Arzobispado de Santiago 1. ¿Qué es la Cuaresma? Tiempo de Cuaresma en el Año de la Misericordia La pedagogía del Año Litúrgico, hace de la Cuaresma un tiempo fuerte que se nos ofrece para disponernos a celebrar el misterio central de nuestra fe: La muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Cuaresma invita al creyente a entrar en el desierto para encontrarse con el Maestro y Señor de la vida, encuentro que se concreta en la Palabra, en la celebración de los sacramentos, de manera especial en la penitencia y de manera muy particular (se concreta) en la caridad, en el servicio a los hermanos más necesitados. Sus orígenes Desde el siglo II encontramos en la práctica de la iglesia un tiempo de preparación a la Pascua, que fundamentalmente se encontraba centrada en el ayuno. Este tiempo de ayuno riguroso, que va a consistir primeramente en dos días, dio paso a una semana en la cual se leía el Evangelio de Juan. Inspirados en los cuarenta días de Jesús en el desierto, esta práctica de una semana, se transformó en los cuarenta días, descontando los días domingos, en los cuales no se practica el ayuno. Ya en el siglo IV, la Cuaresma va a ser conocida y practicada tanto en Oriente como en Occidente. 5 Subsidio de Cuaresma 2016 El sentido de la Cuaresma La Cuaresma en sus orígenes, tiene como sentido principal, la preparación de la comunidad cristiana a celebrar la Pascua, la celebración de los ritos litúrgicos preparatorios al Bautismo en el catecumenado, la celebración de la llamada penitencia canónica. La comunidad cristiana está llamada en este tiempo a una fuerte renovación espiritual, teniendo en cuenta tres elementos: la oración, la caridad y el ayuno. Al mismo tiempo que toda la comunidad eclesial está invitada a esta renovación espiritual, acompaña a los que ya han sido elegidos para el Bautismo y que en este tiempo se preparan de manera intensa a celebrar el sacramento de la fe como lo atestigua la tradición apostólica de Hipólito. La penitencia canónica que anteriormente se asociaba a la reconciliación en el día Jueves Santo, encontró en la imposición de cenizas una manera de incorporar y acompañar a todos los penitentes de la comunidad cristiana. Las cenizas de la Cuaresma son el signo más evidente de una Iglesia que quiere dar pasos de conversión de manera individual, como también en cuanto pueblo que vuelve su rostro al Señor de la Salvación y de la vida eterna. Vivir Cuaresma hoy La reforma litúrgica del Concilio Vaticano II impulsada por el Movimiento Litúrgico, le ha dado a este tiempo una fuerza nueva. El número 109 de la Constitución Sacrosanctum Concilium sobre la Sagrada Liturgia, nos recuerda el carácter de este tiempo, que es por naturaleza bautismal y penitencial. Dedicado a la escucha de la Palabra y la oración: 6 Arzobispado de Santiago “Puesto que el tiempo cuaresmal prepara a los fieles, entregados más intensamente a oír la Palabra de Dios y a la oración, para que celebren el misterio pascual, sobre todo mediante el recuerdo o la preparación del bautismo y mediante la penitencia, dése particular relieve en la Liturgia y en la catequesis litúrgica al doble carácter de dicho tiempo. Por consiguiente: a) Úsense con mayor abundancia los elementos bautismales propios de la Liturgia cuaresmal y, según las circunstancias, restáurense ciertos elementos de la tradición anterior. b) Dígase lo mismo de los elementos penitenciales. Y en cuanto a la catequesis, incúlquese a los fieles, junto con las consecuencias sociales del pecado, la naturaleza propia de la penitencia, que detesta el pecado en cuanto es ofensa a Dios; no se olvide tampoco la participación de la Iglesia en la acción penitencial y encarézcase la oración por los pecadores.” (SC 109) La penitencia de este tiempo está llamada a ser individual y social, acompañada del ayuno, recomendado de manera particular para el Viernes Santo. “La penitencia del tiempo cuaresmal no debe ser sólo interna e individual, sino también externa y social. Foméntese la práctica penitencial de acuerdo con las posibilidades de nuestro tiempo y de los diversos países y condiciones de los fieles, y recomiéndese por parte de las autoridades de que se habla en el art.22. Sin embargo, téngase como sagrado el ayuno cuaresmal; ha de celebrarse en todas partes el viernes de la pasión y muerte del Señor y aun extenderse, según las circunstancias, al Sábado Santo, para que de este modo se llegue al gozo del domingo de Resurrección con con ánimo elevado y entusiasta..” (SC 110) 7 Subsidio de Cuaresma 2016 La celebración de la Pascua es la meta a la que tiende toda la Cuaresma, es el tiempo en que todos estamos invitados a renovar nuestra vida de fe a la luz del Bautismo, a hacer nuestra las exigencias de vida que