TAPA-QUE.QXD 20/09/05 05:23 p.m. Página 1 Para recuperar la energía nacional Revista Director: Eric Calcagno Año 1 - Nº 1 - Segunda generación Segunda quincena de septiembre de 2005 $2 La renuncia del Estado a sus obligaciones de control y regulación, han dejado al país al borde del abismo energético - Páginas 6 y 7 Vuelve Qué “El trabajo de Qué fue dotar de un lenguaje e ideología precisos que sirvieran de fundamento para la construcción de un movimiento nacional de vastos alcances” - Páginas 4 y 5 Entrevista con Norberto Galasso “Yo creo que proponemos una concepción que sería: el protagonista que empuja el progreso histórico de los argentinos son las masas populares” - Páginas 8 y 9 0203b-que.qxd 2 20/09/05 05:30 p.m. Página 1 Revista La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 0203b-que.qxd 20/09/05 05:31 p.m. Página 2 La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 Revista EDITORIAL 3 POR 2005. Hace poco tiempo la Argentina salió del default externo. Sin embargo, lamentablemente, todavía hay mucho por hacer. La deuda interna es aún muy grande. Y existe una prioridad, que no sabe de tiempos políticos ni burocráticos: solucionar los problemas de la gente. Cientos de miles de argentinos sin trabajo y otros tantos bajo la línea de la pobreza; la educación y la salud al borde del colapso, son postales que se pueden palpar en cada rincón de país. Hoy vivimos en una nación muy distinta a la que soñaron nuestros queridos próceres, pese a que la riqueza está a flor de tierra, en minerales, en agua, recursos pesqueros, en cuencas lecheras y en hidrocarburos. Qué, la revista que reeditamos a partir de esta semana, luego de medio siglo, encuentra las mismas necesidades y desafíos pendientes que su antecesora. Y tenemos la humilde intención de aportar a la sociedad un conjunto de ideas, de propuestas que ayuden a romper en algunos aspectos la inercia de muchos años de entrega total. Para los memoriosos no hace falta recordar que el padre del nefasto plan que hundió a la Argentina en el fondo del abismo, y cuyo objetivo estaba en las antípodas de las propuestas esbozadas por la revista Qué, fue José Alfredo Martínez de Hoz, un personaje que solía decir que era lo mismo producir caramelos que acero. Pero no está de más refrescar la memoria, como ejercicio útil para evitar cometer otra vez los mismos errores. Por eso también vale citar las políticas aplicadas durante la década del ‘90, de las manos de Carlos Menem y Domingo Cavallo, como el broche de oro de la desindustrialización y desnacionalización de los recursos clave de nuestro país. Es cierto que en la Argentina del siglo XXI existe una tendencia débil de cambiar las cosas, al menos algunas de ellas. Pero la necesidad de nuestra querida gente, de millones de compatriotas, es de extremada urgencia. Y requiere de propuestas concretas, dotadas de inteligencia y valor. Despojadas de intereses mezquinos. Allí está el motivo principal de la reaparición de Qué. Los que formamos parte de este emprendimiento tenemos el sentido clarísimo de la defensa de los intereses nacionales. Quienes hacemos la revista Qué segunda generación, entendemos también que el mejor homenaje a los forjadores de la publicación, desde Raúl Scalabrini Ortiz hasta Rogelio Frigerio y Arturo Frondizi, sin olvidar el brillante aporte de hombres como Arturo Jauretche, es retomar su obra. Porque es posible una Argentina grande y poderosa z Revista Qué. Director: Eric Calcagno. Editora responsable: Myriam René Chávez de Balcedo. Secretaría de redacción: Carolina Balderrama y Claudio Lentini Coordinador General: Sergio Rabuszki. Colaboran en este número: Ricardo Andrés De Dicco, Alfredo Eric Calcagno, Horacio Marmureck y Juan Escobar. 0405-que.qxd 20/09/05 05:34 p.m. Página 1 4 Revista La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 EDITORIAL REVOLUCION U en el periodismo na revolución en el periodismo produjo el semanario Qué sucedió en 7 días, fundado y dirigido por Andrés Calamaro en 1946. Llegó a vender treinta mil ejemplares, una cifra insólita para la época, con redactores de la talla de Dardo Cúneo, Baltasar Jaramillo, Vicente Fatone, Ernesto Sábato, Jacobo Timerman y Raúl Scalabrini Ortiz. Qué reaparece en 1957 en circunstancias todavía no terminadas de contar. Presumiblemente, la dirección fue ofrecida a Scalabrini Ortiz y a Jauretche, quienes en su condición de peronistas activos no consideraron apropiado aceptar, dadas las condiciones de aquellos días. El destino le ofrece una oportunidad a Arturo Frondizi, acordando que Rogelio Frigerio, personaje a quien recién conocía, asumiera la conducción de la revista, cuya cabeza visible fue en sus comienzos Marcos Merchensky. Poco tiempo después, Frigerio asume la dirección definitiva de la revista, que luego abandona en 1958 para hacerse cargo de la Secretaría de Asuntos EconómicoSociales de la Presidencia. Por un breve lapso lo sucede Scalabrini Ortiz y, posteriormente, Mariano Montemayor. Para comprender la filosofía de Qué es preciso situarse en la época y los hombres. La revolución de 1955 había desalojado a Perón del gobierno, dejando profundas divisiones y heridas irreconciliables en la sociedad. Frondizi impulsó entonces la escisión del radicalismo, de cuadros heterogéneos y con profunda raigambre antiperonista, pero quedó en minoría, apoyado únicamente por sectores de la pequeña burguesía, los industriales y una fuerte presencia de líderes políticos del interior. Debe abrirse camino hacia las masas y para eso necesitaba del peronismo y de dirigentes prestigiosos que lo acompañasen. El rol de Qué contribuyó decisivamente a tender ese puente que allanaría los obstáculos para que Frondizi llegara a la presidencia con su apoyo. La revista se hizo sin gente con pasado radical, sus integrantes provenían en su mayoría de la izquierda nacional y del peronismo con un toque de nacionalismo católico que, entre otras cosas, arreglaría rápidamente las diferencias con la Iglesia. Ramón Prieto, conspicuo miembro de lo que posteriormente se denominaría “la usina” del desarrollismo, hace una descripción ajustada: “Qué fue un curso de economía política y un aliciente para la acción política y social, que valió de la misma manera para peronistas y no peronistas, superando sus contradicciones for- Qué fue un curso de economía política y un aliciente para la acción política y social males y abriéndoles un camino común en el que Jauretche ponía la pimienta y sal de su pe-ronismo, Scalabrini Ortiz la hondura de su pensamiento nacional y Frigerio los esquemas en que se ligaban, como parte de un todo indi-soluble, la economía, la política y ambas con la justicia social”. Paralelamente, se crearía con los aliados al naciente frondizismo el “Centro de Estudios Argentinos”, entidad que, en la misma línea, dictaba cursos y conferencias sobre los más diversos temas de economía, historia, cultura, política y hasta cirugía, éstos últimos a cargo de Ricardo Finochietto y Raúl Matera. Desde sus comienzos, Qué apoya la candidatura de Frondizi a la presidencia, inaugurando una nueva forma de ejercer el pe-riodismo político y la práctica política. En un país convulsionado por la antinomia peronismo-antiperonismo, que no encontraba salida social ni económica, impone un lenguaje diferente. Hay denuncia, claro está, pero en sus páginas se habla de industrialización, integración nacional, pacificación, unidad latinoamericana y alianza de todas las clases y sectores sociales, con el objetivo común del desarrollo armónico espiritual y 0405-que.qxd 20/09/05 05:34 p.m. Página 2 La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 5 Revista Por Alfredo E. Calcagno Doctor en Derecho y Ciencias Sociales, UBA material. Los editores sabían su quehacer: tenían que machacar sobre todo el vasto temario del interés nacional. Pero los pro-blemas no se reducían a simples enunciados o diagnósticos. Había que exponerlos y estudiarlos, proponer soluciones y líneas de acción. Por esta razón, las páginas de Qué convocaron a especialistas de las áreas más diversas, quienes conjuntamente con los técnicos nucleados en el Centro de Estudios, sumados a la poderosa gravitación intelectual de Arturo Frondizi y todos los que lo rodearon, comenzaron a configurar un programa de gobierno. No faltaba el humor, al que contribuyeron Garaycochea, Landrú y otros más. Con actitud combativa, pero también profundamente racional y política, Qué atrajo a una multitud de jóvenes desencantados del viejo discurso y la lucha estéril, como también a buena parte de la intelectualidad del peronismo y del radicalismo disidente. Se suministraban material e ideas a la política, poniendo la piedra fundamental a la alianza que se haría efectiva posteriormente. El trabajo de Qué fue dotar de un lenguaje e ideología precisos que sirvieran de fundamento