Entusiasmo Espiritual y Emocional Muchos de nosotros nos podremos identificar con el agotamiento emocional y espiritual. Llega otra cuenta, los niños no se portan bien, un amigo nos traiciona, problemas en el trabajo y muchas otras cosas más nos ocurren a diario, las cuales están diseñadas para acabar con el entusiasmo espiritual y emocional. Las muchas aguas y los alientos fríos llegan en los momentos más difíciles cuando queremos salir adelante, y si no tenemos una fuerza y un buen nivel de entusiasmo espiritual y emocional, las aguas y alientos nos podrían vencer. Les quiero dar cuatro puntos en cómo podría uno seguir avanzando hacia un entusiasmo espiritualmente y emocionalmente fuerte y creciente: 1. Espera David era una persona que tuvo que aprender a esperar en Dios. Dios le dio una promesa a los 16 años de edad, ser rey sobre todo Israel, la cual fue cumplida al tener David más de 30 años. Cuando él escribió el Salmos 37, sabía la importancia de ESPERAR en Dios. La palabra espera nos da una imagen de alguien tejiendo una cuerda. Samanthan Landy una vez dijo, “Nuestra fuerza aumenta cuando tejemos nuestra vida a la fuerza de Cristo.” “Espera en el SEÑOR y guarda Su camino, Y El te exaltará para que poseas la tierra. Cuando los impíos sean exterminados, tú lo verás.” Salmos 37:34 Esperando en Dios significa que tapamos bien las fugas que hay en nuestra fe mientras que pasan las horas, días y semanas. Seguimos confiando en sus promesas de provisión, paz, protección y poder, mientras que no vemos nada. Esperando en Dios significa callar las voces de falta y de gente, hasta que Dios se manifieste en nuestras vidas para su gloria. “Y para que toda esta asamblea sepa que el SEÑOR no libra ni con espada ni con lanza; porque la batalla es del SEÑOR y El los entregará a ustedes en nuestras manos." 1 Samuel 14:47 Cuando David luchaba en contra del gigante Filisteo- Goliat – confiaba en la habilidad de Dios. 2. Valentía Problemas verdaderos necesitan soluciones verdaderas. Para poder mantenerse firme en el camino y no perder su entusiasmo necesita valentía espiritual. Una noche en el África una abuela sale de su jalapa con un chuchillo para rescatar a su nieto de ocho meses de edad que estaba siendo atacado por un león. Valentía es la fuerza mental y moral para confrontar, perseverar y mantenerse firme en medio de circunstancias peligrosas y adversas. Los tiempos difíciles llegan para probar nuestra fe en Dios. Nadie sabe la fe que tiene hasta que llega una prueba, para probar lo que cree. Waldo Emerson dijo de la Valentía, “Se requiere gente con Valentía para ganar paz en la vida. Los que critican cierran la boca cuando alguien muestra valentía en tiempos difíciles, entonces, toma la valentía de un soldado y sigues al frente sabiendo que con Dios todo es posible.” “David sintió un gran deseo, y dijo: "¡Quién me diera a beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!" Entonces los tres se abrieron paso por el campamento de los Filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que estaba junto a la puerta, se la llevaron y la trajeron a David; pero David no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR, y dijo: "Lejos esté de mí que haga tal cosa delante de mi Dios. ¿Beberé la sangre de estos hombres que fueron con riesgo de sus vidas? Porque con riesgo de sus vidas la trajeron." Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes”. 1 Crónicas 11:17-19 3. Paciencia Dios va a curar nuestro deseo para tener todo ya. El sistema humano y social en el que vivimos quiere atraparnos en el concepto de que necesitamos todo ya de una vez. Necesitamos una fe activa y paciente para poder disfrutar de lo mejor de Dios. Gente impaciente se molesta fácilmente (Proverbios 14:29). Gente impaciente no sabe guardar su boca (Proverbios 16:23). Gente impaciente promueve contienda (Proverbios 15:18). Abraham creyó en esperanza contra esperanza y no dudo de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, siendo plenamente convencido de que Dios era poderoso para hacer todo lo que había prometido. (Romanos 4:18-21) 4. Diligencia Esperando en Dios requiere acción. Tenemos que seguir viviendo, no pasivamente, sino activamente moviéndonos hacia delante, especialmente cuando no queremos o no sentimos que podremos. En lugar de buscar salidas o escapes, tenemos que batallar la buena batalla de la fe para avivar nuestra fe y cultivar nuestro entusiasmo para con Dios. William Carey, quien es conocido como el Padre de misiones modernas, fue conocido por su diligencia. “Puedo seguir adelante, esto es mi habilidad principal. Puedo perseverar bajo todas las circunstancias. A esto debo todo.” Imagínese una iglesia llena de gente diligente. Ahora imagine una nación con gente diligente. La vida nos puede tirar circunstancias difíciles, pero con entusiasmo espiritual y emoción, seguiremos aumentándonos. “No sean perezosos en lo que requiere diligencia. Sean fervientes en espíritu, sirviendo al Señor, gozándose en la esperanza, perseverando en el sufrimiento, dedicados a la oración…” Romanos 12:11-12