XXII Congreso Nacional de Tribunales de Cuentas, Órganos y Organismos de Control Externo de la República Argentina La Rioja, 18,19 y 20 de setiembre de 2013 TEMA III Desarrollo de forma e índices o sensores para medir la eficiencia y eficacia de las operaciones gubernamentales. Planificación de una Auditoría de Gestión. Técnicas Cuantitativas para la Medición de la Eficiencia Pública Ana Clara Rebuffi Auditoría General de la Provincia de Salta RESUMEN Este trabajo se propone introducir en el ámbito de los Órganos de Control, reflexiones acerca de la evaluación de la eficiencia en sector público y las problemáticas vinculadas a su definición y cálculo. No pretende constituirse en un estudio acabado de la materia, pero si propiciar intercambios que permitan construir un nuevo enfoque en el control público de la República Argentina. Para esto, nos introducimos en la temática del control de gestión, como una nueva modalidad de control producto no solo de las reformas introducidas en la administración pública, sino como fruto de la demanda de la propia sociedad, que necesita saber en qué se gastan sus recursos y si estas aplicaciones resultan adecuadas. Luego, se delimita el concepto de eficiencia - cuestión que trae no pocas controversias – con la intención de diferenciarlo claramente del concepto de productividad. Seguidamente, se intenta aportar elementos para responder a la pregunta de cómo medir la eficiencia, distinguiendo entre los dos grandes grupos de técnicas generalmente utilizadas: los análisis mediante indicadores de productividad media y las técnicas de frontera. Específicamente, se desarrolla el Análisis Envolvente de Datos, como la técnica de frontera más utilizada y con mejores características para adecuarse a la evaluación de la eficiencia del sector público. 1 Por último, se ofrecen unas muy sintéticas conclusiones y recomendaciones. 2 1. El Control de Gestión “El objeto del estudio administrativo es descubrir primero, lo que el gobierno puede hacer legítimamente y bien, y segundo, cómo puede hacer estas cosas apropiadas, con la mayor eficiencia posible y con el menor costo posible de dinero o de energía”. Esta frase - aparentemente fruto de los estudios de las reformas de la gestión pública que se dieron en las dos últimas décadas1 – en realidad fue postulada por Woodrow Wilson en su obra “El estudio de la Administración” publicada en el año 1887. Desde entonces, ya se evidenciaba una preocupación por la eficiencia como principio de actuación del sector público. Lo que hizo la reforma de la gestión pública, fue fomentar el criterio de eficiencia en la producción y provisión de servicios públicos, lo cual ha exigido la aplicación de modelos de gestión y control similares a los implantados en el sector privado, pasando desde un control tradicional centrado en los medios-procedimientos a otro orientado hacia los resultados. Para esto, es necesaria una transformación de las técnicas de revisión basadas en la legalidad de la ejecución presupuestaria a técnicas 1 Hacia mediados de los años 90 y desde los propios organismos de crédito internacionales, se impulsó una variante crítica de las políticas derivadas del “Consenso de Washington”, conocidas como reformas de “Segunda Generación”, que ponían énfasis en la ampliación de la capacidad institucional del Estado y en la eficacia de la acción estatal para el “buen funcionamiento de los mercados”. En esta línea, el Informe del Banco Mundial de 1997, así como distintos documentos del BID y de la OCDE, impusieron un conjunto de pautas que fueron difundidas como la “Nueva Gestión Pública”(o New Public Management). Básicamente, estas propuestas buscan introducir tecnologías de gestión empresarial en la forma de actuación de las instituciones gubernamentales, promoviendo la obtención de resultados, enfatizando un carácter más gerencial que procedimental, tratando a los usuarios de los bienes y servicios públicos como clientes y garantizando mayor información y transparencia del quehacer de la administración para mejorar los niveles de confianza de la ciudadanía sobre lo público. La puesta en marcha de estas iniciativas garantizaría una asignación y utilización de los recursos públicos bajo un estricto criterio que incorpora eficiencia, eficacia y calidad (López, 2003). 