CONCEPTOS IMPORTANTES DE SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA. Género: Es el conjunto de características culturales o de valores atribuidos a una persona según su sexo. El género dice que ser hombre o mujer está determinado no sólo por la asignación biológica (de sexo), sino por valores que se crean y reproducen a través de la cultura, y que dictan socialmente lo que es o debe de ser “lo femenino” o “lo masculino” en una sociedad determinada. Perspectiva de género: Es una herramienta conceptual que nos ayuda a entender que las diferencias entre hombres y mujeres se dan no son sólo por su determinación de sexo (biológica), sino también por su determinación de género (valores producto de la invención humana). Mirar o analizar alguna situación bajo la perspectiva de género permite entonces entender que la vida de hombres y mujeres puede modificarse en la medida en que no está “naturalmente“ determinada: “ nos ayuda a comprender más profundamente no sólo la vida de las mujeres sino también la de los hombres y las íntimas relaciones entre ambas, despojándolas de los estereotipos que reflejan pero también enmascaran su realidad, y sobre todo, su posibilidad de modificarse a partir de renovados contenidos de socialización”. Derechos sexuales: son parte de los derechos humanos e incluyen el derecho de toda persona a tener placer y a controlar su sexualidad satisfactoriamente y sin riesgos, decidiendo libre, informada y responsablemente respecto de esas cuestiones, sin verse sujeta a la coerción, discriminación y la violencia. Asimismo incluye el derecho de accesar a los servicios de salud que la protejan. Derechos reproductivos: abarcan derechos humanos ya reconocidos en documentos nacionales e internacionales entre ellos: el derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número y espaciamiento de los hijos, y a disponer de la información, la educación y los medios para ello; el derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva; el derecho a adoptar decisiones sobre la reproducción sin sufrir discriminación, coerción ni violencia. Salud reproductiva: es un estado de bienestar físico, mental y social, y no de la mera ausencia de enfermedades y dolencias en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, así como con sus funciones y procesos. Las personas además de ser capaces de tener una salud sexual y reproductiva placentera y sin riesgos, tienen la libertad para decidir si procrean o no, cuándo y con qué frecuencia. Tanto varones como mujeres tienen el derecho a tener información y a tener acceso a métodos seguros, eficaces, asequibles y aceptables de su elección para la regularización de la fecundidad que no estén legalmente prohibidos. Salud sexual: es un estado de bienestar físico, mental y social, y no de la mera ausencia de enfermedades y dolencias, en todos los aspectos relacionados con la sexualidad así como con sus funciones y procesos. Las personas son capaces de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos en la que no es obligatoria la procreación, pues la sexualidad en sí misma es una forma de comunicación, convivencia y/o amor entre las personas. Morbimortalidad: se refiere al número de enferm@s y fallecid@s en una población, un lugar y un tiempo determinados. Es una palabra compuesta por dos expresiones; la primera referente a lo mórbido o sea a la enfermedad, y la segunda referente a la mortandad o sea a las muertes. Maternidad sin riesgos: se refiere al derecho de vivir una maternidad saludable, entendiendo con ello que se deben cubrir una serie de condiciones sociales, culturales y médicas que permitan identificar y prevenir oportunamente riesgos o síntomas de riesgo en el embarazo. La vivencia de una maternidad saludable necesita la participación social, familiar y la de las propias embarazadas. Asimismo implica la responsabilidad de promover una cultura que motive la asistencia a los servicios de salud, para recibir una atención oportuna y adecuada.