brotan de la Pascua de Cristo. La celebración de la Cuaresma no es preparación a celebrar un rito externo; es preparación a participar en el encuentro con Cristo que se da en la celebración de la Pascua y de manera potente y plástica, en la noche Pascual. La Cuaresma siempre es tiempo de desierto que nos invita a vencer el hombre viejo que hay en nosotros para que brille el hombre nuevo por la gracia bautismal. La noche de la Pascua en la celebración Eucarística, hace presente la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte y hace de los sacramentos, encuentros personales con el Señor de la vida. Si la Pascua es la celebración del triunfo sobre el pecado y la muerte, la Cuaresma es oportunidad para que la Iglesia en cada una de sus comunidades pueda reforzar su identidad cristiana, de manera personal y comunitaria. Las celebraciones penitenciales, los retiros, los momentos de oración, las prácticas solidarias, los momentos formativos ayudarán a encontrarnos con Cristo. La Liturgia de la Palabra durante Cuaresma La Cuaresma es el tiempo privilegiado en el cual la Iglesia está llamada a mostrar de una manera más evidente el rostro misericordioso del Padre, especialmente con ocasión de las liturgias penitenciales y de la celebración del Sacramento de la Reconciliación. Por esta razón, el viernes 11 y el sábado 12 de marzo se extiende a todas las comunidades la iniciativa llamada “24 horas para el Señor”. 8 Arzobispado de Santiago El Santo Padre recomienda que “la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida más intensamente como un momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios. ¡Cuántos pasajes de la Sagrada Escritura pueden ser meditados en las semanas de la Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre!” El Año Santo de la Misericordia coincide con el camino cuaresmal propuesto por el leccionario del Año C, marcado por el tema de la penitencia. En este año, estaremos llamados a realizar un camino de conversión que nos conduzca a la Pascua, evento supremo de la reconciliación con el Padre. Especialmente a través de la Homilía, pero también en el cuidado particular de las moniciones y de la oración de los fieles, los pastores, junto con sus colaboradores, ayudarán a la asamblea celebrante a entrar en el misterio de la misericordia del Padre, celebrada inminentemente en el sacrificio de su Hijo. En particular, con la narración de las tentaciones de Jesús en el desierto, el domingo I, el pueblo de Dios será llamado a vivir la Cuaresma como camino de “conversión eclesial” a través de la escucha de la Palabra, la oración y el ayuno. El domingo II, la narración de la Transfiguración invita a los cristianos a afianzar la fe en el misterio de la muerte y la resurrección de Cristo, para adherir, en plena fidelidad a la alianza, a la voluntad de Dios, y ser verdaderos discípulos de Cristo. A través de la parábola de la higuera estéril, en el domingo III, cada fiel será invitado a superar la dureza de la mente y el corazón para que, acogiendo la Palabra de Dios y dando espacio al Espíritu, sea capaz de dar frutos de verdadera y continua conversión. La parábola del padre misericordioso del domingo IV constituye el culmen de este camino cuaresmal en el año Jubilar: reconoce a Dios como Padre bueno y magnánimo en el perdón que, en el abrazo de su amor, acoge a todos los hijos que regresan a Él con corazón contrito, para recubrirlos con las vestiduras de la salvación, hacerlos partícipes de la alegría del banquete pascual y restituirlos a la dignidad real de hijos de 9 Subsidio de Cuaresma 2016 Dios. El pasaje de la adúltera perdonada, del domingo V de Cuaresma, invita a todos los bautizados a abrirse al perdón incondicional de Dios, que en Cristo renueva todas las cosas. Domingo I Dt 26, 1-2. 4-10 Profesión de fe del pueblo elegido Rm 10, 8-13 Profesión de fe del creyente en Cristo Lc 4, 1-13 Fue llevado por el Espíritu al desierto, y era tentado por el diablo Domingo II Gn 15, 5-12. 17-18 Dios selló una alianza con Abraham Fl 3, 17 - 4, 1 Cristo hará nuestro cuerpo semejante a su cuerpo glorioso Lc 9, 28b - 36 Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió Domingo I Ex 3, 1-8ª. 10. 13-15 “Yo soy” me envió a ustedes 1 Cor 10, 1 - 6. 10-12 La vida del pueblo con Moisés en el desierto Lc 13, 1-9 Señor, déjala. A ver si da fruto, sino, la cortas Domingo IV Josué 4, 19; 5, 10-12 El pueblo de Dios celebra la Pascua 2 Cor 5, 17-21 Dios nos reconcilió con Él por medio de Cristo Lc 15, 1 - 3. 11 - 32 Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió Domingo V Is 43, 16-21 Yo estoy por hacer algo nuevo Fl 3, 8 - 14 Por Cristo he sacrificado todas las cosas Jn 8, 1 - 11 Tampoco yo te condeno. Anda y en adelante no peques más 10