COORDINACIÓN DE PROYECTO Equipo de la Dirección General de Planificación y Ordenación Educativa COORDINADOR DIDÁCTICO José Manuel González González LIBRO VI LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Celia Fernández Corral COLABORADORES José Manuel González González Marta Prieto Sarro Ángel Martín Martín Mª del Mar Ballesteros Presa Mª Teresa García de Juan Herminio Álvarez Regueras Mª Victoria Sánchez Conde DISEÑO GRÁFICO Disenovo S.L. Alicia Ruano Santos Virginia Alonso Miguel Eduardo Ruano Santos Luis Miller Méndez Eduardo Sutil Fernández IMPRENTA Gráficas Santamaría S.A. Depósito Legal: ISBN: VI Los materiales didácticos que se recogen bajo el título de “La pervivencia del mundo romano en Castilla y León” pretenden ser una reflexión sobre nuestros orígenes. O, más exactamente, sobre una parte de ellos. Concretamente aquellos que se remontan a la romanización, el proceso por el cual nuestros antepasados asumieron la cultura del pueblo romano en todas sus dimensiones. La romanización como punto de partida y elemento de cohesión entre todas las provincias que conforman la Comunidad Autónoma no es sino un pretexto para que nuestros alumnos tengan la posibilidad de encontrarse con sus raíces, tanto lingüísticas como culturales, así como de desarrollar la capacidad de situarlas en un tiempo y un espacio concretos. Mediante estos pequeños materiales intentamos también fomentar en ellos la búsqueda e identificación de aquellos aspectos de las culturas antiguas que conservamos con mayores o menores transformaciones. La lengua con que nos expresamos día a día, costumbres cotidianas de la vida privada que hemos heredado sin que tengamos conciencia de dicha herencia o aspectos de la vida pública que sentimos erróneamente como novedosos son algunos de los descubrimientos que ofrece este sencillo viaje al pasado. Un viaje que nos permite desarrollar la capacidad imaginativa de nuestros jóvenes –nuestro futuro- que han de aprender no solamente a apreciar el inmenso patrimonio artístico que poseen sino también a valorarlo desde un punto de vista estético y creativo. Y a identificar la influencia inevitable de unas civilizaciones sobre otras porque, tal y como escribía Cicerón, “Nihil enim semper floret, aetas succedit aetati”: Nada hay que florezca siempre, a una edad le sucede otra. Los materiales que aquí se presentan abordan diferentes aspectos de la romanización. Creemos que, a pesar de estar centrados en un lugar determinado (Astorga, Clunia, Las Médulas...), desde ellos se puede trascender el ámbito puramente local para alcanzar un enfoque general sobre la vida urbana, la actividad agraria, las infraestructuras, la economía. Desde este punto de vista no son, pues, más que puntos de partida que esperamos puedan ser útiles para que quienes los utilicen puedan encontrar alguna idea que pueda ser plasmada en alguna actividad académica o lúdica. Y, sobre todo, que sirvan para rastrear la gran cantidad de elementos del mundo romano que han pervivido en nuestra sociedad hasta bien avanzado el siglo XX y el modo en que han conformado hasta la actualidad nuestros modos de ser y de vivir. Vale. La pervivencia de la Ciudad Romana LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Astorga, capital de los astures y amacos en el tiempo de la dominación romana, lo fue más tarde de un conuentus iuridicus de dilatadísima extensión. El nacimiento de la ciudad, al amparo de las condiciones surgidas por la ocupación romana en el noroeste peninsular, vino marcado precisamente por su condición de capital de un territorio en el que se situó la mayor explotación aurífera de la Hispania Romana: Las Médulas. La organización política, administrativa y militar en esta parte del imperio se hizo en función de un único objetivo: desarrollar y proteger la minería del oro. Astorga, extraordinario cruce de caminos, pues en ella confluían las calzadas que llevaban a lugares como Mérida, Braga, Lugo o Zaragoza, fue una ciudad importantísima cuyos numerosos vestigios arqueológicos nos permiten hacernos una interesante idea de la vida urbana en la época romana. ÍNDICE I.II.III.IV.V.- INTRODUCCIÓN Pág 8 SITUACIÓN Y MARCO GEOGRÁFICO VI.VII.7.1) 7.2) 7.3) 7.4) VIII.8.1) 8.2) 8.3) IX.9.1) 9.2) 9.3) X.XI.XII.XIII.- SÍNTESIS HISTÓRICA DE LA CIUDAD Pág 9 FUENTES ESCRITAS SOBRE ASTURICA Pág 10 EPIGRAFÍA Pág 14 VÍAS DE COMUNICACIÓN ROMANA Pág 17 RESTOS NOTABLES ARQUITECTURA ESCULTURA PINTURA Y MOSAICO MONEDAS Y COMERCIO EN ASTURICA Pág 20 Pág 23 Pág 24 CULTURA MATERIAL Y VIDA COTIDIANA EN ASTURICA AUGUSTA INSTRUMENTOS RELACIONADOS CON EL VESTIDO Y ADORNO PERSONAL MATERIALES CERÁMICOS OTROS ELEMENTOS DE INTERÉS Pág 26 Pág 27 Pág 28 ADMINISTRACIÓN, EJÉRCITO, SOCIEDAD, RELIGIÓN ADMINISTRACIÓN Y EJÉRCITO SOCIEDAD ROMANA EN ASTORGA RELIGIÓN ROMANA EN ASTORGA Pág 29 Pág 30 MUSEO Y RUTA ROMANA Pág 31 BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Pág 32 RECURSOS EN INTERNET Pág 33 DOCUMENTA AD ASTURICAE AUGUSTAE HISTORIAM INLUSTRANDAM Pág 34 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA I1 Introducción LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Situación de Asturica y Legio en Hispania. 8 La Comunidad de Castilla y León cuenta con un gran número de yacimientos arqueológicos representativos de todas y cada una de las grandes etapas de la Prehistoria y Antigüedad; por ello es fácil encontrar centros de atención cercanos a los alumnos que sirvan como elemento motivador para el estudio del Mundo Clásico. En esta unidad didáctica nos vamos a centrar en el estudio de la ciudad romana de Astorga. Las fuentes escritas y los restos arqueológicos, epigráficos y numismáticos referidos a la antigua Asturica Augusta nos van a permitir acercarnos a un mundo romano real, permitiéndonos conocer cómo era una ciudad romana, su urbanismo, sus viviendas y su modo de vida. Por otra parte, el solar de la ciudad romana coincide con el actual, lo que nos permitirá plantear cuestiones relacionadas con la conservación del patrimonio. Al igual que León, Asturica es una ciudad de origen militar fundada tras la conquista de esta zona por Augusto en las guerras cántabras y astures. Una vez pacificada la zona, se transforma en un asentamiento civil con un papel destacado en el sistema administrativo (capital de conventus y sede de la administración encargada de la explotación de las minas de oro de la zona) y en la red viaria. Contrariamente a otras ciudades romanas, como Segovia o Clunia, en Asturica no conservamos monumentos destacados como acueductos o teatros, por lo que el pasado romano de la ciudad es conocido fundamentalmente a través de fuentes literarias y epigráficas. En el siglo XIX tiene lugar el descubrimiento de la red de cloacas, posiblemente el resto de este tipo mejor conservado del Imperio. A mediados del siglo XX, el arqueólogo J.M. Luengo descubre las “pinturas pompeyanas” y, a partir de 1984, coincidiendo con el traspaso de competencias en gestión del Patrimonio a la Junta de Castilla y León, comienza un amplio programa de excavaciones arqueológicas que han permitido documentar la existencia del primitivo foso campamental, edificios termales, viviendas privadas, restos del foro y una amplia y variada cultura material (terra sigillata, cerámica de paredes finas, lucernas, ...). A partir de este conjunto de restos materiales, la administración autonómica y el Ayuntamiento de Astorga han elaborado dos propuestas para el conocimiento del pasado romano de Astorga, ambas de gran valor didáctico: la Ruta Romana y el Museo Romano de Astorga. II2 Situación y marco geográfico La ciudad de Astorga se localiza en una posición clave en el Noroeste de la Península Ibérica, en un punto intermedio entre la Meseta, Asturias y Galicia. Tomando como referencia el antiguo conventus asturum, que incluye Asturias, León y norte de Portugal, Astorga se localizaría en el centro geográfico de esta antigua división administrativa romana. Esta posición estratégica se vería además favorecida por el trazado de la red viaria con Astorga como eje principal del NW junto a Bracara (Braga) y Lucus (Lugo). Esta situación de encrucijada de caminos se ha mantenido hasta la actualidad y nos sirve para explicar fenómenos como el de los arrieros maragatos. En lo que se refiere al emplazamiento concreto de la ciudad, Astorga se levanta en un cerro situado entre los ríos Tuerto y Jerga, es decir se combinan posibilidades defensivas y proximidad de agua y suelos fértiles. Por otra parte, Astorga se sitúa en una zona de contacto entre dos ámbitos geográficos claramente diferenciados: las fértiles vegas agrícolas de los ríos Tuerto y Órbigo y la Maragateria, de suelos pobres y orientada a la explotación ganadera. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Vista aérea de Astorga. III Síntesis histórica de la ciudad. 3 Mapa del territorio astur. Foso del primer campamento romano. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN La fundación de Asturica se explica en función de la organización del territorio astur emprendida por Augusto al final de las guerras cántabro-astures. Los investigadores han discutido largamente sobre el posible asentamiento de la ciudad sobre un hábitat indígena, a partir del texto de Ptolomeo que identifica a Asturica como capital de los Amaci (Ptol., 2, 6, 35). Sin embargo, en las excavaciones arqueológicas realizadas no han aparecido restos prerromanos significativos y sí se han descubierto testimonios (dos fosos paralelos) del sistema defensivo de un campamento romano de época augustea. Este hecho confirma el origen militar de la ciudad y su función como centro de vigilancia, control y organización de un amplio territorio recientemente anexionado y, por tanto, aún en fase de pacificación. Al contrario que en el caso del campamento de la legio VII que da origen a la ciudad de León, no conocemos el nombre del cuerpo militar asentado en Astorga, posiblemente la legio X por la abundancia de epígrafes referidos a este cuerpo militar aparecidos en Astorga <vid. materiales adjuntos en el DVD>. En cualquier caso, Asturica abandona pronto su carácter militar para transformarse en un núcleo civil, que pasa a ejercer la función de capital del convento jurídico astur. 9 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Interior de una cloaca. La ciudad conoce durante el siglo I y II un gran impulso urbanístico. Las excavaciones desarrolladas en el solar de la ciudad, ya desde finales del siglo XIX, y sobre todo en los últimos años han puesto de manifiesto la existencia de una serie de estructuras urbanas, entre las que merece la pena destacar la red de cloacas y algunos tramos de la red viaria interna, que ponen de manifiesto la existencia en la ciudad de un trazado típicamente romano, de esquema ortogonal, que no se aplicó de forma rígida, sino adaptándolo a los condicionamientos topográficos del cerro que servía de solar a la urbe. También merece la pena destacar la exhumación de una serie de estructuras arquitectónicas, como diversas construcciones domésticas, termas públicas, y especialmente, los restos del Foro de la ciudad, del que formaba parte la construcción conocida como Ergástula. Con el ascenso de la dinastía Flavia, Asturica asume la capitalidad del conventus iuridicus asturum. Como tal, Astorga ejercía funciones administrativas, jurídicas, religiosas y económicas, ya que aquí se centralizaba la explotación del oro y tenía su sede el procurator per Asturia et Gallaecia y otros funcionarios imperiales. Asturica era también punto de confluencia de un importante número de vías romanas. En el siglo III la ciudad es designada capital de la Provincia Hispania Nova Citerior Antoniniana y aparece divinizada en una inscripción vótiva dedicada a la Dea Asturica. El abandono de las explotaciones auríferas, a mediados del siglo III, señala el inicio de un lento declive de la ciudad. La ciudad sigue desarrollando su función de centro administrativo y nodo importante de la red viaria. Además, se convierte en sede episcopal. Sin embargo, su dinamismo económico decae, en relación con el agitado contexto histórico de los siglos IV y V. Como muestra de este hecho, la construcción más destacada de la etapa tardorromana es la muralla de cubos, que pervive en la actualidad aunque muy modificada. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 4 Fuentes escritas sobre Asturica IV Plinio el Viejo. 10 Aunque es razonable pensar en su existencia, Astorga no se caracteriza por la presencia de monumentos o restos romanos especialmente destacables (con la excepción de su red de cloacas). Por otra parte, la investigación arqueológica es bastante reciente. Por estos motivos, los estudios sobre historia de la ciudad se han tenido que basar en el trabajo sobre el conjunto de fuentes escritas que vamos a comentar a continuación. Los textos de autores clásicos que hacen referencia a Asturica son, por orden cronológico, el conocido pasaje de Plinio el Viejo referente a las principales civitates y populi del conventus asturum, las menciones geográficas de Claudio Ptolomeo y los Itinerarios (Itinerario de Antonino y Anónimo de Ravena), la carta 67 de San Cipriano de Cartago, las referencias históricas de Hidacio, Jordanes e Isidoro y un conjunto de información relativo a los primeros momentos del obispado astorgano, ya sea a través de referencias directas al nombre de sus obispos (suscripciones de éstos en diversos Concilios, como el de Sérdica cuyas actas nos transmite San Hilario de Poitiers) o la mención a la sede de Astorga en una serie de fuentes sumamente controvertidas en cuanto a su cronología y composición: las listas episcopales de época suevo-visigótica (Parroquial Suevo, División de Wamba). Por último, con el fin de completar las referencias, reflejamos las menciones a la ciudad en obras geográficas de la Antigüedad Tardía (Cosmografía de Julio Honorio, Notitia Galliarum). Haremos mención continuación a los aspectos fundamentales de cada texto. En el capítulo XII de este libro podemos consultar texto original, traducción y un amplio comentario. Plinio el Viejo es el autor de la primera referencia a Asturica. Plinio menciona a la ciudad en el conjunto de una descripción de las principales ciudades y pueblos del conventus asturum y la califica como urbe magnifica. Como sabemos que Plinio desempeñó un cargo en la administración provincial de la Tarraconense en torno al año 74 d.C. esta referencia puede ser una impresión personal del propio autor. Al final, Plinio recoge el dato del número de habitantes del conventus asturum. Se trata de un dato de gran interés y valor histórico, pues es la única referencia concreta para conocer el número de habitantes de la España romana. El texto también es importante para conocer la organización administrativa en conventus de época flavia. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Claudio Ptolomeo (90-168 d.C.) se refiere a Asturica como capital del pueblo de los Amacos en un repertorio de lugares geográficos de los que indica su posición astronómico-geográfica expresando las coordenadas de longitud y latitud empleando una proyección cónica, ideada por el propio Ptolomeo. En general, la obra de Ptolomeo resulta fundamental para conocer la Geografía de la España romana. Por otra parte, la referencia de Ptolomeo a los Amaci, es el principal argumento esgrimido para defender el origen indígena del primitivo asentamiento asturicense; sin embargo, las excavaciones recientes manifiestan la total ausencia, hasta el momento, de niveles arqueológicos que puedan considerarse como prerromanos. A la hora de explicar la referencia a los Amaci, hay que tener en cuenta que su asociación a la ciudad romana no implica necesariamente que ésta se sitúe sobre un hábitat indígena preexistente, sino que podemos pensar que, en el marco de la reorganización romana del territorio es posible que a Asturica, sin duda el centro urbano más destacable de la zona, le fueran asignados como centro político-administrativo, las etnias de su entorno. proporcionados, obtener la reducción precisa de las ciudades citadas y, por otra parte, a distinto nivel interpretativo, es, en algunos casos complicado, determinar el carácter urbano o no de varios de los asentamientos recogidos, entre los que se incluye, por ejemplo, Vadinia. La referencia de Ptolomeo a los Amaci, es el principal argumento esgrimido para defender el origen indígena del primitivo asentamiento asturicense, aparte del aspecto aparentemente desordenado de la trama urbana de la ciudad y la aparición de materiales prerromanos aislados; sin embargo, las excavaciones recientes manifiestan, por una parte, la existencia de un plan urbano bien estructurado y, por otra, la total ausencia, hasta el momento, de niveles arqueológicos que puedan considerarse como prerromanos. En la actualidad, por tanto, cobra mayor auge la hipótesis de que no existió tal núcleo indígena. A la hora de explicar la referencia a los Amaci, hay que tener en cuenta que su asociación a la ciudad romana no implica necesariamente que ésta se situe sobre un hábitat indígena preexistente, sino que podemos pensar que, en el marco de la reorganización romana del territorio, tema que ha sido objeto frecuente de análisis por diversos autores, es fáctible que a Asturica, sin duda el centro urbano más destacable de la zona, le fueran asignados como centro político-administrativo, las etnias de su entorno. Seguimos, a este respecto, la hipótesis de F. Pina, que, aduciendo ejemplos del Nordeste penínsular, defiende que Roma siguió una política consciente en la implantación de ciudades, seleccionando determinados núcleos como cabecera, pero no reocupando los hábitats indígenas, sino creando centros próximos a éstos, pero totalmente nuevos, cuya inadaptación a un modelo de urbanismo ortogonal no se debe ya a la existencia de ciudades indígenas preexistentes, sino a los condicionamientos topográficos de los cerros o lugares elevados en los que se asentaban estas ciudades: Arcobriga, Bilbilis, Clunia, etc. En consecuencia, del texto de Ptolomeo, se pueden extraer interesantes datos sobre la función de Asturica como centro político-administrativo y su creación ex-novo. De todos modos, a la hora de tratar del origen del asentamiento urbano asturicense, el texto más recurrido es, sin duda, el del historiador Floro, a pesar de que éste no menciona de forma expresa la ciudad de Asturica en su obra. