PSC 1 ESQUEMA 1. ACERCAMIENTO A LA REALIDAD DEL PENSAMIENTO SOCIAL CRISTIANO. 1. El PSC no está al margen del pensamiento político. 2. Con todo, se presenta como algo novedoso. 3. Que evoluciona 4. Que puede periodizarse e historizarse 5. Que puede entenderse con la ayuda de unas cuantas claves: - Metodológicamente se pasa del método deductivo al inductivo en el que ya no tiene tanta importancia la Ley natural. - Experiencial y temáticamente se ven ampliados sus horizontes. - Todo se va orientando hacia el discernimiento moral y pastoral - Cada vez el sujeto se ve más y más implicado 6. ¿Es oportuno considerar que el PSC tenga un estatuto propio? Sí. Porque tiene como substrato: - Unas fuentes muy concretas - Un fundamento y un objeto - Un sujeto - Un contenido Todo ello nos lleva a atribuirle al PSC una cierta autonomía; autonomía, por cierto, teológica. 7. Expresable en una triple dimensión: - Teórica: principios de la DSI - Histórica - Práctica, siempre en vista del discernimiento pastoral y moral. Para saber más: Congregación para la Educación Católica. Orientaciones para el estudio de la DSI. Esquema SORIA, OP. Carlos, Elementos para una comprensión de la doctrina social: problemas epistemológicos y teológicos, en CORINTIOS XIII, 1990, pp 113-136. Disquette. Sección artículos. SCHOOYANS, Michel, La dignidad de la persona humana, principio básico de la DSI, pp 495-511. VARIOS: Doctrina Social de la Iglesia y realidad socioecómica en el centenario de la Rerun Novarum. Actas del XII Simposio Internacional de Teología, Pamplona, 1991, 1200 pp en UPCo 407/402 e ICADE 2 49 146 Desarrollo. Tema 1. ACERCAMIENTO A LA REALIDAD DEL PENSAMIENTO SOCIAL CRISTIANO1. 1. El PSC no está al margen del pensamiento político. 2. Con todo, se presenta como algo novedoso. Las grandes novedades del PSC con respecto al pensamiento político son: su pretendida universalidad; la Iglesia, frente a los intereses de los Estados y de sus representantes políticos y sindicales, tiene y defiende “una visión global del hombre y de la humanidad” (Orientaciones, nº 7); 1 SORGE, B. La propuesta social de la Iglesia, BAC, Madrid 1999, 246 pp. su búsqueda, más allá de ideologías, del Bien Común (Orientaciones…, nº 37); su dependencia directa de la Revelación y en su tanto del Derecho Natural y de la Ley Natural, “principios éticos permanentes”(Orientaciones… nº 6); su, entre comillas, parcialidad, “la Iglesia no es ni puede ser neutral, porque no puede dejar de conformarse con la escala de valores enunciados por el Evangelio” (Orientaciones…, nº 7); su peculiar modo de actuar, que supone la conversión y la transformación interior a la luz de los designios de Dios, padre común de todos los hombres (Orientaciones…, nº 7) y su implicación total con la realidad; su íntima y substancial conexión con la Pastoral y con la misión evangelizadora de la Iglesia, lo que le supone al cristiano, sujeto activo de la DSI, actuar, participar y comprometerse en la acción social y política. 3. Que evoluciona: quizás la evolución más notable que ha sufrido la DSI haya girado en torno a la dignidad de la persona humana y de sus derechos fundamentales. La Iglesia, obligada por el clima y las prácticas que los nacionalismos y totalitarismos, imprimieron a la vida social y política a lo largo de la primera mitad del siglo XX, puso al hombre, a todo el hombre, en el centro de su preocupación y de su discurso, hasta el punto de ser elevado casi al único principio de la DSI; principio confirmado por Juan XXIII en su encíclica Mater et Magistra (1961), cuando afirma: “Confirmamos la tesis de que la doctrina social profesada por la Iglesia católica es algo inseparable de la doctrina que la misma enseña sobre la vida humana, sobre el hombre”. Todas estas ideas fueron ratificadas por Pablo VI en un discurso tenido al final del Concilio Vaticano II; en él, quedaba expresada la relación entre la función evangelizadora de la Iglesia y el servicio del hombre, en su dimensión personal y social. Durante el pontificado de Juan Pablo II, la DSI, sufre positivamente una nueva evolución: se cristifica: es decir, gira y se fundamenta sin ninguna clase de dudas en la cristológica, en Cristo. Con ello se hace más firme, precisa y también más bíblica. 