XIII domingo del Tiempo Ordinario• AÑO / C • Lc 9, 51-62 ● Primera lectura ● 1 Re 19, 16b.19-21 ● “Eliseo se ● Segunda lectura ● Gal 5, 1.13-18 ● “Vuestra vocación levantó y marchó tras Elías”. es la libertad”. ● Salmo ● Sal 31 ● “Tú, Señor, eres el lote de mi here- ● Evangelio ● Lc 9, 51-62 ● “Jesús tomó la decisión de ir dad”. a Jerusalén. Te seguiré a donde vayas”. Lc 9, 51-62 51 Al llegar el tiempo de su partida de este mundo, resolvió ir a Jerusalén, 52y envió mensajeros por delante. Éstos entraron en una aldea de samaritanos para prepararle alojamiento. 53Pero los samaritanos no lo recibieron porque iba camino de Jerusalén. 54Al ver esto, los discípulos Santiago y Juan dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». 55Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. 56 Y se fueron a otra aldea. 57 Mientras iban de camino, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas».58 Jesús le dijo: «Las raposas tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». 59 Dijo a otro: «Sígueme». Y él respondió: «Señor, déjame antes ir a enterrar a mi padre». 60 Y le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ven a anunciar el reino de Dios». 61 Un tercero dijo a Jesús: «Yo te seguiré, Señor, pero permíteme que me despida antes de mi familia». 62Y Jesús le dijo: «El que pone la mano en el arado y mira atrás no es apto para el reino de Dios». Me pongo en presencia de Dios. Le pido a Dios ● Jesús escucha atentamente a los que se acercan a que me ayude a comprender lo que quiere decirme Él y ofrece su propuesta de participar e implicarse en este relato que leo atentamente. Me fijo de una en su proyecto, Jesús el misionero del Padre. manera especial en lo que dice Jesús. ● Jesús hoy continúa proponiendo su seguimiento, ● Contemplo la escena: Jesús camino de Jerusalén la implicación en su proyecto. donde iba a ser juzgado y condenado. ¿Cuáles son las distintas reacciones que se ● En el camino de varios días Jesús está atento a dan ante le propuesta de Jesús… lo que comentan unos y otros. Jesús en todo momento tienen la caña, preparada para pescar, no se ¿Cuál es la mía? le pasa por alto una. ● Contemplo a Jesús y a los suyos que no son aceptados en Samaría. “Vino a los suyos y los suyos no le recibieron”. Contemplo la reacción vio- ● Llamadas. lenta de los hijos del “Trueno” y la reacción pacífica de Jesús. ● Hoy Jesús, a veces tampoco es aceptado. ● Oro y le doy gracias a Dios. ● Notas para fijarnos en el Evangelio ● Jesús ofrece, y así lo entendían algu- ● En el relato de hoy se nos dice que nos paisanos suyos, hacer de toda la vida de la persona vida un seguimiento suyo. Jesús está firmemente decidido de subir a Jerusalén, con lo que se nos está diciendo que asume su camino de inmolación… su camino de cruz y de resurrección. Su camino de salvación de la humanidad. ● Es Jesús a quien vemos tomar la delantera. ● Camino de Jerusalén pasa por Samaría, era el camino más corto para ir a Jerusalén Los samaritanos y los judíos no hacían buenas migas. Los samaritanos, que eran considerados por los judíos como cismáticos, no acogen a Jesús y a los suyos. ● La reacción de Santiago y de Juan, haciendo gala de su nombre “los hijos del Trueno”, se vuelve violenta contra los samaritanos. Jesús no está por la labor que capitanean “los hijos del Trueno”. Jesús no está por violentar, por forzar, lo suyo es proponer: “Si quieres…”. ● Esta reacción de los samaritanos no quiere decir que todos calcen el mismo zapato. Como vemos en otros pasajes del Evangelio Jesús, en ocasiones, pone a los samaritanos como modelos: como es el caso de la parábola del buen samaritano, o como aconteció cuando curó a diez leprosos y de los diez sólo uno se vuelve para darle gracias y esta persona agradecida es samaritana, como fue también en el caso de la samaritana que encuentra a Jesús junto al pozo. ● En un segundo momento del relato se habla del seguimiento. Hay unas personas