La alegría de la huerta Zarzuela en un acto Texto original de ENRIQUE GARCÍA ALVAREZ y ANTONIO PASO CANO Música de FEDERICO CHUECA PERSONAJES Y REPARTO CAROLA ........................................ CONCHA SEGURA M.ª DE LAS ANGUSTIAS ......... ASCENSIÓN MIRALLES HERIBERTO ..................................... JOSÉ RIQUELME ALEGRÍAS ...................................................... SR. GIL EL TÍO PIPORRO ...................................... SR. RIPOLL TRONCHO ................................ ANTONIO GONZÁLEZ JUAN FRANCISCO ................................. SR. MARINER EL CAJA ......................... VICENTE GARCÍA VALERO EL FLAUTA ............................................. SR. ABEJAR EL TROMPA ............................................. SR. MEDEL EL FAGOT .......................................... SR. MORCILLO EL CABEZUDO ........................................... SR. CASAS EL ALGUACIL ........................................ SR. SANCHIZ UN CIEGO ............................................... SR. ANGULO . Estrenada el 20 de enero de 1900 en el Teatro Eslava de Madrid. ACTO UNICO CUADRO PRIMERO.– La acción se sitúa en un pueblo de la huerta murciana durante las fiestas de la Virgen de la Fuensanta, patrona de Murcia. La escena representa un pedazo de la huerta: campos de maíz, grupos de higueras chumbas, moreras, cipreses, palmeras, etc. A lo lejos se ven las barracas de los huertanos. Por el centro de la huerta cruza una acequia que se atraviesa por un puentecillo de tablas. Una huertanas lavan en la acequia mientras una caravana de gitanos hace un alto en el camino para descansar. CORO Arza, gitana, mata las penas que de tu angustia la causa son, http://lazarzuela.webcindario.com/ ELLOS ELLAS CORO M. ª ANGUSTIAS CORO M.ª ANGUSTIAS 2 y con sandunga baila la zambra, que es lo que alegra mi corazón. No entornes, cuando me mires, tus clisos negros, mala gachí, que toa mi vía se va tras de ti. Si entorno mis ojos negros, no debe darte pena ni ná, que lo hago de gusto que el verte me da. La gitanilla que viene hacia aquí, ¿qué se traerá por acá la gachí? Gitanico, espérate un momento, que a tu vera llega esta gachí, a cantar con pena y sentimiento la cancioncita del churumbel, que es muy sentía, como van a ver. Venga de ahí, cántala ya. Mucha atención, voy a empezar. Érase el churumbel más bonico que la tierra gitana pisó, y de amores el pobre a la muerte se vio. Por los clisos de la gitanica más garbosa, lucía y juncal que de madre gitana sin dua saldrá. El gitanico lloraba, diciendo: «¡Mal haya la hora que vi esa gachí! Yo ya no vivo ni sé lo que tengo y llevo tus ojos clavaos aquí. ¡Ay, gitanica de mi corazón! http://lazarzuela.webcindario.com/ TODOS ¡Ay, no me jagas ninguna traición! Que necesito tus ojos serranos, tu boca chiquita, tu pie menudito, y ya estoy loquito por ti de pasión. No te apartes de mí, no me jagas penar, que te juro, gachí, que la voy a entregar.» Pero en balde el gitano lloraba; la gitana su amor no escuchó, y malito el gitano otra vez cayó. Y una tarde muy triste de invierno los ojicos cerró el churumbel, y ya nadie de fijo se acuerda de él. Por eso canto llenica de angustia, del churumbelico la triste canción. Por si al gitano que errante camina le sirve mi canto tal vez de lección. ¡Ay, qué penica que siento por él! ¡Qué desgraciado que fue el churumbel! ¡Qué fatiguitas tendría el chaval! ¡Ay, qué pena me da! Carola y Alegrías son dos jóvenes que han vivido unidos desde pequeños y en los que ha nacido el amor, pero sin que nunca Alegrías se lo expresase a Carola. El tío Piporro y Troncho beben vino mientras Troncho cuenta a Piporro que está enfadado con Carola porque va a casarse con un mozo sin decirle nada a su amigo Alegrías. Juan Francisco, hijo de un rico hacendado, es el que ha pedido la mano a Carola. Aparece Heriberto, el director de la banda de música del pueblo, al que los demás miran con extrañeza dado que eso de la música no va con ellos. El joven Heriberto, que es un compositor de poca monta, habla a los presentes –en un lenguaje muy correcto– de sus grandes aspiraciones musicales, y anuncia que sus avances dentro del campo de la composición pronto darán resultado, siendo ellos los primeros