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN CLAUDIO PTOLOMEO (90-168 d.C.), matemático, astrónomo y geógrafo, vivió en Alejandría, donde, sobre todo entre los años 127 a 148 a los que corresponden la mayor parte de sus obras, llevó a cabo una rica e intensa actividad científica que quedo plasmada en su voluminosa obra. Frente a las obras geográficas escritas en época de Augusto (Agripa, Estrabón), caracterizadas por su concepción justificadora del dominio romano sobre el orbe, Ptolomeo se centra en la actividad puramente científica, excluyendo cualquier otro tipo de lecturas. Es especialmente destacable su labor de recopilación de la información existente en su época sobre astronomía y geografía concebidas unitariamente, -para Ptolomeo, el mapa del mundo conocido era la traslación al espacio geográfico del orden cósmico-, y, sobre todo, la enorme influencia posterior de este autor en la cartografía medieval y moderna: la transmisión de la obra ptolemaica, frente a la perdida de otras, se explica preferentemente por su carácter de compilación de diversos saberes. En el campo geográfico, Ptolomeo es autor de un Canón de ciudades señaladas, que consiste en un repertorio de medio millar de ciudades con la indicación de su posición astronómica, la duración del día más largo del año y su distancia a Alejandría. Su obra más destacada, sin embargo, es la Geographías Hyphégesis o Guía de Geografía, una especie de manual útil para obtener una representación gráfica del mundo, en ocho libros: de éstos, el primero es una introducción a toda la obra, en la que se recogen las reglas teóricas utiles para trazar el mapa y se explica la proyección utilizada, el octavo consiste en una colección cartográfica de 26 mapas y en los seis libros restantes, se encuentra una descripción del écumene, o mundo conocido por los romanos: Europa (libros II-III), Libia (libro IV) y Asia (libro V-VII). En estos libros encontramos un repertorio de lugares geográficos, en su mayoría ciudades, de los que se refiere su posición astronómico-geográfica expresando las coordenadas de longitud y latitud empleando una proyección cónica, ideada por el propio Ptolomeo, que presenta numerosos errores, muchos de ellos atribuibles a la principal fuente de Ptolomeo, Marino de Tiro, lo que reduce el valor informativo de esta parte de la obra ptolemaica a una simple recopilación de toponimos, pues resulta imposible, a partir de los datos de longitud y latitud Ptolomeo. 11 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Mapa del mundo de Claudio Ptolomeo. 12 Cipriano, obispo de Cartago hace referencia en su carta 67, dirigida a los fieles de León y Astorga, su condena a los obispos Basilides y Marcial. El contenido de la carta se relaciona con el edicto de persecución contra los cristianos impulsado por el emperador Decio (254-255). Éste, como parte de su política de restauración de la tradición romana, promovió la obligatoriedad de realizar culto a los dioses tradicionales del Estado Romano, persiguiendo a los que se negarán. En el caso que nos ocupa, Basilides y Marcial son obispos en León-Astorga y Mérida y consiguen de la autoridad imperial un certificado (libellus) de haber realizado sacrificios a los dioses, ante lo que son depuestos de sus sedes. La Carta de San Cipriano es importante al tratarse del primer testimonio histórico acerca de la implantación del Cristianismo en Hispania y más concretamente en Astorga-León y en Mérida en una fecha tan temprana como el s. III. En la carta se mencionan los primeros obispos de la sede astorgana, aunque no podamos afirmar quienes, entre los cuatro citados (Basilides y Marcial; Sabino y Félix) corresponden a Astorga y cuales a Mérida. El Itinerario de Antonino (Itinerarium provinciarum Antonini Augusti) es un documento histórico de sentido eminentemente práctico, en tanto que consiste en una descripción de rutas mencionando los lugares de paso (mansiones, stationes, mutationes) y las distancias entre ellos. Se trata de un documento fundamental para conocer la Geografía antigua y la red de calzadas del Imperio. El Itinerario hace referencia a numerosas vías que pasan por Asturica, más concretamente: Vía 17. Item a Bracara Asturicam 247 m.p. Vía 18. Item alio itinere a Bracara Asturica 215 m.p. Vía 19. Item a Bracara Asturicam 299 m.p. Vía 20. Item per loca maritima a Bracara Asturicam usque Asturica 207 m.p. Vía 26 Item ab Asturica Caesaraugustam 497 m.p. Vía 27 Item a Asturica per Cantabria Caesaraugusta 301 m.p. Vía 32 Item ab Asturica Terracone 482 m.p. Vía 34 De Hispania in Aquitania ab Asturica Burdigalam 421 m.p. El Anónimo de Rávena consiste en una larga lista de más de 5.000 nombres, fundamentalmente de ciudades de todo el orbe romano, presentada de forma desordenada. La única mención a Asturica se produce dentro de una sucesión de lugares ya conocidos por el Itinerario de Antonino, sobre la vía XVIII XXXII-XXXIV y otros localizados en la Asturia Transmontana (Asturias). Las noticias reflejadas en la obra de Hidacio nos sirven para conocer aspectos de la historia de la de la ciudad en la Antigüedad Tardía. Los textos que hemos seleccionado hacen referencia a dos tipos de cuestiones: la lucha contra los priscilianistas y las campañas de Teodorico en Hispania, que incluyen noticias sobre la toma y saqueo de Astorga en el año 455. Las noticias posteriores de Jordanes o San Isidoro están tomadas de Hidacio y no aportan nuevas referencias. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA VIAE ROMANAE MANSIONES CASTELLAE LEGIONISQUE Mapa general de calzadas y mansiones. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Para terminar, otras fuentes de interés son las actas de los primeros concilios cristianos, en las que aparecen obispos de Astorga. La información que proporcionan se limita a indicar el nombre del obispo. Se trata de fuentes útiles sobre todo para Historia de la Iglesia. Los obispos citados son Domiciano que acude al Concilio de Serdica (Sofía, Bulgaria) en el año 344 d.C., Simposio (Concilio I de Zaragoza, 380), Polemio (Concilio II de Braga, 572), Talasio (Concilio III de Toledo, 589), Concordio (Concilio IV de Toledo, 633), Oscando (Concilio VI de Toledo), Pablo, presbítero, representante de Candidato (Concilio VII de Toledo, 646), Candidato (Concilio VIII de Toledo, 653), Elpidio (Concilio X de Toledo, 656), Isidoro (Concilio III de Braga, 675 d.C.), Aurelio (Concilio XV de Toledo, 688). Aparte de esto, la carta dirigida por el Papa León (440-461) al obispo Toribio de Astorga sugiere a éste la realización de un concilio dirigido a combatir la herejía priscilianista. No se han conservado las actas de este posible concilio, por lo que no sabemos si llegó a celebrarse y, en caso afirmativo, dónde se reunió: en Asturica, como sugiere Tovar, o en otra ciudad de la Gallaecia o del resto de Hispania. Finalmente, destacamos que Asturica aparece simplemente citada como ciudad de Hispania en un par de compedios geográficos de la Antigüedad Tardía: la Cosmografia de Julio Honorio y la Notitia Galliarum. 13 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA V Epigrafía 5 Se conocen alrededor de un centenar de inscripciones griegas y latinas aparecidas o relacionadas con Asturica y los asturicenses. En documento anexo, hemos incluido descripción, texto y bibliografía de las inscripciones relacionadas con Astorga, que hemos clasificado en inscripciones de carácter público (tituli publici, 1-4); inscripciones dedicadas a diversas divinidades (tituli sacri, 5-20) e inscripciones sepulcrales dedicadas a personas de la clase ecuestre (21-23), militares (24-34), magistrados, oficios, miembros de collegia (35-45), inmigrantes (46-56), libertos y esclavos (5761) y otras (62-84). Finalmente, incluimos inscripciones de otro tipo (varia, 85-90) e inscripciones relacionadas con Astorga (91-101), fundamentalmente inscripciones de emigrantes, es decir personas con origen asturicense documentadas en otras partes de Hispania y del Imperio. A lo largo de los capítulos siguientes dedicados a sociedad, cultura y religión, haremos referencia a los epígrafes más interesantes. Como introducción queremos destacar que, a través de las inscripciones astorganas, se puede plantear el estudio de diversos temas de Cultura Clásica, como: LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Las magistraturas romanas. En la epigrafía de Astorga aparecen menciones a legatus iuridicus (1), procurator Augusti (6, 8-10, 14-15, 17-19, 35), praeses (13), prefectus Aerarium Saturni et legatus augusti per Asturiam et Gallaeciam (16), procurator Asturiae et Gallaeciae (36), beneficiarius procuratoris Augusti (37), dispensator Augusti (38-39). Magistrados locales e indígenas. La presencia de cargos locales es muy interesante en tanto que revela la existencia de una organización municipal. En el caso de Astorga, no hay evidencias directas de cargos municipales, salvo la mención al duunviro C. Lepidus en las tablas de barro (3) . Sin embargo, se trata de un testimonio de autenticidad discutible. La referencia a la respublica de Asturica en la dedicación al dios indígena Vagodonnaego de La Milla del Río (91) tampoco nos aclara esta cuestión. Los investigadores piensan que Asturica cuenta con estatuto municipal desde época flavia a partir de la adscripción de los ciudadanos asturicenses a la tribu Quirina. Por último, es interesante destacar la presencia de magistrados indígenas en el Pacto de los Zoelas (2). Tablas de barro de Astorga. 14 Cargos relacionados con el culto imperial. Aparecen citados el sacerdos conventus asturicensis, sacerdos Romae et Augusti, y flamen provinciae Hispaniae citerioris (21, 22) LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Cargos militares: Se hace referencia al dux legionis VII (16), tribunus militum legionis I Italicae (22), praefectus cohortis VI asturum, tribunus legionis VI Victrix (23). Son muy frecuentes las referencias a miles (24, 25, 27, 33, 34) y veteranus (28, 29, 31 32). También aparecen eques (5, 26) y un tubicen (29). En cuanto a unidades militares, se hace referencia la legio II adiutrix (25), el ala II flavia (26), la cohors thracum (27), la legio VII (32, 32) y, sobre todo la legio X (29, 31, 32), lo que permite pensar que ésta fuera la legión asentada en Asturica en la época de fundación de la ciudad. Dioses romanos, orientales e indígenas, incluyendo fenómenos de sincretismo: Dea Asturica (5), Fortuna (7-10), Némesis (8), Iuppiter (11-13), Triada Capitolina (14-6), Sol Invictus (Mithra), Liber Pater (Dionysos), Genius praetorii Asturicae (16), Mars Gradivus (17), Isis y Serapis (18-19) , Core Invicta, Apollo Granno, Mars Sagatus (20), Vacocaburio (20), Vagodonnaego (91). Por supuesto, en el destacado conjunto de inscripciones funerarias (21-84) son frecuente las referencias a los dioses manes. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Ara a la diosa Fortuna. Calendario: Podemos destacar el uso de la datación consular, kalendas e idus en el Pacto de los Zoelas (2). Familia: Aparecen referencias a uxor (9, 35, 47, 70), marito (32, 63, 82), nepos (10), coninunga (36, 62), frater (43), soror (44, 48, 54, 81), sobrinus (66, 79), mater (69, 75, 81), pater (82), contubernal (59-60). También podemos estudiar el uso de tria nomina, filiación y tribu, así como la transmisión de los nomina entre libres y esclavos. Esclavos: Aparecen mencionados libertus (15, 25, 61), servus (58), patronus (61, 72), Augustalis o esclavo de la domus Augusta (39) y verna o esclavo de la casa imperial (42). Ara a Isis y Serapis. Inscripción funeraria de un esclavo imperial (augustalis). 15 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Es muy interesante el proceso de damnatio memoriae o eliminación del nombre del emperador al que estaban dedicadas algunas inscripciones. Este caso se da en epígrafes dedicados a Cómodo (nº 6, 14) , Probo (nº 1), Geta (17) y Maximino el Tracio (33). Como elemento motivador del interés de los alumnos podemos recordar que Cómodo es el “malo” de la película Gladiator. Ara a la Triada Capitolina (Júpiter, Juno y Minerva). Movimientos migratorios: A Asturica acuden miembros de la administración romana y soldados. Proceden de lugares como Narbona (24), Bracara (25, 37), Tabalaca en el norte de Africa (26), Bathraca (Sarmatia) o Beeterris, Béziers, en función de las posibles lecturas (29), Castulo (33), Uxama Argaela (55), Uxama Barca (56) y Roma (41). También son frecuentes las menciones a personas procedentes del conventus asturum o sus proximidades: es el caso de personas procedentes de civitates como Bedunia en San Martín de Torres (86), Brigaecium en Benavente (46) o Aquis Celenis (47), del castellum (castro) Eritaeco, de los Lemavi (49) o pertenecientes a populi como los Copori (48), los Seurri Transminienses (50), los Superatici Flavienses (51) y los Celtici Supertamarici (53-5). Por otra parte, han aparecido inscripciones de asturicenses en Lugo, Orense, Segobriga, Valencia, Tarragona, Caldas de Vizela (Portugal) y Roma (92-101). LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN En relación con el punto anterior, merece la pena individualizar el conjunto de inscripciones asturicenses en griego (67, 89) o con referencia a cognomina griegos (40, 58, 60, 63, 67, 80-83) o dioses griegos, por ejemplo Némesis de Esmirna (8). Inscripción funeraria griega. Inscripción funeraria de un avium inspex. Otras inscripciones de interés: Podemos destacar las referencias a un avium inspex (43) , un grammaticus (44) y un collegium posiblemente funerario (45). Inscripción funeraria de un grammaticus. 16 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA 6 Vías de comunicación romanas VI Astorga era un cruce de caminos en época romana. En esta ciudad confluían las vías de comunicación más importantes del Noroeste de Hispania. Había itinerarios romanos desde Astorga a Mérida, Tarragona y Burdeos. En relación con las vías de comunicación, encontramos numerosos miliarios (los antiguos puntos kilométricos) repartidos por amplias zonas de nuestra geografía), puentes de origen romano y testimonios de gran interés como las llamadas tablas de barro de Astorga. Estas tablas de arcilla, de tamaño diminuto (140 por 120 mm.) han dado lugar a una gran polémica en torno a su carácter de piezas verdaderas o falsas. En el caso de que fueran auténticas, hay que decir que serían obra de un duunviro o magistrado municipal astorgano (Cayo Lepido) y que reflejarían los lugares de paso de diversos caminos romanos, como las vías de la ciudad de León a la costa cantábrica por el Norte de Palencia (tabla 1), de Lugo a Iria Flavia y Dactionum (tabla 2), de Astorga a Mérida, es decir la conocida como Vía de la Plata (tabla 3) y de Astorga a Braga (Portugal) por el NW de Zamora (tabla 4). Además de estas últimas, Asturica, como punto neurálgico de comunicaciones del NW de Hispania en época romana, era lugar de paso de otras vías hacia El Bierzo, la ciudad de León o Tarragona. En las proximidades de Astorga se localizan algunos puentes de época romana. Uno de ellos, recientemente restaurado, es el denominado Puente Valimbre sobre el río Turienzo. Las vías de comunicación, conocidas a través de los Itinerarios que desarrollan parte de su trazado por la zona que estudiamos son las conocidas como vía XVII, XXVII, XXVII, XXXII y XXXIV. Todas estas arterias de comunicación giran en torno a la ciudad de Asturica. Aparte de éstas, es de suponer, aunque apenas hayan dejado restos de su trazado, la existencia de otra serie de vías, que vamos a denominar secundarias con el fin de distinguirlas de las reseñadas en los Itinerarios, que pondrían en comunicación el resto de centros productivos y administrativos del área, prestando especial atención a aquellas calzadas que comunicaban los centros mineros con su entorno. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Puente Valimbre (río Turienzo). 