MARIO BENEDETTI Palabras cotidianas, bonachonas Unidas con sentimiento Que plasman la realidad Aunque produzcan tormento Nos calmas el pensamiento Tus amores son los nuestros Nos cuentas con tus palabras Nuestros íntimos momentos Como un espejo reflejas La verdad que nos guardamos Y brotas humanidad Con tus ruegos y tus quejas Tus poemas son la cuna Donde meces las palabras Y aunque parezcan dormidas Vemos oculta a la luna Haces reaccionar al alma Con parsimonia y sosiego Y ya nada queda en calma Nos haces perder el miedo. Tu cercanía se siente Desde el primer pensamiento Y la verdad nos trasmites Con tan puro sentimiento Antonio Benito En memoria de Mario Benedetti Yo no te pido que me bajes una estrella azul sólo te pido que mi espacio llenes con tu luz. Tu imagen y tus palabras: Me gusta la gente…, tu poema Te quiero en la voz de Nacha Guevara, tu voz recitando tus propios versos: Currículum, Oda a la pacificación, Hombre que mira a la luna, Táctica y estrategia, Viceversa, Bienvenida, Los formales y el frío, Soledades, Hagamos un trato, No te salves, No te quedes conmigo, Te quiero (de nuevo), nuestras voces recitando Defensa de la alegría, Piedritas en la ventana, Las palabras, el silencio al escribir envueltos en tu aureola, mis compañeros comunicándose contigo…en una tarde de junio en la que nos hemos reunido para rendirte un sencillo homenaje, me han sumido en uno de esos maravillosos y efímeros instantes de eternidad que justifican por sí solos la alegría de vivir y compartir la belleza de las palabras y de los sentimientos. … usted sabe puede contar conmigo no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo Carmen Sánchez Ledesma ME GUSTA LA GENTE Primero que todo: Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace... - Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar. - Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar. - Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos produce más que los caóticos esfuerzos individuales. - Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría. - Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe. - Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó. - Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. - Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos. - Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata. - Me gusta la gente que trabaja por resultados. Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido. Mario Benedetti No importa Don Mario Tus poemas chincheteados en la pared de mi primer cuarto de adolescente, saltan del papel y vienen a refugiarse entre mis brazos y manos, entre las mantas de mi habitación de invierno sin calefacción. Ellos me hacen cosquillas en el corazón y en las ganas de compartir mi lecho y tu calle. Tus poemas sonando en el aire de canciones de Nacha y otros, me ayudaban a abrir los ojos a la realidad social de mi país, tu refugio. Me ayudaron a querer más, mejor y más tiernamente. Me ponían los pelos de punta y a la melancolía de rodillas o tumbada.. Me empujaron a sentir que en la calle éramos muchos más que tres, contando contigo. Sentía que se puede contar también con vos en tus poemas, tu timidez y tu fuerza usando la palabra de nuestra lengua castellano-americana. Ahora después de conocer tu muerte, vuelvo a escucharte, viejecito querido y lindo, en nuestro pequeñito Taller de la Palabra, bien o mal colocadas, rebeldes y a veces mal educadas, ya que no obedecen a nuestros deseos, alegrías, enfados y melancolías. Pero ¡no importa Don Mario! Sé, que cuando te necesite en la soledad del cuarto, o en la calle, yo podré contar con vos amigo, aunque para ser feliz aquí tampoco tengamos permiso. Sé que puedo contar contigo y …Don Mario…, también con mis amigos. Godo. A MARIO BENEDETTI Has cantado a lo posible pequeño agradable POPEA de terapias vitalistas para que gente franca sincera que acaricia sin guantes pueda ver más allá de sus rutinas. Tus palabras construyen un puente indestructible entre soledad y alegría lluvia y jardines silencios y alborozos. Cotidiano cercano sin