declara inocente
“Desde
entonces
procuraba
Pilato soltarle; pero los judíos
daban voces, diciendo: Si a este
sueltas no eres amigo de Cesar;
todo el que se hace rey, a César se
opone. Entonces Pilato, oyendo
esto, llevó fuera a Jesús, y se
sentó en el tribunal en el lugar
llamado el Enlosado, y en hebreo
Gabata. Era la preparación de la
pascua, y como la hora sexta
entonces dijo a los judíos ¡He
aquí vuestro rey! Pero ellos
gritaron:
¡Fuera,
fuera,
crucifícale! Pilato les dijo: ¿A
vuestro Rey he de crucificar?
Respondieron los principales
sacerdotes: No tenemos más rey
que a César” Juan 19: 13 al 15.
El mismo espíritu de rechazo
contra Dios en los tiempos de
Samuel
operó
contra
Jesucristo
volviéndolo
a
rechazar, no querían que el
Dios Eterno fuera su Rey, y
justamente lo mismo que hizo
Dios con Saúl lo hizo con
Israel, el Eterno se apartó de
ellos, claro, no para siempre,
pero se ha alejado de ellos por
un gran tiempo, en la profecía
está escrito “Te perdiste, oh
Israel, mas en mí estará tu ayuda
¿Dónde está tu rey, para que te
guarde en todas tus ciudades; y
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tus jueces, de los cuales dijiste:
Dame rey y príncipes? Te di rey
en mi furor, y te lo quité en mi
ira” Oseas 13: 9 al 11.
Dios está disgustado todavía
con Saúl, prototipo del pueblo
rebelde que rechazó a su Dios
como Rey dos veces.
Por eso el profeta dice de ellos
“Sea vuelto su convite en trampa
y en red, en tropezadero y en
retribución; sean oscurecidos sus
ojos para que no vean, y
agóbiales la espalda para
siempre” Romanos 11: 9 al 10.
¡Cuántas angustias ha pasado
este pueblo duro de corazón
por rechazar a su Rey!
Igual le está sucediendo a
nuestros gobernantes,
invocan a Dios y lo hacen
por falacia para calmar a los
pueblos, nuestros
gobernantes lo que menos
saben es del temor de Dios
como el pobre Saúl
Dice
el
Espíritu
manifiestamente: “Y como ellos
no aprobaron tener en cuenta a
Dios, Dios los entregó a una
mente reprobada, para hacer
cosas que no convienen”
Romanos 1:28. Esto le sucedió
a Saúl, lo mismo al pueblo de
Israel y también a los
gobernantes de este mundo,
Dios ha dejado a los hombres
andar en sus propias sendas,
que tomen sus descabelladas
decisiones. Y hablando con el
pueblo de Israel según la
carne con toda exclusividad le
dice: “Porque muchos días
estarán los hijos de Israel sin rey,
sin príncipe, sin sacrificio, sin
estatua, sin efod y sin terafínes.
Después volverán los hijos de
Israel, y buscarán a su Dios y a
David su rey; y temerán al
Eterno y a su bondad en el fin de
los días” Oseas 3: 4 al 5
La caída de Saúl fue tan
estrepitosa y profunda que
buscó ayuda en cosas que
Dios ha prohibido tocar: “Ya
Samuel había muerto, y todo
Israel lo había lamentado, y le
habían sepultado en Ramá, su
ciudad. Y Saúl había arrojado de
la tierra a los encantadores y
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adivinos. Se juntaron, pues, los
filisteos, y vinieron y acamparon
en Sunem; y Saúl juntó a todo
Israel, y acamparon en Gilboa. Y
cuando vio Saúl el campamento
de los filisteos, tuvo miedo, y se
turbó su corazón. Y consultó
Saúl al Eterno; pero no le
respondió ni por sueños, ni por
Urim, ni por profetas. Entonces
Saúl dijo a sus criados:
Buscadme una mujer que tenga
espíritu de adivinación, para que
yo vaya a ella y por medio de ella
pregunte. Y sus criados le
dijeron: He aquí hay una mujer
en Endor que tiene espíritu de
adivinación” 1 de Samuel 28: 1
al 7. Este fue el acabose del
primer rey de Israel.