en poder escuchar la primicia. Heriberto aprovecha la ocasión para explicar paso a paso la fiesta que va a tener lugar en el pueblo y en la que piensa presentar a sus conciudadanos una obra totalmente compuesta por él: un http://lazarzuela.webcindario.com/ 3 pasodoble, el cual está ensayando con aficionados de la región para estrenarlo el día de las fiestas de la Fuensanta. La obra está dedicada a Juan Francisco, el cual le ha prometido que utilizará sus influencias para facilitar que Heriberto pueda irse a Madrid a ampliar sus conocimientos musicales, en los cuales el joven compositor se considera un verdadero genio. Heriberto, a cambio de tales promesas, intercedió entre Carola y Juan Francisco para que se prometiesen en casamiento, cansada Carola de esperar a que Alegrías se decidiese a declararle su amor. Carola, sumida en una situación de desespero, canta su amor por Alegrías. ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CAROLA 4 ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Su voz oí. ¿Vendrá hacia aquí? Corre, mulilla torda, campanillera, por el atajo que al cielo va. Anda, mulilla torda, corre ligera, que en ese cielo mi vida está. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Anda, mulilla torda, corre ligera, que en ese cielo mi vida está. Cuando escucho su voz a lo lejos no sé qué me pasa muy dentro de mí; me parece que el alma me arranca y se va corriendo mi vida hacia ti. Sé que me olvidarás. Nunca te olvidaré. Sólo seré de ti. Sólo de ti seré. ¡Ay, si Dios quisiera calmar mi dolor, y aunque me mintiera me hablase de amor!... ¡Ay de mí si fuera así! Pajaritos que cruzáis la huerta siempre cantando, decirle a aquel que me olvide y al otro que estoy penando. http://lazarzuela.webcindario.com/ ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CAROLA Ya no se escucha su voz. Ya se ha marchado de aquí. ¡Qué desgraciada que soy! ¡Qué desdichada nací! Mire usté, madre si es grande el cariño que le tengo, que la encuentro y no la miro, y voy a hablarle y no puedo. ¡Mal haya el murcianico que no comprende que su desvío me va a matar! ¡Mal haya mi cariño, que con tal fuego en ese hombre se fue a fijar! Corre, mulilla torda, campanillera, por el atajo que al cielo va. Anda, mulilla torda, corre ligera, que en ese cielo mi vida está. ¡Qué suspirar! ¡Qué padecer! ¡Cuánto sufrir! ¡Cuánto penar! Troncho recrimina a Carola su comportamiento y le pregunta si es cierto que está decidida a casarse con Juan Francisco. Carola le responde que no ha tenido otra opción, dado que Alegrías nunca se decidió a declararse, a pesar de que ella le ama locamente. Troncho jura vengarse de Heriberto, a quien juzga culpable de todo lo que ocurre. CUADRO SEGUNDO.– En las afueras del pueblo. Heriberto intenta dirigir el ensayo de su pasodoble, que se ejecutará durante la procesión. Heriberto, al frente de sus «músicos», intenta desplegar todo su talento musical entre continuas interrupciones. Un cojo –el flauta– y un sordo –el caja– integran, entre otros, la pequeña agrupación. Los músicos de la banda –que no comprenden la «genialidad» de la obra de su director– interpretan el pasodoble a su aire. http://lazarzuela.webcindario.com/ 5 CUADRO TERCERO.– Cerca de la puerta de la ermita en el día de la fiesta. Se oye su campana mientras la plegaria va saliendo de la ermita. Es la caída de la tarde. CIEGO VENDEDORES CIEGO Una limosnita para el pobre ciego que un día bebiendo, la vista perdió. y desde que vengo a ver a la Virgen me paece que bebo bastante mejor. Estampitas de la Virgen. A los nardos y al jazmín. La vida y milagros de san Antolín. Me voy a la tasca del señor Calixto a ver lo que dicen de la procesión. Ya se abre la puerta; si no me equivoco, me paece que veo salir un pendón. _____ VOZ Señora Reina de los cielos, Virgen venerada por la santa tradición, escucha el cántico amoroso, mándanos tu gracia con tu bendición. _____ BEATAS ¡Qué sermón escuché! Del pecado liberanos Domine. Somos las devotas de la Fuensantica, que en su ermita oramos con cristiana fe, y donde escuchamos humildes y atentas los santos sermones del padre José. 6 http://lazarzuela.webcindario.com/ Que con sus palabras dulces y armoniosas, cual los susurricos tiernos