LEVANTA LA CABEZA, HERMANO LEVANTA LA CABEZA, HERMANO, ACÉRCATE AL SEÑOR. ÉL TOCA CADA VEZ MÁS FUERTE EN TU CORAZÓN. 1. “Si el don de Dios tú conocieras -le dijo Jesús a la samaritana-, el agua que da vida tomarías tú y no sufrirías sed nunca jamás”. 2. “Se te ha perdonado mucho porque mucho amor mostraste al Señor”. A los pies de Jesús, renació la esperanza, un nuevo corazón, amante del Señor.