El profeta que Dios había
levantado
ya
estaba
sepultado,
Israel
estaba
sufriendo una guerra intestina
como resultado de haber
rechazado a Dios como
gobernante, y el rey Saúl
desde que cometió el pecado
de no destruir a Amalec,
“…nunca después vio Samuel a
Saúl en toda su vida; y Samuel
lloraba a Saúl; y el Eterno se
arrepentía de haber puesto a Saúl
por rey sobre Israel” 1 de Samuel
15: 35.
Recuerde, ya leímos que Saúl
había expulsado a todos los
brujos del territorio de Israel,
pero se le quedó una, y sus
soldados sabían donde vivía;
¿Porqué los siervos de Saúl no
la habían expulsado del
territorio? ¿No sería que
también ellos la consultaban?
El pueblo se había pervertido
y Dios no estaba con ellos; así
que el depuesto rey consultó a
la
adivina
en
su
desesperación, leamos en 1 de
Samuel 28: 8 al 25.
Al meditar cuidadosamente
en esta lectura podemos
entender que los espiritualista
de aquellos tiempos estaban
más adelantados que los del
presente siglo, pues relata la
biblia que la bruja miró la
silueta de Samuel y esta
aparición de ultratumba le
dice a la mujer que el
personaje
que
estaba
queriendo hablar con el
8
difunto Samuel era Saúl,
leímos en el verso 13 del
capítulo 28 de 1 Samuel:
“¿Porqué me has engañado?
Pues tú eres Saúl. Y el rey le
dijo: no temas ¿Qué has visto? Y
la mujer le respondió a Saúl. He
visto dioses que suben de la
tierra. Y el le dijo ¿cuál es su
forma? Y ella respondió: un
hombre anciano viene, cubierto
de un manto. Saúl entonces
entendió que era Samuel, y
humillándose a tierra, hizo gran
reverencia” Note bien que Saúl
no le vio el rostro al fantasma,
venía envuelto en un manto,
dice el verso ya leído que Saúl
entendió que era Samuel y se
postró para adorarle, el
demonio se transforma de
tantas maneras, Pablo que
entendía
bien
las
maquinaciones de la astuta
serpiente escribió: “Y no es
maravilla, porque el mismo
Satanás se disfraza como ángel
de luz” 2 de Corintios 11:14. El
demonio tiene esa habilidad
para engañar a los hombres, y
las personas que invocan a los
difuntos creen estar hablando
con el ser que ya murió; esto
es una artimaña muy antigua
del demonio, ellos platican
con el rey del abismo, la bruja
miró que subían dioses del
abismo, y ¿quién es el rey del
abismo? “Y tienen por rey sobre
ellos al ángel del abismo, cuyo
nombre en hebreo es Abadón, y
en griego Apolión.” Apocalipsis
9: 11, los espíritus malos
cuando toman forma humana
no enseñan el rostro, solo se
les ve la silueta y hablan como
en susurro, es decir con voz
baja, como de ultra tumba,
recordemos la experiencia que
nos cuenta Elifaz el tenamita
cuando está dialogando con
Job: “Y al pasar un espíritu
delante de mí, hizo que se erizara
el pelo de mi cuerpo. Se paró
delante de mí un fantasma, cuyo
rostro yo no conocí, y quedo, oí
que decía: ¿será el hombre más
justo que Dios? Job 4: 15 y 16.
Como puede ver es el mismo
cuadro cuando el maligno se
disfraza de Samuel, no se le
vio el rostro, venía envuelto,
Saúl creyó que hablaba con
9
Samuel, pero no fue así, cayó
en el lazo del enemigo, Elifaz
dice que el fantasma habló en
forma suave, el profeta Isaías
igual señala que la voz de los
evocadores de los difuntos es
un susurro “Y si os dijeren:
Preguntad a los encantadores y a
los adivinos, que susurran
hablando,
responded:
¿No
consultará el pueblo a su Dios?
