Clave de la recomendación: CCNDS/III/14/19 SECRETARÍA DE

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Clave de la recomendación: CCNDS/III/14/19
SECRETARÍA DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
PRESENTE
Los que suscribimos integrantes del Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable,
con fundamento en los artículos 157 y 159 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la
Protección al Ambiente y el Acuerdo mediante el cual se crean el Consejo Consultivo Nacional, 6
Consejos Consultivos Regionales y 32 Consejos Consultivos Núcleo para el Desarrollo
Sustentable (publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 29 de septiembre de 2011),
emitimos en nuestro carácter de asesores de la SEMARNAT, la siguiente recomendación de
conformidad con los siguientes:
Asunto: Restauración de humedales y otros ecosistemas.
Antecedentes
(Breve descripción de la problemática, situación, historial o aspectos del entorno dentro del que se
genera la recomendación)
Los humedales dulce acuícolas naturales de México, que incluyen a todos los ríos, riachuelos,
arroyos, lagunas y lagos, han sido sobreexplotados como si se tratara de un recurso infinito y en el
caso de los ríos, además, han sido modificados por más de 4000 presas y represas. Challenger y
Soberón (2008), cita los trabajos de Arriaga et al. (2002), de Carabias y Landa (2006) y de CNA
(2007), los cuales señalan que los caudales, la conectividad y el curso mismo de los ríos han sido
modificados, y que estos factores junto con la contaminación por las descargas de los
asentamientos humanos, cultivos e industrias, han afectado a los ecosistemas y su biodiversidad
hasta casos verdaderamente catastróficos. Es el caso de la extinción de por lo menos 11 especies
de peces que vivían aisladas en lagos a lo largo del eje neo volcánico, los cenotes y cuevas de la
Península de Yucatán, las pozas desérticas de Cuatrociénegas, Coahuila, y los oasis de Sonora y
la Península de Baja California. Otras especies asociadas también endémicas, se encuentran bajo
diversas categorías de riesgo, es el caso de anfibios, reptiles, plantas, rotíferos y de otros grupos;
“en Sonora y la Comarca Lagunera, al menos, 92 manantiales y 2500 km de ríos se han secado, al
tiempo que las aguas superficiales han disminuido y los mantos freáticos se encuentran a mayor
profundidad” (Contreras y Lozano, 2003 citados Challenger y Soberón, 2008).
El deterioro y degradación de los humedales aunado al de las cuencas hidrográficas que los
contienen, incrementan la posibilidad de reducir la captación de agua de lluvia que alimenta a los
ríos y acuíferos subterráneos, pero por otro lado, favorece los desastres que se suscitan por el
mismo motivo. En el primer caso, ha ocasionado que el agua per cápita de los mexicanos tenga
una peligrosa tendencia declinante: de 18,000 metros cúbicos por habitante al año (m3/h/a) que se
tenían disponibles en 1950, pasó a sólo 4,422 m3/h/a en el 2010. En el segundo caso, el
calentamiento global y los inherentes cambios del clima, han exacerbado la ocurrencia de
fenómenos meteorológicos como una mayor frecuencia e intensidad de huracanes en el sur y
centro del país y sequías en el norte.
Los costos ocasionados por estos fenómenos,
particularmente tormentas y huracanes, en el país entre 1998 y 2010 suman 6 707.4 millones de
dólares; y sólo en el 2005, el huracán Emily en el Golfo de México, ocasionó gastos por 3 000
millones de dólares (de Jong y López, 2010). El impacto social y económico de huracanes en 25
municipios vulnerables se expresan en 4.2 millones de personas afectadas. Un milón de viviendas
destruidas, 1 434.3 millones de dólares por pérdida de cosechas agrícolas y pecuarias, y 2 905.5
millones de dólares por pérdidas en turismo (Galindo y Caballero, 2011).
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“La escasez física y económica de agua y el acceso limitado o reducido a ella son grandes desafíos
que enfrenta la sociedad y son generadores clave de degradación que limitan el desarrollo
económico de muchos países. Sin embargo, en el desarrollo de muchos recursos hídricos que ha
tenido por objetivo incrementar el acceso al agua, no se ha dimensionado adecuadamente lo que
ello significaba para otros servicios provistos por humedales”…”eliminar las presiones existentes en
los humedales y mejorar su resiliencia constituyen los métodos más efectivos para enfrentar los
efectos adversos del cambio climático” (Evaluación del Milenio, 2005).