que le piden a Jesús seguirle y una a quien Jesús le ruega que le siga. ● Se nos ofrece el seguimiento de Jesús como estilo de vida. Y Jesús advierte que seguirle no es cosa fácil, como tampoco fue fácil su vida. Seguirle obliga con frecuencia a cambiar maneras de hacer, de pensar y de vivir y esto no es fácil. ● Seguir a Jesús obliga a hacer de Él el absoluto de la vida de uno y por tanto a renunciar a ciertas posturas, planteamientos, estilos de actuar… ● Como se ve en su reacción con la postura de “los hijos del Trueno”, Jesús nos está diciendo que seguirle ha de salir del corazón. ● Las palabras de Jesús son muy duras y muy exigentes, chocan. Sus palabras muestran claramente que Jesús no es uno más, Él es el principal. ● En ocasiones, puede ser, que el seguimiento de Jesús pueda pedir grandes sacrificios todos ellos como consecuencia de haber hecho de Jesús el absoluto de la vida, lo prioritario. ● Jesús nos pide decisión y fidelidad, mirar adelante. Sígueme Señor Jesús, ahí esta tu propuesta: SÍGUEME. Ahí esta tu oferta permanente. Esta es la invitación que hiciste, Señor Jesús, y continúas haciendo: Sígueme. Tú ofreces a todo el mundo la posibilidad de convertirse en seguidores tuyos. Para algunos es una aspiración que nace de su corazón: ser seguidores de Jesús. En ocasiones Tú invitas de una forma u otra, a veces nace de dentro de la persona por el motivo que sea. he de procurar no perderte nunca de vista, he de intentar ir siempre detrás de tus huellas, dejando de lado otros caminos que son muchos. En el camino de la vida hay sendas apetecibles al paladar, al orgullo, al prestigio personal, a la comodidad… que fácilmente me podrían apartar de Ti. Señor Jesús, muchas gracias por tu invitación. Tú te has fijado en mí, como en tantas otras personas y me ofreces seguirte, de manera que mi vida sea de una determinada forma. Gracias por tu propuesta. No te canses de seguir ofreciéndomela. Sé, por experiencia, que hoy en día, Sígueme, palabra mágica que a lo largo como siempre, de la historia muchas persona han oído, no es fácil seguirte. continuamos oyendo… Ayúdanos a ir tras tus huellas. y haciendo caso a tu propuesta Haz, Señor Jesús, nos ponemos en camino: que sepa presentar a otros tu propuesta unos para seguirte muy de cerca, para que sean muchos otros para, sin perder de vista tu figura, los que se conviertan ir avanzando según sus fuerzas, en seguidores tuyos. aunque sea un poco de lejos. Pero todos participando de la misma Perdón porque a veces no te sigo experiencia: ser seguidores tuyos. como Tú lo desearías: de cerca, con alegría, siempre,… Ahí está el ser del cristiano: ser seguidor tuyo, con lo que cada uno es y donde cada uno se encuentre. Señor Jesús yo quiero ser seguidor tuyo, yo pienso que ya me he inscrito en ese maratón y que voy corriéndolo acompañado de otras muchas personas. No es de ahora que lo corro, sino de hace mucho tiempo. Ese es el maratón de la vida, eso es lo que creo que da sentido a mi existencia en este mundo. Esa es la propuesta que trato de ofrecer a los que me rodean: que se conviertan en seguidores tuyos. Señor Jesús, a medida que voy avanzando en el camino, tras tus pasos que no son otros que amar a Dios y al prójimo…, constato que no es fácil correr tu maratón. Es bastante complicado, pide muchas renuncias: Ver ● Juzgar ● Actuar VER medida que crecemos y maduramos, vaA mos estableciendo también nuestro propio orden de prioridades. La prioridad la establece- mos, según nuestros intereses y valores, a partir de una comparación entre diferentes opciones: a unas las ponemos en los primeros puestos porque les damos más valor y les vamos a dedicar más atención y tiempo que a otras. Normalmente el orden de prioridades no es definitivo, va cambiando con el paso del tiempo, y todos tenemos experiencia de que los que nos interesaba e incluso apasionaba en una época determinada ya ha sido sustituido por otros intereses unos años