bres, y que carece de abundantes adjetivos, es decir, de matices. La

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REVISTA
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I BEROAMERICANA
bres, y que carece de abundantes adjetivos, es decir, de matices. La traducción tiene un sabor exótico, que unas veces reproduce muy bien la
atmósfera, aunque otras deriva hacia la rareza.
Trabajo muy ingratú es el de traductor, el cual se ve obligado a
escoger entre lo exacto y lo atmosférico, entre el ritmo original y el ritmo
de la lengua a la que traduce, entre sacrificar el poema para lograr la
traducción, o serle fiel al texto, con detrimento de los recursos lingüisticos de que dispone. Tomando todo esto en cuenta, nos parece que la
versión de Claude Couffon tiene sus méritos.
Sonetos en carne viva. Prólogo de Juan Ramón Jiménez.--Buenos Aires, Editorial Suramericana, 1950, 159 pp.
HELENA MUÑOZ LARRETA,
Este libro de sonetos, endecasílabos en su mayoría, pertenece plenamente a nuestro momento, por su barroquismo moderno de reminiscencias
clásicas, cultas y populares, y también por su subjetivismo ultramodernista. No son, por ello, oscuros ni herméticos, sino de fácil lectura, ya que
son la expresión de un espíritu sencillo que se conmueve o se desconsuela
ante sus propias emociones, y que reflexiona, sin dramatismos, sobre los
problemas que han preocupado siempre a la humanidad: lo efimero de
la vida, la cercanía de la muerte, el transcurso del tiempo. Están escritos
con espontaneidad y frescura, y han sido impresos asi, sin pulir, o como
prefiere decir la autora, "en carne viva".
Llevan un prólogo -lo cual les ha valido gran prestigio- de Juan
Ramón Jiménez, quien con su buen humor literario e incomparable gracia verbal, aprovecha la ocasión para dar, una vez más, su opinión sobre
las posibilidades ilimitadas del soneto, cuando se ve libre de inspiraciones
académicas.
La fuga de las rosas. Poemas.-Tegucigalpa, Editorial Ariel,
1952, 44 pp.
MIRTA RINZA,
Anacrónicas y simpáticas nos resultan, en 1954, las poesías escritas
en la hermosa Tegucigalpa, por Mirta Rinza. Nos evocan un ambiente
patriarcal y tranquilo, de dulce siglo xix, a través de alejandrinos modernistas que no logran ocultar el sentimiento romántico y obstinado de un
RESEÑ AS
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amor cultivado con inquebrantable constancia. Hoy que casi todo se nos
ha vuelto metafísica, hasta el pan de cada día, se leen con alivio los
invariablemente consonantes cuartetos de este libro, quizás demasiado
ornados para el gusto moderno, pero que no dejan de atestiguar dones
poéticos y pensamientos elevados.
HELENA PERCAS,
Grinnell College.
UREÑA, Breve historia del modernismo.-México-Buenos
Aires. Fondo de Cultura Económica, 1954. 544 pp.
MAX HENRÍQUEZ
En su juventud Max Enríquez Urefia escribió poesía de tipo modernista y fué testigo de los postreros brotes del movimiento. En este valioso estudio no sólo reúne los recuerdos personales de esos años juveniles, sino también traza el desarrollo histórico del modernismo con fina
percepción crítica. Los veinte capítulos que integran este libro, ordenados y ampliados, antes tuvieron la forma de apuntes para conferencias
pronunciadas en la Universidad de Yale, donde el autor impartió un
curso sobre el modernismo en Hispanoamérica, en 1948.
El título del libro está bien escogido: aunque el libro es amplio
y abarca el vasto campo de las letras hispanoamericanas y españolas del
período modernista, no pretende Henríquez Urefia agotar el tema en
todos sus aspectos. De ahí que esté bien el modesto titulo, Breve historia ... El autor no ha profundizado en la obra de muchos escritores
tratados aquí; si ha reunido -como lo advierte en la "Explicación preliminar" al estudio--- "el mayor caudal de datos posibles sobre el modernismo y sus figuras representativas". Además de este fin, ha logrado
hacer un análisis justo y esmerado de los poetas descollantes del movimiento. Sintetiza los principales datos biográficos de los poetas importantes, deteniéndose de vez en vez para contar una anécdota, la cual
enriquece y hace amena la lectura de sus páginas. Junto con estas aportaciones biográficas van las apreciaciones críticas de las obras, ampliamente ilustradas con citas. Este método de citar mucho, en especial
ejemplos de la obra de poetas menores, cuyas obras están agotadas o son
difíciles de obtener, tiene valor en sí; pero en el caso de un poeta cuyas obras están bien difundidas, como Díaz Mirón, no me parece necesario citar tanto ni tan extensamente como aquí se hace.
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