4 Puede periodizarse e historizarse: no olvidemos que la DSI no es otra cosa que la” (Calvez). Esto nos lleva a no absolutizar los principios y los juicios que en una u otra encíclica puedan darse. No conviene. Dichos principios, no digamos las Encíclicas, pueden y debe entenderse con la ayuda de unas cuantas claves; son éstas la metodología, la temática y el discernimiento pastoral. Metodológicamente se pasa del método deductivo al inductivo; dicho paso supondrá el que la Ley Natural no tenga ya tanta importancia. Experiencial y temáticamente se ven ampliados sus horizontes. Todo se va orientando hacia el discernimiento moral y pastoral. ¿Qué quiere decir discernimiento moral y pastoral? Cuando hablamos de discernimiento moral y pastoral nos estamos refiriendo al esfuerzo que la Iglesia hace al intentar establecer puentes entre la fe y la moral cristiana, entre la fe y las exigencias actuales del orden social, político y económico. Fruto de este discernimiento pastoral será una mejor guía de los fieles, la comunidad católica y desde ellas de la comunidad internacional en las difíciles circunstancias por la que está atravesando la sociedad moderna, en gran parte descristianizada. La Iglesia con su DSI pretende inspirar la vida cristiana por medio de una serie de principios para garantizar de esta manera la vida de los cristianos en medio del mundo. Cada vez el sujeto se ve más y más implicado. 5. ¿Es oportuno considerar que el PSC tenga un estatuto propio? Sí. Porque tiene como substrato: Unas fuentes muy concretas Un fundamento y un objeto Un sujeto Un contenido Todo ello nos lleva a atribuirle a la DSI una cierta autonomía: autonomía, por cierto, teológica, que se expresa en una triple dimensión: Dimensión teórica: cuando hablamos de la dimensión teórica de la DSI nos estamos refiriendo a un conjunto de juicios o principios fundamentalmente de carácter religioso y moral que sirven para iluminar la realidad social en la que vive el hombre. Dichos principios son: la concepción cristiana del hombre, su dignidad y sus derechos fundamentales; la solidaridad, comunión y participación, como base de toda la vida social, y la subsidiaridad; la justicia social y la caridad; la autoridad, entendida siempre en función del servicio al bien común y a la sociedad; el bien común y, por último, el principio del destino universal de los bienes, como raíz última de la vida económico social. (Orientaciones…. Tercera parte, nn 29-43) Dimensión histórica: cuya máxima expresión son los documentos pontificios que iremos estudiando. (Orientaciones….., nn 18-28) Dimensión práctica: siempre a favor del ser humano y expresada en una multitud de iniciativas prácticas, guiadas e inspiradas por un sano discernimiento pastoral y moral. Para saber más: SORIA, OP. Carlos, Elementos para una comprensión de la doctrina social: problemas epistemológicos y teológicos, en CORINTIOS XIII, 1990, pp 113-136. Disquette. Sección artículos. VARIOS: Doctrina Social de la Iglesia y realidad socioecómica en el centenario de la Rerun Novarum. Actas del XII Simposio Internacional de Teología, Pamplona, 1991, 1200 pp en UPCo 407/402 e ICADE 2 49 146, artículo de SCHOOYANS, Michel, La dignidad de la persona humana, principio básico de la DSI, pp 495-511.