después. Aunque hay prioridades que las mantenemos siempre. d es” a d i r o i r p e “Orden d o incluso dejar “nuestros” intereses, “nuestros” proyectos, para aceptar el proyecto que Dios nos propone. Y qué signos concretos debemos realizar que muestren ese cambio de prioridades. Y esa propuesta de Dios a revisar nuestro orden de prioridades, a hacer nuestro el proyecto de Jesús, no debemos verla como una imposición bajo “pena de castigo”. Es y ha de ser siempre una decisión libre, como nos recordaba san Pablo en la 2ª lectura: Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado… vuestra vocación es la libertad. Creer en Jesús, además de afirmar su existencia y de creer en su palabra, es seguirle, salir de nosotros mismos hacia la verdadera libertad, pero no una libertad para que se aproveche el egoísmo; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Y aunque el seguimiento no es “cómodo” (el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza), es la mejor decisión que podemos tomar. JUZGAR a Palabra de Dios de este domingo nos invita L a revisar nuestro orden de prioridades, como cristianos que decimos que somos. Porque quizá ACTUAR el paso del tiempo ha hecho que nuestra priorin qué ocasiones he dicho o digo a Dios: dad, que debe ser Dios, haya ido “bajando pues- ¿E “Déjame primero…”? ¿Estoy dispuesto a tos” en nuestro orden de prioridades. En el Evangelio hemos escuchado cómo dos individuos, ante la invitación directa de Jesús a seguirle, responden diciendo los dos lo mismo: Déjame primero… Y le dan unos motivos que a nosotros nos parecerían justificadísimas: enterrar a mi padre… despedirme de mi familia… No nos fijemos en lo literal de esos motivos, sino en lo que trasluce ese “déjame primero”. Estas personas conocen a Jesús, sienten interés por Él, incluso les gustaría seguirle, pero… Jesús no ocupa el primer puesto en su orden de prioridades. Y eso significa que antepondrán otras cosas, otros intereses, a Jesús y lo que implica su seguimiento. Pensemos cuántas veces, directa o indirectamente, respondemos eso mismo al Señor cuando nos sabemos invitados a seguirle, a comprometernos en la pastoral parroquial, o a formar parte de un grupo de formación, o simplemente a participar en una oración, o un retiro, o un encuentro… El Señor nos invita hoy a revisar nuestro orden de prioridades, y reajustarlo, como hemos escuchado en la 1ª lectura que hizo Eliseo. Él tenía su orden de prioridades: su familia, su trabajo como agricultor…Pero ante la propuesta de Elías para que fuera su sucesor, Eliseo cambia su orden de prioridades: corrió tras Elías. Y aunque le hace una petición aparentemente igual a la del último personaje del Evangelio (Déjame decir adiós a mis padres), Eliseo, a diferencia de aquél, demuestra realmente que a partir de ahora su prioridad va a ser Dios: cogió la yunta de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos… Luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a sus órdenes. Pensemos si estamos dispuestos, como Eliseo, a revisar nuestro orden de prioridades, a posponer hacer una revisión de mi orden de prioridades? Como hizo Eliseo, ¿qué estoy dispuesto a “quemar” para poner a Dios en el primer puesto? ¿Mi seguimiento de Jesús es una opción verdaderamente libre? Hoy Jesús nos sigue invitando a cada uno: Sígueme. Y no nos oculta las condiciones del seguimiento: no nos da un programa “hecho”, lo iremos descubriendo a lo largo del camino; supone renunciar a muchas cosas que nos pueden resultar apetecibles; incluso hay que estar dispuestos a asumir su destino de cruz. Pero merece la pena porque nos lleva a la resurrección. Revisemos nuestro orden de prioridades, pongamos a Dios en el primer lugar, y vivamos con libertad el seguimiento de Jesús, porque Él cuenta con nosotros para anunciar y construir su Reino. Acción Católica General Alfonso XI, 4 - 5º 28014 Madrid www.accioncatolicageneral.es acg@accioncatolicageneral.es