Aunque parezca una paradoja, lo que más se necesita para recuperar los humedales de México es
agua. Ante esta situación, en México se cuenta con “instancias de gestión de operaciones
reguladas de transmisiones de derechos, conceptualizado como un instrumento coadyuvante de la
regulación de las prácticas informales existentes en la materia, en el que se promueva reasignación
eficiente del recurso, para con ello impulsar el manejo integral y sustentable del recurso”
(CONAGUA, 2013), conocidas como bancos de agua. En este sentido, como lo establece el artículo
20 de la Ley de Aguas Nacionales (LAN) “La explotación, uso o aprovechamiento de aguas
nacionales por dependencias y organismos des- centralizados de la administración pública federal,
estatal o municipal, o el Distrito Federal y sus organismos descentralizados se realizará mediante
concesión otorgada por el Ejecutivo Federal a través de “la Comisión” por medio de los organismos
de cuenca, o por ésta cuando así le competa, de acuerdo con las reglas y condiciones que
establece esta Ley y sus reglamentos”, es factible y un imperativo la creación de bancos de agua
que favorezcan la reasignación de derechos de uso de agua a una demanda medioambiental que
va en incremento, tales como la recuperación de acuíferos sobreexplotados, incrementar los
caudales circulantes en determinados tramos de río, para inducir la recuperación de su integridad
ecológica, y en los casos necesarios restaurar los humedales.
Considerandos
(Descripción de los razonamientos, aspectos de orden normativo, estrategias y acciones de los tres
órdenes de gobierno que sustentan la emisión de la recomendación)
Que el artículo 4to. Constitucional señala que toda persona tiene derecho a un medio ambiente
sano para su desarrollo y bienestar
Que en el Capítulo II, relativo a Zonas de Restauración de la Ley General del Equilibrio Ecológico y
la Protección (LGEEPA)al ambiente se establece en su Artículo 78 que “en aquellas áreas que
presenten procesos de degradación o desertificación, o graves desequilibrios ecológicos, la
Secretaria deberá́ formular y ejecutar programas de restauración ecológica, con el propósito de que
se lleven a cabo las acciones necesarias para la recuperación y restablecimiento de las condiciones
que propicien la evolución y continuidad de los procesos naturales que en ella se desarrollaban.”
Que en el Artículo 78 bis del mismo ordenamiento se dice: “En aquellos casos en que se estén
produciendo procesos acelerados de desertificación o degradación que impliquen la pérdida de
recursos de muy difícil regeneración, recuperación o restablecimiento, o afectaciones irreversibles a
los ecosistemas o sus elementos, la Secretaria, promoverá́ ante el Ejecutivo Federal la expedición
de declaratorias para el establecimiento de zonas de restauración ecológica. Para tal efecto,
elaborará previamente, los estudios que las justifiquen…”
Por otro lado, en el Título Tercero en su Capítulo I sobre Aprovechamiento Sustentable del Agua y
los Ecosistemas Acuáticos de la LGEEPA, en el Artículo 88 se establecen los criterios para el
aprovechamiento sustentable del agua y de los ecosistemas acuáticos, entre los que se destacan
los siguientes:
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I. Corresponde al Estado y a la sociedad la protección de los ecosistemas acuáticos y del equilibrio
de los elementos naturales que intervienen en el ciclo hidrológico;
II.- El aprovechamiento sustentable de los recursos naturales que comprenden los ecosistemas
acuáticos deben realizarse de manera que no se afecte su equilibrio ecológico;
III.- Para mantener la integridad y el equilibrio de los elementos naturales que intervienen en el ciclo
hidrológico, se deberá́ considerar la protección de suelos y áreas boscosas y selváticas…”
Complementariamente, el Artículo 27 constitucional establece que “La propiedad de las tierras y
aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la
Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares,
constituyendo la propiedad privada”.
Que el Artículo 4º. de la Ley de Aguas Nacionales (LAN) establece que “la autoridad y
administración en materia de aguas nacionales y de sus bienes públicos inherentes corresponde al
Ejecutivo Federal, quien la ejercerá́ directamente o a través de “la Comisión” (Comisión Nacional
del Agua).
Que el Artículo 9 de la LAN establece que “la Comisión” es un órgano administrativo
desconcentrado de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales y que tiene por objeto
ejercer las atribuciones que le corresponden a la autoridad en materia hídrica y constituirse como el
Órgano Superior con carácter técnico, normativo y consultivo de la Federación, en materia de
gestión integrada de los recursos hídricos, incluyendo la administración, regulación, control y
protección del dominio público hídrico.
Que el Artículo 20 del mismo ordenamiento, hace referencia a la explotación, uso o
aprovechamiento de las aguas nacionales, las cuales deben realizarse mediante concesión o
asignación otorgada por el Ejecutivo Federal a través de la Comisión Nacional del Agua
(CONAGUA).
Que de acuerdo con el Artículo 33 de la LAN, los títulos de concesión pueden transmitirse en forma
definitiva total o parcial.
Que el Artículo 37 Bis indica que “La Comisión” podrá́ establecer definitiva o temporalmente
instancias en las que se gestionen operaciones reguladas de transmisión de derechos que se
denominarán “bancos del agua”, cuyas funciones serán determinadas en los reglamentos
respectivos.
Que actualmente están establecidos 13 Bancos de Agua adscritos a los diferentes Organismos de
Cuenca, y dos Bancos de Agua con adscripción local en Zacatecas y Chihuahua.