3 avanzadas de auditoría y evaluación del gasto público, surgidas de los desarrollos que se han registrado en la gestión de las finanzas públicas. No obstante, y especialmente en nuestro carácter de auditores, es conveniente matizar los principios generales de esta “Nueva Gestión Pública”, reconociendo las insalvables diferencias existentes entre las entidades privadas y públicas, de las que podemos reconocer a los objetivos, adquisición de recursos materiales, recursos humanos, etc. Desde el punto de vista de los órganos de control externo, los procedimientos tradicionales encaminados a establecer la legalidad formal de las actuaciones, solo son útiles para responder a una pequeña porción de las necesidades que la sociedad le demanda - y para lo que fueron creados-. La importancia de su modernización puede resumirse en los siguientes puntos2: 1) Por su finalidad, de cara a dotar al parlamento y los ciudadanos de información relevante e independiente para que puedan formarse una opinión sobre la actuación del gobierno. 2) Por la importante función de emitir recomendaciones de la que están facultados, para la mejora de los procedimientos y de la eficacia eficiencia y equidad en el uso de los recursos públicos. 3) Porque un control externo basado en la formalidad contable y legal no es capaz de descubrir los casos más relevantes de corrupción y por lo tanto no es capaz de cumplir ni siquiera sus funciones tradicionales.3 2 Sanz M., A. Enfoque de políticas públicas y control externo. Ejemplo: Fiscalización del Ciclo Urbano del Agua. Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid. II Seminário Nacional de Ações Compartilhadas. Proyecto de Modernización de la Gestión Pública Brasileña. 3 Cuando los mecanismos de control no se adecúan a las necesidades de información y a la complejidad de la sociedad en un momento histórico determinado, pueden ser causa y origen de 4 4) Por último, un control externo basado en los mecanismos tradicionales dificulta, y en ocasiones impide, la modernización de la gestión pública, ya que penaliza al gestor eficiente y eficaz y premia al gestor que cumple con la legalidad formal que suele generar ineficiencias e ineficacias. Los procesos reformistas mencionados, se materializaron en Argentina a nivel nacional con el dictado de la Ley 24. 156 de Administración Financiera y de los Sistemas de Control. Luego las provincias, han ido replicando la impronta nacional en distintas medidas hacia la misma dirección. Los órganos de control no estuvieron ajenos a estas circunstancias, sin embargo y por la parte que nos ocupa en este trabajo, aun es muy embrionaria su modernización. Esto, debido principalmente a dos cuestiones. Por un lado, la orientación de las actuaciones fiscalizadoras: los trabajos de auditoría en la mayoría de los casos, se siguen planificando con el objeto de controlar determinadas cuentas u organismos. Carecemos de un enfoque evaluación de políticas públicas, que permita determinar si las actividades gubernamentales se han traducido en mejoras en las condiciones de vida de los ciudadanos (impacto de las políticas públicas), de acuerdo a las opciones seleccionadas por los gobernantes. La segunda cuestión está vinculada con el perfil del profesional auditor. Además de la interdisciplinariedad, es necesaria la capacitación del equipo fiscalizador en técnicas que permitan llevar adelante este modelo de control. Por ejemplo, en graves crisis como la que estamos viviendo. Los casos Enron y Parmalat fueron un primer aviso de las debilidades que la falta de control público estaba generando. Véase el artículo: “Evaluación de impacto y control externo”, Andrés Sanz Mulas, XVI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Esta do y de la Administración Pública, Salvador de Bahia, Brasil, 27 -30 oct. 2009. http://siare.clad.org/fulltext/0062547.pdf 5 evaluación de eficiencia mediante el Análisis Envolvente de Datos. El perfil jurista o contable puro ya no se adapta a los nuevos requerimientos del control público. 2. Análisis de la eficiencia El análisis de eficiencia se puede realizar a diferentes niveles: • Eficiencia productiva: si el sector público presta determinados bienes servicios a un coste mínimo. • Eficiencia económica: evalúa que bienes y servicios debe prestar el sector público.4 Nos interesa la evaluación de la eficiencia productiva y esto propone por lo menos dos grandes interrogantes: ¿Qué concepto utilizamos? ¿Cómo se mide? 3. Concepto de eficiencia Comenzando por el primer interrogante, el Diccionario de la Real Academia Española, define a la eficiencia como la capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado. 4 Se puede definir eficiencia económica como la eficiencia con la cual un sistema económico utiliza los recursos productivos a fin de satisfacer sus necesidades. De acuerdo a Todaro, el concepto significa en materias de “producción, utilizar los factores de producción en combinaciones de menor coste, en consumo, asignación de gastos que maximicen la satisfacción ( utilidad) del consumidor 6 Por su parte, la Carta Iberoamericana de Calidad en la Gestión Pública se refiere a la eficiencia como “la optimización de los resultados alcanzados por la Administración Pública con relación a los recursos disponibles e invertidos en su consecución.” El Manual de Auditoría de Gestión del Sector Público Nacional5 sostiene que el término eficiencia “se refiere a la relación entre los bienes o servicios producidos y los recursos utilizados para producirlos. Una operación eficiente, produce el máximo producto para una cantidad dada de insumos o requiere el mínimo de insumos para una calidad y cantidad de producto determinada (relación insumo – producto). El objetivo es evaluar la productividad de los factores de producción de bienes y servicios utilizados. Estas definiciones no ayudan mucho a nuestro objetivo como auditores, que es definir la eficiencia para poder medirla y determinar los desvíos, para así efectuar recomendaciones. Sin embargo, a lo largo del tiempo se han expuesto en economía distintas nociones del término “eficiencia” que pueden acudir a nuestro auxilio. El economista, político y sociólogo italiano Vilfredo Pareto (1848-1923) desarrolló el concepto de asignación eficiente u “óptimo” para aquella situación en la cual se cumple que no es posible beneficiar a una persona sin perjudicar a otra. El óptimo de Pareto, es un concepto muy débil como criterio normativo: existen asignaciones óptimas en las cuales un consumidor puede obtener todas las mercancías de la economía y el otro nada. Se trata de un concepto sensible a los desequilibrios e injusticias en la asignación de recursos, conocidos como dotación 5 Auditoría General de la Nación (1996): Documento Técnico Nº 8, Buenos Aires. 7 inicial, sean estos factores, bienes o servicios. Supongamos que tenemos 100 caramelos para distribuir entre 5 niños. Podríamos asignar 20 caramelos a cada uno, pero también 52 a uno y 12 a cada uno de los 4 restantes. En los dos casos los caramelos se habrían distribuido entre todos y ningún niño podría mejorar su posición sin hacer que otro empeore, ya que ambos son óptimos de Pareto. La noción de optimalidad de Pareto no es necesariamente deseable para las finanzas públicas, porque no conlleva ningún criterio de justicia o equidad.6 Posteriormente, otros economistas trabajaron sobre el problema de la construcción de una función de producción empírica basada en los datos observados y medir la eficiencia de cada unidad productiva en relación con aquella. Es en 1957 cuando M.J Farrell con su trabajo “The measurement of productive efficienciy” buscó, “suministrar una medida satisfactoria de la eficiencia productiva y mostrar como aquella puede ser calculada en la práctica (...) para cualquier organización productiva, desde un taller a la economía global”. De esta forma, lo que propuso era medir la eficiencia de las unidades de producción de las organizaciones, mediante indicadores de eficiencia, comparando estos indicadores con la función de producción.7 Farrell introdujo los conceptos de eficiencia técnica, eficiencia de precio y eficiencia global. La eficiencia técnica hace referencia a si se están utilizando de la mejor forma posible los factores productivos. Pone de manifiesto la capacidad que tiene una unidad para obtener el máximo producto a partir de un conjunto dado de insumos y se obtiene 6 Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Económicas (2002): Introducción a los conceptos de equilibrio en economía. Ed. Sergio Monsalve. Santa fe de Bogotá. 7 Díez M., F. (2008): Análisis de eficiencia de los departamentos universitarios. El caso de la Universidad de Sevilla. Ed. Dykinson. 8 comparando el valor observado de cada unidad con el valor óptimo que viene definido por la frontera de producción estimada.8 Como su propio nombre indica, es un concepto tecnológico que intenta analizar los procesos productivos y la organización de tareas, fijando su atención en las cantidades de inputs utilizadas y las cantidades de “outputs” producidas y no en los costos o precios de los mismos.9 La eficiencia asignativa (o de precio) supone que se ha alcanzado la eficiencia técnica y se refiere a la capacidad de la unidad para usar distintos inputs en proporciones óptimas dados sus precios relativos. Permite ajustar las prácticas de producción a la mezcla de insumos que mejor refleje, desde un punto de vista económico, la escasez o abundancia relativa de los mismos. La eficiencia económica o global se logra cuando la unidad productiva es técnica y asignativamente eficiente, es decir, cuando la obtención de una producción determinada supone la minimización de la cantidad de factores empleados y además su costo. Se refiere a la capacidad con que la unidad utiliza los factores de producción de forma óptima desde el punto de vista económico: esta situación será la del mínimo costo para producir unos productos, dados unos precios para los factores y los productos. Dicha eficiencia nos vendrá dada por la relación entre el costo mínimo (frontera) y costo real soportado. 