EN LO PRINCIPAL: Deduce Amparo en mi derecho a acceder a Información en contra de S.E. la Presidenta de la República de Chile. OTROSÍ: Acompaña documentos. Sr. Director General del Consejo para la Transparencia Sr. Raúl Ferrada Carrasco Rodolfo José Novakovic Cerda, Ciudadano Chileno Poderdante, correo electrónico: rodolfonovakovic@gmail.com, celular 07-6607430, como el más humilde y modesto ciudadano de nuestra Nación, al Sr. Director General del Consejo para la Transparencia (CPLT) respetuosamente expone: Que, encontrándome dentro de plazo legal, según lo dispuesto en el inciso 3° del Art. 24° de la Ley de Transparencia N° 20.285, y tras no recibir respuesta alguna tal como lo dispone el inciso 1° del Art. 14° de dicho cuerpo legal, vengo en deducir Amparo a mi derecho de acceso a la información en contra de S.E. la Presidenta de la República de Chile, doña VERÓNICA MICHELLE BACHELET JERIA, C.N.I. 5.811.892-3, por su negativa a entregarme respuesta a mi Solicitud de Información N° 21.432 que fuese ingresada al Palacio de La Moneda con fecha 29 de mayo de 2015; solicitando que –en definitiva- mi Amparo sea acogido en todas sus partes; todo ello fundamentado en los Antecedentes de Hecho y de Derecho que seguidamente paso a exponer: I.- INTRODUCCIÓN I.1.- Predicar con el Ejemplo Que, abierta e internacionalmente la Sra. Verónica Michelle Bachelet Jeria no sólo fue reconocida sino además elogiada cuando una de sus primeras gestiones útiles implementadas en su Primer Período de Gobierno consistió en la promulgación y entrada en vigencia de la Ley N° 20.285, conocida como Ley de Transparencia. En efecto, uno de los principales objetivos de Nuestra Distinguida y Excelentísima Sra. Mandataria fue llevar a cabo y poner en escena, a nivel de todas las Jefaturas de los Servicios Públicos, entre los que se incluye el Ejecutivo, la Transparencia, el Acceso a la Información Pública y la promoción de normas de Buen Gobierno, habida consideración que todos estos pilares son los ejes fundamentales de toda acción pública y de toda sana Democracia. A tal punto llevó esta discusión S.E. la Presidenta de la República, que Chile fue uno de los líderes entre las Naciones Hispanoparlantes, incluso antes que España, en dar curso al cuerpo legal que hoy conocemos como la Ley de Transparencia. Fue así que, S.E. doña Verónica Michelle Bachelet Jeria instala esta discusión y con fecha 20 de agosto de 2008 promulga dicho marco legal, el cual entra en vigencia con fecha 20 de abril de 2009, quedando estipulado que el Consejo para la Transparencia (CPLT) será la entidad responsable de velar por el cumplimiento de la misma. Que, pese a que históricamente nuestras leyes y normativas legales proceden o tienen su fundamento primigenio en el Ordenamiento Jurídico Español (pues es nuestra Madre Patria), esta vez quiso el destino que una Valiente Mujer como S.E. la Presidenta de la República doña Verónica Michelle Bachelet Jeria, promulgase en Chile tan importante e indispensable marco legal. A diferencia, España promulga una norma equivalente bajo la Ley N° 19/2013, de fecha 9 de diciembre de 2013, conocida como Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno. Por lo anterior, y a modo concluir esta primera parte introductoria, y como el más modesto y humilde de los ciudadanos chilenos, debo reconocer ante Vd. que soy el más sorprendido e impactado ante la negativa de S.E. a darme respuesta por escrito a mi Solicitud N° 21.431, ya sea entregándome la información requerida o negándose a ello. I.2.