para la construcción de un movimiento nacional de vastos alcances. El 29 de abril de 1958, a dos días de L os diarios y revistas informan acerca de los acontecimientos políticos, sociales y económicos de un momento dado. Pero por su misma índole, los juzgan desde afuera y rara vez se convierten ellos mismos en protagonistas de la historia que relatan. No se trata de la prensa partidaria o de la inspirada por el gobierno, usual en las democracias, sino de hechos políticos producidos por medio de la prensa. Ejemplos clásicos de esta función a escala internacional, lo constituyen L'Aurore de Paris (artículos de Émile Zola sobre el Caso Dreyfus, Paris, 1898), o Combat, de la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Entre nosotros, los artículos de Mariano Moreno en La Gaceta de Buenos Aires de 1810 fueron factores políticos determinantes. Más de un siglo después, los Cuadernos de Forja (1935-1946) inspiraron los programas de gobierno peronista y desarrollista. Dentro de este periodismo-protagonista se filia la revista asumir Frondizi la presidencia, Qué, en un número extraordinario, titula: “Un Programa que Cumplir, con estrecha vigilancia popular”, donde puede leerse: “Aquí han luchado dos políticas económicas y sociales que se enfrentan desde hace tiempo para dirimir la senda que tomará la Nación para el desarrollo de su economía. Las estructuras que responden a la política de supeditación del desarrollo de la Nación a las exigencias de una minoría oligárquica y sus aliados extranjeros, han sido profundamente conmovidas por la posibilidad de crecimiento del país...”. Cualquier parecido con la actualidad, no es casual .z se desestatizaron los depósitos bancarios, se dio autarquía al Banco Central, se liberaron los precios y se intentaron controlar los salarios. Frente a esta restauración oligárquica, la revista Qué se convirtió primero en un centro de oposición y después en el núcleo donde se configuró la alianza Perón-Frondizi, que triunfó en las elecciones de 1958. Ello requería un debate de principios, ideas y perspectivas que se realizó en la revista. Fue la continuación, en otro contexto y época, de los Cuadernos de Forja; en esta tarea estaban presentes dos de sus más ilustres miembros: Raúl Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche. Había que darle sentido político a la eventual labor de gobierno, cuyos ejes deberían ser la integración social, política y económica (en primer término con la eliminación de las proscripciones políticas) y la consolidación de la Argentina industrial. Así, Qué no fue sólo un relator de la historia, sino que contribuyó a forjarla. Puede discutirse lo que ocurrió después; pero es otra historia. La revista Qué marcó rumbos durante los tres años que se publicó. Esto ocurrió entre 1956 y 1958. Casi medio siglo después, se emprende una tarea con Qué La Revista en 1956-1958 y en 2005 Qué: entre 1956 y 1958 fue el instrumento para la construcción de un frente político nacional y popular frente al sesgo colonial y represivo de la llamada “Revolución Libertadora”. ¿Cuáles fueron los rasgos distintivos del gobierno militar que surgió en 1955? En cuanto al modelo económico global, continuó la hegemonía del sector industrial, pero ya no como modelo de consumo de masas sino concentrador. Se entraba en la sustitución de importaciones “difícil”, dominada por las empresas grandes y el consumo de grupos de ingresos medios y altos (al revés de la “sustitución fácil”, hegemonizada por los empresarios medios y chicos y el consumo de masas). Los beneficiarios y los perjudicados fueron los inversos a los del sistema peronista: se transfirieron ingresos de los asalariados al capital y de la ciudad al campo. Un símbolo: el 30 de agosto de 1956, la Argentina se incorporó al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (en 1957 se firmó el primer acuerdo stand-by). Se suprimió el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio, IAPI (es decir, se devolvió a los exportadores la renta del comercio internacional de cereales), se eliminaron los controles de cambio y las limitaciones a la entrada de capital extranjero, inspiración análoga, con nuevos nombres y dentro de las condiciones actuales (seguir la tradición no es usar el sombrero del abuelo, sino comprarse uno nuevo, como hizo él). La Argentina está superando un momento de ruptura, de sentido inverso al de 1955 y esta vez dentro de la legalidad. Sin embargo, es asombroso que las reivindicaciones sigan siendo las mismas: integración (esta vez social y económica) y reindustrialización. Parece mentira que el 40% de la población esté en situación de pobreza, que se haya vaciado al Estado, declinado la soberanía nacional, desindustrializado, renunciado a la renta de los recursos naturales; pero todo eso ocurrió durante el período neoliberal. Ahora está claro qué es lo que no se quiere; pero hay que discutir en detalle lo que se quiere y la forma de lograrlo. Es indispensable emprender la reconstrucción, para lo cual debe reabrirse un debate de ideas que politice (en el mejor sentido de la palabra) la solución de nuestros problemas. Ojalá la revista Qué se convierta otra vez en una fuente de información veraz, en un centro de debate de ideas, en una forja de propuestas y en un baluarte de la defensa del interés nacional y popular.z 0607-que.qxd 20/09/05 05:37 p.m. Página 2 6 Revista La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 ENERGIA EVOLUCION DEL SECTOR ENERGETICO EN LA ARGENTINA Para RECUPERAR la energía L nacional Por Ricardo De Dicco Investigador del CEPEN-UBA, IDICSO-USAL y Grupo MORENO a Argentina fue pionera en América Latina, y en el mundo, en materia de política energética orientada al desarrollo. Desde los inicios hasta los noventa, petróleo y gas fueron elementos estructurantes en un proyecto nacional de modernización. ¿Cómo se instrumentó ese proyecto? ¿En qué situación estamos ahora? ¿Qué podemos hacer? Cuadro 1. Argentina: abastecimiento energético Fuentes de Energía Construcción A principios del siglo XX, el país contaba con una oferta de recursos energéticos poco variada, donde el petróleo y el carbón (importados) participaban con el 60% en la satisfacción de las necesidades, la leña con el 30% y otras formas de energía proveían el 10% restante. Desde la creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en 1922, al final del primer gobierno de Yrigoyen, y hasta los años ochenta, se expandió la oferta y la producción de energía en todas sus formas (combustibles derivados del crudo, gas natural, electricidad) así como se diversificó La reforma constitucional de 1949, en su artículo 40, declaró a los yacimientos de dominio inalienable e imprescriptible de la Nación 1970 1988 2005 Petróleo 68 48 43 Gas 21 41 46 Hidroenergía 1 4 4 Energía nuclear - 2 2 10 5 5 Otras formas Fuente: elaboración propia, en base a datos de la secretaría de Energía de la Nación. el suministro eléctrico (en base al gas natural que distribuía la empresa Gas del Estado creada por iniciativa del general Perón, poco antes de asumir su primer gobierno, más la hidroelectricidad y, en menor medida, la núcleo- electricidad) (véase el cuadro 1). Se advierte que, tanto en 1970 como en 2005, el petróleo y el gas abastecen el 89% del consumo. Lo que varió es el porcentaje de cada uno: el petróleo cayó del 68% al 43%, y recíprocamente creció el gas. Hasta las políticas de privatizaciones de los años ‘90, bajo la gestión del Estado se formularon e instrumentaron políticas de planificación energética, que ayudaron a configurar un aparato productivo industrial y tecnológico (con Brasil como único competidor en la región sudamericana). Con respecto a los aspectos normativos de la política petrolera, desde 1935 y hasta 1949, la propiedad de los yacimientos de hidrocarburos correspondió a las provincias (ley 12.161, de 1935). Después, la reforma constitucional de 1949, en su artículo 40, declaró a los yacimientos de dominio inalienable e imprescriptible de la Nación, sin posibilidad de participación de las empresas privadas en la actividad petrolera. Destrucción Hacia 1967, el gobierno militar de Onganía dicta la ley 17.319 de Hidrocarburos, todavía vigente, que si bien establece la propiedad del Estado nacional sobre los hidrocarburos, permite la participación del capital privado mediante permisos de exploración y concesiones de explotación. La ley 24.145 de 1992 sobre Privatización de YPF y Federalización de Hidrocarburos, sancionada bajo la administración del presidente Menem, revirtió a las provincias la propiedad de los hidrocarburos, medida que fue confirmada por la Con la gestión privada, los activos estratégicos y económicamente viables del Estado... fueron dilapidados y/o transferidos al exterior ; así como también se pedieron técnicos altamente calificados