28 LATERCERA Viernes 5 de junio de 2015 Mundo Retrato de un ambiguo Philip Short Páginas: 890 Editorial: Nouveau Monde RR Mitterrand junto a su perro labrador en Solutré, Francia, en 1987. FOTO: AFP María Paz Salas Nueva biografía de Mitterrand revela pasajes desconocidos de su muerte R Al ex gobernante francés se le habría suministrado una inyección letal. R En el libro habla por primera vez la amante de François Mitterrand. Durante 32 años, François Mitterrand, el Presidente francés que más tiempo ha estado en el poder (14 años) mantuvo una doble vida. Una pública, con su esposa Danielle y sus dos hijos y otra privada, que compartió con la curadora del museo del Louvre, Anne Pingeot y la hija de ambos, Mazarine. Considerada como su “gran amor”, Pingeot siempre ha vivido en las sombras, pero a sus 72 años decidió finalmente romper su largo silencio en una biografía sobre Mitterrand. Escrita por el ex corresponsal de la BBC en París, Philip Short, el libro se titula “Retrato de un ambiguo”. En el libro Pingeot confiesa, según el diario español El País, cómo fueron sus “32 años de felicidad y desgracia” junto al mandatario francés (1981-1995). Una de las revelaciones más sorprendentes es la que Pingeot hace sobre las circunstancias de la muerte del el ex mandatario socialista, quien estuvo enfermo a causa de un cáncer de próstata durante más de 10 años, hasta su fallecimiento. Pingeot relata que la noche del 7 al 8 de enero de 1996, ella llamó al doctor de Mitterrand a las tres de la madrugada. “Le digo que no se levante, pero ya no entiende lo que le digo. Es bastante fuerte, lucho contra él, pero sin éxito”, asegura que le dijo Pingeot al médico de Mitterrand. “Creo que Tarot (el médico) entendió lo que le que quería decir. François le había pedido: ‘cuando (la enfermedad) me afecte el cerebro, me liquida, no quiero estar en este estado’”, recuerda en la biografía. “Cuando llegó el doctor Tarot, me dijo que tenía que irme (…) Debió darle durante la noche una inyección para acabar con todo”, asegura Pingeot. “Yo me siento culpable de haberlo condenado. Pero, al mismo tiempo, el tenía ese rechazo de volverse inconsciente, que yo comprendo”, contó la mujer. La biografía también cuenta la historia de amor entre ambos, que comenzó en el verano de 1963 cuando ella era una estudiante de Derecho de 20 años y él un hombre casado de 47 años, héroe de la resistencia contra los nazis. Dos años después Mitterrand se presentó por primera vez, aunque sin éxito, a la Presidencia de Francia. En plena campaña, revela la biografía, ayudaba a Pingeot con sus trabajos para la universidad. “Ahora me da vergüenza. El candidato a la Presidencia de la República tenía otras cosas que hacer en lugar de ayudarme con mis deberes. Lo hizo por amor y para probar que era el dueño de su tiempo”. Según detalla el libro, ella fue consciente desde un comienzo que el político jamás se divorciaría de su mujer. Pero aceptó aquello y siempre se mantuvo al lado de Mitterrand. A pesar que algunos lo atribuyen a su carrera política o a los valores religiosos de su infancia conservadora, Pingeot entrega una explicación diferente de por qué Mitterrand no se separó de su esposa: la muerte de su primer hijo con Danielle. “Haber perdido un hijo es un vínculo indestructible entre un hombre y una mujer”, concluye.b