Que están creadas todas las condiciones para adquirir dentro de un esquema de transparencia y
legalidad, derechos de agua para promover su aprovechamiento sustentable en el ámbito
ambiental, en particular en la recuperación de ecosistemas y acuíferos sobreexplotados.
Que en el Objetivo 4. Del PROMARNAT, se plantea recuperar la funcionalidad de cuencas y
paisajes a través de la conservación, restauración y aprovechamiento sustentablemente del
patrimonio natural. A través de diferentes estrategias como la Estrategia 4.1 que dice: fomentar la
conservación y restauración de los ecosistemas y su biodiversidad, para mantener el patrimonio
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natural y sus servicios ambientales, y que para apoyar esta recomendación se toma del mismo
Programa la siguiente línea de acción: 4.1.6 Fomentar la restauración de ecosistemas, para
mantener y restablecer sus funciones, asegurando su conectividad y provisión de servicios
ambientales.
CITAS BIBLIOGRÁFICAS
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Challenger, A., y J. Soberón. 2008. Los ecosistemas terrestres, en Capital natural de
México, vol. I: Conocimiento actual de la biodiversidad. Conabio, México, pp. 87-108.
CONAGUA.
2013.
Los
Bancos
del
Agua
en
la
Política
Nacional.
www.conagua.gob.mx/bancosdelagua.
Congreso de la Unión. 1988. Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección. Última
reforma publicada DOF 16-01-2014.
Congreso de La Unión. 1992. Ley de Aguas Nacionales. Última reforma publicada DOF 0706-2013
de Jong F. y López A. 2010. Cambio climático: las dos caras de la moneda para los
mexicanos. Revista EXPANSIÓN, 24 de noviembre.
Galindo L. M. y Caballero K. 2011. La economía del Cambio Climático en México: algunas
reflexiones. INE, Gaceta de Economía. Año 16 , Número Especial, Tomo I.
Millennium Ecosystem Assessment. 2005. Evaluación de los Ecosistemas del Milenio.
Informe de síntesis. Borrador final.
http://www.maweb.org/documents/document.439.aspx.pdf.
SEMARNAT. 2013. Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales 20132018.Estados Unidos Mexicanos.
Por lo anterior, los(as) integrantes de la Agenda Azul del Consejo Consultivo Nacional para el
Desarrollo Sustentable emitimos la siguiente:
Recomendación
(Escribir de manera, clara, entendible y concreta el texto de la recomendación).
Que la SEMARNAT se coordine con la CONAGUA para destinar parte de los 5000 millones de m3
de agua que están actualmente disponibles como volumen no sustentable*, así como de los
volúmenes que se obtienen del ahorro por el apoyo para tecnificación de riego** a la restauración
de humedales y otros ecosistemas, hasta recuperar su integridad ecológica.
Para ello, se utilizará como medio administrativo los bancos de agua establecidos en el país. El
volumen total acumulado se utilizará única y exclusivamente a fines medioambientales, esto
es como caudal ecológico.
*Revisar el Formato 2-A. Carta compromiso de reducir el volumen de agua concesionada por parte del usuario
hidroagrícola del MANUAL DE OPERACIÓN DEL PROGRAMA S217 REHABILITACIÓN, MODERNIZACIÓN,
TECNIFICACIÓN Y EQUIPAMIENTO DE UNIDADES DE RIEGO 2014, de la CONAGUA.
** “Hasta el año 2012, la demanda total de aguas nacionales del país era del orden de los 78,400 millones de metros
cúbicos, misma que se cubría con un volumen sustentable de 66,900 millones de metros cúbicos de fuentes superficiales
y subterráneas y con un volumen no sustentable de 11,500 millones de metros cúbicos, de los cuales 6,500 provinieron
de acuíferos sobreexplotados… y el volumen no sustentable que se dejará de extraer por la disminución de la
sobreexplotación de los acuíferos”. Conagua. 2014. Programa Nacional Hídrico 2014-2018. Gobierno de la República.
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Esta recomendación fue elaborada por el: Dr. Celso Manuel Valencia Castro.
Comisión Técnica o Grupo de Trabajo:
Agenda Azul CCNDS
Coordinador de la Comisión Técnica o Francisco J. Guzmán Roa (B. C. S.)
Grupo de Trabajo:
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Consejeros integrantes:
Celso Manuel Valencia Castro (Coahuila)1
2 Christian Serna Hernández (Guanajuato)
3 Ricardo Clark Tapia (Oaxaca)
4 Eduardo Sansores Font (Yucatán)
5 José Wilfrido Martín Ortíz López (Michoacán)
6 Gonzalo Merediz (Q. Roo)
7 Francisco. J. Guzmán Roa (B. C. S.)
Dado en la Ciudad de México, D. F., sede de la III Sesión Ordinaria del Consejo Consultivo
Nacional para el Desarrollo Sustentable (CCNDS), el 1º de julio de 2014.
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