Constitución de 1994. Así, se desplazó al Estado nacional de la actividad petrolera. En relación con los descubrimientos de yacimientos de hidrocarburos, casi el 97% fue el resultado de los esfuerzos de exploración realizados por la Administración Pública entre 1907 y 1988 (a través de YPF entre 1922-1988). Los resultados son contundentes. Las inversiones de capital de riesgo en los 25 años precedentes a las reformas menemistas fueron: 119 pozos de exploración en 1966, 84 en 1975, 150 en 1985, 103 en 1988 y 98 en 1990. Mientras que la gestión privada realizó 60 pozos de exploración en 1995, 30 en 2000, 17 en 2003 y 21 en 2004. En el contexto del Consenso de Washington, las reformas neoliberales iniciadas en la Argentina a mediados de los años setenta se profundizaron con la sanción de la ley 23.696 de Reforma del Estado (de 1989), que en el sector energético dieron lugar a una serie de decretos y leyes que privatizaron y desregularon servicios públicos, con el objeto de transferir las funciones básicas del Estado en materia de gestión, planificación, control y regulación de la cadena energética al capital privado. Por consiguiente, el mercado ampliado de la energía se desenvolvió –y se desenvuelve– en forma anárquica: I. Con la gestión privada, los activos estratégicos y económicamente viables del Estado, que habían sido enajenados por el modelo neoliberal, fueron dilapidados y/o transferidos al exterior; así como también se pedieron técnicos alta- 0607-que.qxd 20/09/05 05:37 p.m. Página 3 La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 mente calificados. II. Tras la desintegración vertical y horizontal de los segmentos del petróleo, el gas y la electricidad llevada a cabo con las privatizaciones, un puñado de empresas integró vertical y horizontalmente tales segmentos. Estas empresas participaron en cada uno de los eslabones de las cade- la renuncia del Estado a sus obligaciones de control y regulación, han dejado al país al borde del abismo energético 7 Revista nas productivas (desde la extracción de la materia prima hasta la comercialización mayorista/minorista y el consumo industrial del producto final). Se conformó así un mercado de competencia extremadamente imperfecto, con violación de los propios marcos regulatorios creados durante las privatizaciones. III. Los aumentos sistemáticos de los precios de los combustibles y las tarifas de servicios públicos de la energía aplicados en los años noventa violaron el Régimen de Convertibilidad (ley 23.928, de 1991) y los marcos regulatorios de los segmentos de gas (ley 24.076, de 1992) y de electricidad (ley 24.065, de 1992); los correspondientes al período 2002-2005 son violatorios de la ley 25.561 de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario (de 2002). No parece existir demasiada seguridad jurídica. IV. Nunca se realizó la expansión de la red troncal de gasoductos y de la red de alta tensión de energía eléctrica que abastecen al mercado interno, con lo que se violaron los marcos regulatorios, pese a la captación de rentas extraordinarias (transferidas al exterior o presuntamente invertidas en gasoductos de exportación). V. Los permisos de exploración y concesiones de explotación de hidrocarburos adjudicados con la entrega de las áreas centrales y marginales de las cinco cuencas productivas del país violaron la ley 17.319 de Hidrocarburos (de 1967). VI. La alta dependencia de los hidrocarburos, la nula inversión de capital de riesgo en exploración, el escaso desarrollo de fuentes alternativas de energía, las exportaciones de hidrocarburos y derivados en un país con escasas reservas comprobadas, la renuncia del Estado a sus obligaciones de control y regulación, han dejado al país al borde del abismo energético. Consecuencias y propuestas Como resultado de ello, la Argentina cuenta con menos de una década de disponibilidad de petróleo y gas natural. Es responsabilidad de la administración recuperar el control del subsuelo para planificar su explotación y captar su renta (mediante impuestos y por una empresa estatal). Podrán así explorarse nuevas reservas y desarrollarse otras fuentes de energía primaria. Se trata de energías alternativas a los hidrocarburos (nuclear, hidroenergía y eólica) y combustibles distintos a los derivados del crudo (biocombustibles, hidrógeno, etc.). En caso contrario, la Argentina será un país importador en un contexto de aumentos de precios sin límites de un recurso natural que se agota. Las consecuencias en materia de soberanía, desarrollo y gasto fiscal serían demoledoras z 0809-que.qxd 20/09/05 05:40 p.m. Página 1 8 Revista La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 ENTREVISTA A NORBERTO GALASSO Medio siglo de Pensamiento Nacional Por Eric Calcagno Director -¿Cuáles eran las ideas políticas dominantes cuando salió la revista Qué? ¿Cuáles son las ideas políticas dominantes ahora..., qué pasó en este medio siglo? - En una biografía de Jauretche cuento lo que me relató Dario Alessandro (padre). Según él, en realidad, la idea de Qué era gestar un movimiento nacional pero que no se le pudiese decir que era peronista: es el empuje a Frondizi, que surge de una conversación que tuvieron Arturo Jauretche, Rogelio Frigerio y Machinandiarena. Cuando Qué aparece, planteaban que había que hacer industria pesada inmediatamente; tenían una posición bastante crítica, por supuesto había una abrumadora predominancia gorila en todos los medios, ¿no?, estamos hablando de Enero del 56. Luego la revista Qué gira de una posición muy crítica al peronismo hasta una posición en la que comienza a ser más pro-peronista; y después empieza a girar a una posición mas pro-nacional, no pro-Perón, pero de reconocimiento de los presos peronistas. Hablan de ese tipo de cosas e instalan la candidatura de Frondizi y ahí es cuando Jauretche, ya exilado, le insiste a Scalabrini que se conecte con Frigerio para escribir y la revista tiene un gran crecimiento en ese momento con las cartas de Scalabrini Ortiz, que empiezan a publicarse todas las semanas en dos páginas, y tienen entonces una gran influencia. También existía una posición dura en el sentido de la resistencia, votoblanquista, totalmente en contra de cualquier concesión -que después incluso cuando Perón decide apoyar a Frondizi hay 800.000 votos en blanco-, donde estaba el padre Benítez, donde estaba alguna gente del “comando nacional”, como Cesar Marcos, que consideran que la intervención de Cooke en el arreglo con Frondizi era una especie de traición. - ¿Una traición de Cooke? - Claro, ellos lo consideran una traicion, rompen con Cooke. En realidad es Perón quien decide, como siempre, ¿no?; entonces ahí lo que uno podría decir es que frente a la abrumadora influencia antiperonista y de los fusilamientos del 9 de Junio y todo eso, se empieza a intentar gestar de parte de la revista Qué, de Jauretche, Scalabrini, etc, una posición tomando al tipo menos gorila, más pasable de los partidos políti- “Creo que los que no entienden la necesidad de los frentes nacionales o de los movimientos de liberación no pueden entender la historia de América Latina” El compromiso político de Norberto Galasso se expresa en una tarea esencial: ordenar y enriquecer el acervo del pensamiento nacional que va de San Martín, Artigas, Moreno, hasta Perón, Scalabrini Ortiz y Jauretche, entre muchos otros. En tiempos en los que este paradigma de pensamiento ha sido denostado con los más variados adjetivos, desde las insólitas acusaciones de “fascismo” hasta las descalificaciones metodológicas en términos de “populismo”, Galasso responde desde sus cincuenta libros y cientos de conferencias para situar, desde un ámbito crítico y reflexivo, el análisis sobre el carácter histórico de nuestros problemas y esbozar las posibilidades de acción política concreta. Porque representa el nexo fundamental que restablece la formación de la conciencia nacional de modo efectivo, luego de una larga noche de varios decenios, agradecemos sus comentarios en el momento del relanzamiento de la Revista Qué cos, pero al cual tampoco se lo podía prohibir, porque había sido diputado antiperonista y empieza a gestarse una corriente de frente nacional; empieza a surgir el frente nacional en ese momento porque consideran que es la única vía que el ejército va a admitir, una cosa nacional pero que viene del radicalismo... - Y hoy, cincuenta años después, ¿cómo ve al panorama ideológico? - Creo que por un lado hay una revitalización, me parece, de la política y las discusiones ideológicas con respecto a hace dos años. Todo este período de Kirchner ha creado cierta expectativa. - ¿A usted le parece que desde diciembre de 2001 existe un fenómeno de “repolitización” o un interés renovado por la política? - Al principio sí, después, cuando las asambleas se frustran hay un bajón, y ese