Claudio Lasagno Córdoba Capital Argentina El hombre bajo el

Anuncio
Claudio Lasagno
Córdoba Capital
Argentina
El hombre bajo el Sauce
Ahí estaba el hombre sentado bajo la sombra de un Sauce llorón. El día había sido caluroso y la
humedad enrulaba las mentes más lacias. De la lluvia ni noticias, pero lo que era cierto es que
había pasado toda la tarde sentado allí, bajo el Sauce llorón.
El hombre no tenía nada, absolutamente nada. Nadie lo estaba esperando ni tenía que acudir a
ninguna reunión. Tampoco había quedado con amigos para destapar unas cervezas, solo estaba
allí, a esa hora, sin nada ni nadie, bajo el Sauce.
El hombre estaba al tanto del árbol, admiraba su forma y respetaba su pose. Intentaba adivinar la
cantidad de años que el Sauce podía llegar a tener, y la cantidad de vidas, sucesos, tristezas,
alegrías y amarguras que debe haber presenciado, ese árbol debe haber visto todo. ¿Sera por todo
lo que vio que no para de llorar?
Intentó, en vano, preguntarle al sauce por sus penas, pero no contestó. Solamente se movían sus
ramas por el viento o algún ave que poco parecía percatarse del trágico ambiente que se percibía
en el aire.
“Ya que no querés contarme lo que te hace llorar Sauce, yo te voy a contar lo que me hace llorar a
mí”, dijo el hombre mirando hacia arriba.
“El hambre de muchos, la abundancia de pocos.
La sed de los niños, el exceso de los privilegiados.
El mendigar de ellos, el desperdicio de los otros.
La bondad del humilde, la insensibilidad del que tiene.
Los que nadie escucha, la charlatanería del respetado.
La muerte sin vivir, la vida manchada de egoísmo.”
Luego de su confesión, el hombre se puso de pie y mirando hacia el suelo, mientras emprendía el
regreso hacia su hogar, dijo como resignado:
“Te entiendo Sauce, entiendo tu silencio y tu quietud. Pero quiero que sepas que no estás solo, no
sos el único. Ya veo a la gente venir hacia acá, quizás también lo entiendan…quizás.”
Descargar