¿Consultará a los muertos por
los vivos? Isaías 8:19. Saúl se
postró ante el fantasma
disfrazado de Samuel, al
demonio le gusta que lo
adoren y se presenta de varias
maneras para lograr ese
objetivo, recuerde el caso
cuando tentó a Jesús, “Otra
vez le llevó el diablo a un monte
muy alto, y le mostró todos los
reinos del mundo y su gloria, y le
dijo: Todo esto te daré si postrado
me adoras.” Mateo 4: 8 y 9. Saúl
literalmente adoró al demonio
creyendo que era Samuel,
¿Cuántos hoy en día están
como Saúl adorando al
demonio postrándose ante
algún difunto? No tentemos a
Dios buscándole por esos
caminos oscuros que nos
llevarán pronto a la perdición,
la serpiente antigua es muy
astuta y profunda en sus
malicias como leemos en
Apocalipsis: “Pero a vosotros y
a los demás que están en Tiatira,
a cuantos no tienen esa doctrina,
y no han conocido lo que ellos
llaman las profundidades de
Satanás” Apocalipsis 2:24.
Nosotros los mortales jamás
alcanzaremos a entender las
malicias espirituales que se
mueven en esta tierra, el
demonio queriendo sostener
la aberrante herejía que el
hombre aunque muera sigue
vivo en el éter, ha inventado
tantas mentiras de perdición,
pero Dios dice que la muerte
es lo opuesto a la vida, y
nosotros debemos creerle a
Dios.
Pero alguien se preguntará
¿porqué el fantasma que le
aparece a Saúl le dice todo lo
que Samuel le había dicho en
vida? El demonio oyó la
sentencia que le dio Samuel a
10
Saúl cuando el profeta estaba
vivo, y el rey del Abismo
solamente repite esa verdad,
entre
las
argucias
del
demonio, muchas veces dice
verdades
para
después
sostener grandes mentiras,
recordemos aquel caso de la
adivina que vivía en Filipo,
dice el relato que cuando
llegó Pablo “Aconteció que
mientras íbamos a la oración,
nos salió al encuentro una
muchacha que tenía espíritu de
adivinación, la cual daba gran
ganancia
a
sus
amos,
adivinando. Ésta siguiendo a
Pablo y a nosotros, daba voces
diciendo: Estos hombres son
siervos del Dios Altísimo,
quienes os anuncian el camino
de salvación. Y esto lo hacía
por
muchos
días;
mas
desagradando a Pablo, éste se
volvió y dijo al espíritu: Te
mando en el nombre de
Jesucristo, que salgas de ella. Y
salió en aquella misma hora”
Hechos 16: 16 al 18
¿Porqué Pablo expulsa aquel
espíritu que tenía la
muchacha siendo que ella
profetizaba que Pablo y Silas
eran siervos del Dios
Altísimo?
Pablo le entiende la vuelta al
demonio, todos tenían por
buena persona a la adivina y
la gente se iba a confundir
creyendo que Pablo y la
profetiza de Filipo tenían el
mismo espíritu, y al exorcizar
aquel demonio se estableció
de inmediato la diferencia
entre Pablo y el espíritu que
estaba en la profetiza de
Filipo,
esto
le
causó
problemas serios a aquellos
misioneros, los mandaron a la
cárcel, los torturaron, pero en
medio de esa angustia Pablo y
Silas cantaban alabanzas al
Dios Eterno.
Al leer cuidadosamente en el
Sagrado
documento
encontramos que: “Así murió
Saúl por su rebelión con que
prevaricó contra el Eterno,
contra la palabra de Dios, la cual
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no guardó, y porque consultó a la
adivina, y no consultó al Señor;
por esta causa lo mató, y traspasó
el reino a David hijo de Isaí” 1 de
Crónicas 10: 13 y 14.
¡Este será el fin de todos los
desobedientes a la voluntad
divina!
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