El pensamiento sociológico. Definiciones y planteos emergentes desde la Sociología. La Sociología Agraria. Ms. Sc. Ing. Zoot. Marcos Mauricio Ceconello (compilador) ¿Por qué y para qué estudiar Sociología?. Cuando analizamos los planes de estudio de las carreras que se dictan en nuestra Facultad, seguramente nos preguntamos por qué debemos cursar Sociología. Duda que no solemos tener en el caso de Botánica, Anatomía o Nutrición; damos por sentado la utilidad de éstas disciplinas para nuestra formación profesional. En definitiva, asumimos que el conocimiento de los aspectos técnicos-productivos, unido a unas pocas nociones de economía financiera, es suficiente para un ser un buen ingeniero agrónomo, zootecnista o veterinario. Ante el interrogante planteado existen, por lo menos, dos respuestas. Una, es que un profesional competente debe comprender cuestiones que exceden la dimensión tecnológica-productiva y que, sin duda, afectan su desempeño laboral. Otra, es que todas las decisiones productivas son tomadas por productores que están inmersos en un particular contexto social, muy dinámico y cambiante. Un ejemplo sobre la primera respuesta es que el objetivo de las carreras de ciencias agropecuarias hasta mediados del siglo XX fue, claramente, incrementar la productividad del sector, mediante la incorporación de tecnología. Desde hace unos pocos años se orientan, en cambio, al logro de una mejor calidad en los agroalimentos y la sostenibilidad de los recursos naturales. Para la segunda respuesta disponemos de ejemplos mucho más evidentes, los efectos de la fallida “Resolución 125”1 en 2008, el aumento del precio de la harina de trigo y el problema de la comercialización del azúcar tucumano, ambos en este 2013, son algunas de las cuestiones que tienen consecuencias directas sobre los productores de estos bienes e, indirectamente, sobre todos los sectores sociales. 1 Resolución propuesta por el gobierno nacional para regular las retenciones a las exportaciones de soja. La medida no contó con los votos necesarios para ser aprobada por el Senado de la Nación, y convertirse en ley, debido al voto “no positivo” del vicepresidente de entonces, Julio Cleto Cobos. 1 Es imprescindible entonces, recurrir a la sociología para comprender conceptos y procesos que afectan, y van a afectar, nuestra formación y futuro desempeño profesional. Definición y autores clásicos. De alguna manera, todos recurrimos a una especie de sociología intuitiva cuando analizamos y opinamos sobre aspectos de la vida diaria; que abarcan relaciones laborales, familiares y con amigos o compañeros. En este sentido, la sociología tiene límites muy difusos con la psicología. Incluso, podemos acceder a tratados que analizan cuestiones indudablemente sociológicas, aún antes de su existencia formal como ciencia. El príncipe, de Nicolás Maquiavelo (1469-1527), El Leviatán, de Thomas Hobbes (1588-1579) y El contrato social, de Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), obras que justifican distintas formas de gobierno, son un claro ejemplo de lo dicho. Definir el objeto de estudio de la sociología presenta algunos problemas porque, al igual de lo que sucede en muchas otras ciencias sociales, dependerá de los distintos enfoques que adopten los autores. En líneas generales, la sociología se ocupa de explicar y comprender los fenómenos del orden y el cambio, o el acuerdo y el conflicto, en la sociedad. Por lo tanto, también está muy interesada por conocer los mecanismos de poder, la estructura, las organizaciones, las instituciones y las distintas formas de acción social. Es corriente sostener que la sociología pretende develar lo que está oculto, o es aceptado como un estado natural de las cosas. Además, los estudios pueden abarcar distintas dimensiones, el sistema educativo nacional por ejemplo, un abordaje macrosociológico, o las relaciones de poder en un aula universitaria, un tema de microsociología. Auguste Comte Max Weber 2 El nombre de sociología, que se origina por la unión entre un vocablo latino y otro griego, se debe a Auguste Comte (1789-1857). Este científico postuló que la razón y la ciencia deben ser las únicas guías de la humanidad; sin influencia alguna de las cuestiones teológicas o metafísicas. En consecuencia, propuso aplicar principios racionales para mejorar la organización social, por ello también habló de física social, asimilando sus teorías sociológicas a las ciencias exactas. No todos los autores clásicos pensaron lo mismo, para Max Weber (1864-1929)2 el sociólogo comprende y explica pero no prescribe el “deber ser”, es decir, no indica cual es el camino o la decisión correcta para asegurar el orden social. Emile Durkheim Karl Marx Por el contrario, Emile Durkheim (1858-1917)3 siempre se preocupó por el mantenimiento del orden social, para justificar que la división social por estratos o clases era algo natural y debía conservarse para evitar la anomia o falta de normas. Leyes, normas e instituciones son necesarias para inducir las acciones de los individuos. Sin duda, esta concepción fue afín al contexto histórico de la época, en donde la revolución industrial había impulsado el desarrollo del capitalismo y era necesario contar con grandes contingentes de mano de obra disciplinada. 