la idea de la empresaen el pensamiento economico y social equipo

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LA IDEA DE LA
EMPRESAEN EL
PENSAMIENTO
ECONOMICO Y SOCIAL
EQUIPO 6 HA01
10-12 PM
SERRANO MEDINA NOEMI MONSERRAT
DIAZ DE LA ROZA CARLOS ARMANDO
SANCHEZ LOPEZ JESSICA
FIGUEROA ACEVEDO AIDÉ
ESTRADA CELIO DANIELA
EL PENSAMIENTO ECONOMICO
LAS RIQUEZAS DE LAS NACIONES (ADAM SMITH)
Las riqueza de las naciones es una obra de Adam Smith redactada en 1764 y
publicada en Marzo de 1776 el cual esta compuesta por 5 libros. Esta obra se
enfoca en temas de economia politica basada mas en temas como lo es, derecho,
moral, psicologia, politica, historia, la interaccion y la interdependencia.
Smith empezo el proyecto cuando era profesor de economia politica en la
universidad de Glasgow el cual tambien consiste sobre la idea de un orden natural
que va siendo el resultado del interes individual hacia un interes en general sobre
la libre empresa, de la libre competencia y del libre comercio. Esta obra iba
dedicada a Francois Quesnay pero al fallecer en 1774 lo impidio.
Este documento se hizo el fundador de la economia clasica y del liberalismo
economico ya que habla de igual manera sobre la prosperidad de los paises bajos,
desarrolla las teorias economicas como lo es la division del trabajo, el mercado, la
moneda, la naturaleza de la riqueza, los salarios y la acomulacion de la capital.
Toca el temas como mercantilismo y la fisiocracia examinando la economia y la
politica.
Asi estando en su gran recorrido logro adoptar el libre comercio de grano y
hacerse ver que el metodo experimental de Newton es el mas apropiado para el
estudio del hombre.
Se resume en tres principios:
a) Que, como ser económico, el hombre tiene el impulso natural de la
ganancia o beneficio que se obtiene en un asunto o en un negocio.
b) Que el universo esta ordenado de tal manera que los empleados
individuales de los hombres se conjugan para componer el bien social.
c) Que conforma a y b el mejor programa consiste en dejar que el proceso
siga su propio curso.
La renta y los ingresos
La renta o arrendamiento es el tercer y último elemento constitutivo de los precios.
La renta es un tipo de precio de monopolio, no vale el mínimo valor posible para el
propietario, pero en cambio sí que es el valor máximo posible para el agricultor.
Mientras que la rentabilidad del capital y del trabajo van al alza, la renta a la baja.
Los salarios, el beneficio y la renta, constituyentes del precio, son igualmente los
constituyentes de los ingresos; se reencuentra esta identidad en la
descomposición moderna del producto interior bruto, donde la producción total es
igual al ingreso total.
Capital fijo y capital circulante
Una sirve para el consumo inmediato (víveres, vestidos, muebles, etc.) y no
contribuye al ingreso, la otra puede usarse de tal forma que procure un ingreso a
su propietario.
El capital fijo genera un beneficio sin cambiar de manos, como por ejemplo la
maquinaria. Las mercancías de un negociante, en general todos los bienes que
son vendidos a cambio de un beneficio y reemplazados por otros bienes,
constituyen el capital circulante.
Ingreso bruto, ingreso neto y el papel de la moneda
El ingreso bruto es la suma de la producción de la tierra y del trabajo de un país,
mientras que el neto deduce los gastos de mantenimiento del capital fijo y de la
parte del capital circulante constituido en moneda.
Trabajo productivo, trabajo no productivo y acumulación del capital
El trabajo productivo es aquel que contribuye a la realización de un bien comercial
(como el trabajo del obrero), mientras que el trabajo improductivo no añade nada
al valor (como es el trabajo del criado, donde los servicios «mueren en el mismo
instante en que se prestan».)
Los trabajadores productivos son remunerados a partir de un capital, mientras que
los trabajadores improductivos son remunerados a partir de un ingreso (renta o
beneficio). A medida que una economía se desarrolla, su capital aumenta y la
parte necesaria por el mantenimiento del capital aumenta también.
La única manera de aumentar la producción de la tierra y del trabajo es aumentar,
bien el número de trabajadores productivos, bien la productividad de estos. Esto
requiere un capital suplementario, ya sea para pagar a los nuevos trabajadores, o
para facilitarles nuevas máquinas o mejorar la división del trabajo.