bajón me pareció bastante fuerte, pero desde entonces las cosas que dice Kirchner, estas cosas que dice contra el Fondo Monetario, que dice Cristina que menciona a Jauretche en la feria del libro, ¿no?; y bueno, el hecho de que aparezca que se sentencie a un tipo porque era un torturador o que la Corte funcione de otro modo me da la impresión de que ha oxigenado la cosa. Como diciendo hay cosas que se pueden decir y hay cosas que se pueden hacer, más allá de que en otros aspectos uno diga: “Bueno, hay asignaturas pendientes bastante graves”, ¿no? - Muchas veces se escucha la frase: “A este país lo echó a perder Perón”¿Y eso a qué se debe? ¿A que se impuso como lugar común, como sentido común, las culpas del peronismo? - Creo, por un lado, que eso es producto de la presencia de los trabajadores que irrumpieron en este mundo pequeño de clase media, aún en mi propio barrio, porque no es que acá haya ricos, en el barrio son tipos de clase media que eran dueños de la ciudad y que tomaban el taxi tranquilamente e iban al centro o iban al restorán y tenían lugares e incluso despreciaban al tipo que se cruzaba si era un trabajador. Resulta que el trabajador empezó a tomar ínfulas y yo creo que les ha provocado en ese momento una reacción terrible, que no olvidan... - ¿Y no estamos ahora en una situación donde nuevamente el sector del trabajo está, de algún modo, ofendido y humillado? - Estamos ahora en una situación bastante compleja, en la que este tipo de personajes que te digo, es el que le dio masitas y café a los piqueteros y ahora después, al poco tiempo le cortan las calles y se pone loco..., pero creo que lo más importante y desgraciado de este momento es la fragmentación de todo el campo popular, ¿no?, el hecho de que haya tantas organizaciones piqueteras, tantos partidos políticos; todo lo contrario de lo que deberíamos hacer, deberíamos gestar de algún modo un gran frente. - Con 50 libros publicados, que no es poco, ¿cúal es el sentido que tiene en común toda esa producción literaria? - Y, toda esa producción literaria viene a tener en común la propia experiencia de una persona que empezó a leer cosas del marxismo cuando tenía veintitantos años y por una cuestión, digamos de ética, o de dignidad, o no sé por qué, adhirió a las vicisitudes de la clase trabajadora y a ponerse a favor de los oprimidos y al salir a la calle se encontró con que ningún trabajador era socialista o comunista, eran todos peronistas. Acá estaba la Royal cerca, y empecé a conversar con dos vecinos y que uno de ellos me decía: eso hay que hablarlo con un poco de “kerosene”, así lo llamaban al vino tinto, y entonces un chaqueño, un roble el tipo, que era peón de ahí de la Royal, era peronista, y eso me llevó de un modo u otro al grupo de Ramos... También, gracias a Jauretche en muchos aspectos, pude desaprender las malas enseñanzas, pero Ramos era más interesante para mí porque hacía una síntesis entre lo que yo había leído de los clásicos, especialmente las cosas que había leído de Trostki sobre América Latina y todo eso, y la posición nacional, lo que pasa que eso me duró a mí del año 63-64, en que me acerqué a Ramos, hasta el 71, en que no terminé en buenos términos. - ¿Y en esa cuestión de desa-prender?... bueno se desaprende..., se trata de terminar con los mitos fundadores del liberalismo argentino ¿y en ese lugar qué ponemos? -Yo creo que proponemos una concepción que 0809-que.qxd 20/09/05 05:40 p.m. Página 2 La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 9 Revista Escribe Galasso... Perón. Biografía en dos tomos, Colihue, Bs. As., 2005. Fratelanza. Enrique Santos Discépolo, el reverso de una biografía, Colihue, Bs. As. 2004. Textos selectos de Jauretche, en colaboración con Germán Ibañez, Corregidor, Bs. As., 2004. Del televisor a la cacerola. Desventuras y replanteos de un hombre de la clase media de Buenos. Aires, Editora Cooperativa Astralib, Bs. As., 2002. De la Banca Baring al FMI (Historia de la deuda externa argentina). Colihue, Bs. As., 2002. Socialismo y cuestión nacional, Homo Sapiens, Rosario, 2001. Ricardo Carpani: Arte y Revolución. Centro Cultural Enrique Santos Discépolo, Bs. As., 2000. Seamos libres y lo demás no importa nada. Vida de San Martín, Colihue, Bs. As., 2000. Yo fui el confesor de Eva Perón (Conversaciones con el Padre Hernán Benítez), Homo Sapiens, Rosario, 1999. sería más o menos ésta: el protagonista que empuja el progreso histórico de los argentinos son las masas populares, y esas masas populares se expresan como pueden, a veces se expresan con ideologías hasta defensivas, como la bandera “Religión o muerte”, de Facundo Quiroga, que aparentemente es una ideología reaccionaria, pero que en realidad expresaba el rechazo a la política porteña, y exigía una Constitución, que se repartieran las rentas de la Aduana. Después se expresan como clases medias que se incorporan al aparato del Estado con el yrigoyenismo y después se expresa con los trabajadores dentro de un frente de liberación nacional, no en un partido de clase; pero ese frente de liberación nacional es importante. Creo que los que no entienden la necesidad de los frentes nacionales o de los movimientos de liberación no pueden entender la historia de América Latina. Excepcionalmente se produce como lo de Allende, que también era un frente pero aparentemente un frente de izquierda, cuando en general todos son frentes más bien nacionales. -Tal vez porque a la relación social se le superpone la relación centro-periferia, es ahí donde donde hay que tener cuidado de no confundirse... - Bueno, claro, allí entramos en las contradicciones propias del peronismo, donde los trabajadores son la columna vertebral, pero el ministro de economía era Miranda y después era Gelbard, es decir empresarios, que si bien adherían a la política de Perón y si bien Gelbard intentó el impuesto a la renta a la tierra, eran empresarios y hay un gran crecimiento y un gran desarrollo dentro del marco del capitalismo. Pero igual lo mejor que ha pasado en la República Argentina es eso; porque quizás la sociedad argentina daba para un crecimiento dentro del capitalismo y para que los trabajadores ganen sobre eso y no se plantearan algo que cuestionase al capitalismo... Capitalismo nacional que en aquel momento pudo ser y que creo que en este momento es más difícil; los grandes empresarios están más bien en el mercado externo, más bien en otra cosa, ¿no?; no están en la Comunidad Organizada. - Cuando usted cita la “Guerra del Paraguay” como la Historia de la Triple Infamia, la historia oficial escenifica un combate como si estuvieran peleando Francia contra Prusia, y entonces no se entiende que gauchos entrerrianos se vayan a pelear junto con los paraguayos... ¿Cuándo surge la Argentina como idea de Nación? - Yo me acuerdo que Jauretche decía “nosotros, los del pensamiento nacional, hemos ganado la batalla”. Esto lo decía él cuando vende en poco tiempo 15 ediciones del Medio pelo en la sociedad argentina, y consideraba entonces que la batalla estaba ganada en medio de la marea social del cordobazo... sin embargo, eso se fue al carajo y La búsqueda de la identidad nacional en Jorge L. Borges y Raúl Scalabrini Ortiz, Homo Sapiens, Rosario, 1998. El Che y la revolución latinoamericana. Ediciones del Pensamiento Nacional. Bs. As., 1997. J.W. Cooke: de Perón al Che, Homo Sapiens, Rosario, 1997. Jauretche, biografía de un argentino. (1901 – 1974), Homo Sapiens, Rosario, 1997. Dos Argentinas: Jauretche – V. Ocampo, Homo Sapiens, Rosario, 1996. El socialismo que viene, Ediciones del Pensamiento Nacional, Bs. As., 1996. Verdades y mentiras acerca de Perón y Eva Perón, Ayacucho, Bs. As., 1996. Borges, ese desconocido. Ayacucho, Bs. As., 1995. La larga lucha de los argentinos. Ediciones del Pensamiento Nacional. Bs. As., 1995 La revolución de Mayo: el pueblo quiere saber de qué se trató, Ediciones del Pensamiento Nacional, Bs. As., 1994. Mariano Moreno, “el sabiecito del sur”, Ediciones del Pensamiento Nacional, Bs. As., 1994 Política y economía: Escritos de Arturo Jauretche, Los Nacional Editores, Bs. As., 1994. Atahualpa Yupanqui, el canto de la patria profunda, Ediciones del Pensamiento Nacional, Bs. As., 1992. “Creo que hay sectores de clase media que están en el proceso de replanteo y digamos de ruptura con lo que les enseñaron, de búsqueda” cuando se fue al carajo vino otra vez una presión muy fuerte entre el horror de la dictadura y los intelectuales y los comunicadores sociales y entonces mucha gente se tragó lo de las privatizaciones. El otro día leía un texto de Luis Alberto Romero. Dice “nosotros los historiadores de la universidad ya no coincidimos con lo que se enseña en la escuela primaria”, entonces ¿para que están? Porque no coinciden, pero tampoco lo dicen. Por ejemplo, con respecto a la Revolución de