Tomad nota, la Universidad, la institución mejor valorada Por primera vez, aparece la universidad en la encuesta del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat de Catalunya. El Barómetro de Opinión Pública se publica periódicamente y la última encuesta realizada entre el 28 de Junio y el 13 de Julio del 2016 da una valoración muy positiva de las universidades. De hecho a la pregunta sobre el grado de confianza que merecen distintas instituciones en una escala de 0 a 10, donde 0 es confianza nula y 10 mucha confianza, los encuestados dan la mejor nota de todas las instituciones a las universidades con un 6,47. Es una de las tres instituciones que aprueban sobre veinte instituciones propuestas. Las otras dos aprobadas son los Mossos d’Esquadra (5,58) y el ayuntamiento propio (5,40). Todas las otras suspenden. Finalmente, y de forma global, el 80,8% de los encuestados aprueba a las universidades mientras que la banca, la institución menos valorada (con una nota de 2,15 sobre 10), la suspende el 80,4 de los encuestados. Esto sucede en un contexto sociopolítico en el que el principal problema para el 52,5% de los encuestados, ciudadanos españoles mayores de 18 años y con residencia en Catalunya, es el paro y la precariedad laboral. La alta valoración de las universidades refleja la realidad de que a pesar del alto índice de paro entre los jóvenes, los graduados universitarios tienen un mayor porcentaje de ocupación en Catalunya que según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), se sitúa en el 82,5%. Esto demuestra, sin lugar a dudas, que la institución universitaria sigue funcionando y que cumple con su misión de docencia, de investigación, de transferencia de conocimiento y de ayuda al desarrollo social y económico de la sociedad. En paralelo a la buena valoración de las universidades en Catalunya, según datos de la Secretaria d’Universitats i Recerca de la Generalitat de Catalunya, en un momento en que baja la ratio de población joven de 18 a 24 años la matriculación de estudiantes universitarios es la más alta de la historia con una tasa neta del 40% el curso 2015-2016. La universidad en España tiene un millón y medio de alumnos y alrededor de medio millón de empleados. Se calcula que entre 15 y 20 millones de personas tienen educación terciaria. La universidad ha sido y es el gran ascensor social y ha ayudado, como ninguna otra organización, al desarrollo de nuestra sociedad. Pero, a pesar de su impacto económico, cultural y social, esta no está en las prioridades de la agenda política ni de los medios de comunicación. Los rectores que redactaron y firmaron en Bolonia la Carta Magna de las Universidades destacaron en el preámbulo, antes de los considerandos y principios fundamentales, que “los pueblos y los estados han de ser más conscientes que nunca del papel que las universidades han de tener en una sociedad que se transforma y se internacionaliza”. En las últimas elecciones al Congreso de los Diputados, la universidad continuó sin aparecer en la agenda política. No digamos ya en las negociaciones para formar gobierno. Una de las industrias más “limpias”, de mayor proyección y futuro y más competitiva en el entorno europeo no aparece en las prioridades políticas. No hace falta acudir a las estadísticas para poner en evidencia que los países que invierten más en su sistema de educación superior son los países que tienen mejores indicadores socioeconómicos y de desarrollo humano. La Comisión Europea se propuso en la cumbre de Lisboa del año 2.000 ser en diez años la economía más competitiva del mundo basada en el conocimiento. No ha sido así, probablemente por influencia de la crisis, pero de nuevo el proyecto Europa 2020 es la estrategia de crecimiento a través de una economía integradora, sostenible e inteligente en la que la educación superior juegue un papel decisivo. Es evidente que la crisis también ha afectado a las empresas que son las colaboradoras forzosas para que la investigación generada en las universidades se convierta en innovación. Pero también es cierto que el sector productivo en España está basado principalmente en pequeñas y medianas empresas que a menudo ven con recelo a la universidad, o más bien, la investigación que se hace en la universidad. ¿Desconocimiento? ¿Falta de comunicación? Es importante que las empresas, los medios de comunicación, la clase política y la sociedad en general valoren una de las mejores instituciones que tienen a su servicio. Felicitamos calurosamente la iniciativa del CEO de poner en el listado de instituciones a valorar en Catalunya a las universidades. Y nos felicitamos por el hecho de que, como suponíamos, es una institución bien valorada. La mejor valorada. Ahora falta que el CIS nos incluya en su encuesta. Las universidades lo agradeceremos. Artículo del rector de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya, D. Jordi Montaña, publicado el 31 de agosto de 2016 en el Diari Ara.