Entrevista a Hector García (Kirai): “Últimamente pienso mucho en cómo dejar de pensar y dejarme llevar por las emociones a la hora de fotografiar” El apodo “Kirai” les traerá a muchos a la cabeza el libro “Un geek en Japón”, o quizá el blog del mismo nombre. Detrás de ellos se encuentra Héctor García, un alicantino que lleva ya más de una década acercándonos su cultura, como escritor y también como fotógrafo. Quizá sin saberlo, muchos han descubierto el país del Sol Naciente a través de su objetivo. En esta entrevista buscamos por un lado destapar su faceta de fotógrafo, pero también conocer su punto de vista sobre la fotografía, desde la óptica que le da ser cronista de la sociedad nipona. Bueno, Héctor. Esta entrevista es una deuda que tenía que zanjar contigo desde hace tiempo, así que te agradezco tu disposición para hacerla. ¿Te presentarías en una o dos frases? Aprendizaje continuo y curiosidad son los hilos conductores de mi vida. Mantener una “mente de principiante” en todo momento es una de las cosas que me recuerdo antes de salir de casa cada mañana. Llevas más de una década en Tokio, y antes ya habías visitado buena parte del mundo. No sé hasta qué punto la fotografía fue siempre parte de tu vida, o se despertó como una necesidad de documentar este proceso. ¿Dónde colocas la fotografía en tu vida actual, y dónde estaba hace once años, cuando aterrizaste en Japón? Mi pasión por la fotografía emergió cuando a los pocos meses de llegar a Japón cuando visité una exposición de fotógrafos callejeros tokiotas. Me fascinó tanto que cuando salí del museo me pasé horas sacando fotos por las calles de Shinjuku usando mi cámara de 2,1 megapíxeles. En aquella época era un principiante con todo que aprender, ahora soy un “experto” con mucho que “desaprender” y volver a los fundamentos. Últimamente pienso mucho en como “dejar de pensar” y dejar llevarme por las emociones a la hora de fotografiar en vez de centrarme en las tecnicidades de la cámara que tanto nos obsesionan a los ingenieros. Tengo una mente muy racional y siempre estoy intentando analizar todo. Preguntas como ¿Sigue todas las normas de composición esta foto? ¿Estoy exponiendo bien? ¿El ISO es el perfecto para esta situación? ¿Faltará rango dinámico en esta exposición? las estoy empezando a sustituir por “¿Qué sentimiento quiero transmitir?” “¿Qué quiero evocar en las personas que verán esta foto?” “¿Cómo me siento yo ahora mismo?” Colocándonos en la actualidad, me reconozco fan de tu fotografía callejera en Instagram, con series estupendas como “Surreal Japan”. En redes como Flickr, en cambio, tu fotografía es más pausada y artística. ¿Dónde te sientes más cómodo? Creo que depende del lugar y la situación. Si estoy una tarde de domingo por Shibuya con miles de personas danzando a mi alrededor la excitación se apodera de mi y comienzo a fotografiar como si estuviera cazando. Me pregunto si tiene que ver con el instinto de cazador que llevamos los seres humanos dentro. Es como si quisiera capturar todo lo que se mueve a mi alrededor con la cámara. Si estoy de viaje adentrándome en un templo en las montañas la calma se apodera de mi y me comienzo a fijar en la luz, en las sombras, en los colores. En esos instantes de calma siento que quiero capturar el momento mágico que estoy viviendo para que no se pierda en la eternidad. Quiero que transcienda en el tiempo. Creo que ambos tipos de fotografía me dan felicidad, pero soy consciente de que a veces mi estilo puede parecer demasiado “caótico” Creo entender ese “frenesí por hacer fotos”, porque para los que vivimos en la otra parte del mundo Japón parece un lugar fantástico, entre loco y fascinante, con unos paisajes de ensueño, y un día a día donde todo está por descubrir. ¿Sigues viéndolo aún así? ¿Es un lugar especial para los amantes de la fotografía? Cuando llegas a un lugar nuevo lo ves todo fantástico, excitante y sentimos nuestro alrededor como si fuéramos niños absorbiendo todo lo que nos rodea. Esta sensación ayuda mucho a hacer fotos con una mentalidad fresca. Es lo que suele pasar cuando viajamos, que sacamos muchísimas fotos, la mayoría son para olvidar pero muchas veces cuando estamos viajando o fuera de nuestra zona de confort es cuando sacamos mejores fotos. En cambio cuando llevamos mucho tiempo en el mismo lugar nos comienza a parecer todo normal y el cerebro deja de funcionar en el estado “soy un niño y tengo que absorber toda la nueva información de mi alrededor” y pasamos a funcionar en un estado de “todo esto es igual que ayer, no hay novedades”. En este modo la creatividad fotográfica se pierde. Nuestro cerebro intenta buscar cambios en el entorno por