WILPF 1915-2015 Cien años de presencia de la mujer en las Relaciones Internacionales Fernando Martín Cubel Máster en Relaciones Internacionales Miembro de SEIPAZ La segunda batalla de Ypres tuvo lugar entre el 22 de abril y el 25 de mayo de 1915, en la misma se enfrentaron Francia, Reino Unido, Australia y Canadá frente al Imperio Alemán. Fue una batalla no decisiva para el devenir de la Primera Guerra Mundial y en la que alrededor de 100.000 combatientes perdieron la vida. En esta batalla se utilizó por primera vez gas mortífero (clorhídrico asfixiante). Mientras esta triste historia de destrucción y desolación sucedía en los campos de batalla europeos, en una hermosa ciudad como era La Haya, unas 1.136 mujeres y más de 300 visitantes, representantes de 150 organizaciones se reunían en el Primer Congreso Internacional de Mujeres, bajo la presidencia de Jane Addams y junto a mujeres como Aletta Jacobs, Christal Macmillan (quien defendió el voto femenino en la Cámara de los Lores de Gran Bretaña), Anita Augsburg (la primera mujer juez de Alemania) o el caso de la Dra. Alice Hamilton (norteamericana y pionera en la medicina industrial): la futura organización WILPF daba sus primeros pasos ante la sociedad internacional. Este primer congreso adoptó entre otras las siguientes resoluciones: la urgente necesidad de poner fin a la guerra mundial y el inicio de las conversaciones de paz, reclamar a los gobiernos a que resolvieran sus conflictos mediante el arbitraje y la conciliación, así como a la exigencia del derecho del voto femenino, también se instaba a que la organización de la Sociedad de Naciones que incluyera un Tribunal Internacional de Justicia y a la creación de una Conferencia Internacional en la que las mujeres tomaran parte, entre otras resoluciones (no muy lejos del espíritu de la resolución 1.325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del año 2000). El primer desafío al que hizo frente WILPF fue lograr que los países beligerantes y neutrales pudieran iniciar un proceso de medicación, pese a sus diversas visitas a Noruega, Suecia, Italia (con el Papa), Inglaterra, fracasaron. Sin embargo, las resoluciones del Congreso de la Haya de 1915 tuvieron un profundo impacto en las relaciones internacionales a medio y largo plazo tanto en los famosos Catorce Puntos de Wilson (con un duro trabajo de Jane Addams) así como en la futura Declaración de los Derechos Humanos de 1948. En 1919, se produce el segundo Congreso de Zurich, en el que se adoptaba definitivamente el nombre actual de la organización WILPF (Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad), y donde se vinculaban los movimientos feministas y pacifistas. Este congreso fue muy crítico con el Tratado de Versalles, pidió que se levantara el bloqueo de alimentos en Alemania y Austro-Hungría, y se propuso la inclusión de las mujeres en los acuerdos de paz. En esta perspectiva y acción, WILPF planteaba un apuesta por la justicia social, el poder real de las mujeres, el final del imperialismo y, como no, la lucha por los derechos de las minorías. Durante este interesante período de entreguerras WILPF se proyectó en misiones de paz en Haití, Indonesia, China, Nicaragua; en EEUU creó lazos profundos con las mujeres de América Latina y en 1932 presentó en la Conferencia Mundial de Desarme cerca de seis millones de firmas reclamando el desarme universal. Durante la Segunda Guerra Mundial, algunas secciones de esta organización desaparecen como es en el caso de Alemania, Francia, Austria, Hungría y sus miembros perseguidas, en Japón no se llegó a prohibir su existencia pero si la posibilidad de reunión (Tano Jadai fue su fundadora). Con el final de la guerra, parecía ser el inicio de una nueva época, WILPF participó en 1945 en la Conferencia de San Francisco que aprobó la Carta de las Naciones Unidas. En 1948, WILPF obtuvo estatus consultivo en el ECOSOC de Naciones Unidas y fue impulsora del nacimiento de UNICEF, el Alto Comisionado para los Refugiados y fue partícipe activa en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Desde el inicio de la Guerra Fría, se opondrá al desarrollo de la carrera