8 Vicente Coll y Olga Mª Blasco (2006) Evaluación de la eficiencia mediante el análisis envolvente de datos Edición electrónica. Texto completo en www.eumed.net/libros/2006c/197/ 9 Santín G., D (2009): La medición de la eficiencia en el sector público. Instituto de Estudios Fiscales. Madrid. 9 Cuando el sector público está sobre su frontera de posibilidades de producción. No puede producir más de algún bien o servicio Técnica sin aumentar la cantidad de factores que se utilizan. No puede producir los mismos bienes y servicios con menos factores de los que se están utilizando. Cuando el sector público está minimizando el costo de los bienes Eficiencia y servicios que oferta Asignativa Implica que el sector público está siendo eficiente técnicamente y que, además, está utilizando la combinación de factores más barata. No solo utiliza la tecnología bien sino también utiliza la mejor tecnología. Global Técnica + Asignativa Cuadro Nº1 3.1 La función de producción El análisis de la eficiencia técnica y asignativa se basa en comparar el punto en el que se está desarrollando una actividad (factores empleados / producción obtenida) con el mejor punto posible (técnica o asignativamente) según la función de producción existente. Las situaciones reales, sin embargo, no se suelen caracterizar por el conocimiento de esas relaciones técnicas, lo cual complica la medición operativa de la eficiencia. Este problema es considerado también por Farrell, quien propone un método original de estimación de la función de producción a partir de los datos de las entidades 10 que implicadas en la valoración. Es justamente la estimación de lo que él denomina una función de producción empírica lo que ha tenido una mayor repercusión en la literatura posterior sobre la medición de la eficiencia en aplicaciones reales. 4. Como calcular la eficiencia La segunda pregunta que nos planteábamos tiene que ver con cuales son las técnicas que podemos aplicar para la evaluación de la eficiencia. Empezamos por comentar que la evaluación de la eficiencia en el sector público puede utilizar variadas técnicas. Tradicionalmente y en términos generales, se pueden distinguir dos grandes grupos de métodos cuantitativos útiles para la medición de la eficiencia de una unidad de decisión del sector público: análisis comparativo de indicadores y análisis de frontera (paramétricos y métodos no paramétricos). 4.1 Análisis comparativo de indicadores de gestión10 El primer método que abordaremos consiste en la construcción y comparación de índices, normalmente un cociente entre cantidades de productos e insumos, denominados genéricamente Indicadores de Desempeño del Sector Público. Desde la óptica de la evaluación de la eficiencia de las actuaciones públicas, los indicadores adquieren una importancia determinante en los procesos de evaluación y 10 Ver Rebuffi, A. Herramientas para evaluar la eficiencia judicial en la provincia de Salta (Argentina). Cuadernos de Formación. Colaboración 4/12. Volumen 14/2012. Instituto de Estudios Fiscales de España. Especialmente: 2.4.4. Los indicadores. 2.4.5. Tipos de indicadores. 2.4.6. Especial referencia a los indicadores de eficiencia en la auditoría pública. 2.4.7. Características individuales de los indicadores e integración sistemática. http://www.ief.es/documentos/recursos/publicaciones/revistas/cuadernos_formacion/2012_14_4.pdf 11 como auditores, nos interesa la información que pueden suministrarnos para el ejercicio del control de la gestión. Respecto a este punto, es importante destacar la diferencia que existe entre un criterio, un indicador y el estándar. • El criterio, es la condición que debe cumplir una determinada actividad, actuación o proceso para ser considerada eficiente. Se trata de los requisitos con los que el auditor compara la evidencia reunida durante la auditoría. • El indicador es una medida cuantitativa, que puede usarse como guía para controlar y valorar la eficiencia de las diferentes actividades. Es