- El Escrutinio Público Haciendo mío el razonamiento fundamental de la Ley de Transparencia Española, sólo cuando la acción de las Autoridades Públicas se somete a escrutinio, cuando los ciudadanos pueden conocer cómo se toman las decisiones que les afectan, cómo se manejan los fondos públicos o bajo qué criterios actúan quienes nos representan en las más diversas instituciones del Estado de Chile, podremos recién hablar del inicio de un proceso en el que los poderes públicos comienzan a responder a nuestra Sociedad Chilena que hoy es crítica, exigente y que demanda participación de los Poderes Públicos. En efecto, mientras mayores son los niveles en materia de Transparencia y Normas de Buen Gobierno, más fuertes serán las instituciones, las cuales favorecerán el crecimiento económico y el desarrollo social. Bajo esta premisa, los ciudadanos chilenos poderdantes podremos juzgar mejor y con más criterio la capacidad de nuestras Autoridades Públicas, como es el caso de S.E. la Presidenta de la República de Chile, y decidir en consecuencia. De esta forma, una mejor fiscalización por parte de nosotros hacia quienes nos gobiernan, contribuye necesariamente a la regeneración democrática lo que promueve la eficiencia y eficacia del Estado de Chile favoreciendo, como antes se ha dicho, el Crecimiento Económico. Parafraseando a nuestros pares Españoles, la Ley de Transparencia tiene un triple alcance: incrementa y refuerza la Transparencia en la Actividad Pública; reconoce y garantiza el acceso a la información; y establece las obligaciones de Buen Gobierno que deben cumplir las Autoridades de Gobierno así como las consecuencias jurídicas de su incumplimiento, lo que se convierte en una exigencia de Responsabilidad para todos aquellos quienes desarrollan actividades de relevancia en los Órganos de la Administración del Estado de Chile. Con estas tres vertientes, la Ley de Transparencia supone un importante avance en la materia y establece estándares homologables al resto de las democracias consolidadas. Tal como en España ha sucedido, en Chile existen diversas normas que contienen obligaciones concretas de Transparencia Activa para diversas peticiones efectuadas por los ciudadanos chilenos tal como sucede y lo dispone tanto la Ley N° 18.575 como la Ley N° 19.880. En efecto, sin necesidad de recurrir a la Ley de Transparencia, cabe hacer presente que el Art. 19° N° 14 de la Constitución de la República de Chile, consagra el derecho de presentar peticiones a la Autoridad, sobre cualquier asunto de interés tanto público o privado, sin otra limitación que la proceder en términos respetuosos y convenientes (tal como ha sido mi Solicitud de Información N° 21.431 ingresada al Palacio de La Moneda con fecha 29 de mayo pasado). De igual forma, y como lo ha razonado en numerosos dictámenes emitidos por Contraloría General de la República de Chile, los Órganos que integran la Administración del Estado, conforme a lo dispuesto en el inciso 2° del Art. 3° de la Ley N° 18.575, deberán observar, en lo que interesa, los Principios de Responsabilidad, de Eficiencia y de Eficacia de los actos administrativos. De igual forma, debe consignarse que según el inciso 1° del Art. 8° de la aludida ley, los Órganos de la Administración del Estado actuarán por propia iniciativa en el cumplimiento de sus funciones, o a petición de parte cuando la Ley lo exija expresamente o se haga uso del derecho de petición o reclamo, procurando la simplificación y rapidez de los trámites. Por su parte, el inciso 1° del Art. 7° de la Ley N° 19.880, sobre Bases de los Procedimientos Administrativos que Rigen los Actos de los Órganos de la Administración del Estado, establece que el procedimiento administrativo, sometido al criterio de celeridad, se impulsará de oficio en todos sus trámites. Agrega en su inciso 2° que las Autoridades Públicas y Funcionarios deberán actuar por propia iniciativa en la iniciación del procedimiento de que se trate y en su prosecución, haciendo expeditos los trámites que debe cumplir el expediente y removiendo todo obstáculo que pudiere afectar a su pronta y debida decisión. Por lo anterior, como el más humilde de los ciudadanos de este país, me abisma el que S.E. la Presidenta de la República doña Michelle Bachelet Jeria no haya dado respuesta en plazo y forma, sabiendo ella, o debiendo saber, todos aquellos conceptos introductorios y de Derecho Administrativo antes mencionados. I.3.