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CASTELLANO
Los orígenes de Manresa se remontan a más de once
siglos atrás. Más de un milenio después, Manresa ofrece
el legado de su historia a los visitantes. Una historia
rica, de una de las ciudades que han contribuido a
marcar el rumbo de Cataluña. Vivir la historia de Manresa es, también, vivir la historia de Cataluña, porque las
épocas esplendorosas de la ciudad coinciden con las
del país. El resultado es una ciudad monumental,
donde han quedado plasmados sus tres momentos
álgidos: la ciudad medieval, la ciudad barroca y la
ciudad industrial y modernista.
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CIUDAD DE OCIO,
FIESTA Y COMERCIO
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Alrededor del eje que marcan el Passeig, la calle
Àngel Guimerà y la calle Born, se acumula una amplia
y diversificada oferta comercial. Los antiguos
almacenes Jorba son una muestra de la
importancia tradicional del comercio en la
ciudad. El Passeig es, desde primavera a
otoño, espacio de encuentro de toda la
ciudad. Las fiestas populares agitan
Manresa periódicamente: las Festes de
la Llum, con su concurrido mercado
medieval; la Festa Major, con el
importante Correfoc; la Fira
d’Espectacles d’Arrel Tradicional,
y un gran número de ferias y
acontecimientos sociales hacen
que casi cada fin de semana la
ciudad se llene de ambiente
festivo.
Para más información:
OFICINA DE TURISME DE MANRESA
Via Sant Ignasi, 40, baixos
08241 MANRESA
T. 93 878 40 90
turisme@ajmanresa.cat
MANRESA
la seducción de una ciudad milenaria
Latitud: 41.724919 (41° 43' 29.71'' N)
Longitud: 1.829875 (1° 49' 47.55'' E)
www.facebook.com/ManresaTurisme
@ManresaTurisme
www.manresaturisme.cat
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La fuerza
del barroco
El Esplendor
medieval
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Manresa
Medieval
En la edad media, Manresa fué una de las ciudades más
importantes de Cataluña. La Seu de Manresa –por sus
dimensiones una auténtica catedral– es el exponente
más claro y sus retablos son algunas de las piezas más
importantes de la pintura gótica catalana. Todo el
núcleo antiguo tiene huella medieval: callejuelas
estrechas y tortuosas como la Baixada dels Jueus –el
antiguo barrio judío de Manresa–, la calle d’en Botí, la
calle del Balç –que conserva íntegramente su espíritu
medieval–, la calle Sobrerroca, con restos de una puerta
de la muralla, o la calle Sant Miquel, con un encanto
especial.
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La nueva Manresa
Manresa
Contemporània
Manresa
Barroca
Los siglos XVII y XVIII vuelven a ser años de esplendor
para la ciudad, marcados por un hecho capital, la
estancia de Ignacio de Loyola en Manresa, donde
escribió los célebres Ejercicios Espirituales. Su legado
se puede contemplar en el santuario de la Cova, uno
de los ejemplos más notables del barroco catalán.
Toda la ciudad recibió la huella del santo. Diversos
elementos, en un recorrido por el barrio antiguo,
configuran lo que se denomina la «Ruta Ignaciana».
En esta época surge en Manresa una importante
escuela de escultura barroca. En el Museu Comarcal de
Manresa se pueden contemplar ejemplos de la riqueza
de esta tradición artística. Muestra del esplendor de
estos años son las grandes casas barrocas. Casas de la
pequeña nobleza que dan fe del auge económico y
social de una época convulsa y de expansión.
La eclosión del
Modernismo
Manresa
Modernista
El aumento de la población a principios del siglo XX
convirtió Manresa en una de las principales ciudades
catalanas y gracias a esto experimentó un gran crecimiento del espacio urbano. Empiezan a surgir nuevos
movimientos estéticos, como el novecentismo, que
reaccionan contra el modernismo, usando formas más
rígidas y clásicas. El edificio del teatro Kursaal, que ofrece
una completa y variada programación de teatro, música
y danza, es un ejemplo de arte novecentista en la ciudad.
De esta época es, también, el edificio Can Jorba, una de
las pocas muestras de arte Decó en Cataluña.
La revolución industrial transformó el paisaje de Manresa: se instalaron fábricas textiles cerca de los ríos y
torrentes. La fábrica «dels Panyos», la primera construida
en Cataluña, o la Fábrica Nova son dos de los grandes
ejemplos de arquitectura industrial de la ciudad. Actualmente, muchos de estos edificios se han reutilizado,
como la Fábrica Balcells, que acoge el conservatorio de
música, la Fábrica La Florinda, que alberga dependencias
municipales o el antiguo matadero como biblioteca
universitaria.
Manresa
Medieva
El nuevo centro de interpretación del Carrer del Balçemplazado en las dependencias de un antiguo casal,
ofrece unos recursos multimedia que ponen en relieve
un conjunto patrimonial único y, al mismo tiempo,
permite descubrir como era la Manresa del siglo XIV,
la vida cotidiana en una calle medieval y la importancia
para la ciudad de la figura del rey Pedro III el Ceremonioso.
Aquí y allá se puede seguir el trazo de la muralla que
rodeaba la ciudad, sobre todo en el espectacular
barranco sobre el río Cardener. Y en el entorno de la
ciudad, el Pont Vell y el Pont Nou, dos magníficos
puentes medievales, y los 26 kilómetros de la Sèquia
–la obra de ingeniería civil más grande de la Cataluña
medieval– muestran la importancia de la ciudad en
tiempos antiguos.
El Museo de la Técnica, espacio inmenso que fue depósito de aguas en el siglo XIX, acoge ahora una exposición
sobre la industria textil y, especialmente sobre la industria cintera.
La potencia industrial tuvo su traducción residencial en
el nuevo ensanche. Entorno al Passeig Pere III, los
burgueses manresanos alzan casas modernistas,
algunas con auténtico encanto, como la Casa Lluvià, la
Buresa y el Casino.
Manresa
Modernista
Manresa
Industrial
Manresa
Barroca
Manresa
Anella verda
Manresa
Ignasiana
Manresa
Contemporània