17 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Vía XVII. La primera calzada a estudiar es la denominada vía XVII (Item a Bracara Asturicam). Esta vía parte de Astorga, en dirección a Celada, por delante del convento de Santa Clara, cruzando el arroyo de Jerga por un pequeño puente o alcantarilla de un arco y continuando su trazado por el llamado camino de Astorga a Cuevas. Más adelante cruza el Turienzo por un puente de cuatro arcos, y se dirige a Castrotierra de la Valduerna por la llamada Calzada de Nuestra Señora, de ahí continua hacia Valle de la Valduerna y Villamontán, donde cruza el río (no hay restos de puente) y Herreros de Jamuz, por la Calzada del Obispo. Por esta misma vía llega hasta Castrocalbón, localidad que atraviesa por su anejo de Calzada; en este pueblo se conserva un pequeño puente de un arco de posible construcción romana, y restos del trazado de la vía junto a tres campamentos romanos existentes en el pago de Fuente del Robledo. Después de abandonar el término de Castrocalbón, la calzada entra en la provincia de Zamora, donde aún se percibe en el cruce con la carretera de Castrocalbón a Santibáñez de Vidriales, ya en la provincia de Zamora restos de su trazado. La característica más destacada de la vía XVII es que se trata de una de las pocas calzadas romanas de esta zona, que mantiene aún en algunos tramos de su desarrollo, en un relativamente buen estado de conservación, su traza original, es decir el característico agger o bancal semicircular, como en las proximidades del pago de Fuente del Robledo en Castrocalbón o en las proximidades de Toral de Fondo. Esta vía se construye a finales del siglo I, y pone en contacto destacados núcleos mineros, asentamientos militares y la capital del conventus, Asturica. 18 Vías XXVII-XXVII. Estas dos vías tienen un trazado casi igual en la zona leonesa y forman también parte de uno de los tramos de la calzada que Roldán (1971) estudia como Vía de la Plata. Estas vías parten de Astorga en dirección a La Bañeza, siguiendo un trazado paralelo al de la vía XVII (vid. supra) y también al de la carretera actual hasta Riego de la Vega; aquí se bifurca la vía XVII hacia el Sur, mientras que las que estudiamos continuan hacía San Martín de Torres. Más adelante, cruzan el Órbigo en Cebrones, y pasando luego por Moscas del Páramo, Roperuelos y La Antigua, y de ahí a Villaquejida por el Camino Real, por el que llega a Bariones, donde entra en la provincia de Zamora. Vía romana XVII, Asturica - Bracara. La Vía XXVII coincide con el trazado de la XXVI hasta Villaquejida, donde se separa de ésta para dirigirse hacía Valderas, después de cruzar el Esla en Villafer. Otro trazado viario existente entre Bedunia y Brigeco iría por la margen izquierda del Órbigo, pasando por El Camino Real de Navianos, Alija, y cruzando el Órbigo por el puente de La Vizana. Este trazado coincide en parte con la posterior Cañada Real de La Vizana. El problema existente a la hora de estudiar estas vías es que, contrariamente a la calzada anterior (la XVII), los restos de la vía y otros testimonios asociados a ésta (miliarios, puentes) no son significativos: son los casos de los puentes de Cebrones y Alija, de factura medieval o moderna, aunque pueda sospecharse justificadamente, el paso de la calzada por esos puntos. Por otra parte, los restos del paso de la vía son también bastante limitados, ya que al transitar ésta por terrenos de aluvión, con abundancia de cantos rodados y muy compacto, posiblemente no fue ni siquiera necesario realizar obras de fábrica, sino que bastaría con allanar el lugar por el que fuera a pasar la vía. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Miliario en la Vía Nova de San Justo de Cabanillas. Campamento romano. Castrocalbón (León). Las Médulas, minas de oro romanas. León. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Vías XXXII y XXXIV. Estas dos vías siguen un trazado idéntico en su discurrir por la provincia de León. La vía sale de Astorga por el puente denominado de Las Molderas, hacia San Justo de la Vega, donde cruza el Tuerto por un puente desaparecido, para dirigirse hacia Estébanez de la Calzada, pasando próxima al despoblado de Calzada; luego se dirige hacia el Puente de Órbigo, por donde cruza este río. Desde este punto, la calzada presenta diversas bifurcaciones: una se dirige por el Páramo, hacía Ardón (Interamnium), por cuyo puente desaparecido cruza el Esla y otra hacia el campamento de la legio VII. Merece la pena destacar que sobre el trazado de estas dos vías, junto a algunos tramos de la vía I (De Italia in Hispanias ad legionem VII), discurrirá la más destacada ruta de peregrinación del Medievo europeo: el Camino de Santiago. Las funciones y la importancia de las vías de comunicación romanas son muy destacadas. Las calzadas suelen aprovechar en su trazado los caminos prerromanos y surgen en principio con una finalidad militar, lógica si tenemos en cuenta que el momento de su primera construcción coincide con la anexión al Imperio de Cántabros y Astures. Pero las vías perderán pronto esa función primigenia: una vez pacificada la zona y puestas en marcha las explotaciones auríferas, el trazado de las vías se orientará en función de la explotación económica. Tal dualidad es claramente perceptible en la vía XVII, inicialmente pensada con una finalidad militar, como lo demuestra la elección de su trazado, evitando los lugares propicios a las emboscadas y el estar jalonada a lo largo de su recorrido por establecimientos militares (los campamentos de Rosinos y Castrocalbón), pero que pronto adquirirá un carácter estratégico respecto a las explotaciones auríferas de la Sierra del Teleno, Valduerna, Valdería y La Cabrera. También en función de las minas, se traza la vía XVIII o Via Nova. Hay tres momentos fundamentales en el desarrollo de las vías mineras: el final de la dinastía Julio-Claudia, la época flavia y la de los emperadores hispanos, Trajano y Adriano. Pero, naturalmente, la función de apoyo a las explotaciones mineras no agota el papel jugado por las vías en esta zona: éstas también sirven de cauce a los intercambios comerciales, las necesidades político administrativas, y otro aspecto, más difuso, pero no menos importante, como son las relaciones humanas. 19 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA 7 Restos notables VII Las excavaciones arqueológicas desarrolladas en la ciudad de Astorga en los últimos años han permitido conocer mucho mejor los orígenes romanos de la ciudad. Por otra parte, iniciativas como la Ruta Romana han servido para difundir la gran riqueza del patrimonio arqueológico astorgano. 7.1) ARQUITECTURA Comentamos en primer lugar el plano romano de la ciudad, de estructura reticular. Esto se debe al origen militar de la ciudad. Astorga surge a partir de las guerras de conquista de los pueblos cántabros y astures (29-19 antes de Cristo) como campamento de la legio X Gemina. Una prueba evidente de este origen militar es la aparición del foso campamental de la ciudad (ver página 5), que deja de usarse en época julio-claudia. PLANO HIPOTÉTICO DE ASTORGA LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Fuente: V. GARCÍA y J. M. VIDAL 20 ASTURICA AUGUSTA según T. MAÑANES Planos de la Astorga romana. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Como muestra de su sentido práctico, los romanos crearon en Astorga una red de calles pavimentadas con grandes losas irregulares. Por debajo de estas calles, encontramos una red de cloacas aún en uso. Calle romana. Cloaca romana. Foro romano. Termas mayores. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Otras muestras de la arquitectura pública romana en la ciudad de Astorga son el foro, los edificios termales y la ergástula. El Foro era una especie de plaza pública. Se encontraban aquí la Basílica, que era el lugar donde se administraba justicia, una serie de establecimientos comerciales o tabernae, calles porticadas y un espacio abierto. Curiosamente, la ubicación del Foro Romano coincide de forma casi exacta con la de la actual Plaza Mayor de Astorga. Las termas o edificios de baños no podían faltar en ninguna ciudad romana que se preciase de tal. Estos edificios contaban con una serie de dependencias, como sauna (sudatorium), sala caliente (caldarium), sala templada (tepidarium), sala fría (frigidarium), vestuarios, etc. En Astorga, encontramos restos de un gran edificio termal de carácter público (las llamadas Termas mayores) y otras termas de tamaño más reducido y probable uso privado (Termas menores) que destacan por su excelente estado de conservación. 21 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Un elemento característico de los edificios termales es el sistema de calefacción. Un horno proporcionaba aire caliente, que circulaba por un falso suelo, denominado hipocausto. Este sistema no es exclusivo de las termas, sino que también se utilizaba en las viviendas domésticas, por ejemplo también aparecen unas pequeñas termas en la Casa del Mosaico del Oso y los Pájaros, en la Plaza Romana. Termas menores. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Hipocausto en la domus del oso y los pájaros. 22 La Ergástula es un edificio abovedado de gran tamaño que se sitúa muy próximo a la Plaza Mayor de Astorga y que sirve de sede al Museo Romano de Astorga. Destaca la dureza del hormigón (opus caementicum) con que está construido, lo que ha permitido la conservación del edificio. Tradicionalmente se pensaba que era una cárcel de esclavos, de ahí el nombre de ergástula, pero en realidad se trata de una galería semisubterránea, construida como complemento al Foro o Plaza Pública de la ciudad. Ergástula. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA 7.2) ESCULTURA En otras ciudades de origen romano como Tarragona, Córdoba o Mérida, son muy frecuentes los hallazgos de escultura romana. En cambio en el Norte de la Península Ibérica, este tipo de restos son muy poco frecuentes y la gran mayoría de éstos se concentran precisamente en la ciudad de Astorga. El ejemplo más destacado es una estatua femenina, cuyo estado de conservación, lamentablemente, no es muy bueno. También es interesante el llamado sarcófago de Astorga, conservado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid pertenece a época paleocristiana. Se representan en esta pieza diversas escenas de la Biblia: la resurrección de Lázaro, el arresto de Pedro, el milagro de la fuente, Adán y Eva, la multiplicación de los panes y los peces y el sacrificio de Isaac. Estatua femenina. Sarcófago paleocristiano. 7.3) PINTURA Y MOSAICO Pintura, fragmento. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN La excepcional conservación de la ciudad romana de Pompeya, sepultada bajo la lava del Vesubio el año 79 d.C. y redescubierta a partir del siglo XVIII nos ha permitido conocer la gran calidad de la pintura romana. Excepto en el caso de Pompeya, conservamos muy pocos restos de pintura por la propia fragilidad de este soporte. La arqueología astorgana ha deparado una serie de fragmentos pictóricos de gran calidad, especialmente los del llamado Salón Pompeyano, descubiertos por J.M. Luengo a mediados del siglo XX. Recientemente han aparecido más restos de interés, por ejemplo en la Plaza Romana. Los romanos también fueron hábiles en cubrir paredes y suelos con diminutos fragmentos de colores, formando dibujos de gran expresividad y colorido. El resultado final era la realización de mosaicos (opus tesellatum). Puedes intentar imitar alguno de estos diseños en tu clase de Plástica. En Astorga, los mosaicos de mayor calidad aparecidos hasta el momento corresponden a la Casa (domus) de la Plaza Romana, que representan diversos animales (oso, pájaros) y objetos (cráteras, motivos vegetales).Es posible que este mosaico represente una escena relacionada con el mito de Órfeo. Mosaico del oso y los pájaros. Pintura romana. Casa pompeyana. 23 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA 7.4) MONEDAS Y COMERCIO EN ASTURICA Otro elemento significativo del mundo romano son las monedas de esta época aparecidas en Astorga, que dan idea del importante papel desde el punto de vista de la actividad económica que tuvo esta ciudad. Nos parece interesante destacar los siguientes tipos monetarios. Denario dentado. El denario es una moneda correspondiente al período republicano de la Historia de Roma (antes del 29 a. d.C.). Tiene forma dentada con el fin de mostrar visualmente la pureza y calidad del metal con que estaba hecha la moneda, en este caso, plata. Hay que recordar aquí que la moneda romana tenía un valor propio equivalente al del metal con que estaba acuñada, frente a la moneda actual, impresa en papel o realizada en metales no nobles, que tiene un valor fiduciario. As de la caetra. Esta moneda de bronce tiene la particularidad de que fue realizada en una ceca o taller móvil que acompañaba a las legiones romanas que participaron en la conquista de los pueblos astures. Aparece representado en el anverso de la moneda el emperador Augusto, mientras que en el reverso aparece el arma típica de los pueblos astures: el escudo circular o caetra. Aureo de Tiberio (14-37). Se trata de la moneda de más alto valor en el mundo romano. La calidad de su metal explica su excelente estado de conservación. Por otra parte, se trata de hallazgos rarísimos. As de bronce de Claudio I (41-52). Se trata de una moneda de circulación muy frecuente durante todo el Alto Imperio. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Monedas partidas. Un fenómeno curioso de los inicios del uso de moneda en la ciudad de Astorga es la aparición de monedas partidas, que nos indica la falta de moneda fraccionaria para transacciones menores, lo que obliga a partir las monedas de circulación más frecuente, como los ases. 24 Antoniniano. También en época romana había inflación. La necesidad de pagar a un ejército cada vez más numeroso obliga a emitir cada vez más moneda. El sistema entra en crisis y el emperador Septimio Severo emite una nueva moneda, el antoniniano, que es, en realidad, una gran estafa del emperador a los ciudadanos de Roma pues el valor teórico de la moneda era muy superior al valor del metal con que estaba acuñada. Moneda. Denario dentado. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Moneda. As de la caetra. Moneda. Aureo de Tiberio. Moneda. As de Claudio. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Monedas partidas. Moneda. Antoniniano. 25 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA VIII 8 Cultura material y vida cotidiana en Asturica Augusta Las excavaciones arqueológicas en la ciudad de Astorga nos han permitido conocer una gran cantidad de restos materiales de época romana. Gracias a éstos, podemos apreciar la gran relación que tiene nuestro mundo actual con el romano. Podemos destacar los siguientes ejemplos. 8.1) INSTRUMENTOS RELACIONADOS CON EL VESTIDO Y ADORNO PERSONAL Las agujas para coser se realizaban sobre huesos de animales domésticos. En una de las ilustraciones, podemos observar el proceso seguido para elaborar una aguja de hueso. Las agujas de hueso también se utilizaban para sujetar el pelo. En este caso, podían estar decoradas, sobre todo en la cabeza de la aguja, que podía tomar las más diversas formas: bolitas, dados, piñas, etc. También se hacían de hueso o metal otras piezas que se utilizaban para remover perfumes o aplicar el maquillaje. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Adornos. Agujas de hueso. 26 La fusayola era un disco de piedra agujereado en el centro que se utilizaba como pesa de telar. Adornos. Fusayola. Las fíbulas o hebillas se utilizaban para sujetar las diversas partes del vestido alrededor del cuerpo. Como podemos observar en el cine, el vestido más característico de los romanos era una toga o manto. Adornos. Fíbulas. Joyas. Las piezas de joyería de uso más común eran las cuentas o piezas de pasta vítrea o hueso. Los entalles de anillos adoptan las más diversas formas, como cabezas de diosas o representaciones de animales. Solían tener una función de amuleto, de protección contra males. Las joyas más valiosas eran los pendientes de bronce y oro con incrustaciones de piedras preciosas o pasta vítrea, collares, cadenas y anillos. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Adornos. Joyas, (pasta vítrea). Ungüentario. Los ungüentarios eran recipientes utilizados para contener perfumes o aceites. Podían ser de cerámica o de vidrio y se utilizaban tanto para el aseo personal como en ceremonias religiosas. Un elemento complementario eran los removedores de perfumes. Adornos. Joyas. Anillo. Ungüentario y removedor. Terra sigillata. Se trata de la pieza cerámica romana más característica. Se llama sigillata o sellada por la presencia de sellos puestos por el artesano autor de la pieza en el fondo de algunos recipientes. También es característico su típico barniz anaranjado. Muchas de estas piezas aparecen decoradas en su exterior con motivos geométricos, vegetales y animales. En ocasiones, encontramos grafitos y marcas sobre cerámicas, por ejemplo cruces correspondientes a las primeras épocas del Cristianismo en Astorga. Cerámica. Terra sigillata. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 8.2) MATERIALES CERÁMICOS Cerámica. Terra sigillata. Cerámica de paredes finas. En la zona de Melgar de Tera (Zamora) se producían unas interesantes piezas denominadas “de paredes finas”, por el escaso grosor de este tipo de cerámicas. Su aspecto más notable es su decoración a base de aplicar incisiones, hojas de agua o máscaras. Cerámica de paredes finas. 27 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Ánfora romana. Se trata del recipiente cerámico romano dedicado de forma expresa al comercio de productos como aceite, salazones de pescado o vino. Su presencia en Astorga nos recuerda el papel de esta ciudad como núcleo importante de la red de comunicaciones romana. 8.3) OTROS ELEMENTOS DE INTERÉS. Juegos. Si hay un aspecto de la civilización romana que sea especialmente conocido es el de los grandes espectáculos (luchas de gladiadores, carreras), que se desarrollaban en anfiteatros y circos. En Astorga no han aparecido aún restos de este tipo de edificios, pero sí tenemos testimonios arqueológicos de los juegos de toda la vida, que se han practicado desde época romana a la actualidad: la peonza, las canicas, los dados, las tabas y el ludus latrunculorum, un juego de tablero similar al de las damas. Cerámica. Ánfora. Juegos. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Telesforo. 28 Amuletos fálicos. La civilización actual toma muchos aspectos de la grecolatina, pero no es una copia exacta de ésta. Vemos, a través de la ilustración, que los romanos no tenían ningún pudor en exhibir colgantes con representaciones de los genitales masculinos. También hay que tener en cuenta que este tipo de objetos no tenían el explícito significado sexual que tienen en la actualidad, sino que eran también objetos propiciatorios de la fertilidad e, indirectamente, de la prosperidad y buena suerte. Pie de mueble. Los diseñadores actuales no desdeñarían esta idea en sus creaciones. Se trata de un pie de silla que representa un pie humano calzado por una sandalia. Amuletos fálicos. Telesforo. Esta pequeña figura de bronce, vestida con capuchón y manto es identificada con un dios menor: Telesforo, patrón de los convalecientes e hijo de Asklepios, dios de la medicina. Su función de ofrenda por el restablecimiento de la salud de un enfermo parece clara. Pie de mueble. Instrumentos médicos. La forma de estos elementos, simples varillas cilíndricas rematadas de diversas formas en sus extremos, permitiría su uso para las funciones más variadas: mezcla de ungüentos, administración de medicamentos, exploraciones, etc. Balanza. Aún se sigue hablando en los mercados de la balanza “romana”, compuesta de gancho, platillo y barra graduada por la que se hace correr un peso hasta que se equilibra la balanza. La pieza recogida en la ilustración de la portada tiene la particularidad de ser una balanza plegable, con barra central articulada. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Lucernas. Las lucernas son lámparas de aceite hachas de arcilla o metal. Las lucernas de Astorga destacan por la calidad de la fabricación y la riqueza decorativa. Lucerna. IX 9 Administración, ejército, sociedad, religión. Instrumental médico. Los romanos han dejado como testimonio de su presencia en Astorga una importante colección de inscripciones cuyo contenido nos ilustra sobre las principales características de la sociedad de aquella época. Gracias a estos testimonios históricos, sabemos que Astorga era un destacado centro administrativo y militar, dada la importante presencia de funcionarios imperiales y miembros del ejército. También podemos apreciar cómo en Astorga eran bien conocidas las prácticas esclavistas típicas de la sociedad romana. Por último, la epigrafía nos informa sobre las creencias religiosas de los habitantes de Asturica. 9.1) ADMINISTRACIÓN Y EJÉRCITO. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Inscripción dedicada al esclavo Augustalis por el dispensador de Augusto Lupiano. Como capital del convento (provincia romana) de los astures), Astorga era la sede de la administración romana en esta zona. Conocemos, a través de la epigrafía, numerosos testimonios de legados, procuradores, dispensadores y otros miembros de la administración imperial.(ver pág. 11) Inscripción dedicada a Lucio Valerio Aucto, avium inspex. Los romanos concedían gran importancia a prácticas que hoy consideramos superstición o magia. Entre éstas, se encontraba el examen de las entrañas de los animales como signo válido para predecir el futuro. Esta práctica tenía tal importancia que el cargo de avium inspex que ejercía la persona a que va dedicada esta lápida formaba parte de la administración romana.(ver pág. 12) Inscripción dedicada a un grammaticus. Ya en época romana había profesores en Astorga. El gramático era el profesor de Enseñanza Secundaria. La Enseñanza Primaria era recibida por los jóvenes en sus casas y era impartida por criados especialistas en esta labor. La Enseñanza Superior corría a cargo del rhetor. Inscripción dedicada a un soldado de la legio X. Cayo Coelio Valens, hijo de Cayo, de la tribu Papiria, originario de Narbo, soldado de la legión X Gemina, centuria de Castellano, muerto a la edad de 35 años, tras 13 de servicio. Aquí está enterrado. Su heredero hizo este monumento por disposición testamentaria. La presencia de este soldado nos está hablando del origen militar de la ciudad de Astorga. El lugar de donde viene Cayo Coelio es la ciudad francesa de Narbona. La edad a la que fallece nos pone de manifiesto el distinto ritmo vital existente en época romana, cuando era raro encontrar gente de más de 40 años. Inscripción funeraria de un miles de la legio X. 29 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA 9.2) SOCIEDAD ROMANA EN ASTORGA Inscripción griega. Uno de los aspectos más llamativos de la epigrafía astorgana es la presencia de lápidas escritas en griego. Los autores de este tipo de inscripciones son gentes de la parte oriental del Imperio Romano (no necesariamente de Grecia), que estaban en Astorga por “motivos de trabajo”: eran funcionarios imperiales que eran trasladados a Astorga para desempeñar allí labores administrativas. Inscripción de una esclava. Los esclavos eran una parte importante de la sociedad romana. Carecían de todo tipo de derechos, por ejemplo no podían casarse legalmente. Esto explica que Taumasto, el autor de la esta lápida no se declare marido sino contubernal (pareja de hecho, podríamos decir hoy) de Lyda, la esclava a la que se dedica esta lápida. Lyda y Taumasto son los protagonistas del audiovisual que nos ofrece el Museo Romano de Astorga como actividad previa a la visita. Inscripción funeraria de la esclava Lyda. 9.3) RELIGIÓN ROMANA EN ASTORGA LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Ara dedicada a Júpiter, Juno y Minerva. Las tres divinidades citadas son las más importantes de la religión romana. El dedicante de la inscripción es un funcionario de la administración imperial destinado en Astorga: Publio Aelio Hilariano. (ver 30 pág. 12) Ara a la diosa Fortuna. Los romanos también creían en la buena suerte, aunque en aquella época no hubiese primitivas. El culto a la diosa Fortuna era uno de los más extendidos en todo el Imperio. (ver pág. 11) Epígrafe al Deus Invictus y a los dioses egipcios Serapis e Isis. El Imperio Romano era un auténtico cruce de culturas. Un ejemplo es esta dedicación del Procurador de Augusto Claudio Zenobio que, cuando es destinado a Astorga, dedica aquí esta lápida a diversos dioses orientales. (ver pág. 11) Ara de la diosa Astorga. Ara consagrada a la diosa Astorga (dea Asturica) por Caesanio Agricola, jinete del Ala Flavia de Lusitanos. La religión romana solía atribuir rasgos divinos a muchos elementos de la vida cotidiana como los montes, los árboles, la casa, etc. La divinización de órganos administrativos como la ciudad, el convento jurídico (denominación antigua de la provincia) o el propio emperador romano tenía además una función integradora de las diversas comunidades que formaban el Imperio. El dedicante de la inscripción es un miembro de un cuerpo auxiliar de caballería o ala (el cuerpo auxiliar de infantería era denominado cohorte) reclutado en la provincia de Lusitania. Ara a la Dea Asturica. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Placa votiva de Marte Teleno. Esta plaquita dedicada al dios Marte Tileno es un claro ejemplo de la mezcla de distintas tradiciones religiosas. Marte era el dios romano de la guerra, mientras Tileno es la divinización de una fuerza de la naturaleza: el monte Teleno, próximo a Astorga. Fondo de vasija de Terra Sigillata y anillo con crismón. Astorga es una de las ciudades de España donde se encuentran testimonios más antiguos de la implantación del Cristianismo. En este sentido, no es raro encontrar diversos objetos de simbología cristiana. Cerámica. Terra sigillata, decorada con motivo cristiano y anillo. Placa a Marti Tileno hallada en Quintana del Marco (León). 10 Museo y Ruta Romana X Con el fin de poner en valor y dar a conocer el patrimonio arqueológico de Astorga, el Ayuntamiento de la ciudad ha promovido actividades como la Ruta Romana, la Ruta del Oro y la visita al nuevo Museo Romano de la ciudad. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN La Ruta romana consiste en una visita guiada por la ciudad en la que se puede ver una puerta romana de la muralla, las termas, el foro, el aedes Augusti (templo de culto imperial), las cloacas, la domus del oso y los pájaros y la ergástula. Dentro de esta última, se localiza el Museo Romano. La visita al Museo incluye un audiovisual que nos introduce en la vida cotidiana de la ciudad en época romana y la visita a las distintas salas, dedicadas a la cuestión indígena, las vías romanas, el contexto geográfico, la historia de la investigación, la llegada de Roma al NO de la Península Ibérica, el origen de Asturica Augusta, el asentamiento militar de la legio X, las fuentes literarias y epigráficas, la urbanización de la ciudad. Datos básicos del Museo Romano. Dirección: Plaza de San Bartolomé 2. 24700 - Astorga Tfno. 987 616 937 Fax 987 619 299 E-mail: museoromano@ayuntamientodeastorga.com Horario: 11 a 14 y 16 a 18 (invierno) o 17 a 20 (verano). Festivos y domingos: 11 a 14. Cerrado lunes. Museo romano de Astorga. 31 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA 11 Bibliografía XI SOBRE EL MUNDO ROMANO ADAM, J. P. La construction romaine. Materiaux et techniques, Paris, 1984. ARIES, P. Y DUBY, G. 1987: Historia de la vida privada I. Madrid, Edit. Taurus, 1987. BAYET, J. La Religión Romana, Madrid, Ed. Cristiandad, 1984. FALCÓN MARTÍNEZ, C. Y OTROS. Diccionario de la Mitología Clásica, Madrid, Alianza Ed., 1995. GUILLÉN, J. Urbs Roma, Salamanca, Ed. Sígueme, 1980. GRIMAL, P. Diccionario de Mitología Griega y Romana, Barcelona, Ed. Paidós, 1982. HUMBERT, J. Mitología Griega y Romana, Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 1992. SOBRE ASTURICA <vid. bibliografía detallada en el cd/documentos/bibliografiaastorga>: ARES, I.: Asturica y el oro astur. Gijón, 1996. 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El Departamento de Clásicas de la Universidad de Salamanca (http://clasicas.usal.es) nos ofrece una amplia información sobre recursos en internet (http://clasicas.usal.es/Recursos.html). Destacamos la sección de alumnos y didáctica (http://clasicas.usal.es/didactica.htm), en la que aparece una selección comentada de páginas web sobre lengua, literatura, historia, mapas, enseñanza secundaria, etc. Carlos Cabanillas desde el Instituto Santiago Apóstol de Almendralejo ofrece una web didáctica de gran interés dirigida específicamente para enseñanza secundaria (http://iessapostol.juntaextremadura.net/latin/latine.htm). Ofrece materiales didácticos para la enseñanza del latín (gramática latina, libro de texto para primer año, bases de datos con ejemplos de sintaxis latina, humanistas extremeños) de elaboración propia y acceso a toda una serie de recursos externos (http://www.santiagoapostol.net/grammaticus/). Incluye una sección de enlaces muy selectiva y específica para secundaria y un blog con noticias relativas a la enseñanza del latín en secundaria. Además este profesor participa en el anillo de departamentos de clásicas, una iniciativa de los profesores de Secundaria de Latín y Griego con página web (http://iessapostol.juntaextremadura.net/latin/anilloclasicas.htm). LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Fachada del Museo Romano. 33 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA XIII 13 Documenta ad Asturicae Augustae historiam inlustrandam LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN En nuestro estudio de las fuentes clásicas referidas a Asturica damos primero la transcripción del texto, traducción y comentario. La ordenación de los textos se ha guiado por un criterio cronológico y a la vez temático, con el fin de no separar bloques de información homogéneos, como los referidos a los itinerarios o las referencias a los obispos. El objetivo último que pretendemos es proporcionar una visión diacrónica de la ciudad de Asturica a través de los textos clásicos. Los textos que se han recogido son, según el orden que vamos a seguir en su exposición, el conocido pasaje de Plinio el Viejo referente a las principales civitates y populi del Conventus Asturum, las menciones geográficas de Claudio Ptolomeo y los Itinerarios (Itinerario de Antonino y Anónimo de Ravena), la controvertida carta 67 de San Cipriano de Cartago, las referencias históricas de Hidacio, Jordanes e Isidoro y un conjunto de información relativo a los primeros momentos del obispado astorgano, ya sea a través de referencias directas al nombre de sus obispos (suscripciones de éstos en diversos Concilios, como el de Sérdica cuyas actas nos transmite San Hilario de Poitiers) o la mención a la sede de Astorga en una serie de fuentes sumamente controvertidas en cuanto a su cronología y composición: las listas episcopales de época suevo-visigótica (Parroquial Suevo, División de Wamba). Por último, con el fin de completar las referencias, reflejamos las menciones a la ciudad en obras geográficas de la Antigüedad Tardía (Cosmografía de Julio Horio, Notitia Galliarum). 34 existente en su día en el Pórtico de Vipsania Polla, en Roma, obra rematada, tras la muerte de Agripa el 12 a.C, por el propio Augusto. El mapa iba acompañado además de unos Comentarii en los que se explicaban las divisiones que aparecían en el mapa, medidas y otras informaciones de diverso carácter. Junto al Orbis Pictus, lamentablemente desaparecido, el carácter enumerativo de diversos pasajes de la obra pliniana, nos revela el uso de las formulae provinciarum, especie de estadísticas oficiales del Estado Romano, elaboradas en diversas épocas según las zonas. El uso de esta diversidad de fuentes, matizadas ocasionalmente por la experiencia personal del autor, comprobada en el caso de Hispania, es una de las claves para entender la complejidad de los libros geográficos de Plinio y sus inexplicables “contradicciones”. Así, por ejemplo, la mención a populi como forma de organización de las comunidades astures en la cita que recogemos (3, 28) y, en cambio, la referencia a civitates en el contiguo Convento Bracarense, realizada en el mismo fragmento unas líneas más adelante. Los datos aportados por el fragmento seleccionado nos proporcionan diversa información de interés; en concreto, el momento en el que Plinio redactó esta parte de su obra y la fuente concreta utilizada en este caso. En principio, la mayor parte de las fuentes de Plinio en su descripción de Hispania son, como hemos visto, de época augustea. El NW de Hispania es integrado en el Imperio por el propio Augusto, por lo que los autores que escriben en este momento apenas habrían tenido oportunidad de acceder a informaciones precisas de esta zona, recien conquistada; en cambio, en la obra de Plinio, diversidad de dePlinio el Viejo, Naturalis Historia, 3, 28 talles sugieren un conocimiento especial del NW de la Península: la referencia al linum Zoelicum (nat., 19, 10), la herba cantabrica (nat., 25, 85) Iunguntur iis Asturum XXII populi divisi in Augustanos et Transmontanos, Astuo los asturcones (nat., 8, 166), aparte de las rica urbe magnifica. In his sunt Gigurri, Paesici, Lancienses, Zoelae, numerus omnis multitudinis ad CCXL M liberorum capitum conocidas referencias a la riqueza minera (nat., 33, 78). Con ellos (los Cántabros) se unen los veintidós pueblos de los Astures, divididos en Augustanos y Transmontanos, con Asturica, una gran ciudad. Entre Especialmente precisos son los datos ellos, están los Gigurros, Pésicos, Lancienses, Zoelas. El número de todos ellos aportados por el naturalista acerca del pollega a 240.000 personas libres. blamiento de los tres conventus del NW (3, 28), de los que sólo recogemos, en función de los objetivos del trabajo, los referentes Cayo Plinio Secundo (23-79 d.C.), Plinio el Viejo, ejerció al conventus asturum. En este caso vemos que Plinio incluye, una procuratela en la Provincia Hispania Citerior Tarraconen- excepcionalmente, datos demográficos, extraídos de un censo. A se, hacia el año 74 d.C.. De sus numerosas obras, hemos con- este respecto, existen abundantes testimonios de labores de este servado solamente una; eso sí la más importante, la Historia tipo en epoca augustea, enmarcadas