Las ranas pidiendo rey Félix María Samaniego Sin Rey vivía, libre, independiente, El pueblo de las Ranas felizmente. La amable libertad sola reinaba En la inmensa laguna que habitaba; Mas las Ranas al fin un Rey quisieron, A Júpiter excelso lo pidieron; Conoce el dios la súplica importuna, Y arroja un Rey de palo a la laguna: Debió de ser sin duda buen pedazo, Pues dio su majestad tan gran porrazo, Que el ruido atemoriza al reino todo; Cada cual se zambulle en agua o lodo, Y quedan en silencio tan profundo Cual si no hubiese ranas en el mundo. Una de ellas asoma la cabeza, Y viendo a la real pieza, Publica que el monarca es un zoquete. Congrégase la turba, y por juguete Lo desprecian, lo ensucian con el cieno, Y piden otro Rey, que aquél no es bueno. El padre de los dioses, irritado, Envía a un culebrón, que a diente airado Muerde, traga, castiga, Y a la mísera grey al punto obliga A recurrir al dios humildemente. «Padeced, les responde, eternamente; Que así castigo a aquel que no examina Si su solicitud será su ruina.» 2010 - Reservados todos los derechos Permitido el uso sin fines comerciales _____________________________________ Súmese como voluntario o donante , para promover el crecimiento y la difusión de la Biblioteca Virtual Universal. www.biblioteca.org.ar Si se advierte algún tipo de error, o desea realizar alguna sugerencia le solicitamos visite el siguiente enlace. www.biblioteca.org.ar/comentario