MIA, LA PRINCESA PATINADORA MIA, LA PRINCESA PATINADORA "Mamá, ¿podríamos ir a patinar hoy?" Mia y Leo preguntaron una mañana. "Desafortunadamente, no", respondió mamá, "El gran lago no se ha congelado todavía. Y ustedes saben que el hielo debe ser realmente grueso antes de que puedan ir a patinar." "Eso es cierto", Leo suspiró y Mia asintió. Para consolar a Mia y a Leo, Mamá les puso un poco de crema en sus narices, lo que los hizo sonreír de nuevo. Cuando regresaron a la habitación de Mia, Hada estaba sentada sobre la casa de muñecas. "Todavía falta mucho tiempo para que llegue el invierno", se quejó Mia con Hada. "¡Por lo menos un par de días más! ¡Y de verdad ya queremos ir a patinar!" "Mmm", dijo Hada, mirando pensativa. De repente, agitó su varita. "¡Miren por la ventana!, dijo Hada sonriendo. Mia y Leo vieron como una gruesa capa de hielo comenzó a cubrir el césped en su jardín. "¡Eso es genial!", dijo Mia. "Ahora Mamá sin duda nos permitirá ir a patinar sobre hielo! " Tenían razón: Mamá los dejó que salieran a patinar. A pesar de que estaba muy asombrada que, de repente el césped se cubrió de hielo. Rápidamente Mia y Leo tomaron sus patines y corrieron al jardín. Mia y Leo patinaron alrededor. ¡Mia incluso hizo una pirueta al igual que una patinadora profesional! Hada le aplaudió: "Eres una verdadera princesa del patinaje!" exclamó. "Sí", Mia se rió, "Sólo me hace falta un traje de princesa. ¡Es algo que he deseado toda mi vida!" De repente oyeron la voz de Conejo: "¡Cuidado - aquí vengo!", gritó. Y whoosh! Conejo se deslizaba a través del hielo, incluso dando vueltas. Luego cayó. "¡Conejo!" Leo exclamó: "¡Cuidado! Mia pudo haber caído!" "¡Oh, lo siento!", dijo Conejo. "Pero ustedes saben, nosotros los conejos siempre somos rápidos!" Leo rápidamente ayudó a Conejo a ponerse de pie. "¿Los conejos pueden patinar?" Mia estaba asombrada. "¡Somos los mejores patinadores en el mundo!" Conejo insistió. "¡Incluso no necesitamos patines y casi nunca caemos!" "Lo creo fácilmente con esas patas tan grandes", Hada sonrió. Mia se rio mucho. Ahora estaba haciendo piruetas con Leo. Hada agitó su varita y de pronto, Mia llevaba el traje más hermoso que sólo una princesa del hielo podría usar. "Una vez que el invierno llegue podemos ir todos juntos a patinar en el gran lago", Mia sugirió. "No creo que tengas que esperar mucho", dijo Hada. Mia, Leo y Conejo levantaron la vista. Los primeros copos de nieve caían. Se hacían cada vez más grandes y más hermosos. Descubre todos los cuentos en: tales.NIVEA.com ® MIA LA PRINCESA PATINADORA Escrito por Udo Weigelt Ilustrado por Joëlle Tourlonias © 2015 Beiersdorf AG, 20245 Hamburg, Germany NIVEA® and the NIVEA® logos are registered trademarks of Beiersdorf AG.