REVISTA 194 I BEROAMERICANA bres, y que carece de abundantes adjetivos, es decir, de matices. La traducción tiene un sabor exótico, que unas veces reproduce muy bien la atmósfera, aunque otras deriva hacia la rareza. Trabajo muy ingratú es el de traductor, el cual se ve obligado a escoger entre lo exacto y lo atmosférico, entre el ritmo original y el ritmo de la lengua a la que traduce, entre sacrificar el poema para lograr la traducción, o serle fiel al texto, con detrimento de los recursos lingüisticos de que dispone. Tomando todo esto en cuenta, nos parece que la versión de Claude Couffon tiene sus méritos. Sonetos en carne viva. Prólogo de Juan Ramón Jiménez.--Buenos Aires, Editorial Suramericana, 1950, 159 pp. HELENA MUÑOZ LARRETA, Este libro de sonetos, endecasílabos en su mayoría, pertenece plenamente a nuestro momento, por su barroquismo moderno de reminiscencias clásicas, cultas y populares, y también por su subjetivismo ultramodernista. No son, por ello, oscuros ni herméticos, sino de fácil lectura, ya que son la expresión de un espíritu sencillo que se conmueve o se desconsuela ante sus propias emociones, y que reflexiona, sin dramatismos, sobre los problemas que han preocupado siempre a la humanidad: lo efimero de la vida, la cercanía de la muerte, el transcurso del tiempo. Están escritos con espontaneidad y frescura, y han sido impresos asi, sin pulir, o como prefiere decir la autora, "en carne viva". Llevan un prólogo -lo cual les ha valido gran prestigio- de Juan Ramón Jiménez, quien con su buen humor literario e incomparable gracia verbal, aprovecha la ocasión para dar, una vez más, su opinión sobre las posibilidades ilimitadas del soneto, cuando se ve libre de inspiraciones académicas. La fuga de las rosas. Poemas.-Tegucigalpa, Editorial Ariel, 1952, 44 pp. MIRTA RINZA, Anacrónicas y simpáticas nos resultan, en 1954, las poesías escritas en la hermosa Tegucigalpa, por Mirta Rinza. Nos evocan un ambiente patriarcal y tranquilo, de dulce siglo xix, a través de alejandrinos modernistas que no logran ocultar el sentimiento romántico y obstinado de un RESEÑ AS 195 amor cultivado con inquebrantable constancia. Hoy que casi todo se nos ha vuelto metafísica, hasta el pan de cada día, se leen con alivio los invariablemente consonantes cuartetos de este libro, quizás demasiado ornados para el gusto moderno, pero que no dejan de atestiguar dones poéticos y pensamientos elevados. HELENA PERCAS, Grinnell College. UREÑA, Breve historia del modernismo.-México-Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica, 1954. 544 pp. MAX HENRÍQUEZ En su juventud Max Enríquez Urefia escribió poesía de tipo modernista y fué testigo de los postreros brotes del movimiento. En este valioso estudio no sólo reúne los recuerdos personales de esos años juveniles, sino también traza el desarrollo histórico del modernismo con fina percepción crítica. Los veinte capítulos que integran este libro, ordenados y ampliados, antes tuvieron la forma de apuntes para conferencias pronunciadas en la Universidad de Yale, donde el autor impartió un curso sobre el modernismo en Hispanoamérica, en 1948. El título del libro está bien escogido: aunque el libro es amplio y abarca el vasto campo de las letras hispanoamericanas y españolas del período modernista, no pretende Henríquez Urefia agotar el tema en todos sus aspectos. De ahí que esté bien el modesto titulo, Breve historia ... El autor no ha profundizado en la obra de muchos escritores tratados aquí; si ha reunido -como lo advierte en la "Explicación preliminar" al estudio--- "el mayor caudal de datos posibles sobre el modernismo y sus figuras representativas". Además de este fin, ha logrado hacer un análisis justo y esmerado de los poetas descollantes del movimiento. Sintetiza los principales datos biográficos de los poetas importantes, deteniéndose de vez en vez para contar una anécdota, la cual enriquece y hace amena la lectura de sus páginas. Junto con estas aportaciones biográficas van las apreciaciones críticas de las obras, ampliamente ilustradas con citas. Este método de citar mucho, en especial ejemplos de la obra de poetas menores, cuyas obras están agotadas o son difíciles de obtener, tiene valor en sí; pero en el caso de un poeta cuyas obras están bien difundidas, como Díaz Mirón, no me parece necesario citar tanto ni tan extensamente como aquí se hace.