decir, la forma particular (normalmente numérica) en la que se mide o evalúa cada uno de los criterios. • En cambio, el estándar es el grado de cumplimiento exigible a un criterio de eficiencia. Los estándares de eficiencia determinan el nivel mínimo y máximo aceptable para un indicador. Si el valor del indicador se encuentra dentro del rango significa que estamos cumpliendo con el criterio de eficiencia que habíamos definido y que las cosas transcurren conforme a lo previsto. Los estudios de tiempos y movimientos, por ejemplo, son útiles en el desarrollo de estándares de eficiencia de mano de obra directa. En estos estudios se hace un análisis de los procedimientos que siguen los trabajadores y de las condiciones (espacio, temperatura, equipo, herramientas, iluminación, etc.) en las cuales deben ejecutar sus tareas asignadas. Los indicadores clásicos de eficiencia son los de productividad parcial y costos medios. Nos son los únicos ni más precisos, pero se usan para comparar el desempeño y dar señales de mejora a las unidades menos productivas. 12 • Indicadores de productividad parcial Es importante diferenciar dos términos: productividad y eficiencia, que generalmente se utilizan como sinónimos y producen no pocas confusiones. El diccionario de la Real Academia Española define a la productividad como sigue: 1. f. Cualidad de productivo. 2. f. Capacidad o grado de producción por unidad de trabajo, superficie de tierra cultivada, equipo industrial, etc. 3. f. Econ. Relación entre lo producido y los medios empleados, tales como mano de obra, materiales, energía, etc. Normalmente cuando se habla de productividad, se hace referencia al concepto de productividad media de un factor, es decir, al número de unidades de “output” producidas por cada unidad empleada de factor. Por ejemplo: Número de auditorías / número de auditores. La eficiencia técnica se apoya en la estimación de lo que denominamos frontera de producción, y su cálculo se efectúa realizando la comparación entre la producción real y la producción (frontera) que hubiera alcanzado si hubiera empleado los factores de la producción de forma eficiente. 13 Grafico Nº1: Diferencia entre Productividad y Eficiencia Fuente: Coelli, Prasada Rao y Battese En el Gráfico Nº 1 se ilustra esta diferencia que se acaba de mencionar, para un caso sencillo de un “output” y un “input”. Como se observa las unidades B y C son técnicamente eficientes puesto que operan en la frontera, en tanto que la A es ineficiente pues se sitúa por debajo de ésta. Sin embargo la productividad, entendida esta como producto medio, se mide como la pendiente de la línea recta desde el origen hasta el punto que lo representa. Como se aprecia la unidad A podría ganar en eficiencia y productividad si logra trasladarse hacia punto como B. Por su parte B, que es técnicamente eficiente podría moverse hacia un punto como C y de esta manera ganar en productividad, es decir el punto de escala óptima. En conclusión se puede decir que una unidad de producción podría ser técnicamente eficiente, pero todavía ser capaz de incrementar su productividad al explotar economías de escala. Coelli, Prasada Rao y Battese (1998). Sin embargo, este ejemplo merece una consideración adicional cuando las unidades que evaluamos pertenecen al sector público. Tratándose de un programa 14 presupuestario, que tiene definidos un producto concreto y un nivel de producción que debe alcanzar, la productividad óptima sería la que sobre la frontera de posibilidades de producción genera ese nivel de producto. En el sector público, no podríamos incrementar la productividad a costa de una menor producción. Trillo del Pozo11, ejemplifica claramente un escenario en que un análisis de la eficiencia a través de indicadores de productividad media puede arrojar conclusiones no deseadas. Supone una función de producción con rendimientos decrecientes, de acuerdo a los siguientes datos: Unidad Input (x) Output (y) Y/X A 2 4 2 B 4 4 1 C 16 10 0,625 Las unidades A y C se ubican sobre la frontera de producción, y B por debajo de ésta. El paso desde el punto A al punto C, implica una disminución de la productividad media del factor X (de 2 a 0,625). El punto B es ineficiente, porque existe otra unidad (A) que consume menos recursos que ella en la fabricación de idénticas cantidades del bien Y (4). Por otra parte, C estaría aprovechando los recursos de la economía de forma que la economía alcanza su producción potencial, mientras que en B esto no ocurre. Sin embargo, si realizamos un análisis de productividad media del factor X, la unidad B saldría mejor rankeada que C (1 vs. 0,625) que es eficiente porque está sobre la frontera de producción. 