respeto, tolerancia y equidad en la escuela

RESPETO, TOLERANCIA Y EQUIDAD EN LA ESCUELA
RUEDAS, Irma Ramírez - UPN
irmarr39@yaho.com.mx
Área Temática: Formacão de Profesores
Agencia Financiadota: Nao contou com financiamento.
Resumo
Como resultado del proyecto de investigación “Características y previsión de la violencia en
escuelas de educación básica, en la Ciudad de México, Distrito Federal” en el que se
estudiaron 2,388 casos, se identificaron y se clasificaron 21 conductas indebidas que lesionan
la integridad física y psicológica de los menores de edad en las escuelas. Al tratar de resolver
los casos, se identificaron tres problemas: 1) la legislación se refiere a derechos de los niños y
los adolescentes, pero no alude, de manera específica, a los actos de violencia que se
manifiestan en la escuela, 2) hay falta de información entre los menores de edad y aun entre
los padres de familia, acerca de los derechos de los niños y adolescentes en el ámbito escolar,
para evitar la violencia en su contra o para defenderse en caso necesario; y 3) falta una cultura
de prevención y de denuncia que permita evitar y si es posible erradicar la comisión de actos
lesivos para la integridad física y psicológica de los menores de edad. Con base en las
“conductas indebidas” se identificaron principios de relación interpersonal: respeto,
tolerancia y equidad, que pueden abatir las conductas que implican abuso de autoridad y
maltrato en la escuela y mejorar el clima en el que se desarrollan niños y adolescentes. La
metodología del proyecto siguió cuatro ejes que se interrelacionan: información, difusión,
previsión y atención. Una forma de contribuir a informar, difundir y prevenir es el poster, que
tiene el propósito de dar a conocer, en forma sencilla, los derechos humanos, en general, y los
derechos y deberes básicos que las personas menores de edad tienen en las escuelas, cuya
observancia puede contribuir a evitar la violencia y a formar una cultura de confianza,
seguridad y armonía social.
Palabras clave
“Menor de edad” Persona de 6 meses a 18 años, que asiste a guarderías o a escuelas de
educación básica en la Ciudad de México, Distrito Federal.
“Abuso de autoridad” Conductas que manifiestan superiores jerárquicos o adultos, en la
escuela, que lesionan los derechos de un menor de edad a recibir el servicio educativo, los
documentos o el trato respetuoso que se les debe.
“Maltrato” Toda conducta de un superior jerárquico, un adulto u otro menor de edad, que
con base en la fuerza o en la autoridad mal entendida, lesiona la integridad física, psicológica
o sexual de una persona menor de edad o más débil, en la escuela.
“Información” Derecho de toda persona menor de edad a estar enterado de cuáles son sus
derechos y sus deberes en el ámbito escolar.
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“Derechos” Facultades y atributos inherentes a todo ser humano, sin distinciones de ninguna
especie, que en el caso de las personas menores de edad se manifiestan en un trato respetuoso,
tolerante y equitativo, en la escuela.
Introducción
Respeto, tolerancia y equidad, son principios de interacción personal en la
escuela. Éste es el enunciado inicial del proyecto y también su propósito final: contribuir para
que estos principios se conozcan y se apliquen, para prevenir y evitar que personas menores
de edad sufran maltrato y abuso en instituciones educativas.
Este poster tiene sus antecedentes en el trabajo de investigación que se realizó durante
tres años, en escuelas de la Ciudad de México, Distrito Federal, con 2,388 casos de padres de
familia, en su mayoría, pero también de personal que trabaja en las escuelas e incluso algunos
alumnos, que se quejaron ante la Secretaría de Educación Pública por haber sido objeto de
acciones lesivas para la integridad física, los sentimientos o la dignidad humana.
Para atender, y de ser posible encontrar soluciones al problema, pero sobre todo para
preservar y garantizar la integridad física y psicológica de los niños y los jóvenes que asisten
a las escuelas, se generó un proyecto de investigación, pues al revisar los casos se hizo
evidente lo vulnerables que son los menores de edad. Aunque hay legislación sobre el caso,
con frecuencia la mayor preocupación está en su alimentación, salud, vestido, educación, y
pareciera que la seguridad se reduce a brindarles un nombre y un techo. La seguridad es más
que eso: es establecer las condiciones en que los niños, niñas y jóvenes gocen de libertad, de
protección, de apoyo y comprensión, para que crezcan seguros, confiados, y sean los
ciudadanos honestos, responsables, íntegros, que la sociedad espera.