de un pichón, nos embelesamos mientras nos pegamos cuatro cachetitos en el corazón. Con mi librico y este rosario por las mañanicas a la iglesia voy y a la Fuensanta pido en mis rezos que me conserve tan sanica y colorada como estoy. Y que contenga los arrebatos de los mociquios que hay en el lugar, para que al verme no me digan cielico azul y flor de azahar. Por las mañanicas dejo el pucherico con sus pataticas y su coliflor, y su choricico de lomo de cerdo, que si es picantico me sabe mejor. Y cuando regreso de la Fuensantica limpia de pecados a eso de las diez, tengo los garbanzos tan mantecosicos que hay que machacarlos con el almirez. http://lazarzuela.webcindario.com/ 7 Vámonos a casa, que las cuatro son, y hay que prepararse para la función; no nos detengamos con la Salomé, que es una cotorra de muy mala fe. ¡Sálvame, Santo Dios! ¡Santo Dios, sálvame! ¡Ave María, protégeme! Tras hablar con Carola y conocer su verdaderos sentimientos, Troncho va a buscar al músico, al que considera responsable del compromiso entre Carola y Juan Francisco. Heriberto dice al tío Piporro que teme alguna diablura de Troncho para echarle a perder su pasodoble, por lo que le propone que busque al que hace el papel de cabezudo, pues sabe que toca muy bien el clarinete, y puede sustituirle. Troncho aprovecha la idea para disfrazarse de cabezudo y arremeter a golpes contra el director de la banda, que ha de abandonar el lugar corriendo, seguido por el cabezudo –Troncho– y por las risas del público. Alegrías, ante la imposibilidad de soportar ver a su amada con otro, se dispone a abandonar el pueblo. Carola le busca para aclarar las cosas, pero Juan Francisco, que sospecha que su prometida no está del todo segura, va en su busca para impedírselo. JUAN FRANCISCO CAROLA JUAN FRANCISCO CAROLA JUAN FRANCISCO 8 ¿Por qué estás triste, paloma mía? ¿Por qué en tu cara no veo alegría jamás? ¿Es por desgracia que no me quieres, y no te atreves, nenica, tu pena a contar? Es que tengo una zozobra tan singular, que lo que siento no sé explicar. Déjame con esa pena y espérate, que acaso pronto te la diré. ¡Cuánto diera por verte feliz! ¡Yo también lo quisiera por ti! ¡Cálmate, lucero mío; cesa ya de padecer; tus penicas son las mías y me vas a enternecer! http://lazarzuela.webcindario.com/ CAROLA JUAN FRANCISCO CAROLA JUAN FRANCISCO ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CAROLA ALEGRÍAS CORO JUAN FRANCISCO CAROLA ALEGRÍAS Cántate una parrandica, que las sabes tú cantar, y verás a estas manicas a su nena jalear. Deja, Juan Francisco, que no puede ser. pero ¿qué te pasa? Ya te lo diré. ¡Qué feliz que voy a ser! ¡Qué feliz! ¡Huertanica de mi vida! ¡Huertanico de mi amor! ¡Huertanica de mi vida! ¡De tu vida lo seré! ¡Mira si yo te querré! Te lo juro por mi honor. Que aunque te cases con otro en jamás te olvidaré. ¡En jamás te olvidaré, huertanica de mi vida! ¡En jamás me casaré, huertanico de mi amor! A la jota, jota, jota, jota de mis fatiguitas. A la jota, jota, jota, jota de la murcianica, sal, nenica, sal; sal, nenica a tu balcón. Que me voy lejicos, huertana mía con mi pasión. De la huerta de Murcia te traigo una flor. Con la flor, vida mía, va unido mi amor. ¡Qué feliz que voy a ser! Cada vez le quiero más. La Virgen de los Peligros, que está encimica del puente, sabe que yo te camelo con fatiguicas de muerte. A la jota, jota, de la riberica. http://lazarzuela.webcindario.com/ 9 CAROLA Y ALEGRÍAS TODOS A la jota, jota, de la murcianica. Sal, nenica, sal; sal, nenica, a tu balcón, y verás qué alegre se pone al punto mi corazón. Con la tortura que a mi alma le das, yo cada vez te quiero más. Mi nenica, adiós; no te olvidaré. Dueño de mi amor, cuánto te querré. Adiós. Alegrías, sumido en la tristeza, se dispone a irse del pueblo, pero antes de marcharse se presenta ante Carola y Juan Francisco para desear felicidad a la novia y despedirse para siempre. Carola, al ver que Alegrías se va, y ante el peligro de perderlo para siempre, en un arranque de locura confiesa a Juan Francisco sus verdaderos sentimientos y le pide que rompan el compromiso. Juan Francisco comprende a Carola y permite que los dos jóvenes se unan en matrimonio. 10 http://lazarzuela.webcindario.com/