- Estudios de S.E. en la ANEPE Que, habida consideración de la divulgación e interés público de mi Solicitud N° 21.431, ingresada a Palacio de La Moneda con fecha 29 de mayo pasado, se comunicó conmigo, telefónicamente, el miércoles 24 de junio pasado a las 16:30 hrs. aprox., desde el celular (569)-9-7168767, un simpático ciudadano chileno quien se identificó como Juan Hidalgo, presunto ex funcionario de ENDESA (así lo expresó), para exultar las aptitudes y habilidades estratégicas de S.E. nuestra Presidenta de la República, comentándome que fue la primera alumna en los Cursos de Estrategia seguidos ante la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE) del Ministerio de Defensa, y cómo ello le permitió ganar la confianza de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) siendo ella invitada a proseguir cursos más avanzados en Política Estratégica. Evidentemente, como el más modesto de los ciudadanos chilenos, no puedo más que admirar y sentirme honrado de tener como nuestra Primera Mandataria a tan ilustre e inteligente Mujer, Esposa y Madre. Que, en efecto, por Decreto Supremo SSG N° 538 de fecha 26 de diciembre de 1974, se creó la Academia Superior de Seguridad Nacional encargada de impartir docencia, no solamente a oficiales de las FFAA, sino también a profesionales civiles de la Administración Pública del Estado, en una amplia gama de cursos destinados a mejorar su capacidad en todas las materias relacionadas con el desarrollo, seguridad y la Defensa Nacional, disponiendo de un ambiente académico de encuentro e integración entre civiles y militares. A mayor abundamiento, la misión de la ANEPE es ser el organismo de trabajo dependiente del Ministerio de Defensa Nacional en temas académicos, especialmente en la investigación de materias de Seguridad y Defensa, desde una perspectiva integral y estratégica. Por lo anterior, como modesto ciudadano chileno poderdante, me causa verdadero pesar el que S.E. la Presidenta de la República, con todos sus conocimientos estratégicos y entrenamiento dentro del mundo militar tanto chileno como el que pudo ver en la RDA, no se haya percatado que, negándose a responder mi Solicitud N° 21.431, de fecha 29 de mayo pasado, esté plasmando gratuitamente un clima de enjuiciamiento en su contra y de notoria desconfianza hacia su persona, pese a que ella aún no ha sido sometida ni juzgada por los Tribunales Ordinarios de Justicia, ni menos condenada. En efecto, la propia ciudadanía ha venido siguiendo de cerca mi Presentación ingresada en Palacio de La Moneda, y ha sido la propia Mandataria quien, mostrando una absoluta falta de buenos asesores, consejeros y de Estrategas, ha permitido que sea humillada y que ventajosamente se mancille su nombre y el de su Amada Madre. II.- ANTECEDENTES DE HECHO II.1.- Presunto Decreto de 1979 emitido por el Gral. Matthei Aubel Que, con fecha 29 de mayo de 2015, en la Oficina de Recepción de Documentos de Palacio de La Moneda, hice ingreso de mi Solicitud de Acceso a la Información N° 21.431, dentro del marco de la Ley de Transparencia, en la cual solicito diversa información a S.E. la Presidenta de la República doña Verónica Michelle Bachelet Jeria referente a sus estudios médicos cursados tanto en Chile, a comienzos de los años 70’s, seguidos en Alemania, hasta 1978, y su prosecución de estudios a partir del año 1979 hasta su presunta fecha de titulación como Médico Cirujano; fecha sindicada como el 7 de enero de 1983 según fotocopia de diplomas en blanco y negro que me constan por Amparos anteriores; documentos que me fueron entregados, en su oportunidad, por la Universidad