11 Trillo del P., D (2002): Análisis económico y eficiencia del sector público. VII Congreso Internacional del CLAD sobre Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lisboa, Portugal, 8-11 Oct.2002. 15 • Indicadores de costos medios El costo unitario de producción o costo promedio, es un indicador que relaciona la productividad física y el costo de los factores e insumos utilizados en la generación de un bien o servicio. En el ámbito de las instituciones públicas existen muchas aproximaciones a este concepto. En general, se pueden obtener mediciones de productividad física, relacionando nivel de actividad, expresado por ejemplo como número de subsidios entregados, cantidad de usuarios atendidos, inspecciones realizadas, etc., y nivel de recursos utilizados (gasto en bienes y servicios, dotación de personal, horas extraordinarias, etc.).12 Ya sea que se haya analizado la eficiencia a través de los indicadores de productividad media o costos medios, se deberán interpretar los resultados logrados a fin de detectar los factores responsables de los desvíos respecto de los estándares fijados. Por último, es importante considerar los problemas ligados a la introducción de indicadores (de gestión y particularmente de eficiencia) a un proceso de control de gestión. Tal como afirma Burlaud13 “Juzgar al responsable de una actividad apoyándose en indicadores poco apropiados, puede llevar a comportamientos irracionales.” Supóngase que se mide cuantos pacientes atiende cada profesional en el servicio de consultorios externos de un hospital en un periodo de una semana. Dicha práctica puede generar el efecto perverso de que se sacrifique la calidad del servicio para los pacientes cuyos casos requieran una atención más detenida. 12 Juan Cristóbal Bonnefoy, J y Armijo, M.(2005): Indicadores de desempeño en el sector público. Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social – ILPES. Santiago de Chile. 13 13 INAP España. Dirección Pública: Gestión y Legitimidad. http://hal.inria.fr/docs/00/55/95/22/PDF/direccion_publica_gestion_y_legitimidad_ebook.pdf 16 Todos los sistemas de indicadores tienen tendencia a generar efectos perversos, por ejemplo, los gestores pueden actuar manipulando las medidas de desempeño para mostrar a un programa desde una perspectiva favorable y así justificar su continuidad o la necesidad de incrementos presupuestarios. 4.2 Análisis de Frontera Los análisis de frontera que se han utilizado hasta el momento pueden clasificarse en dos grupos, según sigan una técnica paramétrica o no. • Técnicas Paramétricas Las estimaciones paramétricas, que utilizan técnicas econométricas para estimar fronteras de eficiencia, que vinculan los insumos con los productos a través de una relación sistemática (la función de producción) y los refieren a la situación del mejor resultado posible representada por la frontera de las observaciones.14 En una aproximación paramétrica, se especifica a priori una forma funcional con parámetros constantes (ej Cobb- Duglas, translog), es decir, una función de producción ideal, estimándose sus parámetros de manera que las observaciones queden sobre o por debajo de la función. Una de las técnicas más conocidas para estimar la frontera de eficiencia es la regresión por mínimos cuadrados. 14 Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (2012): La construcción de un estado moderno y eficaz para la Argentina. 17 Grafico Nº2: Regresión estadística Se trata de un método estadístico que se utiliza para realizar una comparación, entre el desempeño de una unidad versus su valor esperado. Éste último es una estimación de una función de producción o de costos promedio de la muestra de unidades. La producción proyectada en comparación con la producción real brinda la medida del desempeño relativo. Luego, puede evaluarse estadísticamente la calidad de estos resultados para ofrecerles a los gestores un marco para la evaluación de las unidades públicas. La principal desventaja de la función de producción estimada mediante regresiones, es que, como se dijo anteriormente, se trata de una estimación promedio, con valores que minimizan las desviaciones entre las observaciones y los que se sitúan sobre la función estimada. Se trata entonces de un indicador del comportamiento medio de las variables y no de la eficiencia. Por otro lado, los análisis econométricos requieren de un importante grupo de datos para asegurar que se arriban a resultados confiables. Muchas veces, la obtención 18 de