Mayo, coinciden ahora investigando un poco, en que no era un movimiento separatista sino que era un movimiento más bien para desplazar al virrey y ver qué pasaba en España y que se hace independentista, separatista en 1814. Mitre inventó una historia, llegan a decir eso, inventó una historia para inventar una identidad nacional. Yo creo que la inventó para generar una identidad colonial, una identidad funcional a la clase dominante, una Argentina europeizada, blanca, mirando al Atlántico. - Y es esa ideología la que permite la masacre de los indios, de los gauchos y de la guerra del Paraguay... - Seguramente, eso es lo que yo creo que está en crisis. Es decir, es una Argentina en crisis que parece que empieza a mirar... lo de Evo Morales, por ejemplo, la gente sabe quién es Evo Morales, antes vos decías ¿quién hace política en Bolivia? No se conocía a nadie, subsiste eso del desprecio a los paraguayos y la expresión de los bolitas..., pero yo creo que hay sectores de clase media que están en el proceso de replanteo y digamos de ruptura con lo que les enseñaron, de búsqueda. Es un fenómeno sociopolítico que me parece que es interesante. Tanto en el Centro Cultural Discépolo, que queda en Pompeya, como en las charlas del ND/Ateneo, que es más céntrico, con más espacio, y donde hay siempre más de quinientas personas. El primer día había una cola para entrar de dos cuadras. - Me da la sensación de que si la Argentina fuese una película, están los actores, está el escenario, pero falta el guión. Se toman decisiones a veces correctas, como por ejemplo todo lo del Fondo Monetario Internacional, pero no hay un guión de conjunto que nos oriente de modo efectivo... - Sí, sí, sí, eso es cierto, y es lo que provoca la distorsión también, porque si hubiera un planteo, una propuesta alternativa muy clara, que pudiera resumirse en cuatro o cinco consignas o planteos o lemas de ese tipo, creo que sería posible tratar de lograr una mayor cohesión, aunque no es una tarea muy fácil. z De Martínez de Hoz a Cavallo. Editorial Fraterna. Bs. As., 1992. Liberación Nacional Socialismo y clase trabajadora, Ayacucho, Bs. As., 1991. De Perón a Menem. Ediciones del Pensamiento Nacional, Bs. As., 1990. El Marxismo y la cuestión nacional, folleto, 1989. Ramón Doll. Socialismo o Fascismo, CEAL, Bs. As., 1989. La larga lucha de los argentinos (y cómo nos contaron esa historia), Editorial Crear, Bs. As., 1987. No lo dejemos ahí, Editorial Felipe Varela, Bs. As., 1987. Juan José Hernández Arregui; del peronismo al socialismo. Ediciones del Pensamiento Nacional, Bs. As., 1986. Imperialismo y pensamiento colonial en la Argentina, R.Vera Editor, Bs. As., 1985. Jauretche y su época. (1901-1955). Peña Lillo Editor, Bs. As., 1985. Barajar y dar de nuevo, Los Nacionales Editores. Bs. As., 1984. M. Ortiz Pereira, precursor de FORJA, CEAL, Bs. As., 1984. Libros y Alpargatas, Los Nacionales Editores, Bs. As., 1983. Felipe Varela y la lucha por la unión latinoamericana, Ediciones del Pensamiento Nacional, Bs. As., 1983. La izquierda nacional y el FIP, CEAL, Bs. As., 1983. Scalabrini Ortiz y la lucha contra la dominación inglesa, Ediciones del Pensamiento Nacional, Bs. As., 1983. Manuel Ugarte, un argentino maldito, Ediciones del Pensamiento Nacional, Bs. As., 1982. Que al salir salga cortando, Los Nacionales Editores, Bs. As., 1982. Escritos inéditos de Enrique Santos Discépolo, Ediciones Pensamiento Nacional, Bs. As., 1981. Polémicas de Jauretche, Los Nacionales Editores, Bs. As., 1981. Antología de Rufino Blanco Fondona, El Cid Editor, Bs. As., 1979. La Nación Latinoamericana, antología de Manuel Ugarte, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1978. América Latina. Unidos o dominados, Editorial Convergencia, Bs. As., 1975. Manuel Ugarte. Del vasallaje a la liberación nacional. De la liberación nacional al socialismo. (En dos tomos). EUDEBA. Bs. As., 1973. ¿Qué es el socialismo nacional?, Ayacucho, Bs. As., 1973. Vida de Scalabrini Ortiz, Editorial Mar Dulce, Bs. As., 1970. La década infame. (Con otros autores). Editorial Carlos Pérez. Bs. As., 1968. Roca. Colección Polémica - CEAL. Bs. As. 1968. Discépolo y su época, Editorial Jorge Alvarez, Bs. As., 1966. Mariano Moreno y la revolución nacional. Editorial Coyoacán, Bs. As., 1963. 1011-que.QXD 20/09/05 06:13 p.m. Página 1 10 Revista La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 UNA NOTA POLITICA DEMOCRACIA Y RESPONSABILIDAD COLECTIVA ¿Qué?... la CIUDADANIA Los períodos preelectorales suelen actualizar nuestro carácter de ciudadanos, hasta el día en que “la ciudadanía concurre a los comicios”. En este caso, cuando se habla de ciudadanía se está haciendo referencia al conjunto de los ciudadanos que ejercen su derecho/obligación del voto. El desafío es ampliar el sentido para profundizar la democracia Por Juan Escobar Analista político E l sufragio es un ejercicio básico tanto para constituirnos en ciudadanos practicantes, como para legitimar el sistema representativo en el que se basa la democracia. Por eso decimos que el voto es la base, necesaria aunque no suficiente, de nuestra ciudadanía. Porque la ciudadanía es un fenómeno, -más precisamente una práctica-, de carácter multidimensional que abarca una diversidad de aspectos interrelacionados que refieren al sujeto que la ejerce, el que por eso mismo se convierte en ciudadano. Por eso restringir la ciudadanía al voto es reducirla a su mínima expresión. Llevarla al límite donde si se lo traspasa, la ciudadanía tiende a desaparecer. De hecho se trata de una acción esporádica que si se identifica sin más con el ejercicio de la ciudadanía, deja la sensación de una discontinuidad que no llega a encarnarse en la cotidianeidad de su portador, el ciudadano. No es casual que ciertos fundamentalistas de mercado se hayan acostumbrado a insistir periódicamente con la cantinela de quitarle la obligatoriedad al voto. Y esto último es congruente con la dinámica de los mercados, que responde a otra lógica, para la que el derecho es algo ajeno. Esa fría lógica de la oferta y la demanda, que expresa una visión unidimensional, donde sólo cuentan los intereses particulares y todo es reducido al carácter de mercancía. Donde el individualismo se convierte en una cárcel que Por eso el neoliberalismo -que es la expresión de ese poder económico cuya única finalidad es concentrarse más allá de cualquier límite- suele teñirse de un cinismo que reconoce el precio de todas las cosas y el valor de ninguna pretende aislarnos de toda integración posible al conjunto social. Y por eso desestima cualquier idea de bien común que exceda el mero clima favorable a los negocios. Una visión para la cual el derecho no es más que un obstáculo al enriquecimiento sin restricciones. Una visión que conlleva lógicamente a la demonización del Estado. La realidad entendida como la proliferación de los mercados es propia de ese economicismo cerrado y ciego, para el que la vida humana no es más que un dato que pierde terreno frente al equilibrio de las cuentas convertido en un fin en sí mismo. Por eso el neoliberalismo -que es la expresión de ese poder económico cuya única finalidad es concentrarse más allá de cualquier límite- suele teñirse de un cinismo que reconoce el precio de todas las cosas y el valor de ninguna. En la Argentina, esa tendencia se sintetizó en la frase según la cual achicar al Estado era agrandar la Nación. Que encubría en realidad la destrucción del derecho y el aumento de la injusticia social hasta más allá de lo tolerable, llevada a cabo por todos los medios, sin desdeñar los más aberrantes. El pretendido tren de la historia al que nos forzaron a subir, finalmente nos condujo a un campo de concentración económica y exclusión social. Donde el Mercado se 1011-que.QXD 20/09/05 06:13 p.m. Página 2 La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 convirtió en el procedimiento único establecido para la atención de las necesidades humanas. Por acción y omisión de un Estado en retirada. Donde comés si tenés plata para comprar. Y si no tenés, fuiste. La sociedad civil, que es decir la parte organizada de la sociedad, se comportó como una malla de contención frente a la voracidad sostenida de los mercados sin control. Y cuando esa dinámica estalló por los aires se comportó de manera responsable y solidaria. Porque la base de la sociedad civil es lo que se conoce como voluntariado, es decir aquellas personas que dedican parte de su tiempo a participar en formas organizacionales orientadas a la atención de necesidades sociales. Que es una forma activa y cons-tructiva de ejercer la ciudadanía. En la Argentina, el voluntariado abarcaba aproximadamente un millón de personas, lo que no es decir poco. Con el derrumbe del Modelo de no-país, en diciembre de 2001, esa cifra se duplicó en el transcurso de un