l Monasterio de Nuestra Señora del Milagro de Cocentaina posee uno de los fondos pictóricos más importantes del pintor napolitano Paolo de Matheis, por eso la Generalitat Valenciana desde 1998 ha intervenido diferentes lienzos de este conjunto de singular importancia para la orden franciscana que las custodia. En esta ocasión, ha restaurado a través del Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals las siguientes obras. Paolo de Matheis (Piano del Cilento, Salerno, 1662 – Nápoles, 1728) es un pintor italiano de asuntos mitológicos, alegóricos y religiosos que representa la síntesis entre dos estilos y dos siglos, es decir entre el último barroco y el estilo más elegante que se impone a principios del siglo XVIII. Dos tendencias estilísticas que se aprecian a la perfección en estos dos lienzos que representan a Santa Clara glorificada entre nubes y querubines con un crucifijo en la mano y Santa Isabel, en idéntico ambiente, esta vez con unas rosas en su regazo y cabeza. Santa Clara. Estado inicial Paolo de Matheis Finales del siglo XVII Óleo sobre lienzo, 115 X 131 cm. Monasterio de Nuestra Señora del Milagro de Cocentaina Roturas y parches Eliminación de barnices oxidados Detalle inicial del rostro Detalle final Consellera de Cultura y Deporte: Trinidad Miró Mira c+r pintura de caballete E Secretario Autonómico de Cultura: Rafael Miró Pascual Directora General de Patrimonio Cultural Valenciano: Paz Olmos Peris Directora Gerente del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales: Carmen Pérez García Abadesa del Monasterio de Nuestra Señora del Milagro de Cocentaina: Teresa Moltó Masanet Párroco de la Iglesia de Santa María de Cocentaina: Vicente Estevan Cloquell Técnicos en conservación y restauración: Inmaculada Ribelles Albors www.ivcr.es Santa Isabel. Estado inicial Paolo de Matheis Finales del siglo XVII Óleo sobre lienzo, 113 X 130 cm Monasterio de Nuestra Señora del Milagro de Cocentaina Restauración de la obra píctórica de Paolo de Matheis Monasterio de Nuestra Señora del Milagro Cocentaina Detalle proceso de limpieza Proceso de limpieza Parcheado de las pérdidas de tejido por el anverso Estado inicial La restauración Ambas obras presentan como soporte una tela de lino de una pieza sin costuras en la que se observaban numerosos problemas. Después de estudiar el lienzo y elaborar el informe del estado de conservación se procedió a intervenir sobre la obra. Se empezó por el estudio científico seleccionándose las muestras a analizar para conocer mejor los pigmentos utilizados por el pintor. el principal objetivo era compararlo con los estudios previos de las obras firmadas conservadas en el propio monasterio. Por el reverso, eran evidentes las importantes roturas por golpes con pérdida del soporte original, en algunos casos de considerable tamaño, que habían sido solucionados con parches de papel y tela de muy diversa índole, la mayoría de ellos adheridos con engrudo sin desflecar, superpuestos unos a otros y en algunos casos carentes del poder de adhesión. Estudio con radiación infrarroja La restauración propiamente dicha se inició con la protección de la capa pictórica con papel de seda y cola para desclavar la tela del bastidor y poder trabajar y consolidar el soporte. Se retiraron los parches de manera mecánica, así como los restos cristalizados de cola, que en algunos puntos tenía una gran rigidez. Estos parches, más abundantes en Santa Clara, habían provocado importantes deformaciones en las obras, pues conferían a los lienzos tensiones desigualmente repartidas, que unidas a la rigidez extrema del soporte textil propiciaban aún más si cabe su rotura. Además, resultaba muy visible la suciedad depositada entre la trama y la urdimbre. Después se planchó la obra por el anverso y se aplicó un peso uniforme que de forma gradual redujo las deformaciones. Posteriormente se limpió la superficie de forma mecánica. Por el anverso, y pese al buen estado de conservación de la película pictórica, eran tan evidentes las aristas del bastidor en algunas zonas que incluso habían roto el lienzo. Los efectos de las roturas se apreciaban de manera sobresaliente en las abundantes ramificaciones y distensiones, lo cual unido a las craqueladuras y cazoletas, que se localizaban especialmente en torno a las roturas más grandes, propiciaban pérdidas puntuales de película pictórica. También hay que reseñar la presencia de algunos repintes, gran cantidad de suciedad superficial y excrementos de insectos. Cuando se consiguió llevar el tejido a un punto de uniformidad se empezó a trabajar sobre las roturas. Al rebajar las deformaciones se recuperó película pictórica oculta reduciendo el espacio perdido. Los labios de los cortes se fijaron por medio de poliamida textil tras recuperar algunos fragmentos de tela que se doblaron al colocar los parches. En cuanto a las carencias de soporte se decidió, por el tipo de tejido, realizar los injertos con tela ya imprimada. Tanto las roturas como los injertos se reforzaron mediante un parcheado realizado con gasa de poliéster. En general, podemos decir que los principales problemas de conservación que presentaban las obras estaban provocados por las roturas del soporte y por las intervenciones llevadas a cabo. Reverso del lienzo de Santa Isabel Tras solucionar los problemas que presentaba el soporte original se decidió hacer un reentelado total de la obra en la mesa caliente y de vacío. Después de este tratamiento de forrado y consolidación se tensó sobre un nuevo bastidor y se eliminó el engasado de protección. Las cazoletas se rebajaron con el sentado a excepción de la zona de repintes. Finalmente se procedió a la limpieza de la superficie pictórica, al estucado de lagunas y a la reintegración cromática de estas con colores al agua. Para unificar la superficie se barnizó por pulverización. Los últimos retoques se realizaron con pigmentos al barniz. Con el barnizado final se consiguió dar a la obra uniformidad en la lectura de la imagen. Detalle de roturas en el lienzo de Santa Clara Estudio con luz ultravioleta de las roturas Espectro EDX de amarillo de Nápoles (antimoniato de plomo).