Hay organizaciones interesadas en el estudio, interpretación y aplicación de los
derechos humanos que se refieren a “niños, niñas y adolescentes”, pero casi siempre con una
orientación de supervivencia y seguridad jurídica; en general no se habla del “clima escolar”,
la influencia de los espacios, cómo el alumno se siente solo en la escuela, indefenso, falto del
apoyo de los adultos y sin saber cómo enfrentar sus conflictos; en otras palabras, se alude
poco a la vida emocional de los menores de edad y desde luego no se mencionan las amenazas
y peligros que su indefensión puede provocar.
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Reuniones nacionales e internacionales han dado lugar a la revisión de normas,
directrices y jurisprudencia, en especial a la prevención del delito, pero hay faltas que no son
propiamente “delitos”, ni parecen haberse encontrado estrategias de prevención y atención
donde el Estado ejerza, activa y efectivamente, su obligación de “garantizar y proteger los
derechos humanos de los menores de edad” en todos los espacios de la vida en sociedad.
La preocupación por cualquier forma de maltrato en la escuela, dio como resultado la
identificación de “conductas indebidas o inaceptables” en ese ámbito. Si educar al niño es
lograr el equilibrio entre razón y emoción, una vía al alcance de todos es enseñarlo a usar
la palabra para que exprese sus sentimientos, sus emociones, para que defienda sus puntos de
vista, para que denuncie (llegado el caso); hacerlo dueño de la palabra, con su enorme
dimensión simbólica, para propiciar la comunicación, el acuerdo, en oposición abierta con
actos o medidas de fuerza. Porque
hablar a alguien y escucharle es tratarle como a una persona, por lo menos empezar
a darle un trato humano. Es sólo un primer paso, desde luego, porque la cultura
dentro de la cual nos humanizamos unos a otros parte del lenguaje, pero no
simplemente… Hay otras formas de demostrar que nos reconocemos como
humanos; es decir, estilos de respeto y de miramientos humanizadores que tenemos
unos para con otros… la humanización… es un proceso recíproco. Para que los
demás puedan hacerme humano, tengo yo que hacerlos humanos a ellos.8
La vía del lenguaje y la comunicación, es una línea de trabajo por explorar; entre
tanto, había que actuar, y entre agosto de 2003 y julio de 2006 se reunieron 2,388 casos y se
revisó la normatividad que protege a los menores de edad, los derechos que se les reconocen y
las normas que los protegen contra abuso o maltrato. En la normatividad de la SEP se
encontró la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado9 En la Comisión Nacional
de Derechos Humanos Los derechos de la niñez, donde dice: Tenemos derecho a [conocer]
“… cuáles son nuestros derechos… a que nos respeten… a que nos protejan. Nadie tiene
derecho a maltratar nuestro cuerpo, nuestros pensamientos o nuestros sentimientos…
[tenemos derecho] a decir lo que pensamos y lo que sentimos…”
En la Ley de los Derechos de las Niñas y los niños en el Distrito Federal hay
principios que se refieren al derecho de que vivan en un ambiente libre de violencia. En la Ley
para la Protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes10 se asientan también
disposiciones que protegen a niños y jóvenes y aluden a los espacios escolares.
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En el Seminario Internacional sobre Derechos Humanos (México, 2005) se
encontraron también elementos para fundamentar los derechos de personas menores de edad.
Los Derechos y Deberes de las Niñas y los Niños, documento derivado de la
Convención sobre los Derechos del Niño11 aporta conceptos sobre: niño o niña, la libertad
que les corresponde y las obligaciones del estado al respecto. Pero estas normas no son de
dominio público y muchas veces se circunscriben a espacios del orden civil; por otra parte, no
todas aluden de manera específica a la escuela como un espacio social donde se da el maltrato
y el abuso, por lo que parece necesario crear un “derecho escolar”, identificar qué sucede en
la escuela, cómo se da el maltrato y el abuso, qué lo origina, cómo puede prevenirse y
evitarse.
La clasificación y búsqueda de incidencias permitió elaborar conceptos, con base en el
significado de las palabras y de su relación con la psicología, que estudia los actos humanos
respecto de cómo y por qué se manifiestan. Se tuvo mucho cuidado en no confundir violencia
con conflicto, con diferencias de opinión o con indisciplina y se identificaron los
comportamientos específicos que lesionaban a niños y a jóvenes en las escuelas; se calificaron
como “conductas indebidas” y se agruparon en dos categorías: abuso de autoridad y
maltrato con sus respectivas clases y subclases.