academicismos sin perder la inocencia de la infancia has cruzado el océano lentamente, midiendo cada paso que dabas conociendo la muerte que fue dejando ausencias hasta ser parte de ella. Teresa del Val QUIERO CONTAR CONTIGO La gente que me gusta, vibra al azar, es franca, sincera, cómplice en la noche, cómplice en el día, defendiendo la alegría como destino, justa con su gente con derecho a equivocarse y viceversa. ¡Pero no te rindas! Objetivos tenemos: justicia, amor, compromiso, felicidad. ¡Sí! Si la felicidad no existe con mayúsculas, hagámosla que exista con minúsculas. que sea el sueño del futuro con errores, interrogantes y vaivenes viajando coco a codo por la vida somos mucho más que dos. Ante lo caótico… que el orgullo se torne tierno, ante la adversidad… que los fantasmas huyan, ante los espejismos… que circule la palabra como la sangre por las venas, queriendo sin preguntas, queriendo sin respuestas. yo te nostalgia, Mario, y te nostalgiaré siempre, Benedetti. Santiago MI HOMEJE A BENEDETTI “Su apariencia era la de un juez de paz, pero nunca hubo paz en su alma” El cuento es muy sencillo usted nace contempla atribulado el rojo azul del cielo el pájaro que emigra el torpe escarabajo que su zapato aplastará valiente. ¡Defender la alegría como una bandera! defenderla del rayo y la melancolía de los ingenuos y de los canallas. Me gusta la gente sincera y franca. Me gusta la gente capaz de criticarme de frente, a esos, les llamo amigos. Cuando digo amigo me renace el corazón en un baño de amapolas, malvas y hierbabuena. En la complicidad del crepúsculo, la tarde se recogía como una taza preñada de luz. En el Jardín Botánico las parejas se miran fanáticas a los ojos. Tu mirada es un espejo reflejo de la mía y viceversa. Pero el Jardín Botánico solo se despierta con la lluvia. ¡Por fin llueve el amor! multiplicado en encajes de infinitas gotas de lluvia. No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras enterrar tus miedos liberar el lastre retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje... destrabar el tiempo abrir ventanas quitar frenos, guardar la angustia en su escondite. No te rindas, por favor, no cedas. Tengo miedo de verte necesidad de verte esperanza de verte desazones de verte. Se me ocurre que vas a llegar distinta no exactamente más linda ni más fuerte, ni más dócil, ni más cauta tan solo que vas a llegar distinta. Y pasó la tarde, el sol proseguía su paseo vespertino escondiéndose tras el vino tinto de nubes rojas. Su corazón un pálpito de amor por la noche. ¿Cómo compaginar la aniquiladora idea de la muerte con este incontenible afán de vida? (Casi todos los textos son de Mario Benedetti... los he tratado de enhebrar con algunos míos, humildemente .- Manuela Serrano ) Benedetti: Culpable Vos sos el culpable de que me guste la poesía. palabras sencillas con todo el sentimiento. porque eres tierno desde el pie hasta el alma porque te has ido y no. Elia HOMENAJE A MARIO BENEDETTI Me gusta la gente como tú, Amigo, hermano, Poeta del compromiso, de la utopía, Defensor de la alegría como un principio. Querías que la gente viviera feliz Y luchaste siempre contra el opresor, por eso, Me gusta la gente como tú La muerte te arrebató y Ahora mismo estoy triste… ¡Menos mal que te quiero¡ No tengo duda: duermes el sueño eterno Y, después de la muerte ¿qué vendrá? No lo creo todavía, Nunca nada te reemplaza Sigues vivo entre nosotros y Lo bueno es que circula tu palabra.. Ya sabes, amigo, Estés dónde estés PUEDES CONTAR CONMIGO… Rosa. COLLAGE BENEDETTIANO Primero el silencio, ruidos muertos, huesos tristes, No me gusta robar su tiempo. Después la alegría, quisiera sonreír pero no puedo, Darle la importancia de no tomarte en serio. Ahora el amor, simple como entrar en su corazón, Feliz, aún sin permiso, rebosante que va tirando recuerdos, biografías y silencios Al fin, después del silencio, alegría, amor, está la soledad, Ruidos muertos, huesos tristes A veces solo despierta con la lluvia de tus sueños, Para secar quien sabe que silencios. Y después de todo, estáis VOS Jesús Martín.