OBRA PONTIFICIA DE LA PROPAGACIÓN DE LA FE ROMPIENDO FRONTERAS La Obra Pontificia de la Propagación de la Fe ROMPE FRONTERAS… Frente a la barrera del individualismo y el egoísmo … para que la Buena Nueva llegue a todos los rincones de la Tierra Promueve la dimensión universal del compromiso misionero… … que lleva consigo una fraternidad entre los seres humanos por encima de diferencias nacionales, étnicas, culturales, diocesanas o congregacionales Se acabó el pensar sólo en uno mismo DIMENSIÓN UNIVERSAL En una Francia salpicada de periodos revolucionarios Paulina María Jaricot (1799- 1862) inventa la “globalización de la solidaridad” con esta Obra, fundada el 3 de mayo de 1822 Siendo laica y renunciando a las comodidades de pertenecer a una familia bien Conoce las inmensas necesidades de la misiones en Asia oriental por su hermano Fileas, seminarista en París, y desea hacer algo Grupos organizados Sobre un naipe traza las LÍNEAS GENERALES DE LA ASOCIACIÓN Con una cuota semanal Para ella, la misión no tiene límites sociales ni geográficos; pero le falta hacer operativa esta idea La asociación había sido concebida para ayudar a las misiones de Asia Oriental Necesitaba ampliar el horizonte hacia una cooperación misional abierta a todo el mundo y a todos los misioneros Un grupo de sacerdotes y seglares de Lyon presididos por Benito Coste Se reúnen para dar apertura y finalidad universal a la Obra Adoptan la iniciativa de Paulina, para dar lugar a la OBRA DE LA PROPAGACIÓN DE LA FE Así lo explica Benito Coste: “Somos católicos; en consecuencia, no debemos sostener esta o aquella misión particular, sino todas las misiones del mundo” Ya no serán Gobiernos o personas concretas quienes decidan qué misiones sostener, sino que será toda la COMUNIDAD CATÓLICA la que colabore en la difusión del Evangelio Y esto se hará evitando particularismos y favoritismos Para ello, en la actualidad, una Asamblea General de los directores de Obras Misionales Pontificias de los diferentes países determina… Qué proyectos atender Cómo proveer los fondos URGENCIA DE TODA LA IGLESIA La Obra de la Propagación de la Fe rompe la barrera entre la VIEJA CRISTIANDAD y las IGLESIAS JÓVENES Las Iglesias más antiguas tienen más recursos económicos para aportar a la causa misionera… Y es que en la entrega y servicio al otro se demuestra la madurez en la asunción del Evangelio … pero no son las únicas implicadas: la misión “ad gentes” es la primera urgencia de toda Iglesia, por joven que sea No vale que las Iglesias de vieja fundación digan: “Las misiones las tenemos aquí. ¿Para qué trabajar por las misiones lejanas?” Tampoco, que las Iglesias de reciente creación piensen: “¿Qué vamos a dar desde nuestra pobreza y pequeñez?” La mayor prueba de madurez como Iglesia y de haber integrado el mensaje de Jesús es enfrascarse en la tarea misionera, máxime cuando se participa desde la pobreza PREFERENCIA POR LOS POBRES Se rompe la frontera ENTRE RICOS Y POBRES No hay mayor riqueza evangélica que la que aportan los últimos En ellos se dibuja el rostro de Cristo: los pobres nos evangelizan La Obra de Propagación de la Fe hereda el carácter de su fundadora Paulina María Jaricot Abandona una vida despreocupada, feliz, frívola y sin problemas para volcarse en los más necesitados y ponerse a su servicio a prestar una atención renovada a los pobres Invita con su actitud buscando una justicia fundada en valores cristianos mostrando un amor profundo y constante hacia ellos Busca ante Dios el modo de poner remedio al desánimo y la inmoralidad Quiere devolver al pobre su dignidad y acabar con las injusticias LA NECESIDAD MISIONERA Es la que da sentido a la Obra de Propagación de la Fe El mundo tiene necesidad de Dios: “Yo querría que se devolviera […] Dios al hombre, ya que Él es la felicidad y el fin” (Paulina Jaricot) Es una tarea urgente y beneficiosa para el mundo Se trata de sostener una evangelización que proponga y ofrezca gratuitamente los valores del Evangelio… …contribuyendo al servicio ejemplar, entregado y absoluto que llevan a cabo los misioneros La Obra de la Propagación de la Fe rompe las fronteras del exclusivismo y las que delimitan las posesiones; quiere seguir así el ejemplo de su fundadora: Desapego a los bienes materiales: todo lo que recauda lo pone en manos de la evangelización No le importa perder los bienes, la salud o la vida, “descender por la humillación hasta el pozo y el abismo más profundo […], si en ese abismo puedo encontrar el fuego escondido de vuestro amor celeste” (Paulina Jaricot) Entrega total, gratuita y ejemplar: “Deseo quedar libre de poder ir adonde las necesidades son mayores” (P. Jaricot) COLECTIVIDAD FRENTE A INDIVIDUALISMO Desprendimiento absoluto y el ejemplo de la entrega de Jesús hasta la muerte Motor para que la Propagación de la Fe no desembocara en personalismos estériles Se rompen las barreras personales para formar REDES DE COLECTIVIDAD La misión es de todos los bautizados: cada uno en su medida puede ser, como Paulina Jaricot, “la cerilla que enciende el fuego” Paulina decidió no actuar sola y así logró evitar que sus iniciativas quedaran en nada. Implicó a todo el que pudo, creando grandes ramificaciones de solidaridad Pobres que ayudan a pobres, gentes de culturas y naciones diferentes… … forman cadenas de solidaridad y de oración… Con los obreros de las fábricas comparte su experiencia religiosa y organiza colectas para ayudar a las misiones … para difundir la Buena Nueva de Dios y contribuir a que el mundo pueda ser mejor ACCIÓN Y ORACIÓN La Obra de la Propagación de la Fe rompe la división ENTRE ACCIÓN Y ORACIÓN Adiós a un activismo sin espiritualidad El diálogo con Dios mueve conciencias y corazones, y anima a poner manos a la obra La oración Es la revolución silenciosa que ayuda a renovar fuerzas a superar fatigas, incomprensiones y persecuciones a continuar con la tarea misionera Interdependencia espiritual: necesitamos la oración del hermano lejano El mejor antídoto contra la guerra, el racismo, el abuso o la persecución Se superan las fronteras humanas que llevan a la división y el enfrentamiento Todos somos iguales ante Dios Nadie puede salvar su alma si no participa en la salvación de las demás LA OBRA DE LA PROPAGACIÓN DE LA FE, HOY Sigue eliminando fronteras Quiere responder a las necesidades de la misión universal: regalar la Buena Nueva del Evangelio a los pueblos más necesitados… … para contribuir con su luz a construir un mundo más justo y humano, acorde con los designios de Dios Vive al ritmo del “¡ay de mí si no predicara el Evangelio!” Su futuro es esperanzador Su tarea, titánica y apremiante, en el terreno de la misión universal “ad gentes” Su actitud: humildad y discreción misionera Designada Obra “Pontificia” en 1922 por Pío XI, sigue tejiendo una red de solidaridad fraternal al servicio de la evangelización Esta presentación, realizada a partir de los textos de Alfonso Blas Vicente para el libro Una misión con carisma (Madrid, OMP, 2011), ha sido elaborada con la colaboración del P. Fernando López Fernández. OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS 2012