2 En las librerías tucumanas es posible encontrar, en ediciones económicas, una obra clásica de este autor “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. Se trata de una obra relativamente breve y accesible para un estudiante universitario con deseos de mejorar su cultura general. Analiza las causas del mayor desarrollo del capitalismo en países con mayoría protestante, en comparación con aquellos en donde predominaban otras creencias religiosas. Obviamente, también existen ediciones on-line en formato pdf. 3 El suicidio, quizá su libro más conocido, es difícil de leer pero muy interesante para tener una visión general del proceso y la complejidad de la investigación realizada. 3 Karl Marx (1818-1883), prolífico intelectual comprometido con el cambio social, también merece ser mencionado como uno de los autores con gran influencia en la sociología fue, además, filósofo, historiador, economista y periodista4. Analizó las contradicciones sociales, teorizó sobre el concepto de clase social y postuló una teoría del cambio social, a partir de la superación del capitalismo, proceso que culminaría en un estado de libertad y justicia. Sus desarrollos teóricos todavía son empleados en la actualidad. Los sociólogos contemporáneos. Más cercanos a nuestra época, Talcott Parsons (1902-1979) y Robert Merton (19102003), ambos estadounidenses, fueron los representantes de la vertiente estructuralfuncionalismo, que explica la sociedad como un sistema que se autoregula, en donde las acciones de los individuos deben ser funcionales a este. La idea subyacente es preservar el orden social. Para nuestros propósitos, es casi imposible hacer un panorama actual de la sociología, sólo mencionaremos algunos de los teóricos más renombrados como Anthony Giddens (1938 - ), Pierre Bourdieu (1930-2002) y Jürgen Habermas (1929 ). Todos ellos, de una forma u otra, plantean superar las posiciones extremas entre las concepciones objetivistas y las subjetivistas. Es decir, entre una visión asociada totalmente a la ciencia y la técnica, la razón instrumental, y otra guiada por lo subjetivo, en donde priman las particularidades del individuo o de un grupo, opuestas al racionalismo5. Como una forma de sintetizar la diversidad de los enfoques sociológicos, Raymond Boudon (2004), propuso cuatro tipos de sociología: • La sociología de consultoría, de tipo informativa, que genera datos para la toma de decisiones. Por ejemplo las encuestas de opinión para las elecciones o las asociadas con estrategias de mercadeo. • La sociología crítica, que señala los defectos de la sociedad y propone como superarlos. • La sociología literaria, o expresiva, que busca despertar emociones describiendo fenómenos sociales. En algunos aspectos se parece a la sociología crítica6. • La sociología cognitiva, que tiene por objeto la explicación de diversos fenómenos sociales. 4 Invitamos a leer el Manifiesto del partido Comunista, escrito por Marx y F. Engels (pueden “bajarlo” de la Web), es un ejemplo contundente de la capacidad intelectual y expresiva de los autores. 5 Mario Bunge, en su libro Sociología de la ciencia, presenta una versión de este debate, que denomina entre externalistas e internalistas. La lectura es accesible e ilustrativa, aunque es un convencido defensor de la primera corriente. 6 Un buen ejemplo es Vigilar y castigar, de Michel Foucault, o Internados, de Erving Goffman. 4 Es muy claro que, si el objetivo de la ciencia es describir un fenómeno, explicar sus causas y poder predecirlo en circunstancias similares, cualquier tipo de sociología, y en especial la cognitiva, será un valioso aporte a nuestra formación profesional. Anthony Giddens (1994), justifica la importancia práctica de la sociología en cuatro motivos. La comprensión de las situaciones sociales. La sociología, mediante la investigación, permite comprender más precisamente una determinada situación social. Esta comprensión puede ser de índole operativa, por ejemplo conocer la cantidad de productores que toman tierra en arriendo, o más teórica, si responde al porqué lo hacen. Una mejor comprensión contribuye al mejor diseño de políticas sociales. La conciencia de las diferencias culturales. La sociología fomenta una mayor conciencia cultural para comprender