de Chile. Que, si bien no existe duda, al parecer, de que S.E. inició sus estudios a comienzos de los 70’s, en cambio no parece haber documentos fundantes o suficientemente claros que prueben de modo fehaciente que doña Michelle prosiguió y realizó sus estudios en Alemania, como tampoco queda suficientemente probada la forma en que ella ingresó al país en 1979 habida consideración que las Listas del Ministerio del Interior que yo obtuve, con ayuda de algunos investigadores bibliográficos, prueban que, primero, el nombre de los primeros chilenos exiliados autorizados a reingresar a Chile fueron publicados oficialmente el día 25 de diciembre de 1982 y, segundo, que el nombre de doña Ángela Jeria Gómez (Amada y Querida Madre de S.E.) fue autorizada a ingresar recién el 20 de agosto de 1983. Por ello, resulta extraño pensar que tanto doña Ángela Jeria, prestigiosa y distinguida Arqueóloga, como su hija –doña Michelle Bachelet- hubiesen podido retornar antes que sus Camaradas sabiendo, o debiendo saber, que el entonces Gobierno Militar no les hubiese permitido un ingreso oficial, a no ser que se tratase de personas que –por sus nexos y amistades con el Mundo Militar- pudiesen haber sido autorizados excepcionalmente, con las restricciones impuestas para aquellos casos, y siempre y cuando pudiesen actuar en calidad de nexos, “informantes” o colaboradores con las Altas Autoridades del Mundo Castrense en ese tiempo en ejercicio. Que, en efecto, y como lo habrá estudiado en numerosos cursos de Estrategia Militar e Inteligencia ante la ANEPE, para S.E. no le resultaba un hecho aislado el que determinadas personas pertenecientes a un sector político fuesen utilizadas por los bandos contrarios para conocer de las acciones y planes realizadas por sus contrapartes. Por ello, y si este hubiese sido el caso hipotético –y repito, sólo en un caso hipotético- doña Ángela Jeria y su hija habrían sido autorizadas a reingresar a Chile junto con otras personas, pero siempre y cuando prestasen colaboración con el Gobierno de Turno; por lo cual sería indispensable la emisión de un Decreto o Resolución dictado por uno de los Altos Miembros de las FFAA y de Orden, lo que presupone que un Comandante en Jefe debiera haber firmado dicho acto administrativo el cual, por razones estratégicas, pudo haber sido cursado incluso sin que éste fuese tramitado ante Contraloría, es decir, sin pasar por el Control de Legalidad obligatorio para los Decretos calificados como AFECTOS, o bien sin realizar el consiguiente Control de Reemplazo para aquellos Decretos calificados como EXENTOS, todo ello de conformidad a los Arts. 14° y 15° de la Res. N° 600 /1977 de Contraloría General de la República. Que, en este orden de cosas, precisamente en algunos medios periodísticos y habida consideración de algunos llamados telefónicos que he recibido directamente de parte de prestigiosos periodistas investigadores chilenos, se ha comentado –con no poca frecuencia- que tanto doña Ángela Jeria Gómez como su hija doña Verónica Michelle Bachelet habrían podido ingresar a Chile antes de marzo de 1979 gracias a un presunto Decreto emitido por el entonces Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General don Fernando Matthei Aubel. Prueba de ello sería el Decreto Universitario N° 196 de fecha 20 de abril de 1979, que me fuese proporcionado por la Rectoría de la Universidad de Chile, el cual si bien se encuentra sin firma, sin membrete claro y además escasamente legible, demostraría que doña Michelle Bachelet Jeria se habría incorporado oficialmente a dicha casa de estudios, por lo cual no quedaría más que suponer que su reingreso excepcional a Chile se habría producido, sí y sólo sí, con la venia de los Comandantes en Jefe de la Junta Militar. Y evidentemente, dado el nexo entre los generales Bachelet y Matthei, algo que es reconocido y agradecido