Reformas constitucionales para reconocer la paridad horizontal municipal I. Elementos para la exposición de motivos 1. Jurisprudencias del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación El entendimiento de la paridad como regla y como principio ha sido materia de importantes resoluciones de órganos electorales estatales y federales. Recientemente se establecieron dos jurisprudencias, la 6/2015 y la 7/2015 en las que, en síntesis, se señala: • La interpretación sistemática y funcional del derecho a la participación política en condiciones de igualdad, a la luz del principio pro persona y la orientación trazada por los artículos 1°, 2, 4, 41, base I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el contexto de los artículos 2, 3, 25, 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 1, 23, 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; 1, 2, 3 y 7 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; I, II y III, de la Convención de los Derechos Políticos de la Mujer; 4, inciso j); y 5 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer; permite afirmar que los partidos y las autoridades electorales deben garantizar la paridad de género en la postulación de candidaturas municipales desde una doble dimensión: vertical y horizontal. • A través de esa perspectiva dual, se alcanza un efecto útil y material del principio de paridad de género, lo que posibilita velar de manera efectiva e integral por el cumplimiento de las obligaciones de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las mujeres. • La postulación paritaria de candidaturas está encaminada a generar de manera efectiva el acceso al ejercicio del poder público de ambos géneros, en auténticas condiciones de igualdad. • El principio de paridad emerge como un parámetro de validez que dimana del mandato constitucional y convencional de establecer normas para garantizar el registro de candidaturas acordes con tal principio, así como medidas de todo tipo para su efectivo cumplimiento, por lo que debe permear en la postulación de candidaturas para la integración de los órganos de representación popular tanto federales, locales como municipales, a efecto de garantizar un modelo plural e incluyente de participación política en los distintos ámbitos de gobierno. Asimismo, en la jurisprudencia 8/2015 se consideró que cualquier mujer tiene interés legítimo para para promover juicios relacionados con el derecho fundamental de paridad de género, en atención a: Su pertenencia al grupo colectivo a favor del cual se pretende la instauración de la medida alegada El perjuicio real y actual que genera en las mujeres al pertenecer al grupo que histórica y estructuralmente ha sido objeto de discriminación, incluso cuando la norma no confiere un derecho subjetivo o la potestad directa de reclamarlo. 1 2. Reformas constitucionales La reforma en materia de derechos humanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el diez de junio de dos mil once, establece las directrices básicas para la interpretación y aplicación de los derechos humanos: debe realizarse de conformidad con la Constitución, los tratados internacionales, de manera progresiva y a en virtud de lo que conceda la mayor protección a los derechos de las personas. Se establece la obligación de respetar, proteger, promover y garantizar los derechos humanos a la luz de los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad que los informan, a la vez que les impone los deberes de prevenir, investigar, sancionar y reparar sus violaciones. La reforma constitucional en materia política del año pasado establece en el artículo 41, Base I, segundo párrafo, la obligación constitucional de los partidos políticos de observar en la postulación de las candidaturas al Congreso de la Unión y de los congresos de los Estados, la paridad de género. A esto se suma el derecho a la igualdad reconocido en los artículos 1º, párrafos primero y último, y 4º, primer párrafo, así como lo estipulado en el artículo 2, apartado A, fracción III, relativo a que los pueblos y comunidades indígenas deben respetar la participación política de las mujeres. La reforma constitucional al artículo 2º, Apartado A, fracción III, constitucional en donde se establece que las formas de gobierno indígena garantizarán que mujeres y hombres ejerzan sus derechos de votar y ser votados, así como de acceder y desempeñar los cargos públicos en condiciones de igualdad (DOF 22.05.2015). 3. Estándares internacionales El principio de igualdad es la base fundamental del derecho internacional de los derechos humanos y, en consecuencia, se encuentra reconocido en diversos tratados internacionales, tales como como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículos 2.1 y 3) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 1º). El artículo 3º de la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer establece que las mujeres tendrán derecho a ocupar cargos públicos y a ejercer todas las funciones públicas sin discriminación. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, señala en su artículo 3 que los Estados parte tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de las mujeres. El artículo 4.1 establece que medidas especiales de carácter temporal encaminadas a acelerar la igualdad de facto entre hombres y mujeres no se considerará discriminación. El artículo 7, inciso a), señala que los Estados parte tomarán las medidas necesarias para eliminar la discriminación contra las mujeres en la vida política y pública del país. En particular, garantizarán a las mujeres, en igualdad de condiciones con los hombres, el derecho a votar en todas las elecciones y referéndums públicos y a ser elegibles para todos los organismos cuyos integrantes sean objeto de elecciones públicas. La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer establece en su artículo 3 que todas las mujeres tienen derecho a una vida libre de violencia, en el ámbito público y en el privado. 