Comentario de texto de Descartes. Desde “Mas se me ofrece…” hasta “…substancias finitas” (pág. 126 Edinumen), y desde “Y cuanto más larga y atentamente…” ( pág. 127) hasta “…no he podido encontrar ningún otro” (pág. 128) Para saber si hay algo externo a su mente, ensaya Descartes el camino de investigar si alguna de las ideas que hay en él exige como causa una realidad distinta a la de él mismo. Sostiene que todas las ideas son iguales en cuanto maneras de pensar, pero se distinguen por su contendido (realidad objetiva). Atendiendo a esta realidad objetiva parece que las representaciones de sustancias poseen más ser o perfección que las de los accidentes, y, si consideramos sólo las representaciones de las sustancias, parece que la de la sustancia infinita posee, a su vez, más ser que las de las sustancias finitas. Contextualizando el texto, sabemos que Descartes ya se halla, en el momento en el que escribe este fragmento, en posesión de la verdad del cogito. Este le muestra como cosa que piensa y existe, y le permite establecer el criterio de certeza. Sin embargo, este criterio de certeza no puede aplicarse más allá de la verdad del “pienso luego existo” mientras Descartes mantenga la posibilidad del genio engañador, la cual sólo podrá “descartarse” demostrando la existencia de Dios. Tras ensayar dos caminos para ir más allá del cogito ergo sum, (la inclinación de su naturaleza y la presencia en él de ideas no dependientes de su voluntad) y haberlos encontrado inservibles, experimenta Descartes esta otra vía en la que nos sitúa el inicio del texto. Sabemos que, de acuerdo con el principio de que “el efecto no puede poseer más realidad que la causa”, tendrá que aceptar Descartes que el contenido objetivo de la idea de Dios sólo puede ser causado por el propio Dios. Con la demostración de la existencia de la sustancia infinita podrá Descartes, fiado en que es imposible que Dios (ser perfecto) engañe, aplicar el criterio de certeza a las verdades matemáticas, a la existencia de la sustancia extensa y a la existencia de otras mentes finitas.