mejor a los distintos grupos sociales. Ver el mundo desde una diversidad de perspectivas culturales, ayuda a dejar de lado los prejuicios que los grupos tienen sobre los otros. El trabajo profesional del ingeniero o del veterinario tiene que ver, la mayoría de las veces, con asesorar a grupos de distinto origen cultural o con identidades muy marcadas. Asumir y respetar las diferencias es esencial para un mejor resultado. La evaluación de programas y proyectos. La sociología aporta a la evaluación, previa y posterior, de programas y proyectos de intervención. Es bastante común que una iniciativa destinada, en principio, a mejorar las condiciones de vida de un grupo social termine en fracaso. Por ejemplo, incrementar la producción de un determinado cultivo, sin tener en cuenta formas asociativas entre los productores, nuevos canales de comercialización y estrategias de mercadeo. Este tipo de proyecto suele empeorar la situación de los involucrados, porque terminan con mayores deudas y frustrados. El incremento del autoconocimiento. Por último, y quizá lo más importante, la sociología nos enseña cosas sobre nosotros mismos. Cuanto más sepamos sobre la forma en que tomamos nuestras decisiones y porqué lo hacemos, tanto individual como colectivamente, estaremos en mejores condiciones para influir en el entorno social donde nos desempeñamos. 5 ¿SOCIOLOGÍA RURAL O SOCIOLOGÍA AGRARIA? Aunque los nombres de sociología rural y sociología agraria puedan ser usados como sinónimos, su origen histórico, enfoques y métodos, son distintos. La sociología rural se inició en los Estados Unidos de Norteamérica y, de acuerdo con Schneider (1996), su desarrollo puede dividirse en tres etapas, asociadas con sus enfoques teóricos, metodológicos y temáticos. Entre 1900 y mediados de 1950, se enfocó en el “estudio de las comunidades”, con antecedentes que se remontaban a la crisis agrícola generada por la guerra civil norteamericana. En sus comienzos se trataba, fundamentalmente, de estudios descriptivos sobre las condiciones de vida de los pobladores rurales, bajo un marco teórico que postulaba un continuo rural-urbano; el pasaje de una comunidad cohesionada por relaciones humanas de tipo emocional, a una sociedad de tipo urbana caracterizada por relaciones impersonales y contractuales. Entre los años de 1950 y 1970, debido al proceso de modernización tecnológica iniciado luego de la II Guerra Mundial, la sociología se dedica a estudiar los procesos de innovación y difusión tecnológicos. El oficio del sociólogo es una mezcla de extensionista y asistente social, en el primer papel estudiaba que factores influían en la adopción de tecnología por parte de los productores. Como asistente social, generaba recomendaciones para que los técnicos pudieran convencer a los agricultores. Las principales críticas a esta corriente se basan en la ausencia de un marco teórico, debido a que lo rural es solo un ámbito geográfico, vacío de conceptos. Además, con el paso del tiempo, la crisis en la agricultura familiar y los impactos negativos en el medio ambiente, fueron achacados a este tipo de sociología. Desde mediados de los años 707 y hasta nuestros días, se desarrolló la sociología agraria (en inglés también se denomina nueva sociología rural, para diferenciarla del modelo previo). La estructura agraria es uno de los principales temas investigados por esta corriente, sobre todo en Latinoamérica. Otras cuestiones de interés son, las políticas públicas destinadas al sector agropecuario, el trabajo rural, las organizaciones de productores, la equidad entre regiones productoras y, más actualmente, con el rótulo de nueva ruralidad, problemas vinculados con el deterioro del medio ambiente, debidos a los sistemas productivos y modelos alternativos de desarrollo rural. 7 Nuestra Facultad fue pionera en este sentido, la materia de Sociología Agraria se incluyó, por primera vez, en el plan de estudios de 1960. Medida acorde con las concepciones más avanzadas de la época sobre la formación profesional. 6 De cualquier manera, y más allá de las clasificaciones o períodos de la sociología, conviven actualmente todas las corrientes mencionadas. Esta situación no debe tomarse como un conflicto para imponer un determinado modelo, ni establece la supremacía de un enfoque sobre otro, en todo caso es una saludable muestra de una ciencia que busca renovarse, sin abandonar el desafío de comprender mejor a la sociedad. Bibliografía. Boudon, R. La sociología que realmente importa. Papers, 72 – 215:226, 2004. Giddens, A. Sociología. Madrid: Alianza, 2000. Schneider, S. Da crise da sociologia rural á emergencia da sociologia da agricultura: reflexôes a partir da experiência norteamericana. Política Agrícola, vol. III, 2: 21-54, 1998. 7