2 El artículo 5 de dicha Convención señala que todas las mujeres podrán ejercer libre y plenamente sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y contarán con total protección de esos derechos consagrados en los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos. El artículo 6 establece que el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia incluye, entre otros, ser libre de toda forma de discriminación y el derecho a ser valorada y educada libre de patrones estereotipados de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en conceptos de inferioridad o subordinación. Asimismo, el artículo 7, inciso e), señala que los Estados adoptarán políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y tomarán todas las medidas apropiadas para modificar o abolir leyes y reglamentos o prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la persistencia o la tolerancia de la violencia contra las mujeres. El Comité Para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer, en su Recomendación General 23 manifiesta su preocupación por el hecho de que las mujeres han sido excluidas de la vida política y del proceso de adopción de decisiones de las sociedades. En su Recomendación General número 25, el mismo Comité estima que el establecimiento de las acciones afirmativas no constituye una excepción a la regla de no discriminación, sino constituye parte de una estrategia necesaria para la igualdad sustantiva entre las mujeres y los hombres. En la recomendación número CEDAW/C/MEX/CO/7-8, realizada en 2012, el referido Comité, señaló que se debían llenar las lagunas existentes en los marcos jurídicos electorales en el sistema jurídico mexicano que ocasionan el incumplimiento de las acciones afirmativas para propiciar la inscripción de candidaturas de manera paritaria. Además, En la recomendación hecha al Estado mexicano, aprobada en el 36º período de sesiones, señaló la necesidad de fortalecer las medidas para aumentar el número de mujeres en puestos directivos a todos los niveles y ámbitos. 4. Reformas legales. El artículo 3, párrafo 5, de la Ley General de Partidos Políticos establece que en ningún caso se admitirán criterios que tengan como resultado que alguno de los géneros le sean asignados exclusivamente aquellos distritos en los que el partido haya obtenido los porcentajes más bajos en el proceso electoral anterior. El artículo 51.1 fracción V, de la Ley General de Partidos Políticos obliga a los partidos políticos a destinar anualmente el tres por ciento del financiamiento público ordinario en la capacitación, promoción y desarrollo del liderazgo político de las mujeres. 5. Argumentos. La paridad de género tiene como finalidad lograr una representatividad de las mujeres en los órganos políticos que obedezca a la conformación de la sociedad. Su 3 finalidad consiste en revertir las razones estructurales que han colocado al género femenino en una posición de desigualdad. El establecimiento genérico del principio de paridad es un primer avance para lograr la integración paritaria en los órganos colegiados; sin embargo no es suficiente. Por ello es importante el establecimiento de normas a nivel constitucional y reglas específicas a nivel legal, que hagan posible concretar una integración del 50-50. Varias de estas reglas ya se han legislado. Por ejemplo: la alternancia en la conformación de las listas de mayoría relativa y representación proporcional, candidaturas del mismo género en la fórmula; prohibición de registro mayoritario de un género en distritos perdedores de mayoría relativa, entre otros. Una de las nuevas reglas creadas jurisprudencialmente es la paridad horizontal, conforme a la cual el 50% de candidaturas a las presidencias municipales debe corresponder a mujeres. A diferencia de los distritos electorales uninominales, la distribución poblacional de los municipios no es uniforme, pues su división política no atiende a categorías uniformes, sino a razones geográficas, históricas y culturales. Por ello, la paridad de género en las candidaturas a presidencias municipales no garantiza que las mujeres gobiernen en municipios que representen el 50% de la población de la entidad. Por ello se propone que la paridad de género atienda a criterios poblacionales y no al número de municipios. II. Irreductibles Principio de paridad en la postulación de candidaturas. o Diputaciones por el principio de mayoría relativa. o Diputaciones por el principio de representación proporcional. o Ayuntamientos. o Presidencias municipales (expreso). Principio de paridad en la integración final del órgano colegiado (congresos y ayuntamientos). Participación de las mujeres en pueblos y comunidades indígenas (elecciones por sistema normativo indígena). Interés legítimo a favor de todas las mujeres para promover juicios electorales encaminados a proteger la paridad. Integración paritaria de los órganos de dirección de los partidos políticos. III. Propuestas de redacción del artículo correspondiente de la constitución local Los partidos políticos deberán garantizar la paridad entre los géneros en candidaturas a diputaciones locales, tanto propietarios como suplentes; así como en las candidaturas a presidencias municipales del Estado, como en las planillas de cada Ayuntamiento integradas por regidurías y sindicaturas; así como en la integración final del órgano colegiado. La densidad demográfica y no el número de municipios será el criterio para cumplir con la paridad horizontal. 4 Asimismo, en las elecciones por sistema normativo indígena se garantizará a mujeres y hombres el ejercicio de sus derechos de votar y ser votados, así como de acceder y desempeñar los cargos públicos en condiciones de igualdad. Con el fin de conseguir la conformación paritaria, la asignación de candidaturas tendrá como resultado la postulación paritaria en distritos y municipios ganadores y perdedores. Cualquier mujer tendrá a su alcance un medio de defensa para la protección del principio de paridad y las normas conducentes. Los partidos políticos garantizarán la paridad entre mujeres y hombres en sus órganos de dirección. Las candidaturas registradas para dar cumplimiento al principio de paridad se registrarán por candidatas propietarias y suplentes. Las listas de representación proporcional se integrarán de forma escalonada y al momento de la asignación deberán respetarse los lugares correspondientes a mujeres. Los partidos políticos tienen como fin primordial contribuir a la integración de los órganos de representación política […] garantizar la paridad entre los géneros, en las candidaturas a diputados al Congreso del Estado, presidencias municipales, regidurías y sindicaturas. Los partidos políticos deberán garantizar la integración paritaria de sus candidaturas mediante cualquier método de selección. Su incumplimiento dará lugar a la negativa de registro. Los partidos políticos deberán destinar anualmente el tres por ciento del financiamiento público ordinario en la capacitación, promoción y desarrollo del liderazgo político de las mujeres. IV. Propuestas adicionales Las listas de representación proporcional, tanto para la integración del congreso como para ayuntamientos, se encabezará por una fórmula integrada por mujeres. En caso de que la lista de representación proporcional se integre por un número non, la candidata adicional será mujer. 5