WIL HEEFFER Veinte poemas desesperados y una canción de amor Una respuesta a Pablo Neruda Dibujos: Ad Willemen La presente edición ha sido revisada atendiendo a las normas vigentes de nuestra lengua, recogidas por la Real Academia Española en el Diccionario de la lengua española (2014), Ortografía de la lengua española (2010), Nueva gramática de la lengua española (2009) y Diccionario panhispánico de dudas (2005). Veinte poemas desesperados y una canción de amor © Wil Heeffer, textos © Ad Willemen, dibujos ISBN: 978-84-16312-25-2 Depósito legal: A 512-2015 Edita: Editorial Club Universitario. Telf.: 96 567 61 33 C/ Decano, 4 – 03690 San Vicente (Alicante) www.ecu.fm ecu@ecu.fm Printed in Spain Imprime: Imprenta Gamma. Telf.: 96 567 19 87 C/ Cottolengo, 25 – 03690 San Vicente (Alicante) www.gamma.fm gamma@gamma.fm Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información o sistema de reproducción, sin permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Para ti mi amor que nunca se marchite. Amor guie o meu verso, e enquanto o guia, reúna alma e desejo, membro e vulva. Carlos Drummond de Andrade, O Amor Natural Hecha esta divisíon, cada mitad hacía esfuerzos para encontrar la otra mitad de la que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unían llevados del deseo de entrar en su antigua unidad, con un ardor tal, que abrazadas perecían de hambre e inanicíon, no queriendo hacer nada la una sin la otra. Platón, Simposio Eros, que era un dios para los antiguos, es un problema para los modernos. Se había aprendido de memoria el mapa, pero no conocía el país. Denis de Rougemont Valerie Tasso, Antimanual de sexo Para ti, mi amor Cuerpo de mujer, blancas colinas [...], persistiré en tu gracia. Pablo neruDa, «1» Con la mirada perdida por el mar de los abrazos avanzo abriendo caminos sin saber de ti, mi amor. Te busco a tientas, en cámaras oscuras, entre sábanas de seda, en promesas del cielo… Pero no oigo suspiros y tu perfil no hallo. Busco tu cuerpo enaltecido en la sonrisa de unos ojos, en ráfagas de besos…, pero ¿dónde estás? Te busco por los signos, entre bosques de humo, en brazos de rameras…, y me siento tu siervoseñor. Soy un náufrago hundido en la zozobra, en mares de ceniza, en labios que propagan infinitos engaños, en la mueca de la decrepitud. Como un perro en celo ladrándole a la luna, te busco. Te busco por la grupa de nubes que cabalgan el último horizonte, por las calles que lloran, en el mar que se humilla, en los placeres idos, en barcos extraviados, en las huellas del clamor… Soy un náufrago en trampas de marfil, abatido en la noche por hogueras de hielo. Pero en ningún lugar ningún vestigio. ¿Dónde...? ¿Dónde? Mi sueño, mi vida… 4 Desde un cuerpo prestado, cegado por las lágrimas, te busco y te busco, pero solo la nada me muestra su rostro.