Los usos del capital y el sistema económico de Smith
Smith distingue cuatro usos del capital: suministrar directamente un producto en
bruto, transformar un producto bruto en acabado, transportar un producto en bruto
o acabado allí donde sea demandado y dividir un producto en pequeñas partes
adaptadas a las necesidades diarias de los consumidores. El primer uso
corresponde al sector primario moderno, el segundo al sector secundario y los
otros dos pertenecen al sector terciario.
La responsabilidad del soberano
El ejercicio y la financiación de la justicia son una responsabilidad bastante
importante para Smith. La justicia está íntimamente implicada en las disputas
sobre los derechos de propiedad y las relaciones económicas. A menudo, la
defensa de la propiedad no es justa por sí misma: «el gobierno civil, en tanto que
tiene por objeto la seguridad de las propiedades, es, en la realidad, instituido para
defender a los ricos de los pobres, o bien, a aquellos que tienen propiedades
frente a los que no tienen».55 Pero en un país donde la administración de justicia
es relativamente imparcial, esta protege la propiedad de todos, incluyendo a los
pobres.
El suministro de bienes públicos es la tercera función indispensable del gobierno.
Smith distingue claramente las políticas mercantilistas de ayuda a los sectores
definidos (que aprovechan a los comerciantes de estos sectores en detrimento del
resto de la población), que son de hecho las que ponen trabas al crecimiento, de
las que están en condiciones de aumentar la renta nacional. De entre estas,
distingue incluso las infraestructuras rentables (que pueden ser financiadas con el
pago por su uso) de aquellas, generalmente útiles pero no directamente rentables,
que el gobierno tiene que financiar.
INFLUENCIA DE LA RIQUEZA DE LAS NACIONES
Influencia inmediata
La primera edición se publicó en Londres el 9 de marzo de 1776 por Strahan y
Cadell, en dos tomos, y a un precio de 1,16 libras.57 David Hume, Samuel
Johnson y Edward Gibbon elogiaron la obra, que se agotó en seis meses. En vida
de Smith fueron publicadas cuatro nuevas ediciones (1778, 1784, 1786, 1789), de
aproximadamente 5 000 ejemplares. Durante este tiempo se imprimieron las
traducciones al danés (1779-1780), francés (1778-1779, 1781) y alemán (17761778).El libro tuvo una influencia fundamental sobre la política económica del
Reino de Gran Bretaña.
MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA
CARLOS MARX
El Manifiesto Comunista es una obra política y filosófica al mismo tiempo. Marx y
Engels exponen los factores históricos fundamentales de nuestra visión del
mundo: el nivel de ciencia y técnica, el tipo de conflictos dominantes, la clase en
que estamos, el significado de una ideología, el filósofo debe tener muy en cuenta
la realidad concreta de ese proceso tan intricado. Pero también debe señalar
caminos de avance hacia la mayor extensión y objetividad del conocimiento del
mundo, del hombre y la sociedad. Muy a menudo el avance supone la intervención
de fuerzas sociopolíticas a través de las cuales la Filosofía se convierte en una
fuerza realmente revolucionaria. Esa es la aspiración constituye el vinculo entre
esta obra y la anterior.
El tema principal es la difusión del comunismo, bases del mismo y además nos da
información tanto histórica como conceptual. También nos resume las diferentes
características
del
comunismo
y
de
las
clases
sociales.
Afirma toda la historia de la sociedad humana ha sido una historia de luchas de
clases entre esclavos y patronos, patricios y plebeyos, barones y siervos, es decir,
entre opresores y oprimidos. Sintetizan la lucha de clases entre: burguesía y
proletariado, exponiendo que esta lucha no ha sido todavía abolida por la sociedad
burguesa, Marx y Engels explican tanto el origen de la clase burguesa, como su
posterior desarrollo.
La burguesía iba creciendo con los adelantos culturales, científicos y económicos
de la sociedad; el descubrimiento de América y la colonización de África hicieron
que un pequeño comercio creciera y, que junto a la invención de la máquina de
vapor y la revolución industrial se convirtieran en una nueva forma de ver la
economía y la sociedad.
Un aspecto importante es el régimen gremial de producción a las manufacturas,
estas manufacturas iban a dejar paso a las grandes industrias. Pero estas
aplicaciones burguesas no se limitaron a los países más alejados de Occidente
sino que aquí empezó a haber un cambio en el campo que se fue ampliando hasta
llegar a ciudades. Se crearon ciudades enormes y La mayor parte de la población
rural paso a ser urbana.