la cantidad de observaciones necesarias para efectuar en una estimación eficiente y objetiva de las estructuras de producción y costos puede resultar ser una gran dificultad. • Técnicas no paramétricas En una aproximación no paramétrica, no se especifica a priori una forma funcional concreta, sino unas propiedades formales que satisfacen los puntos del conjunto de producción (por ej: libre disponibilidad de insumos y productos).15 Las estimaciones de eficiencia no paramétricas, utilizan herramientas de programación matemática para la combinación de los insumos y los productos de las unidades y miden los resultados obtenidos en la realidad con respecto a una frontera de eficiencia construida como la envolvente de los datos disponibles, es decir, define las mejores prácticas a partir de las experiencias efectivas observadas.16 Por lo expuesto, son los propios datos disponibles los que determinan la forma y la localización de la frontera productiva, la cual supone únicamente una aproximación a la verdadera frontera de eficiencia, cuya observación resulta imposible.17 Así, la medición de la eficiencia se descompondrá en las siguientes etapas: 1) Estimar la función de frontera, que será la referencia. 2) Comparar los resultados derivados del comportamiento de las unidades evaluadas con los de la frontera de referencia y determinar los desvíos. 3) Establecer cuales se han establecido por causa de la ineficiencia. 15 Cansino M.R., J.: (2001): Evaluar al sector público español. Universidad de Cádiz. Cádiz. 16 Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (2012): La construcción de un estado moderno y eficaz para la Argentina. 17 Santín G., D (2009): La medición de la eficiencia en el sector público. Instituto de Estudios Fiscales. Madrid. 19 4.3 El Análisis Envolvente de Datos Este método sigue los conceptos básicos de Farrell (1957). Junto con este autor, hubo varios otros que proporcionaron los fundamentos necesarios para que DEA pudiera surgir y fuese utilizado (Seiford (1996:99)): Charnes y Cooper (1962), Aigner y Chu (1968) y Afriat (1972). El Análisis Envolvente de Datos es una técnica de medición de la eficiencia basada en la obtención de una frontera de eficiencia a partir del conjunto de observaciones que se efectúen, sin la estimación de ninguna función de producción, es decir, sin necesidad de conocer ninguna forma de relación funcional entre “inputs” y “outputs” (método no paramétrico). Además, tiene la ventaja de ser aplicable a situaciones de múltiples “inputs” y “outputs”, expresados en unidades distintas. Mediante programación lineal, se construye una envolvente de las combinaciones más eficientes de insumos y productos, estimando así funciones de costo o producción. Dicha envolvente se identifica con la figura de la frontera eficiente, de manera que la distancia de las unidades ineficientes a la envolvente proporciona una medida de su nivel de ineficiencia. 20 Grafico Nº3: Frontera de posibilidades de producción. Como requisito para este modelo, todas las unidades evaluadas deber ser lo más homogéneas posible, es decir, que consuman los mismos tipos de factores o inputs y produzcan la misma clase de “output”. Si en la recolección de datos, encontramos unidades que tengan un comportamiento atípico hay que eliminarlas. Es importante destacar, que el hecho de que una unidad este sobre la frontera no significa que haya alcanzado su eficiencia máxima, pero sí que las restantes unidades pueden mejorar su nivel de desempeño situándose a la altura de las que están en el nivel frontera. En consecuencia, la medida de eficiencia obtenida mediante el DEA es relativa. Por las características descriptas, el Análisis Envolvente de Datos no es un método paramétrico y tampoco es estadístico, puesto que no asume que la eficiencia no captada siga algún tipo de distribución probabilística. 21 5 Aplicación del Análisis Envolvente de Datos por parte de los Órganos de Control El Análisis Envolvente de Datos está muy difundido en distintos ámbitos, pero su utilización por parte de los Órganos de Control (tanto internos como externos) es todavía incipiente. Resulta particularmente importante su aplicación en el Sector Público ya que posibilita dejar atrás una serie de limitaciones que se plantean en la evaluación de la eficiencia mediante otras herramientas. Por ejemplo, permite comparar organizaciones que producen múltiples productos o servicios por medio del cálculo de un indicador global de eficiencia técnica, lo cual supone una ventaja respecto de los tradicionales índices de rendimiento parcial. Adicionalmente, posibilita superar el particular problema del proceso evaluador de los bienes públicos (para los cuales como se sabe, no existe mercado y por lo tanto deriva en que no se conocen sus precios)18 y de la misma manera, para los precios de los productos difícilmente calculables. La ventaja anteriormente reseñada es sumamente importante, ya que se extiende también a los precios de los factores de la producción: es el propio DEA el que genera los valores. Esto deja atrás la limitación de la evaluación de eficiencia tradicionalmente señalada en análisis parciales de productividad: la falta de contabilidad de costos. 