por la distinguida Arqueóloga doña Ángela Jeria Gómez en diversos medios, bien cabe concluir que –el ingreso de ambas ciudadanas chilenas- se verificó sólo gracias a la emisión de un Acto Administrativo realmente excepcional, el cual pudo o no pasar por Contraloría, por lo cual –con posterioridad- doña Ángela Jeria habría figurado como autorizada recién a partir del 20 de agosto de 1983. Y he aquí el talón de Aquiles que, personas contrarias a nuestra distinguida y respetada Mandataria, han pretendido usar como argumentos que van en su desmedro (estimo injustamente), para enlodar y mancillar su honra, porque existen aquellos que desean suponer que S.E. junto a su madre habrían actuado en calidad de “colaboradoras” del Gobierno Militar explicando que, por ello, no aparecerían ni la Toma de Razón ante Contraloría General de la República del Decreto emitido en 1979 presuntamente por el General don Fernando Matthei como tampoco los actos administrativos del mismo, tal como lo señala don Mahmud Aleuy Peña y Lillo, por Oficio N° 5.822 de fecha 23 de marzo de 2015, luego de una búsqueda exhaustiva en los archivos de dicho ministerio. Por ello, señalan quienes malintencionadamente intentan enlodar la figura de nuestra Presidenta de la República, el solo Decreto Universitario N° 196 de abril de 1979 sería una prueba de que doña Michelle Bachelet Jeria colaboraba con el Gobierno del General Pinochet, pues no existiría documento oficial ni los actos administrativos que indicasen que ella había sido autorizada a retornar, de modo legal, al país; pero en cambio existirían –como pruebas irrebatibles- las 10 Listas con los nombres de los Exiliados autorizados por el Ministerio del Interior a retornar sólo a partir de la navidad de 1982 y en donde el nombre de su Amada Madre, doña Ángela Jeria, se encontraría en la Lista N° 9, de fecha 20 de agosto de 1983. II.2.- Ingrediente Axiológico Que, de lo anteriormente expuesto, resulta clara la posible razón de nuestra Mandataria para no dar respuesta a mi Solicitud N° 21.431, puesto que en S.E. se encontraría dentro del siguiente conflicto axiológico, esto es, una pugna de los valores predominantes en ella durante la Sociedad Chilena de aquel entonces. Que, por un lado, si reconoce S.E. que ingresó a Chile de un modo excepcional en 1979, mediante la emisión de un acto administrativo el cual no podía quedar estampado de modo oficial, abiertamente sería atacada por sus pares y Camaradas, quienes la acusarían de colaboracionista, pues esgrimirían en su contra que el Decreto Universitario N° 196 de 1979 es la prueba de que ella podía desenvolverse libremente y estudiar Medicina sin mayores resguardos en nuestra nación pese a no estar legalmente autorizada. Que, en cambio, si S.E. reconoce que ingresó de modo “informal” y que la autorización oficial se produjo sólo a partir de 1983, o específicamente cuando su Querida Madre fue autorizada oficialmente el 20 de agosto de 1983, los ciudadanos no podrían explicarse cómo fue posible que el 22 de noviembre de 1982 (casi un año antes) figuraba recibiendo oficialmente el Diploma de Licenciatura en Medicina, y tan sólo 2 meses y 15 días después, con fecha 7 de enero de 1983, ya figuraba como poseedora del Título Profesional de Médico Cirujano otorgado por la Universidad de Chile. Que, como conclusión parcial dentro de esta sección, el Conflicto Axiológico que se estaría produciendo en S.E. explicaría la razón por la cual ella se habría negado a dar respuesta a mi Solicitud N° 21.431, de fecha 29 de mayo pasado, en atención a las consecuencias que ello significaría a los valores morales que – durante el Gobierno Militar- imperaban entre quienes se oponían abiertamente a negociar, y mucho menos transar, con el Mundo Castrense. II.3.