En toda conducta que lesiona a otro puede haber maltrato, y en toda conducta indebida
hay abuso, pero era necesario precisar diferencias. Se conceptuó el abuso de autoridad para
las conductas donde prevalecía el ejercicio excesivo proveniente de un “superior jerárquico”
(si puede hablarse de eso en la escuela); para el resto se adoptó el concepto maltrato12, y
como parte de él se tipificaron tres variantes: maltrato físico, el que afecta el cuerpo,
maltrato psicológico el que lastima los sentimientos, y maltrato sexual1314 el que lesiona la
intimidad física y emocional. Cada grupo se subdividió, a su vez, por características más
específicas:
Abuso de autoridad: autoritarismo/prepotencia, incumplimiento de funciones,
represalia,
negligencia,
negación
de
documentos,
negación
del
servicio,
reprobación/calificación injustificada, suspensión/expulsión injustificada.
Maltrato físico: golpe/empujón, jalón/pellizco, castigo corporal, lesión/herida.
Maltrato psicológico: indiferencia, trato verbal inadecuado, discriminación, insulto,
humillación/difamación, intimidación.
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Maltrato
sexual:
tocamiento,
frotamiento,
proposición
inadecuada,
acoso,
exhibicionismo, escoriación, penetración.
Ante este panorama surgió una pregunta: Qué hacer para que los niños y los jóvenes
conozcan y ejerzan sus derechos y estén en condiciones de defenderse o de denunciar a quien
o a quienes los maltratan o abusan de ellos. La respuesta fue, en principio, el desarrollo del
proyecto en cuatro ejes: información, para promover el conocimiento y la reflexión sobre los
derechos; difusión, como estrategia para que la información llegue a los interesados;
prevención, como anticipación a los hechos y por una cultura de respeto; entre tanto la
atención para situaciones que ya se habían presentado.
El registro en una base de datos facilitó la consulta y el seguimiento de los casos;
permitió obtener resultados estadísticos sobre la incidencia de cada conducta y establecer
relaciones ente ellas; hacer comparaciones y análisis1516.
Principios de relación interpersonal en la escuela
Después de conocer, computar y analizar las conductas indebidas, el propósito fue
identificar qué valores o qué conductas podían corregir o evitar actos que vulneran los
derechos de los niños y de los jóvenes. Frente a cada conducta indebida se escribió la
“conducta debida”; por ejemplo, para los casos de abuso de autoridad aparecía
repetidamente respeto: para los derechos de los menores de edad, para su calidad como seres
humanos, para sus opiniones, sus necesidades, sus debilidades, etc., y así como el respeto,
aparecía la equidad, para que todos recibieran un trato semejante, para evitar distinciones,
privilegios o preferencias; en forma paralela a los anteriores, aparecía la tolerancia, como
conducta deseable que propicia el acuerdo y la armonía.
Por qué llamarlos principios y no reglas o valores. Las reglas son disposiciones que
se derivan de normas o leyes, dictadas por terceros; en ese sentido, quien debe acatar las
reglas puede aceptarlas y cumplirlas o no hacerlo. Los principios son compromisos: actos
concientes, producto de la reflexión y la aceptación, declaraciones que se asumen
personalmente respecto de conductas con una carga moral y ética. Los valores están por
encima de reglas y principios; son obligaciones, permisos o prohibiciones establecidas por la
sociedad y su observancia es obligada, pues de lo contrario la propia sociedad condena las
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acciones contrarias a los valores. De acuerdo con lo anterior, lo que se propone como
principios de relación interpersonal en la escuela, son conductas fundamentales para
preservar la integridad física y emocional de las personas menores de edad en el ámbito
escolar.
La respuesta final a la pregunta, para la elaboración de un poster es: hay tres
principios fundamentales, indispensables en las relaciones de quienes conviven en la
escuela:
Respeto, por el cuerpo, por las ideas y las opiniones de niños y de jóvenes; por sus
derechos como menores de edad, en todos los momentos de la relación humana,
Tolerancia1718 para reconocer y aceptar que todos son diferentes en aspectos físicos y
emocionales, que tienen diferentes capacidades, ideas, opiniones, pero que son objeto de los
mismos derechos como seres humanos, de acuerdo con su edad y con situaciones particulares,
Equidad, para que, sin distinción de sexo o de género, situación social o económica,
ideología, etc. se les trate igual, como igual es su condición de seres humanos e iguales son
sus derechos, y que se les ofrezcan las mismas oportunidades.