en el proceso de reformas Naturalis, auténtica Enciclopedia del Mundo Romano, hija de llevadas a cabo por el princeps, por ejemplo, la tarea llevada a una época, en este sentido muy distinta de la actual, en la que cabo por Agripa, que el propio Plinio menciona repetidamente no se concebia otro saber distinto del enciclopédico, elaborada (nat., 3, 8; 3, 16; 3, 17; 4, 118; 5, 9). A pesar de que los datos rea lo largo de toda la vida del naturalista, redactada posiblemente cogidos por Agripa son la base de la descripción pliniana de Hisentre los años 75 a 77 d.C. y publicada entre enero del 77 y fina- pania, pensamos que en este caso, teniendo en cuenta el especial les del 78, teniendo en cuenta la dedicación de la obra a Tito en conocimiento que nuestro autor demuestra del NW penínsular su sexto consulado. En general, los libros III-VI de la Historia y su papel como funcionario imperial en la Hispania Citerior, Natural, consisten en una detallada descripción geográfica del el origen de los datos recogidos en este fragmento (3, 28) promundo romano, elaborada fundamentalmente a partir de auto- cede del censo realizado en torno al año 73, cuya ejecución nos res como Varrón, Agripa y el emperador Augusto, autores los testimonia la dedicatoria a Attius Suburanus, adiutor del legado dos últimos del Orbis Pictus, una imagen gráfica del Imperio imperial Vibius Crispus, in censibus accipiendis Hispania Cite- LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA rior (Alföldy, 1969: 18-9; Syme, 1979: 755-6). Aunque se sale del marco de este trabajo, no nos resistimos a comentar, siquiera de pasada, la acumulación de hechos destacables que se produce en torno al año 73: aparte del censo que acabamos de mencionar, Vespasiano asume en este año, de forma extraordinaria, el cargo de censor junto a su hijo Tito, circunstancia que muchos autores asocian con la concesión del ius Latii a Hispania; por otra parte, diversas ciudades hispanas realizan dedicatorias al emperador, posible indicativo de la concesión de estatutos municipales (Montenegro, 1975: 13) y, por último, un año más tarde, se establece en Hispania la legio VII. Para acabar, destaquemos como no escapo al agudo sentido crítico de Syme (1979: 757), el contraste que marcaba el calificativo de urbs magnifica otorgado a Asturica, inserto en el marco de una lista descriptiva de populi y datos de población, hecho indicativo de una impresión personal del autor. Claudio Ptolomeo, Geografía, II, 6, 28-37 (Asturica: II, 6, 35) 28. !Ap jajUnaUtolw‘Un de; touvtwn paravxeitai hJ !Astouriva, kai; povlei” ejvvvvvvvn aujth’U ai{de. 35. jAmakw‘n Astouvrika Aujgouvsta.+ q vH vvv v md 28. His ab orientali parti adiacet Asturia et in ea haec oppida 35. Amacorum Asturica Augusta 9º 30’ 44º 35. De los Amacos Asturica Augusta 9º 30’ 44º Claudio Ptolomeo (90-168 d.C.), matemático, astrónomo y geógrafo, vivió en Alejandría, donde, sobre todo entre los años 127 a 148 a los que corresponden la mayor parte de sus obras, llevó a cabo una rica e intensa actividad científica que quedo plasmada en su voluminosa obra. Frente a las obras geográficas escritas en época de Augusto (Agripa, Estrabón), caracterizadas por su concepción justificadora del dominio romano sobre el orbe, Ptolomeo se centra en la actividad puramente científica, excluyendo cualquier otro tipo de lecturas. Es especialmente destacable su labor de recopilación de la información existente en su época sobre astronomía y geografía concebidas unitariamente, -para Ptolomeo, el mapa del mundo conocido era la traslación al espacio geográfico del orden cósmico-, y, sobre todo, la enorme influencia posterior de este autor en la cartografía medieval y moderna: la transmisión de la obra ptolemaica, frente a la perdida de otras, se explica preferentemente por su carácter de compilación de diversos saberes. En el campo geográfico, Ptolomeo es autor de un Canón de ciudades señaladas, que consiste en un repertorio de medio millar de ciudades con la indicación de su posición astronómica, LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 28. Al oriente de éstos, se encuentra Asturia y en ella las siguientes ciudades: la duración del día más largo del año y su distancia a Alejandría. Su obra más destacada, sin embargo, es la Geographías Hyphégesis o Guía de Geografía, una especie de manual útil para obtener una representación gráfica del mundo, en ocho libros: de éstos, el primero es una introducción a toda la obra, en la que se recogen las reglas teóricas utiles para trazar el mapa y se explica la proyección utilizada, el octavo consiste en una colección cartográfica de 26 mapas y en los seis libros restantes, se encuentra una descripción del écumene, o mundo conocido por los romanos: Europa (libros II-III), Libia (libro IV) y Asia (libro V-VII). En estos libros encontramos un repertorio de lugares geográficos, en su mayoría ciudades, de los que se refiere su posición astronómico-geográfica expresando las coordenadas de longitud y latitud empleando una proyección cónica, ideada por el propio Ptolomeo, que presenta numerosos errores, muchos de ellos atribuibles a la principal fuente de Ptolomeo, Marino de Tiro, lo que reduce el valor informativo de esta parte de la obra ptolemaica a una simple recopilación de toponimos, pues resulta imposible, a partir de los datos de longitud y latitud proporcionados, obtener la reducción precisa de las ciudades citadas y, por otra parte, a distinto nivel interpretativo, es, en algunos casos complicado, determinar el carácter urbano o no de varios de los asentamientos recogidos, entre los que se incluye, por ejemplo, Vadinia. La referencia de Ptolomeo a los Amaci, es el principal argumento esgrimido para defender el origen indígena del primitivo asentamiento asturicense, aparte del aspecto aparentemente desordenado de la trama urbana de la ciudad y la aparición de materiales prerromanos aislados; sin embargo, las excavaciones recientes manifiestan, por una parte, la existencia de un plan urbano bien estructurado y, por otra, la total ausencia, hasta el momento, de niveles arqueológicos que puedan considerarse como prerromanos. En la actualidad, por tanto, cobra mayor auge la hipótesis de que no existió tal núcleo indígena. A la hora de explicar la referencia a los Amaci, hay que tener en cuenta que su asociación a la ciudad romana no implica necesariamente que ésta se situe sobre un hábitat indígena preexistente, sino que podemos pensar que, en el marco de la reorganización romana del territorio, tema que ha sido objeto frecuente de análisis por diversos autores, es fáctible que a Asturica, sin duda el centro urbano más destacable de la zona, le fueran asignados como centro político-administrativo, las etnias de su entorno. Seguimos, a este respecto, la hipótesis de F. Pina, que, aduciendo ejemplos del Nordeste penínsular, defiende que Roma siguió una política consciente en la implantación de ciudades, seleccionando determinados núcleos como cabecera, pero no reocupando los hábitats indígenas, sino creando centros próximos a éstos, pero totalmente nuevos, cuya inadaptación a un modelo de urbanismo ortogonal no se debe ya a la existencia de ciudades indígenas preexistentes, sino a los condicionamientos topográficos de los cerros o lugares elevados en los que se asentaban estas ciudades: Arcobriga, Bilbilis, Clunia, etc. En consecuencia, del texto de Ptolomeo, se pueden extraer interesantes datos sobre la función de Asturica como centro políticoadministrativo y su creación ex-novo. De todos modos, a la hora de tratar del origen del asentamiento urbano asturicense, el texto más recurrido es, sin duda, el del historiador Floro, a pesar de que éste no menciona de forma expresa la ciudad de Asturica en su obra. 35 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Floro, Epitome bellorum omnium annorum DCC, II, 33, 59-60 36 ción de un territorio; como ejemplos cercanos, podemos referirnos a la política de César con los lusitanos en los años 61-60 a.e. (Plutarco, Vit. Caes., 12; Dión Casio, Hist., 37, 52-3) o, en este mismo momento, en el (59). Hic finis Augusto bellicorum certaminum fuit, idem rebellandi finis Hisfrente cántabro la acción en este sentido de paniae. Certa mox fides et aeterna pax, cum ipsorum ingenio in pacis artes Augusto el año 26 a.e. (Floro, II, 33, 52) promptiore tum consilio Caesaris, qui fiduciam montium timens in quos se recipiebant, castra sua, quia in plano erant, habitare et incolere iussit. (60) Ibi gentis y de Agripa, el año 19 a.e. (Dión Casio, esse consilium, illud observare caput. Favebat consilio natura regionis. Circa enim Hist., 54, 11, 5). Por otra parte, a la hora de omnis aurifera est et chrysocollae miniique et aliorum colorum ferax. Itaque exerceri solum iussit. Sic Astures nitentes in profundo opes suas atque divitias, dum obtener la validación arqueológica de este aliis quaerunt nosse coeperunt. fenómeno, vemos que los asentamientos en alto no se abandonan, sino que Este fue el final de las campañas militares de Augusto y el de la rebelión de Hispania. A partir de entonces se mantuvieron fieles y en continua paz, no tanto por se mantienen e incluso aumentan en su disposición de acuerdo con las artes de la paz como por la determinación del número, por lo que habría que hacer César, que desconfiando del refugio de los montes en los que se acogían, ordeno una relectura del contenido del texto que vinieran a habitar y poblar sus campamentos que estaban en el llano; allí donde estaba el consejo del pueblo fue considerado como la capital. Ayudaba a de Floro en los siguientes términos: no tal determinación la naturaleza de la región; pues toda alrededor es rica en oro, se da tanto un cambio en la ubicación malaquita y minio y abundante en otros metales. Por ello, ordeno que se explotase el suelo. Y de esta forma los astures esforzándose en las profundidades en de los asentamientos, como en la funobtener productos para otros, comenzaron a conocer sus bienes y riquezas. cionalidad de éstos, que pasan de una situación de semi-autarquía en la época anterior a la conquista a un modelo Lucio Anneo Floro escribe su obra, Epitome bellorum om- de poblamiento más estructurado bajo el dominio romano. nium annorum DCC, a fines del principado de Adriano. PretenAparte de este dato, de carácter genérico como hemos visde, sobre todo, reflejar los diversos acontecimientos bélicos en to, Floro nos proporciona otros, ya más precisos, para esta zona los que se ha visto involucrada Roma, a lo largo de su historia, como son la reutilización de el/los campamento/s legionario/s con un objetivo muy concreto: poner de manifiesto la brillante de las guerras cántabras como base para las nuevas fundaciohistoria militar del Imperio, en contraste con la política “pacifis- nes urbanas augusteas y el inicio inmediato de las explotaciones ta”, al menos a juicio de nuestro autor, del emperador Adriano. mineras tras la conquista. Ambas formulaciones, sin embargo, En la obra de Floro, se destaca como momento de mayor intensi- son cuestionables, a partir del examen crítico de la fuente y, por dad bélica la época augustea, a la que corresponde la descripción otra parte, carecen, hoy por hoy, de contraste arqueológico. En de las guerras cántabro-astures, en las que se enmarca el texto primer lugar, por lo que se refiere a la cuestión de los campaseleccionado. La fuente de la que parte Floro no ofrece dudas: mentos, el relato que conservamos de las guerras en particular y es Tito Livio, -de hecho, numerosos editores de Floro encabe- la practica de la castramentatio seguida por el ejército romano zan su obra, cuyo título original se desconoce, Epítome de Tito a nivel general obligaba a la existencia de multitud de campaLivio-, que posiblemente, se basó a su vez en un relato original, mentos, en teoría uno por legión y jornada de marcha, a lo largo autobiográfico, del propio Augusto, dedicado a Marco Agripa, del complejo desarrollo del conflicto en sus diversos frentes: el que narraba los hechos bélicos hasta el 19 a.e. Lamentablemen- propio Floro nos pone de manifiesto este hecho, cuando habla de te, ambos testimonios se han perdido, y sólo conservamos páli- tres campamentos romanos, en el marco de una operación milidos reflejos de la obra augustea en las Res Gestae Divi Augusti tar concreta, en uno de los frentes de la guerra, precisamente el (13, 26, 29) y de Livio, en las Periochae (resumenes) del libro astur: sed positis castris apud Asturam flumen trifariam diuiso CXXXV de Ab Urbe Condita: bellum ... a Caesare adversus agmine tria simul Romanorum adgredi parant castra (Floro, Hispanos gestum refertur et Salassi, gens Alpina, perdomiti. Epit., II, 33, 54). La cita de Floro ha sido repetidamente traída a colación a En consecuencia, para una interpretación más correcta, dela hora de tratar del origen de la ciudad de Asturica, a pesar de bemos distinguir los multiples campamentos de carácter efímero que ésta, como hemos visto, no es mencionada expresamente en levantados en relación al desarrollo del conflicto bélico de los el texto, que presenta además otros problemas de interpretación asentamientos militares posteriores, creados con carácter más que intentaremos aclarar. En principio, realizando una lectura permanente con el fin de pacificar el territorio conquistado y, literal de la fuente, no se haría en ésta referencia de ningún tipo posteriormente, servir de centros administrativos y puntos básia Asturica, sino a Segisamo, que es el lugar preciso donde Au- cos de la red viaria, que pueden coincidir, o no, con los primegusto establece su campamento, como el propio Floro nos ha ros: en el caso de Astorga, los datos obtenidos en las excavaciohecho saber unas líneas antes: ipse (Augustus) venit Segisamam, nes urbanas han revelado la existencia de un campamento del castra posuit. Sin embargo, del texto en su conjunto, sí parece segundo tipo, no correspondiente al desarrollo de las guerras de deducirse una referencia bastante clara a Asturica, a partir de la conquista, sino a un momento posterior. descripción de las riquezas mineras de los astures, dato que, eviPor otra parte, del relato lineal de nuestro autor, se infiere el dentemente, sí es relacionable con Asturica. Con el fin de aclarar inicio de la explotación minera inmediatamente despues de la esta aparente contradicción del texto, debemos hacer sobre éste conquista; sin embargo, este proceso no se inicia, a partir de las una serie de precisiones. fechas obtenidas por C. Domergue y P. Sillières en la Valduerna, En primer lugar, el fenomeno de transformación del pobla- hasta el 15-20 d.e. A la hora de explicar esta divergencia entre la miento (traslado de las poblaciones al llano) que refiere el texto fuente histórica y el dato arqueológico, es importante determinar es un procedimiento común en la estrategia romana de ocupa- hasta que punto este dato procede de Livio, o bien se debe al LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN propio Floro; para ello es fundamental tener en cuenta el relato la urbe asturicense, es esta referencia de Dión Casio, autor que paralelo que hacen de las guerras Floro y Orosio, historiador escribe en la época de Alejandro Severo la Historia Romana, cristiano de inicios del siglo V d.e.: ambos siguen a Livio, por lo que abarca de los orígenes de Roma hasta el momento en el que que su relato es muy similar, aunque con algunas divergencias Dión reliza su obra (229 d.e.). Lamentablemente, sólo se conserdestacables: así podemos destacar como Orosio, originario pre- va la parte correspondiente a los acontecimientos desarrollados cisamente de la Gallaecia, y no Floro, es el que da la conocida entre los años 68 a.e. al 47 d.e. (en concreto, los libros 36 al 54, referencia topográfica acerca del Mons Medullius, Minio flumini que abarcan de los años 68 al 10 a.C., completos, y los libros 55inminentem, que tantos ríos de tinta ha hecho correr respecto a 60, del año 9 a.e. al 46 d. e., en extracto), aparte de resumenes la ubicación precisa de este toponimo. En cambio, el fragmento del resto de la obra, debidos a Zonaras, monje bizantino del siglo que recogemos acerca de la riqueza minera del area astur no es XII. La importancia de este historiador radica en la exactitud apreciado por Orosio, por lo que pensamos que no se encontraría histórica de su relato y la validez de sus fuentes, fundamentaltampoco en la fuente original de ambos, Livio, y su contenido mente Livio, o las fuentes utilizadas por éste: en este caso, Dión habría que referirlo, por tanto, a la época adrianea, momento en puede haber recogido la noticia del historiador patavino, o bien, que escribe Floro. Por otra parte, desde el punto de vista de la de la obra del propio Augusto, su autobiografía perdida o las Res lógica histórica, resulta complicado pensar en el inicio simultá- Gestae Diui Augusti (28). neo e inmediato tras la conquista de procesos complejos como Esta referencia nos informa acerca del programa de fundala ocupación / pacificación del territorio y su explotación econó- ciones urbanas emprendido por Augusto. El princeps dió basmica, que llevan cierto tiempo. tante importancia a la creación de asentamientos de veteranos Un último aspecto que nos