18 Los bienes públicos son aquellos bienes que poseen la propiedad de no exclusión (es imposible excluir a ningún sujeto del disfrute de las ventajas del bien) y no rivalidad (el disfrute del bien por parte de un individuo no limita la cantidad del bien disponible para el disfrute del bien por parte de otros individuos. En todo caso, estas propiedades pueden cumplirse en distintos grados. Por ejemplo una carretera puede ser considerada como bien público, no puede excluirse a nadie de su uso y el costo marginal de que la utilice un vehículo mas es prácticamente cero (no hay rivalidad), ahora si la misma de congestiona, la propiedad de no rivalidad desaparece (el Costo Marginal de usarla aumenta considerablemente). Diccionario de Economía Pública. 22 Otra ventaja de la técnica, esta vez respecto de los modelos de frontera paramétricos, radica en la que no exige conocimiento previo de la función de producción, que relaciona los factores con los productos, y por lo tanto es de suma utilidad cuando las unidades se dedican a la prestación de servicios. Proporciona información de gran utilidad para los gestores, ya que al identificarse las unidades eficientes pueden establecerse pautas de actuación que sirvan como guías a aplicar en las unidades ineficientes. Para ejemplificar esto, se toman como referentes observaciones realizadas en el Informe de Fiscalización de la Cámara de Cuentas de Andalucía sobre la eficacia y la eficiencia de los Servicios de Radiodiagnóstico en los hospitales del Servicio Andaluz de Salud (SAS).19 • Es posible establecer que variables deben ser modificadas para incrementar la eficiencia: 70. Los excesos relativos de recursos utilizados por los distintos Hospitales son los siguientes: 1,08 M€ en gastos de personal (media del 5%); 5.614 metros cuadrados en superficie de instalaciones (media del 14%); 6,98 M€ en gastos corrientes (media del 26%); y 0,53 M€ en amortización de equipos (media del 8%). En gastos de personal destacan los excesos relativos del Hospital de Jerez, con un 33%, lo que supone 0,61 M€, y Virgen de Valme de Sevilla, con un 18% que equivale a 0,48 M€. • Ofrece información concreta sobre la evaluación del grado de eficiencia alcanzado: 19 http://www.ccuentas.es/files/reports/complete/1331894663-oe-05-2004-def.pdf 23 “B) Modelo I. Hospitales comarcales. 57. De acuerdo con este modelo resultan eficientes cuatro Hospitales: Baza (Granada), San Agustín de Linares, San Juan de la Cruz de Úbeda (Jaén) y Punta de Europa de Algeciras (Cádiz), presentando el subgrupo una eficiencia relativa media del 87%.” Para finalizar, se debe señalar que esta técnica no es infalible. Como toda evaluación, deberá matizarse y actuar con el elemental criterio de prudencia que deben respetar los auditores públicos. 24 6 Conclusiones y Recomendaciones La importancia del análisis de la eficiencia se apoya en los principios de actuación que deben regir al sector público. Si por un lado, se demanda una actuación eficiente a los gestores públicos, por el otro se deben desarrollar mecanismos que permitan su control objetivo. Los órganos de control no son ajenos a las problemáticas derivadas del análisis de eficiencia pública y deben asumir la responsabilidad derivada de las facultades que se le otorgaron, enfrentando todos los desafíos y reconversiones que hagan falta, de la misma manera que lo hicieron en las distintas circunstancias históricas que atravesaron. Para esto, es fundamental una profunda reconversión en su seno, que no está vinculada solamente a sus modelos de conformación y jurisdiccionalidad o no, sino a los objetivos de control que se propone y las medidas internas que tomen para alcanzarlos. Es importante tomar conciencia, que el control de gestión es un asunto ateniente a los órganos de control y por lo tanto, su impulso debe provenir desde el seno de los mismos, sin necesidad de crear nuevas estructuras burocráticas para cumplir funciones que constitucionalmente ya fueron asignadas. 25