Respeto, tolerancia, equidad forman parte, o debieran formarla, de una cultura de
vida en la familia, la escuela, la calle. Esta cultura redituaría grandes beneficios, pues la
práctica de estos principios aproxima a las sociedades al ejercicio de la libertad. En la escuela,
la observancia de estos principios contribuye a dar seguridad y confianza a niños y a jóvenes,
cultiva su autoestima y propicia que sean asertivos, dueños de sí y de sus actos; autores
responsables, en fin, de su propia vida. Para ser consecuentes con los ejes del proyecto de
investigación había que informar, difundir, prevenir y atender. Para cumplir lo anterior se
propusieron los siguientes objetivos:
Dar a conocer, a niños y a jóvenes, los derechos que les corresponden como
miembros de la sociedad. También a los adultos para que los tengan presentes.
Promover una cultura de información sobre el tema, pero también de denuncia.
Aportar algunas sugerencias y recomendaciones para prevenir y evitar el
maltrato y el abuso a menores de edad.
Ofrecer información puntual sobre las instancias a dónde acudir en demanda de
orientación o ayuda, en caso necesario.
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La metodología para lograr los objetivos fue, en principio, la elaboración de tarjetas y
botones (que aún no se descarta), pero no podían contener suficiente información, así que se
optó por un tríptico, ahora transformado en poster, Se planeó con cuidado:
Qué información debía contener, cómo ordenarla y jerarquizarla,
Para quiénes,
Con qué lenguaje,
En qué formato,
Con qué colores
Con que imágenes o ilustraciones.
El resultado fue el que ahora se presente, donde el orden es:
Qué son los derechos humanos y cuáles son principios fundamentales de
conducta.
Cuáles son los derechos, pero también los deberes de los menores de edad y
por qué no debe permitirse el maltrato y el abuso.
Cuál es la responsabilidad de las autoridades respecto de la aplicación de
normas que protegen a los menores de edad.
Cómo se puede promover una cultura de respeto, tolerancia y equidad.
A dónde acudir en demanda de orientación y apoyo.
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Texto del poster:
Respeto, tolerancia y equidad:
principios de interaccion personal en la escuela
La Secretaría de Educación Pública promueve una cultura de respeto, tolerancia y equidad en las escuelas de
educación básica del Distrito Federal, con base en los
Derechos humanos
Tú eres digno de repeto y atención
Éstos son facultades y atributos inherentes a todas y cada
una de las personas, sin distincion; estos derechos se
originan en el trato y el reconocimiento que merece todo
ser humano.
De los derechos humanos se derivan principios
fundamentales para la convivencia:
La práctica del respeto, la tolerancia y la equidad requiere
una actitud responsable de los adultos: padres de familia,
profesores, autoridades, para dar seguridad y confianza a
los menores de edad y preservar su integridad física y
psicológica.
Respeto: reconocimiento de las personas y de sus
derechos, de acuerdo con su edad y con situaciones
particulares.
Tolerancia: entendimiento, reconocimiento y aceptación
de las diferencias entre todos los seres humanos.
Equidad: trato igual a todas las personas e igualdad de
oportunidades.
Los ninos y los jóvenes tienen, a su vez, el deber de ser
respetuosos y tolerantes con sus companeros y con los
adultos, para contribuir a fortalecer una cultura de paz y
armonía social.
Todas las personas merecen un trato digno, en todos los
espacios de la vida social. En las escuelas, es fundamental
promover actitudes de respeto, tolerancia y trato
equitativo, para propiciar la formacion de valores.
Deben erradicarse en las escuelas el abuso de autoridad y
el maltrato psicológico, físico o sexual, en contra de niños
o de jóvenes.
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Todos participamos
Las autoridades educativas promueven
la práctica del respeto, la tolerancia y
la equidad en todas las escuelas, para
garantizar y proteger los derechos de
los niños y de los jóvenes, con objeto
de prevenir y evitar toda forma de
maltrato o abuso.
Entre las estrategias de prevencion, de
atencion y de servicio para situaciones
de maltrato o abuso se encuentran:
El programa Contra la violencia,
eduquemos para la paz
Buzón Escolar
(atención por teléfono)
Hacia una cultura de paz y
armonía social
Si por exceso de trabajo o de
preocupaciones, una persona se
siente inclinada a abusar de un
menor de edad, a maltratarlo o a
faltarle al respeto, es momento de
reflexionar y actuar de acuerdo con
los derechos humanos.