transmite Floro, apenas comenta- de las guerras cántabras, con rango de colonia, en Emerita y do, es la segunda medida tomada por Augusto tras el traslado de Caesaraugusta. También creó una colonia no militar (Barcino) las poblaciones al llano: habitare et incolere iussit. Esta aparente y dió un importante impulso al proceso de municipalización en repetición no es tal; nos está indicando una característica im- Hispania, detectable a través de la presencia en las inscripciones portante del programa augusteo de urbanización: la integración de miembros de la tribu Galeria. Sin embargo, lo que más nos en las nuevas fundaciones de ciudadanos romanos y peregrini interesa destacar aquí es el proceso de organización y vertebra(incolae), a través de fenómenos de adtributio y contributio, am- ción de las zonas recien conquistadas en el NW, a través de la pliamente documentados para la Bética. creación de los tres principales ciudades de esta zona: Asturica, En resumen, Floro nos documenta, aunque de forma harto Bracara y Lucus, las tres con el apelativo de Augustas, aparte de genérica e imprecisa, los principales factores que actuan en la otra serie de ciudades en el Imperio, como la ciudad mencionada implantación romana en Asturia: la acción del ejército, creador en el texto: Paphos, en Chipre. de los primeros asentamientos de cuño romano y la explotación económica. En el marco de estos procesos, se encuentra la génesis de la ciudad romana de Astorga, a pesar de que ésta no sea Cipriano, obispo de Cartago, carta 67 especificamente citada por este historiador. Un último aspecto es la cronología augusCyprianus, Caecilius, Primus, Policarpus, ... Felici Praesbytero et plebibus tea de la fundación, también sugerida en el consistentibus ad Legionem et Asturicae; item Laelio Diacono et plebi Emeritae consistentibus, fratribus in domino, S. fragmento, aunque nosotros preferimos para documentar este aspecto, una referencia más Cipriano, Cecilio, Primo, Policarpo,...al présbitero Félix y a los fieles de León y Astorga; asimismo a Elio, diácono y al pueblo de Mérida. Salud en el Señor. precisa de un historiador posterior, Dión Casio, en que se mencióna la actividad de Augusto, como favorecedor de ciudades en el Imperio, a las que llega a dar su nombre. Thascius Caecilius Ciprianus, más conocido como San Cipriano, nació en Cartago y vivió aproximadamente entre los años 200 a 258. Se convierte al cristianismo en el 246, y le enDión Casio, Historia romana, 54, 23, 7. contramos como obispo de Cártago en el 249. Murió durante la persecución de Valeriano. Tou’to me;n ouu}steron ejpoivhse, tovte de; poLa mayoría de sus obras se datan entre los años 250 a 258, vlei” e`[n te th’¡ Galativa¡ kai; ejn th’¡ !Ibhriva¡ y tratan de temas bíblicos, las persecuciones o las primeras cosucna;” ajpwvv¡kise, kai; Kuzikhnoi’” th;n ejleu- munidades cristianas. Contrariamente a otros autores cristianos qerivan ajpevdwke, Pafivoi” te seismw¡’ pon- contemporáneos, que nos reflejan una visión apocalíptica de la hvsasi kai; crhvmata ejcarivsato kai; th;n povlin época en relación al fenómeno de las persecuciones, destaca San Au[goustan kalei’n kata; dovgma ejpevtreye. Cipriano por ser un autor que analiza con precisión “los males Por consiguiente, hizó esto último. Y en este tiempo co- del momento”, aparte de proporcionar interesante información lonizo numerosas ciudades en Galia e Hispania, concedió al sobre la organización de la Iglesia primitiva, como en el texto pueblo de Cízico su libertad y proporcionó una cantidad de de la carta 67. Ésta puede datarse en los años 254-255 d.e., y su dinero a los Pafios, que habían sufrido un terremoto y, por un contenido se relaciona con el edicto de persecución contra los decreto, otorgó a su ciudad el nombre de Augusta. cristianos impulsado por el emperador Decio. Éste, como parte de su política de restauración de la tradición romana, promovió Absolutamente genérica, aunque sin duda también interesan- la obligatoriedad de realizar culto a los dioses tradicionales del te a la hora de documentar el apelativo de Augusta del que goza Estado Romano, persiguiendo a los que se negarán: a pesar de 37 LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA 38 que Decio, acuciado por problemas mucho más graves que la cuestión religiosa (usurpaciones, invasiones de godos, epidemia general de peste) abandonó pronto sus propósitos, su acción generó importantes tensiones internas en la incipiente estructura de la Iglesia cristiana: en el caso concreto de la carta 67, Basilides y Marcial son obispos en León-Astorga y Mérida, consiguiendo de la autoridad imperial un certificado (libellus) de haber realizado sacrificios a los dioses, ante lo que son depuestos de sus sedes. Basilides recurre a San Esteban, en ese momento Papa en Roma, y consigue su reposición. En cambio, los fieles que han depuesto a Basilides y Marcial acuden a San Cipriano, que reune un Concilio en Cártago, y hace saber a las iglesias de León-Astorga y Mérida a través, precisamente, de esta carta 67, las conclusiones del Concilio, favorables a la deposición de los libeláticos. La Carta de San Cipriano es, de hecho, el primer testimonio histórico acerca de la implantación del Cristianismo en Hispania y, por esta razón, ha sido objeto frecuente de estudio. No nos podemos detener aquí, teniendo en cuenta los objetivos que nos hemos propuesto en este artículo, a examinar la compleja problemática del documento; fundamentalmente la discusión acerca del origen africano del cristianismo hispano y la dependencia de la Iglesia española respecto a Cartago o Roma. Nos resulta más interesante, en función de nuestros objetivos, destacar un nuevo planteamiento que se ha relizado sobre el documento con el fin de aclarar uno de sus puntos confusos, en concreto la adscripción a los obispados de León-Astorga y Mérida de los nombres que aparecen citados en la carta: Basilides, Sabino, Marcial y Félix; tradicionalmente, se venía pensando, y así se hacía constar en los episcopologios, que Basílides pertenecía a la sede astorgana y Marcial a la emeritense. Recientemente, sin embargo, R. Teja ha replanteado la cuestión ofreciendo nuevos puntos de análisis. Según este autor, la clave para determinar a quién corresponde cada obispado es la noticia que da el propio Cipriano acerca de que Marcial realiza su apostasía ante un procurator ducenarius que, para Teja, sería el procurator Asturie et Gallaeciae, con lo que Marcial, contrariamente a lo que se pensaba sería el obispo astorgano. Siguiendo el planteamiento de R. Teja, lo que más nos interesa destacar aquí es otro fragmento de la carta de Cipriano que alude a las actividades del obispo Marcial en su ciudad, que sería, siguiendo esta hipótesis, Asturica: podamos afirmar quienes, entre los cuatro citados (Basilides y Marcial; Sabino y Félix) corresponden a Astorga y cuales a Mérida. Aparte de este hecho, la carta 67 es un documento fundamental para aproximarnos al conocimiento del origen y primer desarrollo del cristianismo hispánico. Martialis quoque praeter gentilium turpia et lutulenta conuiuia in collegio diu frequentata et filios en eodem collegio exterarum gentium more apud profana sepulcra depositos et alienigenis consepultos, actis etiam publice habitis apud procuratorem ducenarium obtemperasse se idolatriae et Christum negasse contestatus sit Este texto nos aporta otro dato interesante: la presencia de un colegio funerario, al que pertenecía Marcial, aunque esto no nos define con claridad la pertenencia de este obispo a la sede de Asturica o la de Emerita, pues en ambas ciudades se documenta la presencia de colegios de este tipo a través de la epigrafía, aunque el asturicense es el más claramente documentado y también el más conveniente para nuestro caso, pues los collegia emeritenses son de esclavos y libertos. Como colofón, recogemos como más destacable de este documento la presencia de una comunidad cristiana en AstorgaLeón en una fecha tan temprana como el s. III. En la carta se mencionan los primeros obispos de la sede astorgana, aunque no Cipriano, obispo de Cartago. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Las referencias contenidas en las fuentes itinerarias Itinerario de Antonino Augusto (Wesseling). m.p. CCXLVII m.p. XXVIII m.p. XV m.p. XXIIII 18. Item alio itinere a Bracara Asturica 215 m.p. 427 4 Item alio itinere a Bracara 5 Asturica 429 1 Gemestario 2 Belgido 3 Interaconio Flavio 4 Asturica m.p. CCXV m.p. XVIII m.p. XIII m.p. XX m.p. XXX 19. Item a Bracara Asturicam 299 m.p. 429 5 Item a Bracara Asturicam 430 11 Uttaris 431 1 Bergido 2 Interamnio Flavio 3 Asturica m.p. CCXCVIIII m.p. XX m.p. XVI m.p. XX m.p. XXX 20. Item per loca maritima a Bracara Asturicam usque Glandimiro 680 estadios Asturica 207 m.p. 423 6 Item per loca maritima a Bracara 7 Asturicam usque: 8 Aquis Celenis 425 3 Uttaris 4 Bergido 5 Asturica m.p. CLXV m.p. XX m.p. XVI m.p. L 26 Item ab Asturica Caesaraugustam 497 m.p. 439 5 Item ab Asturica 6 Caesaraugustam 7 Bedunia 8 Briceco 9 Vico aquario 10 Ocelo Duri m.p.CCCCXCVII m.p. XX m.p. XX m.p. XXXII m.p. XVI 27 Item a Asturica per Canatabria Caesaraugusta 301 m.p. 439 15 Item ab Asturica per Cantabria 16 Caesaraugusta 440 1 Brigeco m.p. XL 2 Intercatia m.p. XX 32 Item ab Asturica Terracone 482 m.p. 448 2 Item ab Asturica Terracone 3 4 Vallata 5 Interamnio 449 1 Palantia 2 Viminacio m.p. CCCCLXXXII m.p. XVI m.p. XIII m.p. XIIII m.p. XXXI 34 De Hispania in Aquitania ab Asturica Burdigalam 421 m.p. 453 4 De Hispania in Aquitania 5 ab Asturica Burdigalam m.p. CCCCXXI 6 Vallata m.p. XVI 7 Interamnio m.p. XIII 8 Palantia m.p. XIIII 9 Viminacio m.p. XXXI LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 17. Item a Bracara Asturicam 247 m.p. 422. 2 Item a Bracara Asturicam 423. 3 Petavonium 4 Argentiolum 5 Asturica 39 LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA 40 El Itinerario de Antonino (Itinerarium provinciarum Antonini Augusti), al que pertenecen esta larga lista de nombres de lugar y distancias, es un documento histórico de sentido eminentemente práctico, en tanto que consiste en una descripción de rutas mencionando los lugares de paso (mansiones, stationes, mutationes) y las distancias entre ellos. El contenido de este documento ha generado diversos problemas de interpretación, especialmente a la hora de señalar una reducción actual de los topónimos indicados en el documento, o bien seguir el trazado exacto de las vías de comunicación sólo sugeridas en éste. Tales cuestiones no son fundamentales en nuestro caso, pues la reducción de Asturica a la actual Astorga, y su destacado papel como centro de comunicaciones del NW hispánico es indudable, por lo que aquí nos fijaremos sobre todo en las cuestiones de crítica interna del Itinerario. Por lo que se refiere al responsable de la obra, debe destacarse que ni siquiera la atribución, que sugiere la propia denominación del Itinerario, a un emperador de la dinastia antonina es segura, pues este documento refleja datos bastante posteriores a la época de los Antoninos. Por ello, es posible que el documento fuera redactado originalmente en el siglo II, pero, posteriormente, éste habría sufrido una serie de retoques (diversas correcciones y adiciones) en el siglo IV. Por otra parte, la mención imperial haría pensar en un carácter oficial del documento, una especie de hoja de ruta del Imperio, opinión que defendían los primeros editores del Itinerario (Wesseling; Parthey y Pinder); sin embargo, el desorden de las rutas, las repeticiones innecesarias, la descripción fragmentada de diversas calzadas y la no mención de otras que conocemos a través, por ejemplo de miliarios, hacen difícil pensar en su carácter oficial; por otra parte, el defender que se trata de un documento privado no aclara mucho la cuestión, en tanto que desconocemos la finalidad con la que fue redactado el Itinerario, problema relacionado a su vez con el desconocimiento de las fuentes en las que se basó su anónimo autor. En consecuencia, al tratarse de una obra redactada en diversas épocas, y sometida a los problemas típicos de la tradición manuscrita habría que pensar en un proceso continuo de adiciones, correcciones e interpolaciones, lo que convierte a temas como la autoría y función del documento en cuestiones hoy por hoy irresolubles. Sin embargo, aún con todos sus problemas de interpretación, el Itinerario de Antonino es el único documento conservado referente a la red de calzadas del Imperio, además relativamente fiable, a juzgar por su comparación con otras fuentes de este tipo, como la Tabula Peuntigeriana y el Anónimo de Ravena, cuya parte referente a Asturica reproducimos a continuación. Anónimo de Rávena, IV, 45, 355-375 (p. 319-320, Parthey-Pinder 1-16) p.319 Item in ipsa Spania iuxta civitatem qua praediximus Augustam Braccaria dicitur civitas IV, 45, 355 p. 320 1 Salaniana 2 Aquis Ocerensis 3 Aquis Cercenis 4 Gemina 5 Salientibus 6 Praesidium 7 Nemetobrica 8 Foro Gigurnion 9 Ginistaria 10 Bergidon 11 Amnion 12 Asturica 13 Balsata 14 Interamnum 15 Memoriana 16 Luco Astorum 17 Passicin 18 Amneni 360 365 370 375 El Anónimo de Rávena consiste en una larga lista de más de 5.000 nombres, fundamentalmente de ciudades de todo el orbe romano, presentada de forma desordenada. Esta obra fue redactada en el siglo VII por un compilador desconocido, posiblemente un monje o eclesiástico, a juzgar por las concepciones geográficas presentes en la primera parte de esta obra, muy influidas por la literatura patrística. El autor considera a su obra una Cosmografía, que divide en cinco libros dedicando los cuatro primeros a una descripción, en forma de lista, de las ciudades de Asia, África y Europa, y el último a un periplo de las ciudades próximas al Mediterráneo y una relación de islas del mundo, distribuidas por regiones. A juzgar por el carácter enumerativo de la obra, su principal fuente parece haber sido un mapa de rutas del siglo III d.C., posiblemente originado en el Orbis Pictus de Agripa, y que sirvió también de base a otras obras, como la Tabula Peutingeriana y el propio Itinerario de Antonino. Esta diversidad de fuentes se observa en el fragmento que hemos seleccionado, en el que aparece una sucesión de lugares ya conocidos por el Itinerario de Antonino, sobre la vía XVIII (IV, 45, 360-369) o XXXII-XXXIV (IV, 45, 369-371), y otros localizados en la Asturia Transmontana (IV, 45, 372-375), que no aparecen en el Itinerario, aunque sí en otras fuentes geográficas como Plinio (nat. 3, 28; 4, 111: paesici) o Ptolomeo (2, 6, 28: Lucus Asturum). Cabe destacar, por último, en el Ravenate, las formas peculiares de algunos nombres (p. ej. Passicin, relativo a los Paesicii), que difiere del que conocemos por otros autores. Esta particularidad podría deberse a una redacción original de esta obra en griego, de la que se nos ha conservado únicamente la versión latina. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA más fueron allí asesinadas muchas personas de ambos sexos, se forzaron las santas iglesias, fueron entregados al pillaje los altares y destrozados todos los ornamentos sagrados y, según la costumbre, robados. Dos obispos encontrados allí con todo el clero, son conducidos al cautiverio: el más débil Hydat., Chron., ad an. 445 es llevado a la cautividad digna de compasión mezclado con gente de ambos sexos: las restantes y vacias casas de la ciudad son entregadas a las llamas y los núcleos agrícolas [OLYMP. CCCVI]. [445] (21). In Asturicensi urbe Gallaeciae quidam ante aliquot son devastados. La ciudad Palentina fue destruida annos latentes Manichaei gestis episcopalibus deteguntur, quae ab Hydatio et por los Godos de la misma manera que Asturica. Un Thoribio episcopis, qui eos audierat, ad Antoninum Emeritensem episcopum Castro llamado Coviacense, a treinta millas de Astudirecta sunt. rica que los Godos habían intentado expugnar tras una larga batalla, con el auxilio de Dios resistió a los [445]. En Astorga, ciudad de Galaecia, son descubiertos ciertos maniqueos que enemigos y los venció: muchos cayeron a sus manos, hacía algunos años permanecían ocultos, instruyéndose al efecto diligencias el resto regresó a las Galias. episcopales, que los obispos Hidacio y Toribio, que los habían juzgado, remitieron a Antonino, obispo de Mérida. Crónica de Hidacio LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Conocemos pocos datos biográficos de Hidacio de Chaves, tan sólo los que éste Hydat., Chron., ad an. 448 menciona en su obra. Nació en la Lemica civitate (Xinzo de Limia, Orense), hacia finales del siglo IV. Siendo todavía un niño, [448]. (24) Pascentium quendam urbis Romae, qui de Asturica diffugerat, hacia 407, realiza un viaje a Oriente, durante Manicheum, Antoninus episcopus Emerita comprehendit auditumque etiam de provincia Lusitania facit expelli. el que pudo conocer a algunos de los personajes más relevantes de la Iglesia en esa [448]. Antonino, obispo de Mérida, se apodera de cierto maniqueo llamado Pascencio, de la ciudad de Roma, que había huido de Astorga, y habiéndole época, como Juan de Jerusalén, Eulogio de juzgado, hace que se le expulse de la Provincia Lusitania. Cesarea y, sobre todo, Jerónimo, cuya crónica continua. En el 427 es nombrado obispo, posiblemente de la sede de Chaves. Durante Hydat., Chron., ad an. 456 su obispado, Hidacio desarrolla una intensa actividad política, con embajadas a la Galia, y doctrinal, persiguiendo las doctrinas maMox [VI anno Marciani, aera CCCCXCIV] Hispanias rex Gothorum Theodoriniquea y priscilianista en su diocesis, como cus cum ingenti exercitu suo et cum voluntate et ordinatione Aviti imperatoris ingreditur. Cui cum multitudine Suevorum rex Rehiarius occurrens duodecimo de nos sugieren los textos seleccionados. En el Asturicensi urbe miliario ad fluvium Urbicum III nonas Octobris die, VI feria inito 460 es hecho prisionero por los suevos en su mox certamine superatur: caesis suorum agminibus, aliquantis captis plurimisque fugatis ipse ad extremas sedes Gallaeciae plagatus vix evadit ac profugus. ciudad de Chaves, a la que vuelve tras sufrir tres meses de cautiverio. Muere [En el año 494 de la Era, sexto del reinado de Marciano, 456], el rey de los godos posiblemente hacia el 469, último año Teodorico penetró en Hispania con un gran ejército, de acuerdo y con el expreso mandato del emperador Avito. Acudió a su encuentro con un gran número de reflejado en su Crónica. Suevos el rey Rehiario que, apenas comenzada la batalla, a doce millas de la La obra de Hidacio se inserta en el ciudad de Asturica junto al río Urbicus fue vencido. Era el día tercero antes de genero cronístico; se trata de obras que las nonas de octubre, feria sexta (5 de octubre, viernes): derrotados sus ejércitos, unos capturados y los más obigados a huir, apenas el propio rey vencido y en reflejan una serie de acontecimientos, fuga, pudo escapar a sus extremos territorios de Gallaecia. siguiendo un rígido orden temporal, al modo de los Annales. En concreto, la Crónica de nuestro autor se extiende del Hydat., Chron., ad an. 457 año 378 al 469, comenzando Hidacio su labor donde la había dejado San Jerónimo, por lo que constituye una fuente básica Theudericus adversis sibi nuntiis territus mox post dies paschae, quod para conocer los hechos desarrollados durante la primera invafuit V kalendas Aprilis, de Emerita egreditur et Gallias repetens partem ex sión de pueblos germánicos (suevos, vándalos y alanos) en la ea quam habebat multitudine variae nationis cum ducibus suis ad campos Gallaeciae dirigit: qui dolis et periuriis instructi, sicut eis fuerat imperatum, Península, a partir del 409. Hidacio se extiende sobre todo en Asturicam, quam iam praedones ipsius sub specie Romanae ordinationis aquellos acontecimientos que le son más cercanos, por lo que intraverant, mentientes ad Suevos qui remanserat iussam sibi expeditionem, debe considerarsele fuente directa para aquellos hechos que le ingrediuntur pace fucata solita arte perfidiae. Nec mora promiscui generis reperta illic caeditur multitudo, sanctae effrigintur ecclesiae, altaribus direptis tocó vivir y que refleja primariamente su crónica y, a través de et demolitis sacer omnis ornatus, et usus aufertur. Duo illic episcopi inventi ella, como veremos, otros autores como Isidoro y Jordanes. Las cum omni clero abducuntur in captivitatem: invalidior promiscui sexus agifuentes directas utilizadas por Hidacio son, en primer lugar, los tur miseranda captivitas; residuis et vacuis civitates domibus datis incendio camporum loca vastantur. Palentina civitas simili quo Asturica per Ghotos Consularia Constantinopolitana, Fastos Consulares denomiperit exitio. Unum Coviacense Castrum tricesimo de Asturica miliario a Ghonados así por Mommsen por basarse en la llamada Crónica de tis diutino certamine fatigatum auxilio dei hostibus et obsistit et praevalet: Constantinopla, que recogen noticias de Roma, Constantinopla quam plurimis ex eorum manu interfectis reliqui revertuntur ad Gallias. Teodorico, atemorizado por las noticias adversas que le llegaron unos y el Occidente del Imperio, éstas últimas de contenido similar a días despues de la Pascua, que fue cinco días antes de las Kalendas de abril la Crónica de Hidacio, de ahí que se haya atribuido a éste tam(el 28 de Marzo), salió de Emerita y, de camino a las Galias, dirigió a parte bién la autoría de los Consularia. Otras fuentes son la Crónica de la muchedumbre que traía, procedentes de varias naciones, con sus generales contra los campos de Gallaecia: instruidos con engaños y perfidias, tal de Sulpicio Severo (c. 400) y una serie de cartas que el propio como les habia sido ordenado, entraron en Asturica, en donde ya se habían Hidacio menciona en su obra; para nuestro propósito, son de introducido algunos de sus bandidos con pretexto de un mandato de Roma especial importancia la carta de León Magno del año 445, en la y tras engañar a los Suevos que permanecían en la expedición mandada por él, bajo subterfugios pacíficos, con su acostumbrada perfidia. Sin esperar a que éste pretende combatir el maniqueísmo y otra carta del mis- 41 LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA 42 Tenemos de Jordanes, historiador que vivió alrededor del año 550 d.C., muy escasos datos biográficos. Sabemos que era de origen godo: su abuelo, Paria, fue notario (rango intermedio entre los oficiales del ejército romano) de un jefe alano que fue obligado a servir durante un tiempo a Atila y más tarde se instaló en la Mesia inferior como súbdito del Imperio Romano de Oriente. Jordanes siguió ejerciendo el oficio de notario, al tratarse de un cargo hereditario, hasta su conversión al cristianismo; si bien no sabemos si ésta se produjo hacia la vertiente católica o la arriana, o bien Jordanes inició la vida monástica; con el tiempo, nuestro autor llegó a ser obispo de los godos. Se han conservado dos de sus obras: el Origen y hechos de los Godos (Historia de los Godos), y el Resumen de las Crónicas (compendio de historia romana), conocidas, respectivamente, como Getica y Romana. Encontramos datos sobre estas obras en sus respectivos Prefacios. El Resumen de las Crónicas (Romana) se data en el 551, trata del origen del mundo, la fundación de Roma, su historia hasta Augusto y el Imperio hasta Justiniano. El Origen y hechos de los Godos es un resumen de la Historia de los Godos, en 12 volúmenes, basado en la obra homónima de Casiodoro, hombre de confianza de Teodorico, que no se ha conservado. Esta obra fue escrita por Jordanes en Constantinopla entre finales de 551 y primera mitad del 552. La finalidad del autor es historiar a su pueblo, en tanto que su origen es godo y, sobre todo, ensalzar a Justiniano como vencedor de los godos y destacar su labor restauradora del Imperio e integradora de los pueblos bárbaros como federados. Por sus características, puede decirse que la obra de Jordanes es la primera Historia de los Godos, en tanto que, en los autores anteriores, se les menciona siempre en función de la Historia de Roma (Amiano Marcelino, Orosio); de ahí que se considere la obra de este autor, como la de San Isidoro que veremos a continuación, una Historia Nacional. En su obra, Jordanes hace referencia, sucesivamente a la isla de Escanzia, lugar de origen de los Godos (I-III); la migración a Europa de estos pueblos y los primeros asentamientos godos (IV-XIV), su historia, hasta el final del siglo IV (XV-XXIV) y, finalmente, los hechos protagonizados por los visigodos (XXVXLVII) y los ostrogodos (XLVIII-LX) hasta la época en la que vive nuestro autor. En nuestro caso, la parte que más nos interesa es la Historia de los Visigodos (XXV-XLVII). Las fuentes que utiliza Jordanes para esta parte de su obra son Procopio de Cesárea, Sidonio Apolinar, Hidacio, Próspero de Aquitania, Casiodoro y el Conde El texto de Jordanes Marcelino. Como puede apreciarse con la lectura del texto, el fragmento que seleccionamos procede de la Crónica de Hidacio Iordanis, de originis actisbusque Getharum, XLIV, 232.. con muy escasas variantes; así la delimitación del río Órbigo (Ulbium), como límite entre Asturica e Hiberia (Asturicam Hiberiamque). En este ventum est ad certamen iuxta flumem Ulbium, qui inter Asturicam Hiberiamque contexto, Hiberia debe entenderse como pretermeat, consertoque proelio Theodericus cum Veseghotis, qui ex iusta parte pugnabat, victor efficitur, Suavorum gente pene cuncta usque ad internicione prossinónimo de Hispania, estando en el río ternens. quorum rex Riciarius relicta infesta hoste fugiens in nave conscendit adÓrbigo el límite entre ésta y el reino sueversaque procella Tyrreni hoste repercussus Veseghotorum est manibus redditus. vo, diferencia en la que el mismo Jordanes Se llegó a un combate junto al río Ulbium que discurre entre Asturica e Hiberia y, insiste en un párrafo anterior. Por otra parentablada la batalla, Teodorico con los Visigodos, que luchaba del lado legítimo te, la imprecisión en el uso de los términos resultó vencedor, abatiendo hasta aniquilarlos a casi todo el pueblo de los Suevos. Su rey Riciario, abandonando la batalla que le era contraria y huyendo del enegeográficos parece ser nota destacable de migo, subió a una nave, pero fue otra vez devuelto por una adversa tempestad del esta parte de la obra de Jordanes que, adeTirreno, y cayó en manos de los Visigodos. más de los ejemplos ya vistos, denomina al Atlántico, Tyrreni. mo Papa fechada en 447 dirigida a los obispos españoles sobre el priscilianismo y una decretal (decisión pontificia) dirigida a Toribio de Astorga a través de Pervinco, diácono de éste. Otras obras cuya influencia es posible rastrear en nuestro autor son la Crónica de Jerónimo, que Hidacio pretende, expresamente, continuar y una serie de escritos en defensa de la ortodoxia cristiana contra los heréticos, como los de San Agustín contra los donatistas, o los de Jerónimo contra los pelagianistas, que, sin duda, llamarían el interés de nuestro autor, a causa de la lucha que él mismo desarrollaba contra los seguidores de Prisciliano. En cambio, Hidacio parece no tener conocimiento de otra serie de obras de ambiente histórico, como las Historiae adversus paganos de Orosio (416) o la Crónica de Próspero de Aquitania (433). Las noticias reflejadas en las partes que hemos seleccionado hacen referencia a dos tipos de cuestiones: la lucha contra los priscilianistas y las campañas de Teodorico en Hispania. A la hora de interpretar ambas referencias hay que tener en cuenta que Hidacio toma claramente postura en contra de maniqueospriscilianistas, por una parte, y de los visigodos de Teodorico por otra. Por lo que se refiere a los primeros, el hecho de que las doctrinas maniquea y priscilianista fueran consideradas como herejías ha condicionado una visión sesgada de ambas corrientes de pensamiento por parte de la historiografía posterior. Los estudios más recientes coinciden en destacar la complejidad de factores (no sólo religiosos, también sociales y económicos) que interactuaban en el proceso de formación inicial de la ideología cristiana y de la estructura jerárquica de la Iglesia. En la lectura histórica de este tipo de hechos debe evitarse todo dogmatismo. Por lo que se refiere a la descripción de las invasiones bárbaras y, en especial a sus detalles más trágicos, hay que tener en cuenta el llamado “catastrofismo” de Hidacio y su visión apocalíptica de los acontecimientos: en concreto, para la narracción de la destrucción de Bracara por los visigodos (no recogida en los fragmentos anteriores), no se atiene exactamente a la realidad, sino que está inspirada en la descripción de la ocupación y profanación del templo de Jerusalén, recogida en la literatura apocalíptica (en concreto, el apócrifo Apocalipsis de Tomás), como ha demostrado J. Arce. En la mentalidad hidaciana, las campañas militares de Teodorico en Hispania no eran un simple hecho de armas, sino un indicio del final del mundo. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Las referencias contenidas en la obra de San Isidoro mentos seleccionados por nosotros, resulta notoria la utilización de la Cronica de Hidacio como fuente. Isidorus, episcopus Hispalensis, Historia Gothorum, 21 Debemos destacar que conservamos de la Historia de los Godos dos versiones, breve y larga, cuya naturaleza y características han sido Aera CCCCXCI, anno II imperii Marciani Theudericus post fraternam necem in regnum succedens imperavit annis XIII. Qui pro eo quod imperatori Avito sumendi estudiadas por C. Rodríguez Alonso en imperialis fastigii cum Gallis auxilium praebuisset, ab Aquitania in Spanias cum su edición crítica de esta obra isidoriana. ingenti multitudine exercitus et cum licentia eiusdem Aviti imperatoris ingreditur. cui cum magna copia rex Suevorum Recciarius occurrens duodecimo Asturicensis Según este autor, ambas versiones no son urbis miliario apud fluvium, qui Urbicus appellatur, inito mox certamine superatus debidas a variaciones introducidas por la est caesis suorum agminibus, aliquantis captis plurimisque fugatis. Ipse postretradición textual de la obra, sino que se mum rex telo sauciatus fugiit praesidioque suorum carens ad locum Portucale capitur regique Theuderico vivus offertur. deben ambas al obispo sevillano, que las redacta con un plan y una finalidad En el año 491 de la Era, segundo del reinado de Marciano, Teodorico tras el distintas, presentando la versión larga asesinato de su hermano le sucedió en el trono y reinó trece años. En razón a haberse ofrecido con sus galos a ayudar al emperador Avito que había recibido la un carácter de panegírico (incluye la dignidad imperial, con la licencia del propio emperador, penetró desde Aquitania Laus Spaniae), y una defensa de la en Hispania con un ejército muy numeroso. Contra él acudió con muchas tropas el rey de los Suevos Recciario, viniendo a encontrarse a doce millas de la ciudad unidad católica. También se observa Asturicense, junto al río que se llama Urbicus. Apenas comenzada la batalla, Recuna corrección de diversos errores de ciario fue vencido y, quebrantadas sus huestes, unos fueron hechos prisioneros y la mayor parte puestos en fuga. El propio rey huyó finalmente, malherido por un la versión breve en la larga. Por ello, dardo, y abandonado de la protección de los suyos fue capturado en Portucale y resulta algo extraño que el segundo entregado vivo a Teodorico. texto que presentamos (las incursiones de Teodorico tras su marcha de Mérida) se nos hayan conservado en Isidorus, episcopus Hispalensis, Historia Gothorum, 16 la versión breve, mientras están ausentes de la larga. (Theudericus)... mox adversis sibi nuntiis territus, de Emerita egressus Gallias repetit et partem exercitus cum suis ducibus iterum ad campos Galliciae dirigit; qui caesa Asturicensi regione rursum revertuntur ad Gallias. Teodorico, ... atemorizado por noticias adversas para él, desde Emerita toma el camino de las Galias y dirige parte de su ejército con sus jefes otra vez a los campos de Gallaecia; y tras devastar la región Asturicense regresaron a las Galias. Los nombres de obispos de Asturica en los primeros Concilios cristianos. Concilio de Serdica (Sofía, Bulgaria) del año 344 d.C. Inter ceteros qui subscripserunt huic synodo, referentur sequentes. Osius ab Hispania, episcopus civitatis Cordubensis (Mansi, III, col. 38, C). Anianus ab Hispania, de Castulona Florentius ab Hispaniis, de Emerita Domitianus, ab Hispaniis, de Asturica Castus, ab Hispaniis, de Caesaraugusta Praetextatus, ab Hispanis, de Barcilona (Mansi, col. 38,D) (Mansi, col. 42, A): Las mismas firmas Las actas de este Concilio y el de Milán se han conservado en los Fragmentos Históricos de San Hilario de Poitiers, restos de las obras polémicas de este autor Adversus Valentem et Ursaciam, tres libros escritos en los años 356, 359-60 y 367. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN San Isidoro de Sevilla (556-636) era hijo de un alto funcionario de la monarquía goda y, según pretenden diversos autores, nieto de Teodorico. Sucede a su hermano Leandro en la silla episcopal de Sevilla, asistiendo a varios Concilios toledanos. Fue maestro de Sisebuto, por lo que llegó a jugar un dstacado papel en la política de los reyes godos. San Isidoro destaca, más que por el valor literario de su obra, por su labor de compilación, que pretendía legar a la posteridad todos los saberes antiguos, objetivo que nuestro autor cumplió con creces; de su monumental obra, destacamos las Etimologías (enciclopedia de los saberes de su época, en 20 libros), de Natura rerum, Chronica Mundi, de viris illustribus y la Historia Rhegum Gothorum, Suevorum et Vandalorum, de la que proceden los textos que hemos seleccionado. La Historia de los Godos de San Isidoro destaca por ser el primer ejemplo de Historia Nacional, frente a otras Historiae que tomaban como marco de referencia el Imperio Romano, por ejemplo Orosio. A su comienzo, la obra histórica de Isidoro también pretende insertarse en un marco universalista, pero, rapidamente, se orienta a historiar los sucesos hispanos, debido a la mayor información que San Isidoro tenía sobre éstos y también a un mayor interés por los acontecimientos que le eran más cercanos. La obra principal es la Historia de los Godos, a la que acompañan, a modo de apéndices una Historia de los Suevos, una Historia de los Vándalos y una Alabanza de España. La obra fue rematada entre la muerte de Sisebuto y la entronización de Suintila. Las fuentes utilizadas fueron las Crónicas de Orosio, Hidacio, Juan de Bíclaro y Máximo de Zaragoza. Para los frag- 43 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA Concilio I de Zaragoza (1-X-380) Concilium Caesaraugustanum, duodecim episcoporum, sub Damaso, contra Priscillianistas cellebratum: aera CDXVIII (Mansi, col. 633). Quarto Nonas Octobris Caesaraugustae in secretario residentibus episcopis, Fitadio, Delphino, Eutychio, Ampelio, Augentio, Lucio, Ithacio, Splendonio, Valerio, Symposio [obispo de Astorga], Cartherio et Idatio... (Mansi, col. 633, C/D). Concilium Toletanum VII. 18 de octubre de 646 Paulus, presbyter, agens vicem domni mei Candedati Astoricensis ecclesiae episcopi, haec statuta definiens subscribsi. Pablo, presbítero, representante de Candidato, mi señor, obispo de la iglesia de Astorga, aprobé y firmé estos canones. Concilium Toletanum, VIII. 16 de Diciembre de 653 Interfuerunt huic sancto concilio pontifices numero LIIº. [....] Candedatus Asturiensis episcopus. ¿Concilium Asturicense. 