- Grado Honorífico de Doctor Honoris Causa por ser Pediatra y Epidemióloga Que, uno de los puntos más controvertidos conocidos públicamente durante los últimos meses dice relación con el Decreto Exento N° 9, de fecha 11 de enero de 2013, emitido por el Rector de la USACH, según el cual le otorga a S.E. el Grado de Doctor Honoris Causa –entre otras razones- por su calidad de Pediatra con mención en Epidemiología, y la posterior humillación que hace sobre nuestra querida Presidenta cuando, con fecha 27 de marzo de 2015, el mismo Rector de la Universidad de Santiago de Chile don Juan Manuel Zolezzi Cid emite la Resolución Exenta N° 1040, en la que señala que se le quita sus atributos como Pediatra y Epidemióloga, y además reconoce que se le ha negado a Nuestra Distinguida Mandataria el otorgamiento del Diploma de dicho Doctorado, la suspensión de la entrega de la Medalla Dorada y negativa a inscribir su nombre en el Libro de Oro de dicha casa de estudios. ¡Nadie, como ciudadano, puede entender tamaña humillación y vejamen realizado sobre un Presidente de la República en ejercicio de su Mandato! Que, por las razones antes fundadas, y con la única finalidad de conocer la verdad y de ayudar a nuestra Mandataria a clarificar su situación académica, con fecha 29 de mayo pasado, en Palacio de La Moneda, procedí a ingresar mi Solicitud N° 21.431, la cual debió haber sido contestada –como lo establece la Ley de Transparencia- a más tardar el pasado viernes 26 de junio pasado, o en su defecto, y en caso que S.E. no tuviese los documentos solicitados, bien pudo haber solicitado una prórroga de conformidad al plazo señalado en el inciso final del Art. 14° de la Ley N° 20.285. III.- ANTECEDENTES DE DERECHO Que, bien sabe S.E. así como sus asesores jurídicos, que los días hábiles, calificados como tales por la Ley de Transparencia, han quedado definidos por el Art. 25° de la Ley N° 19.880, sobre Bases de los Procedimientos Administrativos que rigen los Actos de la Administración del Estado, entendiéndose por inhábiles los sábados, los domingos y los festivos. Por ello, tras consultar el calendario oficial del año en curso, al haber ingresado mi Solicitud N° 21.431 el día viernes 29 de mayo, el primer día hábil se cuenta a partir del lunes 1 de junio de 2015, de modo tal que el plazo de los 20 días hábiles dispuesto en el inciso 1° del Art. 14° de la Ley de Transparencia se vencían el día viernes 26 de junio pasado. Que, de igual forma, S.E. y sus asesores jurídicos, bien sabían que –de ser complejo la recopilación de la información solicitada- antes del día viernes 26 de junio pasado, o inclusiva aquel mismo día, Palacio de La Moneda tuvo la opción de prorrogar excepcionalmente el plazo por otros 10 días hábiles, debiendo ello haberme sido comunicado junto con sus fundamentos. Que, habida consideración que S.E. fue la pionera en la confección y promulgación de la Ley de Transparencia N° 20.285, bien pudo haberme contestado acogiendo o rechazando mi Solicitud N° 21.431, mostrando en su contestación los fundamentos de tal negativa. Más, el hecho de no dar respuesta, como dicho marco legal lo exige, la expone de manera gratuita a la sanción de la ciudadanía y a una sanción dentro de la Ley N° 20.285, en especial hoy cuando –a raíz de los numerosos escándalos que se ventilan tanto en la Prensa como en Tribunales- muchos de nosotros, como ciudadanos chilenos poderdantes, con pena y consternación nos hemos desilusionado de quienes juraron lealtad a su Pueblo y ayuda a los ciudadanos más desvalidos. Que, como bien sabe S.E., la Ley de Transparencia no es un marco legal que nazca de la nada ni colma un vacío absoluto, sino que ahonda en lo ya conseguido en leyes tales como la N° 18.575 y N° 19.880, supliendo sus carencias, subsanando sus deficiencias y creando un marco jurídico acorde con los tiempos y los intereses ciudadanos. Que, habida consideración que nuestro país le gusta compararse con sus pares Europeos y