La práctica del respeto, la
tolerancia y la equidad en las
relaciones interpersonales
benefician a quienes los practican y
contribuyen a generar ambientes de
confianza y de seguridad para
niños y jóvenes.
Unidad de Atencion a Situaciones de
Maltrato o Abuso Infantil
Estos servicios son una forma de
enlace entre la comunidad y las
autoridades educativas, para ofrecer
atencion y orientacion o para resolver
problemas.
A dónde puedes dirigirte
Las escuelas de educación básica en el
Distrito Federal dependen de la
Secretaría de Educación Pública y tanto
las instituciones escolares como el
personal que labora en ellas, están
comprometidos para evitar actos que
lesionen la integridad física o
psicológica de personas menores de
edad.
Si tienes dudas o sugerencias, puedes
hacer uso del Buzón Escolar (Tel: 5630
1000) o acudir a la Dirección educativa
que te corresponda:
Dirección de la propia Escuela
Dirección de Sector
Dirección Operativa
Dirección General de Servicios
Educativos en el DF
México, DF, julio de 2008.
Los resultados del proyecto original fueron: la tipificación de las conductas irregulares
más frecuentes en las escuelas del DF; la posibilidad de atender las quejas y darles
seguimiento hasta que las personas interesadas recibieran respuesta definitiva y la distribución
de 10,000 trípticos en las escuelas de educación básica.
La propuesta ahora es producir posters con información fundamental, sencilla,
comprensible y “atractiva” que propicie la prevención y erradicación de conductas violentas
en la escuela, con una visión de largo plazo. Que se informe a los interesados acerca de sus
derechos y sus deberes, que se difunda en forma amplia, suficiente y permanente esa
información, para que se prevenga, se combata y evite la violencia en la escuela, en todas las
manifestaciones posibles, con la mirada puesta en los hombres y mujeres íntegros del futuro.
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REFERÊNCIAS
8
Fernando Savater (2006), Ética para Amador, Ariel, México, p. 74
9
Ley Federal de los Trabajadores Al Servicio del Estado (2001), Ediciones Delma (primera
edición), México, pp. 10-15.
10
Ley para la protección de niños, niñas y adolescentes. Nueva ley 29/05/2000. Congreso de
los Estados Unidos Mexicanos (fotocopia).
12
La clasificación en abuso de autoridad y maltrato, en este caso es sólo aplicable a la
escuela, pues cuando organizaciones como la OMS se refieren a maltrato infantil dicen que es
“toda forma de perjuicio, abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o
explotación, incluido el abuso sexual, al niño por parte de sus padres o representantes legales
o cualquier otra persona que lo tenga a su cargo” (Pezzotti, 2000). Por su parte el Centro
Internacional de la Infancia en París dice que es “cualquier acto, acción u omisión realizado
por individuos, por instituciones o por la sociedad en su conjunto y todos los estados
derivados de estos actos o de su ausencia, que priven a los niños de su libertad o de sus
derechos correspondientes y/o que dificulten su óptimo desarrollo”. Para la Clínica de
Atención al Niño Maltratado, del Instituto Nacional de Psiquiatría, es “Toda agresión u
omisión intencional, dentro o fuera del hogar, contra un menor, antes o después de nacer y
que afecte su integridad biopsicosocial, realizada por una persona, institución o sociedad, en
función de su superioridad física o intelectual” (Los datos fueron tomados de material
fotocopiado, del curso “Prevención del maltrato y abuso sexual infantil”, noviembre, 2005).
13
En el Código Penal Federal y en el Código Penal para el DF se usa “abuso sexual” para
señalar propiamente la violación o cópula (el concepto usado en el proyecto es “penetración”)
y se optó por “maltrato sexual” como clase, para agrupar conductas específicas, con
connotación sexual, que suceden con niños y entre niños. En el contexto de otras conductas, el
maltrato sexual es el que ocurre menos.
15
17
En el informe general se encuentran las tablas que permitieron el análisis del que se habla.
Para Paulo Freire la tolerancia es una virtud y dice de ella: Hay mucha gente que piensa
que la tolerancia es una virtud de los liberales. Para mí, la tolerancia es una virtud
revolucionaria, en tanto significa la capacidad para convivir con los diferentes, para poder
luchar con el antagónico. Tomado de la Agenda CREFAL 2007 (domingo 2 de septiembre).