446? La carta dirigida por el Papa León (440-461) al obispo Toribio de Astorga sugiere a éste la realización de un concilio dirigido a combatir la herejía priscilianista. No se han conservado las actas de este posible concilio, por lo que no sabemos si llegó a celebrarse y, en caso afirmativo, dónde se reunió: en Asturica, como sugiere Tovar, o en otra ciudad de la Gallaecia o del resto de la península. Concilium Bracarense, II. Año 572 (1 de junio) LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Quum Gallaeciae provinciae episcopi tam ex Bracarensi quam ex Lucensi synodo cum suis metropolitanis praeceptione praefati regis simul in metropolitana Bracarensi ecclesia convenissent, id est Martinus, Nitigis, Remisol, Andreas, Lucetius, Adoricus, Witimer, Sardenarius, Viator, Anila, Polimius, Mahiloc, ... [....] Polimius Asturicensis ecclesiae episcopus his gestis ss. Concilium Toletanum III. 8 (6) de mayo de 589 Talasius Astoricensis ecclesiae episcopus subscripsi. Concilium Toletanum IV. 5 de Diciembre de 633 Concilium Toletanum VI, 638 Oscandus ecclesiae Asturicensis episcopus subscribsi. Asistieron a este santo concilio los pontífices en número de [....] Candidato, obispo de Astorga. Concilium Toletanum, X. 1 de Diciembre de 656 ti]. Interfuerunt huic sancto concilio [pontifices numero vigin[....] Elpidius Astoricensis ecclesiae episcopus. Concilium Bracarense III. 675 d.C. Isidorus Astoricensis ecclesiae episcopus his constitutionibus interfui et subscribsi. Habiéndose reunido por mandato del referido príncipe en la iglesia metropolitana de Braga, los obispos de la provincia de Galicia, tanto los del distrito bracarense como los del distrito de Lugo, con sus metropolitanos, a saber: Martín, Nitigio, Remisol, Andrés, Lucecio, Adorico, Bitimer, Sardinario, Viator, Anila, Polimio y Mailoc, .... [....] Polimio, obispo de la iglesia de Astorga, firmé estas actas. XXXIII. Concordius ecclesiae Astoriensis episcopus subscripsi. 44 52: Concilium Toletanum XIII, 683 (4-13 de noviembre) Vicarii episcoporum. [....] Leopardus abba Aureli Asturicensis episcopus similiter. ga. Representantes de los obispos. [....] Leopardo, abad, representante de Aurelio, obispo de Astor- Concilium Toletanum XV, 688 (11 de mayo) Aurelius Asturicensis sedis episcopus ita ss. Concilium Toletanum XVI, 693, 26 de abril. Aurelius Asturicensis episcopus ss. Aurelio, obispo de la iglesia de Astorga, firmé. LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA para las historias de la iglesia y los conocidos episcopologios. Desde nuestro punto de vista, sin embargo, lo que aquí más nos interesa destacar es la importante repercusión de la presencia del obispo, como elemento nuevo y fundamental en la configuración de la ciudad tardoantigua, rastreable a través del estudio histórico y también a través de la arqueología, percibiendo la influencia en la urbanística asturicense de la presencia de templos cristianos, aspecto sobre el que, por el momento, las sucesivas excavaciones no nos han proporcionado todos los datos que desearíamos Las referencias al obispado de Astorga en las listas episcopales medievales. Encontramos, por último, otras menciones al obispado de Astorga en una serie de documentos que recogen en forma de listado las sedes episcopales de la Península. Este tipo de materiales presentan una doble problemática. Por un lado, son útiles sobre todo para conocer la situación de la institución eclesial en época sueva y visigoda. Pero, por otra parte, el contenido de estas listas episcopales presentan serios problemas de crítica interna. Estos documentos reflejaban inicialmente la situación eclesiástica en época suevo-visigótica, marcando jerarquías y dependencias entre obispados; por esta razón, se trata de documentación sumamente propensa a la interpolación, por parte de sedes de reciente creación no reflejadas en estos documentos, o a la modificación, por obispados que pretendieran ampliar sus límites de influencia, vg. la sede ovetense de Pelayo. En consecuencia, aún con un fondo de historicidad, el manejo de estos documentos debe someterse a una rigurosa crítica. Parochiale Suevum, X, 132-141 (132) X. 1 Ad Astoricensem sedem ipsa Astorica 2 Legio 3 Bergido (135) 4 Petra Speranti 5 Comanca 6 Ventosa 7 Maurelos suoperiores et inferiores 8 Senimure (140) 9 Fraucelos 10 Pesicos [sunt haec XI] La Divisio Theodomiri o Parroquial Suevo es denominado así porque contiene en su preámbulo una carta del rey suevo Teodomiro a un concilio celebrado en Lugo en el año 569, instando a los asistentes a éste a abordar una reorganización eclesiástica del reino, que es lo que aparece en el documento propiamente dicho: un listado de los obispados del reino suevo con sus correspondientes iglesias parroquiales. Aunque el territorio suevo acabó siendo anexionado al Reino Visigodo apenas unos años más tarde, el esquema organizativo propuesto en el Parroquial mantuvo su vigencia, como nos demuestra la coincidencia de varios de los topónimos citados con posteriores cecas visigodas. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Las diversas menciones recogidas, que atestiguan la asistencia de obispos de Asturica a los diversos concilios es, prácticamente, lo único que conocemos con seguridad de éstos, y poco más aportan las diversas obras (episcopologios, historias eclesiásticas) que se han centrado en el estudio de estos personajes. Los primeros obispos conocidos son los mencionados en la carta de San Cipriano, sin que se pueda adscribir, como hemos dicho, uno u otro nombre de los que allí aparecen a la diócesis asturicense. Dentro de los obispos que conocemos a través de las actas de los diversos concilios, el primero que encontramos es Domiciano, asistente al concilio de Sérdica (Sofía, Bulgaria), en 343. Los dos siguientes obispos de la sede asturicense nos ponen en contacto con la cuestión priscilianista, pues ambos, Simposio y Dictino, aparecen identificados con esta corriente religiosa; merece la pena destacar, por otra parte, que en nunerosos episcopologios no es recogida la figura de Simposio como obispo de Astorga, a pesar de aparecer su nombre expresamente mencionado en las actas conciliares; esta ausencia se debe, sin duda, a lo anómalo que resultaba para los redactores de los episcopologios que Simposio cediese su silla a su hijo Dictino. Éste presenta, como hechos destacables de su pontificado, la erección de un monasterio, extramuros de Astorga, que posteriormente, llevaría su advocación. Despues de Dictino, el siguiente obispo que aparece en nuestra documentación es Toribio, obispo con gran tradición en la diócesis asturicense, al que se atribuye una peregrinación a Tierra Santa, de la que volvio con importantes reliquias y durante la cual llegaría a conocer a San León Magno, con el que mantuvo una interesante correspondencia de tipo doctrinal, como nos informa Hidacio. Totalmente opuesto a los priscilianistas, durante su obispado tuvó lugar la toma de Astorga por Teodorico, como hemos visto también reflejado en el cronista limicense. Los obispos asistentes al I Concilio Bracarense (561) y al celebrado en Lugo (569) no especifican su sede episcopal. A. Quintana supone que Timoteo sería el obispo astorgano en el Concilio Bracarense y Polemio en el Lucense. Éste último, fue consagrado el año 565 asiste al Concilio de Lugo (569) y al II Concilio Bracarense del año 572, en el que firma ya como obispo de Astorga. A petición suya, escribio San Martín de Dumio su conocida obra De correctione rusticorum. De los obispos Talasio, Concordio y Oscando, sólo se sabe de cierto la asistencia a los Concilios que testimonian los textos que reproducimos. El obispo Candidato envió al Concilio VII de Toledo en representación al presbítero Pablo y acudió en persona al Concilio VIII. Aparece mencionado en un falso, que era considerado el primer documento de la monarquía española: el privilegio concedido por Chindasvinto a San Fructuoso y su monasterio de Compludo. Sólo por la asistencia al Concilio X de Toledo, sabemos de la presencia del obispo Elpidio; por el contrario, tenemos alguna noticia más del siguiente obispo, Isidoro, que aparte de su asistencia al III Concilio Bracarense, sostuvó un fuerte enfrentamiento con el eremita Valerio del Bierzo; por último, Aurelio asiste a los Concilios XIII, XV y XVI de Toledo y consagra un templo sobre una roca, no lejos del monasterio de San Pedro de Montes, como nos informa nuevamente Valerio del Bierzo. La constatación de la existencia de una serie de obispos asociados a la sede asturicense, de los que, en una gran parte, sólo conocemos su nombre y la participación en un concilio es útil 45 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA La validez histórica del Parroquial es, por las razones que hemos mencionado anteriormente, relativa, pero en cualquier caso, indudablemente mayor que el documento que reflejamos a continuación, la lista de las sedes episcopales del reino visigodo, que ha llegado a nosotros en un estado mayor de adulteración . Provinciale Visigothicum, I-b, 23-32; II-a, 1-17 RECENSIO PRIMA, I-b (23) Bracara Dumio (25) Portucale Tude Auriense Lucus Brittonia (30) Astorica Iria RECENSIO ALTERA, II-a (5) LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN (10) 46 (15) (17) Provincia Bracarensis Bracara metropolis Portucale Conimbria Eguitania Veseo Lameco Wetica Dumio Auriense Tude Luco [Legione] [Gegione] Iria Brittunia Astorica [Oveti] La lista de sedes episcopales visigodas, conocida por División (o, incorrectamente por Hitación) de Wamba, por atribuirse a este rey godo, que la habría compuesto en el XI Concilio General de Toledo del año 676, presenta el problema de ser un documento que todos los criticos consideran como totalmente falso, al menos en las redacciones a través de las que hoy lo conocemos, muy contaminadas por un complejo proceso de interpolaciones y falsificaciones. En primer lugar, no puede aceptarse su redacción en la época de Wamba, pues sólo conocemos este documento a partir del siglo XI, si bien si es aceptable que se haya basado en auténticas listas de sedes visigodas, del estilo del Parroquial Suevo que hemos visto con anterioridad. Los textos hoy conservados de la División forman varios grupos; uno de ellos está directamente relacionado con la obra histórica del obispo Pelayo de Oviedo (Liber Chronicorum, Liber Itacii), que habría modificado o creado ex novo este documento, con el objetivo de salir favorecido en sus disputas entre su sede y la de Lugo; de aquí, la lista de sedes pasaría a ser reflejada en la Crónica Najerense, el Chronicon Mundi de Lucas de Tuy y, finalmente, la Crónica General de Alfonso el Sabio. Otra serie de redacciones proceden del texto de la División que se copió en los primeros folios del Liber Fidei o Liber Testamentorum (1138-1175) del arzobispo Peculiaris de la sede de Braga, que presenta también una serie de variaciones favorables a la metrópoli bracarense. Las cuestiones fundamentales de discusión del fragmento seleccionado se refieren a la existencia o no de una serie de sedes episcopales en época visigótica, -tal es el caso de las de León, Gijón u Oviedo-, y, sobre todo, los límites territoriales entre éstas, que no hemos reflejado en el texto por ser la parte de éste más adulterada. Asturica en la Geografía de la Antigüedad Tardía A medio camino entre el mundo romano, por el origen de la información que contienen, y el medieval, en cuanto a su circulación y transmisión, se situan una serie miscelánea de obras, que contienen datos de carácter geográfico-administrativo. Por su carácter de compendio, en el que resulta tremendamente complejo determinar el origen exacto de los datos contenidos y por la tortuosa historia de su transmisión manuscrita, la única información válida para nuestro propósito es la constatación de la presencia de Asturica en varias de estas listas, como otra prueba más de la importancia administrativa de la capital del convento astur a lo largo del desarrollo histórico del Imperio. Anteriormente hemos visto el Anónimo de Ravena, al que, por cronología, correspondería estudiar en este momento y que hemos recogido junto al Itinerario de Antonino por su contenido común. Además, encontramos referencias a Asturica en otras dos obras tardías: la Cosmografia de Julio Honorio y una adición a la Notitia Galliarum. Cosmographia Iulii Honorii (Ivl. Hon. cosmogr. p. 35,1) Quae oppida in provinciis suis habeat Oceanus Occidentalis. Calpis oppidum | Corduba oppidum | Vettones oppidum | Toletum oppidum | Bracara oppidum | Lucus Augusti oppidum | Asturica oppidum | Vaccaei oppidum | Celtiberia oppidum | Caesarea Augusta oppidum | Tarraco oppidum. La Cosmografía de Julio Honorio es una recopilación de datos geográficos, divididos por categorías (oceános, islas, ríos, ciudades) elaborada por un gramático o retor de los siglos IV o V, con fines didácticos y publicada posteriormente por un alumno del recopilador original. La obra era recomendada por Casiodoro como manual para el estudio de la Geografía y se nos ha transmitido, con multitud de variantes, por manuscritos de los siglo VI y XII (Cosmografía de Etico). Es importante destacar de esta obra que, en relación a su forma de ordenación de la información, podemos llevar su origen al proceso de medición del mundo llevado a cabo en época augustea, concretado en obras como la Cosmographia Iulii Caesaris o el Mapa de Agrippa. La última mención que recogemos referida a Asturica aparece en una lista de ciudades de carácter administrativo, con origen más que probable en el proceso de complicación buro- LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA crática característico del Bajo Imperio, la Notitia Galliarum. La inclusión de Asturica en el citado listado es algo, sin embargo, sobre lo que los editores no se ponen de acuerdo. APÉNDICE Completamos nuestra selección de fuentes haciendo breve mención a otras referencias indirectas sobre obispos astorganos y fuentes de época suevo-visigótica. Entre las noticias que nos dan cuenta de la asistencia de obispos astorganos a concilios, cabe destacar las actas del Concilio I de Toledo del año 400 (Vives, 1963, 30-ss), que abordan la situación de los obispos Simposio y Dictino en relación con los inicios del priscilianismo en el NW. Por otra parte, podemos recordar aquí, aunque se trate de una simple mención de pasada, la referencia de San Agustín a una obra perdida de Dictino, favorable a la doctrina priscilianista: El libro de Dictino, titulado Libra, por que contiene doce cuestiones, como la libra, contiene doce onzas, es ensalzado de tal forma por el hombre impío, que el dicho tratado que tan nefastas blasfemias contiene, se presenta como más valioso que miles y miles de libras de oro (Contra la mentira, cap. 3) . Refiriéndonos ya a las fuentes suevo-visigóticas, el conocido tratado de Martín de Braga Sobre la instrucción de los campesinos (de correctione rusticorum) es realizado a instancias del obispo Polemio de Astorga, al que, por otra parte, va dedicado el libro (epistola ad Polemium), que es una breve guía para orientar a los clérigos sobre la mejor manera para explicar con claridad la doctrina cristiana a los campesinos y combatir las supersticiones populares. Para terminar, encontramos referencias dispersas a Asturica en la obra de Valerio del Bierzo. Se trata de simples datos de localización (en una parte de su obra, Valerio dice ser originario de la Asturiensis provincia; en otra, Asturica es mencionada como hito para situar geográficamente el monasterio de Compludo) o referencias a obispos astorganos como Isidoro. El estudio de la obra de Valerio resulta especialmente útil para conocer los inicios del fenómeno monástico en el NW de Hispania (regla fructuosiana), y también los enfrentamientos surgidos entre la autoridad episcopal, las comunidades monásticas y los eremitas. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Concilio Toledano, códice Albeldense, Monasterio de El Escorial. 47 LA PERVIVENCIA DE LA CIUDAD ROMANA BIBLIOGRAFÍA ALDEA VAQUERO, Q.; MARÍN, T.; VIVES, J.: Diccionario de Historia Eclesiástica de España (4 vols. y 1 supl.). Madrid, 1972. ALFÖLDY, G.: Fasti Hispanienses. 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