dado que es miembro de la OCDE, nuestro país –desde el 20 de abril de 2009- cuenta con una legislación específica que regula la Transparencia y el Derecho de acceso a la información pública. Como bien lo señaló en su oportunidad S.E., Chile no podía permanecer al margen de la Transparencia por lo cual adopta esta nueva regulación. Que, en lo que respecta a la forma en que deben conducirse las Autoridades y los Jefes de Servicio, la Ley 20.285 supone un avance de extraordinaria importancia, puesto que los antiguos Principios meramente programáticos y sin fuerza jurídica han quedado ahora incorporados en el Art. 11° de dicho marco legal, con el rango de Ley, y pasan a informar la interpretación y aplicación de un Régimen sancionador al que se encuentran sujetos todas las Autoridades Públicas, entre ellas, S.E. la Presidenta de la República doña Verónica Michelle Bachelet Jeria. Que, como en su momento lo expuso S.E. –durante su Primer Período Presidencial- se requieren funcionarios públicos proactivos, puesto que la Ley de Transparencia busca que los ciudadanos cuenten con Servidores Públicos que ajusten sus actuaciones a los principios de Eficacia, Austeridad, Imparcialidad, y por sobre todo, de Responsabilidad. Para cumplir este objetivo –y como lo razona perfectamente también la Ley de Transparencia de España- este marco jurídico consagra un régimen sancionador estructurado. Que, atendido a que la Ley de Transparencia N° 20.285, desde el momento mismo en que oficialmente se publica, se presume conocida por todo ciudadano y especialmente por todo funcionario público, y en este caso particular, por S.E. la Presidenta de la República quien gestionó su promulgación en 2008 y entrada en vigencia en abril de 2009, no habiendo prueba o argumento en contrario, como el más modesto y humilde de los ciudadanos chilenos, me asombra que nuestra Distinguidísima Mandataria se haya permitido incumplir aquello que ella misma ha venido recomendando una y otra vez. Si aquellos que nos gobiernan no predican en la práctica con su propio ejemplo, ¿qué autoridad moral pueden invocar a su favor para juzgar luego moralmente a los ciudadanos? Que, finalmente vengo a expresar mi consternación por todos los hechos expuestos, porque la VERDAD va siempre vinculada al RESPETO HACIA LOS DEMÁS. Por ende, la Falta a la Verdad es un atentado a la Dignidad de las Personas y además una Falta de Respeto hacia los ciudadanos. Entonces, si bien no es requisito para conducir una nación, ser un Doctor en Bioquímica ni un Gran Arquitecto, sí es necesario que un Estadista sea veraz para con sus pares, para con sus ciudadanos, porque es la confianza en la cual se cimenta una Nación. A la inversa, la Mentira, el Odio, la Delación entre los Pares, el ánimo de Venganza y la Lucha de Clases minan la confianza y la riqueza entre los habitantes de un territorio. Si la Unión hace la Fuerza de un Pueblo, la Desunión y la Mentira contribuyen a su debilitamiento. POR TANTO, De conformidad a los antecedentes de hecho y de Derecho latamente expuestos y pormenorizados, AL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DEL CPLT respetuosamente solicito: que se sirva tener por interpuesto el presente Amparo en mi Derecho de acceso a la información en contra de S.E. la Presidenta de la República, por su negativa a dar respuesta a mi Solicitud N° 21.431 ingresada a Palacio de La Moneda con fecha viernes 29 de mayo de 2015; solicitando que éste se acogido en todas sus partes y que en definitiva se oficie a S.E. para que dé respuesta cabal a los documentos que se piden, o en su defecto, para que señale su inexistencia. OTROSÍ: Sírvase el Sr. Director General del CPLT tener por acompañado copia fotostática simple de Solicitud de Información N° 21.431, de fecha 29 de mayo de 2015, ingresada a la Oficina de Recepción de Documentos de Palacio de La Moneda.