naturaleza, si no hay cambios entramos en un estado de rutina que no es bueno para nuestra fotografía. Para luchar con esta sensación de habituación lo que hago es ponerme pequeños retos de intentar buscar nuevas perspectivas, nuevos temas sacando fotos en calles de Shibuya o Harajuku por las que he pasado mil veces. Hay que mantener siempre el afán de descubrir y para ello no hace falta ir muy lejos. Es cuestión de cambiar el chip, sentirse como un cazador en busca de nuevos estímulos en el paisaje que ya conocemos. ¡Coge la cámara, visualiza como vas a sacar fotos originales, con un aire fresco e innovador de tu barrio y sal a la calle! No hace falta venir a Japón para descubrir nuevas sensaciones cada día. Mirándolo la inversa, años los turistas japoneses eran objeto de bromas en España por llevar siempre la cámara encima y hacer fotos de absolutamente todo. Hoy somos nosotros los que no podemos comernos el postre sin haberlo subido a Instagram. ¿Cómo se ha vivido en Japón esa evolución un poco loca que hemos tenido la última década? ¿Has tenido la oportunidad de contactar este tiempo con muchos aficionados tokiotas? Jaja, lo de sacar la foto a la comida yo creo que se ha convertido en una tradición universal. Si hace unos años lo que más veía usar a la gente era Twitter y Facebook, últimamente también se ve a muchos usuarios de Instagram en Japón. Instagram creo que ayuda mucho porque la fotografía es la protagonista. La evolución de la última década ha sido muy loca, porque hemos pasado del boom de las cámaras digitales donde se llenaban los templos de turistas con cámaras reflex Nikon y Canon de las primeras generaciones digitales. Luego llegaron las Micro Cuatro Tercios que inundaron el paisaje. Y ahora casi todo el mundo va simplemente con el smartphone y en los lugares más populares el ¡selfie stick! Yo sigo usando mi reflex Nikon D800, tengo también una Fuji más pequeña para cuando no quiero cargar con peso, pero últimamente me encuentro con que las fotos del iPhone son suficientes para cumplir la mayoría de las situaciones. El selfie stick todavía no lo tengo Diriges un laboratorio que acerca a Asia tecnologías del MIT Media Lab, asesoras a una incubadora de startups, anteriormente trabajaste con Twitter y otras empresas punteras de la red: Parece que tu carrera profesional te ha colocado siempre en la cresta de la ola tecnológica, y me huelo que eso puede darte da un punto de vista privilegiado sobre el futuro inminente de la captura de imagen. ¿Te atreves a opinar sobre cuál será “the next big thing”, a corto o a largo plazo? En el campo de las DSLRs estamos viviendo ya un momento de evoluciónen cámaras Full-Frame. Mi D800 de hace tres años pesa casi un kilo, las nuevas Sony a7 menos de medio! Y la Sony RX-1, ¡una compacta con sensor full frame! Esta batalla se está llevando los precios abajo de las full frame. En general Sony está comenzando a llevar la delantera a la competición con sus sensores CMOS BSI / Exmor que además de ser líderes en cámaras “DSLRs tradicionales” también habitan en muchos de nuestros smartphones. Sensores cada vez más grandes (No Megapixeles) se están convirtiendo en algo normal llevando el poder de tener mayor “rango dinámico” y menos ruido a los usuarios de smarthpones de última generación, algo que hasta hace unos años solo se podía conseguir con trastos de 1 Kg de peso. En tecnología de sensores CMOS seguirá dominando, nuevas tecnologías en fabricación de sensores están todavía en estado de gestación en laboratorios. Tendremos CMOS para rato pero cada vez con más stops de rango dinámico, como por ejemplos estos de 21 stops de Sony o los Organic CMOS de Fuji y Panasonic de 29 stops. ¿Nos podrías nombrar algún fotógrafo que tengas como referente? Elliott Erwitt. Y ya para terminar: Tu libro “Un geek en Japón” y tu blog tienen miles de lectores y son una referencia para los que viajan este país, y hace algún tiempo publicaste también “Momentos”, un libro más centrado en la fotografía. ¿Nos podrías contar algún proyecto que tengas en mente, o alguna próxima meta te gustaría alcanzar como fotógrafo? Creo que estoy en una fase de transición, en el futuro seguramente me centre en exponer mis fotos aquí en Tokio y en moverme en círculos artísticos locales. ¡Cualquier idea o propuesta es bienvenida! – Te agradezco de nuevo, Héctor, el tiempo que nos has dedicado. Un fuerte abrazo, y a seguir haciendo tan buenas fotos. Gracias a ti. Quiero agradecer la disponibilidad y cercanía de Héctor, haciendo desaparecer los más de diez mil kilómetros que nos separan. Espero que como yo hayáis podido ver más de cerca la cultura japonesa a través de sus ojos y sus palabras.