armamentista nuclear norteamericana y soviética, así como también a la creación de la OTAN (ello supuso que numerosas mujeres al no estar de acuerdo con esta posición dejaran de pertenecer a dicha organización), en 1953 WILPF planteara una propuesta de moratoria nuclear y en 1961 impulsó un primer seminario en los Estados Unidos con el Comité de Mujeres Soviéticas, siendo el segundo en 1964 en Moscú. Otras de las líneas de actuación de esta organización, tuvo lugar a mediados de los sesenta y setenta, en su decisivo trabajo dentro del proceso de emergencia de los denominados países en desarrollo: en 1971, se llevó a cabo el primer congreso en un país del denominado Tercer Mundo, India, y en el que se reafirmó la defensa del “derecho humano a resistir ante la injusticia”. En 1975 patrocina un seminario de mujeres para el desarme en las Naciones Unidas y trabaja para que el desarme se incluya en la Conferencia Internacional para la Década de las Mujeres. WILPF se manifestó en contra de la guerra de Vietnam y llevó a cabo iniciativas como la recogida de firmas “llamamiento a las mujeres americanas”, o la firma de un “tratado de paz” entre mujeres de Vietnam, en plena guerra. En la década de los ochenta y noventa, WILPF lanzó una campaña contra las armas nucleares, en 1983 se produjeron protestas contra el despliegue de los misiles Cruise y Pershing II de la OTAN; en 1984, relanzó la campaña internacional para recoger firmas y lograr un Tratado de prohibición absoluta de las pruebas nucleares. Se impulsó un “Tratado de Mujeres por la justicia y la paz en las Américas” para promover la solidaridad entre mujeres del Norte y del Sur. 1995 tuvo lugar la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujeres en Pekín, donde WILPF organizó un conjunto de actividades y dinámicas de acción que permitieron que las mujeres pudieran conocerse y contar sus historias de violencia y guerra, siendo además su compromiso esencial para el seguimiento y puesta en práctica de los objetivos establecidos en la Plataforma de Acción Pekín 1995. Sin embargo, en el año 2000 se aprobó la resolución 1.325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, adoptada por unanimidad sobre “Mujeres, paz y seguridad”, un texto importantísimo ya que suponía el reconocimiento de las mujeres como agentes activos en los procesos de paz así como que ellas, en los conflictos armados, sufren un impacto específico. Reconocía que las contribuciones de las mujeres al mantenimiento de la paz y la prevención de conflictos estaban infravaloradas y que su voz debía ser escuchada. Dicha resolución resaltaba la importancia de considerar la participación plena e igualitaria de las mujeres como agentes activos de paz y seguridad. Este logro pertenecía al fruto del trabajo de numerosas organizaciones entre las que estaba WILPF, que le permitía la puesta en marcha del proyecto ligado a la aplicación de dicha resolución, PEACEWOMEN. Hoy día la labor ingente de WILPF ,con sedes internacionales en Ginebra y New York, se centra en su lucha iniciada en 1915 por el desarme, en la aplicación de la resolución 1.325 de Naciones Unidas, también en el enfoque de análisis y trabajo de los derechos humanos, así como en iniciativas más concretas como es la “Iniciativa de las Mujeres para cambiar en Siria y Bosnia”, así como la experiencia de activistas de la organización en la situación de paz de Irlanda del Norte, la última conferencia en Estambúl sobre estrategias para el cambio, “Strategies for change iraqui and syrian womens rights activists join in Istanbul” a comienzos de 2015, o su denodada lucha contra la violencia sexual sobre la mujer. Son cien años de duro trabajo por parte de estas mujeres (entre las que hay varios premios nobel como Jane Addams, Emily Greene Balch y Alva Myrdal) que tal vez nos hayan ayudado a dar nuevos cauces de solución a los graves problemas contemporáneos, la perspectiva de la mujer nunca debe obviarse en las relaciones internacionales sino queremos perder el futuro. 20 de mayo de 2015 Observatorio Paz, Seguridad y Defensa. http://catedrapsyd.unizar.es/observatorio-psyd/el-observatorio-opina.html