año. Dos millones de personas participando en organizaciones de lo más diversas abocadas al salvataje de damnificados por un mercado que era tan libre que se reservaba el derecho de admisión y permanencia. Hoy estamos en el comienzo del largo camino que nos alejará definitivamente del infierno. Ese camino puede transitarse descansando en los esfuerzos de un Estado que es de todos. Pero hay muchos argentinos 11 Revista El desafío de la democracia es la articulación de los intereses particulares de manera que conduzcan al bien común. La herramienta en nuestras manos es la ciudadanía. Y es una herramienta de cambio que se conoce cuanto más se practica que no se contentan con esperar. Y que no están solos. Y suman sus esfuerzos cotidianos contribuyendo a la construcción del bien común, acompañando el liderazgo de un Estado Nacional que volvió a interpretar las necesidades del conjunto y actúa en consecuencia. El desafío de la democracia es la articulación de los intereses particulares de manera que conduzcan al bien común. La herramienta en nuestras manos es la ciudadanía. Y es una herramienta de cambio que se conoce cuanto más se practica. Porque en democracia, el bien común es una responsabilidad colectiva, pero que se encarna en cada individuo en la medida que asume su carácter de ciudadanoz El estilo argentino Durante la primera mitad del siglo XX, nuestro país experimentó un crecimiento paulatino y sostenido del nivel de politización de sus pobladores, que llegó a su máxima expresión en la década peronista de cuyo final se cumple medio siglo en estos días. La historia se evidenciaba como lucha y la política era el ámbito natural donde se definía el sentido y la orientación de la historia. Se vivía con intensidad un compromiso que se asumía político, sin ambages y sin culpas. En esa primera mitad del siglo XX se consolidó la militancia política como el estilo argentino para ejercer la ciudadanía, esto es, se estableció como el eje en torno del cual se organizaba la participación en las decisiones colectivas, signado por el debate apasionado de ideas y una acción decidida sobre la realidad. La segunda mitad del siglo fue el tiempo de la expansión sin pausa de los mercados internacionales sobre las poblaciones civiles, que terminó dando paso a la etapa de la globalización económica en cuya atmósfera estamos inmersos. La militancia argentina, ese compromiso puesto en acto, fue evolucionando con el tiempo, dejando paulatinamente a la actividad política frente a un Estado que salvo en breves lapsos, había dejado de ser el ámbito de participación establecido para las decisiones colectivas. A medida que se iban agravando los problemas sociales por la expulsión de crecientes sectores de la población por la retirada del Estado, el compromiso militante se avocaba en mayor proporción a la atención directa y solidaria de necesidades concretas. La militancia, ese estilo argentino de ejercicio de la ciudadanía, siempre encuentra el cauce para actuar en la realidad. Vivimos tiempos de recuperación del Estado como expresión de una voluntad nacional y popular de reconstrucción. Nos resta recuperar plenamente la política como ámbito de participación colectiva para la definición y realización efectiva del Proyecto de País que nos debemos como Nación. Hay toda una experiencia históri- ca que precisa de nuestra creatividad para proyectarnos al futuro cercano como una comunidad nacional integrada a partir de la justicia social que, en palabras de Bernardo Kliksberg, es el mandato ético de nuestras democracias contemporáneas. 1213-que.qxd 20/09/05 06:09 p.m. Página 1 12 Revista La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 CULTURA Y COMUNICACION NUEVAS O VIEJAS PREGUNTAS, PARA NUEVOS O VIEJOS PROBLEMAS Por Carolina Balderrama Lic. en Comunicación Social E l marcado desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, no solo permitió (permite) por un lado, la producción de artefactos de alta generación, el movimiento y la circulación de capitales y bienes; sino que también promueve “la ilusión del estar conectado”. En otras palabras, los bienes culturales y simbólicos se han transformado en un capital, cuya producción, circulación y acceso no es de “alcance masivo”. Si a modo de ejemplo tenemos en cuenta que nada más que el 5% de la población mundial tiene acceso a internet, no sólo podemos decir que la “globalización” se da entre unos pocos, sino también que es notoria y creciente la desigualad existente en la apropiación de herramientas tecnológicas que van generando nuevos formas de socialización, que son de inclusión y exclusión al mismo tiempo. Los medios masivos posibilitaron a la audiencia ser partícipes -desde el living de su casa- de situaciones antes impensadas. Desde el mítico programa radial de Orson Welles, pasando por la transmisión mundial simultánea del hombre pisando la luna, la Guerra del Golfo Pérsico, el atentado a las torres Gemelas, la invasión a Irak, entre otros. DEBATES PENDIENTES Los avances tecnológicos de las últimas décadas modificaron las formas en las que el ser humano conoce, crea vínculos y produce sentidos sobre la realidad que no se televisan No son menores, pues, los debates provocados alrededor de éstos acontecimientos, como tampoco el control sobre la información impuesto por algunos gobiernos, como el de Estados Unidos con respecto al accionar de sus tropas en Irak. Estas limitaciones sufren la circulación de fotos de sus propias fuerzas armadas torturando a militares y civiles, filtradas a través de internet; tanto como las imágenes del atentado de junio último en Londres, que luego se difundieron a través de las fotos tomadas por los propios pasajeros de los trenes en el momento del atentado. Se puede decir que de alguna manera la tecnología, en éstos casos, permitió filtrar alguna información que intenta ser resguardada y por qué no, censurada. Pocos casos como los citados demuestran que la comunicación forma parte esencial del ser humano y de su estar en el mundo. Sin embargo hay una marcada tendencia a entenderla apenas como los sistemas, dispositivos y modalidades de acumulación y diseminación informativa -televisión, radio, tele- Es necesario destacar la importancia de comprender la comunicación como los procesos de significación social, en constante movimiento y en lucha de sentidos fonía, medios, entre otros- y esto potencia una mirada instrumental del problema, más aún cuando existe mucho capital invertido en investigación y producción de tecnología comunicacional que favorece esta mirada. Empero, es necesario destacar la importancia de comprender la comunicación como los procesos de significación social, en constante movimiento y en lucha de sentidos. Los medios de comunicación cristalizan maneras de mirar el mundo, interpretan y arman representaciones de la realidad que la mayoría de las veces no son cuestionadas, reforzando estereotipos y naturalizando desigualdades. Pistas para el recorrido En paralelo con estos avances tecnológicos, distintas teorías trataron de dar respuesta a los cambios provocados por este esce- 1213-que.qxd 20/09/05 06:09 p.m. Página 2 La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 nario en constante movimiento que caracteriza a la comunicación y a la información. En las últimas cinco décadas, algunas de éstas miradas lograron instalar preguntas y posibilitar debates. Hacia fines de los ´50 y durante toda la década de los ´60 la llamada teoría crítica o escuela de Frankfurt1 aplica una lectura marxista a los medios masivos. Esta mirada destaca la posibilidad de poner en relieve el alto grado de desigualdad entre los que producen los sentidos en forma masiva y quienes sólo tienen la posibilidad de ser receptores. La teoría crítica incorpora el componente económico en la lectura de la producción de los medios. Todo lo que producen lo hacen con fines de consumo y las personas acceden a bienes, hechos culturales y eventos, al igual que a otras mercancías materiales. Hacia la década del ´70 los Estudios Culturales2 cobran fuerza en América Latina y con ellos se relativiza la influencia que los medios masivos tienen en las personas y los grupos. Desde esta perspectiva, la cultura de una comunidad es suficientemente fuerte como para resistir las influencias de los medios. Los estudios culturales ganan terreno durante la década del ochenta. Surgen con 13 Revista Cuestiones no tan al margen En la actualidad, se plantea la cuestión de un receptor que resiste a todo, que es inmune a cualquier estímulo fuerza los análisis de recepción y audiencias, vinculados sobre todo a la lógica del mercado. Si bien los estudios culturales permitieron conocer cuánto de lucha por el poder hay en la vida cotidiana, no hay que olvidar lo que son las relaciones de poder en la vida política y el modo en que las matrices culturales se hacen presentes en ella. Esta década se caracteriza también por la institucionalización de las carreras de comunicación social en América Latina y por la casi nula crítica a la economía y a las políticas de comunicación. Esto último se expresa en el auge de los estudios de audiencia, mercado y consumo que prevalecen por sobre la reflexión acerca de la producción, circulación, distribución y apropiación de los recursos de comunicación e información por los distintos grupos sociales. A su vez, la década del noventa, bajo el signo de las privatizaciones y las desregulaciones de mercado, marcan la monopolización de la propiedad de los medios, de la palabra y sobre todo el crecimiento de oligopolios mediáticos. Llegamos así a un escenario caracterizado por la escasa participación ciudadana y por la negación del público como sujetos sociales, culturales y políticos. Sólo sirven los consumidores. En la actualidad, se plantea la cuestión de un receptor que resiste a todo, que es inmune a cualquier estímulo. Si bien la tecnología no determina por si misma el contacto con el otro, podemos preguntarnos ¿a quiénes beneficia? ¿qué tipo de sujeto propone? ¿a quién pertenece? ¿qué intereses representa? No es posible negar la centralidad que tienen las tecnologías de la información y las industrias culturales en nuestra vida. En ese contexto, el gran desafío es vincular la política y la comunicación, para construir un debate que politice el campo de la comunicación y la cultura. Que sea capaz de asumir la función más humanizante (¿y civilizatoria?) de la comunicación: dar sentido. Por ausente, este debate supera los estrechos cánones del periodismo conservador, cuyos límites a la libertad de expresión es la libertad de empresa. Es preciso implicar los movimientos sociales en su diversidad y riqueza, los partidos políticos, la sociedad civil en su creatividad. Un eficaz punto de partida para la acción supone pensar varias interrogaciones: ¿Qué empresas dominan el campo de la comunicación? ¿Qué intereses representan? ¿Qué tipo de acceso posibilitan a las inquietudes populares? ¿A quiénes benefician? ¿Cómo construir, entonces, una política nacional de comunicación? Son tareas que, sin duda, permitirán cuestionar la forma en que la política se mediatiza, el color que adquieren o que pierden los acontecimientos que se miran por TV, en una sociedad argentina ávida de comunicación, como también de veracidad, de calidad, de diversidad… y de sentido z 1 La Escuela de Frankfurt surgió en Alemania en 1923. La Teoría Crítica, entendida como aclaración racional, nació de dos planteamientos: la conjunción de la teoría marxiana con la de Freud y, por otro lado, el replanteamiento de los problemas de la teoría y de la práctica en su aplicación a la nueva Sociedad de Masas. Sus principales referentes son Theodor W. Adorno, Max Horkheimer, Walter Benjamín y Herbert Marcuse. 2 Surgen a mediados de la década del `50 en Inglaterra. Los estudios culturales comienzan a hablar de la comunicación como proceso productor de sentidos. Incorporan una mirada desde la cultura, la vida cotidiana. Dónde hay comunicación hay cultura, dónde hay cultura hay comunicación. Entre sus principales referentes se puede nombrar a: Raymond Williams, Stuart Hall, Hoggart. Y en América Latina a Néstor García Canclini y Jesús Martín Barbero. 1415-que.QXD 20/09/05 05:43 p.m. Página 1 14 Revista Primera quincena de septiembre de 2005 MEDIOS 1958-HOY La vida en CUADRITOS Por Horacio Marmurek Analista simbólico C onsiderada por algunos un género menor y por otros el noveno arte, la historieta en nuestro país tiene una historia rica, importante y generosa que ha sido capaz de alimentar a varios países. Desde la renacida Caras y Caretas, ya se conocían los cuadritos con pies, pero la secuencialidad de imágenes a las que de a poco se le agregan los globitos se desarrolla de una manera rápida y veloz. Tan es así que tuvimos nuestra primera revista compuesta solamente de historietas -El Tony - aún antes que en los Estados Unidos. Esa revista pre- Cuadros dentro de cuadros No es casual la profusión de adaptaciones de historieta al cine que estamos presenciando hoy día. La sola limitación de la imaginación dio presupuesto para crear la mayor cantidad de escenas que jamás necesitaron de computadoras para dar efectos especiales, ni tampoco obligaron a un guionista a coartarse por lo irrealizable de una historia. Es destacable entonces que el sabor argentino también está presente en esas adaptaciones que nos entregan desde el norte, ya sea en esa nevada que presagia lo peor en la última película de Spielberg (Guerra de los mundos), que tanto le debe al Eternauta, como los claroscuros de Sin City, que abrevan en ese monumento que es Alack Sinner, de Muñoz y Sampayo. Tampoco es extraño entonces que esas historias sean siempre deudoras unas de otras, donde la inspiración pasa de un lado al otro, aunque la caracterización y los universos ricos y definidos sean propiedad de la historieta, mientras que la masividad es propia del cine. sentó durante setenta años de manera ininterrumpida una selección de historietas. Este país fue en los años previos al 58, el de Lino Palacios, Divito, Dante Quinterno, Ramón Columba y otros, que entregaron a nuestra historia personajes, que con diferente éxito pasaron por las manos y los ojos de miles de argentinos, entre los mas conocidos, Patoruzú, el Doctor Merengue, Fúlmine, Pochita Morfoni, y Misterix. El momento de la historieta en esos años sólo es el preámbulo para lo que vino después. Donde el movimiento y el tono de las historias solo era anecdótico, donde los personajes en su mayoría eran trazos, donde la acción era simple, pronto todo eso sería llenado, revisado, y puesto en perspectiva, por el nombre de una persona que sigue inspirando con su sola mención: Héctor Germán Oesterheld. Oesterheld que era Geólogo de formación, se había dedicado como hobby a escribir y lo había hecho en la revista Más allá, pero su estilo, su capacidad, su alma, fueron el motor que dio a la Argentina la historieta moderna, aquella que no sólo se apreció aquí, sino en todo el mundo. Es el año 1957 el que dará a nuestra “literatura dibujada” el perfil que ha mantenido hasta la actualidad, puesto que se comienzan a hacer cosas nuevas, distintas de las que se hacen en el resto del mundo, con historias más complejas y más humanas, que se definen propias y se alejan de los modelos popularizados desde otros enfoques. En parte por un mercado creciente y por el afianzamiento de Oesterheld como guionista, aparece Hora Cero, de editorial Frontera, fundadas por el propio Oesterheld, autor también de la mayoría de los guiones, y rodeado de los mejores dibujantes del momento: Hugo Pratt (antes de su mundialmente conocido Corto Maltés), Alberto Breccia, Solano López, Arturo del Castillo, José Muñoz, Leo Durañona y Juan Giménez, nombres que harán que el comic no sea nunca más el de antes y que elevarán la historieta argentina al top que hoy ocupa a nivel mundial. También en 1957 debuta en las páginas de Hora 1415-que.QXD 20/09/05 05:43 p.m. Página 2 15 Revista Primera quincena de septiembre de 2005 ...tan es así que tuvimos nuestra primera revista compuesta solamente de historietas -El Tonyaún antes que en los Estados Unidos Cero (en la que aparecerá hasta 1959), una historieta de “ciencia ficción” destinada a convertirse en uno de los pilares del comic universal: El eternauta. Llega a su cumbre el estilo narrativo de Oesterheld, que deja de lado las clásicas divisiones que hacía la historieta entre héroes y villanos, pistoleros e indios, y comienza a incursionar en la creación de personajes no tan “puros”, héroes que tienen miedo, villanos queribles, perdedores y marginados, hombres que luchan por encontrarse y, sobre todo, por “el cambio de domicilio” de la aventura, que ubica hechos, que hasta entonces habían sido privilegio de lugares lejanos y exóticos, en sitios cotidianos. Otro de los aportes incuestionables de Oesterheld es el hecho de haber agregado a una historieta que desde sus comienzos fue testimonial, la característica de ser definitivamente comprometida con la realidad. No es extraño encontrar en los guiones (sean realistas, de aventuras o de ciencia ficción) alusiones y críticas constantes a la realidad política del país, que se van haciendo cada vez más evidente con el correr de los años. Esta característica fue la que profundizó y la que terminó trasformando a Oesterheld en uno de los desaparecidos de la última dictadura. Germán Oesterheld Alberto Breccia Una vez descubierto el camino jamás se puede abandonar, o por lo menos fue el intento de dos generaciones de autores que llevaron a nuestra historieta a denunciar, todo lo que podían, sin olvidar que la aventura es aquella que nos lleva a sumergirnos en los cuadros que la contienen. Y por más que la resistencia en muchos casos se dio en todas la formas posibles, como la revista Humor, o Fierro, o Skorpio, la batalla pareció perdida, cuando la aventura de las capas y superhéroes nos invadió en los 90. El estallido de ediciones independientes y la falta de conocimiento de un mercado editorial convulsionado dieron por tierra con las editoriales más antiguas (Columba), y los proyectos de diferente envergadura; nuestros autores importantes, en su mayoría trabajan para Estados Unidos (los dibu- jantes), y otros (tanto dibujantes como escritores), para Europa. Parte de su producción escasamente se puede ver, y los proyectos editoriales aparecen y se van. Algunas ediciones de material norteamericano y unas pocas historietas producidas en el país es lo que se puede encontrar en los kioscos, pero el domicilio de la aventura es el mismo, y más tarde o más temprano habrá quien golpee la puerta y una nueva época empezará para la historieta argentina z De aquí al más allá A mediados del siglo pasado se producía el fenómeno de artistas italianos trabajando en la historieta argentina, algunos con residencia aquí, otros desde sus lejanas tierras. Hugo Pratt, es un ejemplo de lo primero, algunos de los artistas de Misterix, del otro. Pocos fueron los argentinos que triunfaron fuera de estas tierras hasta la llegada de la historieta “adulta”, que es una forma de nombrar lo que se produce en el país en los años ‘50. Después muchos se hicieron famosos en tierra ajena, como Quique Alcatena, Solano López, Alberto Breccia y otros que vivieron más de lo que se les pagaba afuera, que de lo que se producía en el mercado interno, lo que no les privaba de hacer cosas para casa, con igual talento que el que mostraban afuera. Hoy, podemos decir, la selección de dibujantes y algunos guionistas que escriben para el exterior supera por mucho la cantidad de quienes lo hacen en el país. ¿Será hecho de orgullo, o indicativo de otra cosa? 16-que.qxd 20/09/05 05:59 p.m. 16 Página 1 Revista La Plata, miércoles 21 de septiembre de 2005 Contratapa/1 Por Eric Calcagno Director E gos conceptos para pensar la realidad, aunque inspiren acciones cada vez más alejadas de toda articulación concreta. A eso se le llama “consenso”, aunque tenga las formas exteriores y los efectos reales de la alienación: la falta de sentido. imaginar las cosas, nombrarlas y escribirlas, para poder plasmar los deseos en los hechos. Y eso es lo que crea sentido. No aspiramos a la unanimidad, y proponemos la polémica. La n nuestro país, los últimos decenios han sido una clara discusión hace parte de la política como práctica civilizatoria, muestra de esa “deserción” del Estado, que acaso no cuando sublima la violencia de la barbarie en la discusión diriY es allí, en la creación de sentido, donde es posible recuperhaya sido más que el establecimiento de una nueva mida por el voto, conquistada por el convencimiento. La falta de ar la política, la reflexión política, la acción política. Todos los manera de ejercer el poder para gerenciar en una sentido, por el contrario, nos hunde en el terreno del derecho del lugares y todas las situaciones son buenas para empezar esa recunueva forma los recursos naturales y humanos, los excedentes más fuerte, aquel que quiere ser respetado por el miedo y no por peración: el propio hogar, la cuadra, el barrio, la Provincia o la económicos e intelectuales. Faltó Estado para hacer respetar los el honor, o seguido por la conveniencia y no derechos sociales, para mantener la cohesión por la convicción. social y asegurar la soberanía; sobró Estado La deserción del Estado es percibida como uno de los elementos para impulsar la concentración de la riqueza, Esto es lo que proponemos con el relanzapara proteger a las elites financieras y para explicativos de las catástrofes acaecidas durante los últimos decenios miento de la revista Qué. Tal vez desde un beneficiar a los negocios ligados a la en diferentes partes del mundo. Eric Hobsbawm, el historiador británico, lugar menos habitual que la prensa corriente liquidación del patrimonio nacional. incluso señaló que en el futuro la diferencia entre países desarrollados y y los lugares comunes; acaso signifique cargar con el trabajo de analizar lo que vendrá, antes De allí surge que la presencia (o la ausenpaíses subdesarrollados se dará por el hecho de tener o no un Estado. En que correr hacia lo pasado y masticado, lo cia) del Estado puede resultar beneficiosa o esa perspectiva, hoy vemos la gran diferencia a nivel internacional o local consensuado, eso que en materia informativa dañina en los diferente sectores de la vida perno es más que proponer “noticias de ayer”. sonal o colectiva según los valores que se susentre organizaciones nacionales que controlan su territorio, mantienen el Creemos que la radio informa, la televisión tentan, los intereses en juego y los objetivos monopolio de la violencia legal, cobran impuestos y los que no cumplen muestra, lo publicado explica: y sólo es posique se persiguen: poco o nada debería hacer el Estado con la vida privada de las personas; esas funciones. A estas últimas, parece corresponderles la calificación ble explicar con sentido, análisis y compromiso z mucho, en cambio, en el ámbito social de esas de “Estados fallidos” mismas gentes. En ese contexto, la deserción del Estado tal vez esconde otro fenómeno, más abarcativo y más grave, que es la desapariNación (digo, el país). Incluso una revista. Tampoco es una ción de la política, como condición previa indispensable para la exclusividad argentina (en un tiempo donde todo lo novedeserción del Estado. doso es calificado de local, acaso por desconocimiento): esa cuestión de pensar y publicar, en premonición y ya a modo Esto se refleja en expresiones habituales de los organismos de acción, ha acompañado todos los grandes momentos de internacionales de financiamiento, de sus consultores, comentatransformación que encontramos en la historia. dores y exégetas. Allí encontramos que propugnan determinadas “políticas públicas”, hablan de “gobernancia”, o pregonan una Los más acertados profetas y filósofos, los más riindefinida “calidad institucional”, aunque todas las palabras son gurosos estudiosos y pensadores han bregado a lo largo buenas cuando se trata de reemplazar la sola mención de la pade la historia por mejorar la condición de sus semelabra maldita: la política. Después de todo, en un momento donde jantes, aunque, es cierto, con suerte diversa. Manegoldo la realidad se transmite por imágenes, lo que no se evoca no de Lautembach, por ejemplo, sostuvo en el siglo déciexiste. O casi. mo que el mejor gobierno posible era aquel electo por el conjunto de todos los ciudadanos, incluso las Como suele suceder, no es un fenómeno argentino, ya que las mujeres… sólo que estaba diez siglos adelantado. noticias del lado occidental del mundo nos muestran multitudes ¿Quién no es, a su vez, un poco filósofo frente a las de electores perplejos frente a programas similares de partidos dificultades cotidianas; un poco estudioso porque diferentes, como en las recientes elecciones alemanas; cuando no sabe de algo; algo pensador cuando de resolver un dirigentes políticos atónitos ante resultados electorales que arroproblema concreto se trata, y por último también, jan decisiones que carecían de apoyo partidario significativo, quién no tiene, de vez en cuando, un dejo de procomo en la negativa a la Constitución Europea que saldaron los feta? plebiscitos en Francia y Holanda. La caída del comunismo, es bueno recordarlo, no trajo la libertad pujante de la sociedad civil, Confiamos que esta famosa tecnología acsino el establecimiento de “oligarquías” (así las llaman en Rusia) tual achique los tiempos. Pero sin duda es más de índole mafiosa. fiable y efectivo confiar en la capacidad de reflexión y de acción de un país que es reciente Esa inexistencia de la política es la que oscurece todos los hoen cronología como la Argentina, pero que rizontes. Peor aún: no existen. En la visión triunfalista de está cargado de intensas experiencias; Fukuyama (¿existió en realidad ese individuo, o fue producto de podremos encontrar así el tono necesario algún reality-show?) había llegado el fin de la historia: no es posipara encarar esas transformaciones neceble nada mejor. Habíamos llegado a la esperanza, aunque no fuera sarias, que pasan primero por la construcla de nuestros deseos. Pero en la realidad pesadillesca de la polítición del sentido, es decir, por la recuca ausente, estamos condenados a repetir las mismas fórmulas peración de la política como un instrueconómicas, aunque fracasen y nos condenen al fracaso; iguales mento de cambio real. A veces hay que estilos sociales, cada vez más diferenciados y excluyentes; análo-