Este crecimiento progresivo y ascendente era demasiado bonito para que surgiera
algún problema. La superproducción se empezó a registrar por todas las
sociedades con unas producciones abundantes pero una mínima salida de
productos.
Proletarios y comunistas: El tema va a ser la relación que debe haber entre los
proletarios y un partido político, el partido comunista. La diferencia entre el partido
comunista y los demás partidos obreros existentes no existe, al no considerarse
aparte. El partido comunista y los comunistas no tienen intereses propios y no
aspiran a tener principios especiales con los que tiendan a modelar el movimiento
proletario. Su objetivo es igual al que persiguen los demás partidos proletarios
“formar conciencia de clase y derribar el régimen de la burguesía, llevar al
proletario a la conquista del poder” es decir: “ELIMINAR la propiedad privada”.
La única solución que se saca de esta lucha entre proletario y burgués es la
llegada del proletariado al poder.
Nos habla de un socialismo conservador. Marx y Engels “una burguesía sin
proletariado”.
El Manifiesto Comunista termina con una “enseñanza” acerca del comportamiento
que debe haber desde el partido comunista y hacia los partidos de la oposición. La
posición es clara, siempre sin olvidar sus objetivos concretos, apoyan cualquier
movimiento que vaya encaminado a derrocar o, al menos, a hacer frente al
sistema tanto social como político reinante (sociedad burguesa). A modo de
ejemplo cita varios ejemplos representativos en distintos países, en los que se
pueden apreciar los pactos realizados, aunque las diferencias ideológicas fueran
abismales (con el caso concreto de Francia).
En el MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA Marx afirma que “la historia de
cualquier clase de sociedad hasta nuestros días no ha sido más que la historia de
la lucha de clases”. Para Marx, la aparición de la sociedad burguesa no trajo nada
nuevo: “No ha hecho más que sustituir nuevas clases, nuevas condiciones de
opresión,
nuevas
formas
de
lucha
a
las
de
antes
Carlos Marx denuncia en la lucha de clases la traslada al Cristianismo.
La crítica de Marx contra los principios sociales del Cristianismo se contiene en un
artículo titulado “El comunismo”, escrito en 1847 como réplica a otro artículo. Marx
se hallaba por aquel entonces desterrado en Bruselas y el trabajo fue publicado el
12 de septiembre de 1 847, el mismo año en que nació su hijo Edgar.
En aquellos días la familia Marx arrastraba una situación económica deprimente.
Apenas tenía lo imprescindible para la comida diaria. Más que contra el
Cristianismo de Cristo, la rabia de Marx tiene por blanco el capitalismo burgués,
producto de un Cristianismo deformado, materialista e inhumano. El artículo
referido se recoge en el tomo SOBRE LA RELIGIÓN en Marx y Engels.
Dice así: “Los principios sociales del cristianismo predican la realidad de una clase
gobernante y una oprimida y lo único que tienen para esta última es el piadoso
deseo de que la otra se muestre caritativa.
Los principios sociales del cristianismo trasladan al cielo la concreción de todas las
infamias aludidas por el concejal del consistorio, y por lo tanto justifican la
existencia
continuada
de
dichas
infamias
en
la
tierra.
Los principios sociales del cristianismo declaran que todos los actos viles de los
opresores contra los oprimidos son o bien el justo castigo del pecado original y de
otros pecados, o bien pruebas que el Señor, en su infinita sabiduría, impone a los
redimidos”.
En su análisis Marx se muestra muy poco científico. Acusa, pero no prueba. Ataca
sin ofrecer razones. El, tan cuidadoso en la selección de argumentos, olvida
decirnos si en ese momento piensa en el Cristianismo del Nuevo Testamento o en
las religiones salidas de él, que hacen un uso indebido del nombre.
La distinción aparecerá al año siguiente, al redactar en colaboración con Engels el
MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA publicado en febrero de 1848.
En el MANIFIESTO Marx dice que “así como el cura ha ido siempre de la mano
del terrateniente, así también el socialismo clerical ha ido de la mano del
socialismo feudal”.
La diferencia entre “socialismo cristiano” y “socialismo clerical” resulta esencial en
la crítica marxista de la religión. Cuando Marx ataca al cristianismo piensa en
términos de Iglesia católica y protestantismo. En este mismo pasaje del
MANIFIESTO agrega que “el socialismo cristiano no es más que el agua bendita
con que el sacerdote consagra el despecho del aristócrata”.
EL PENSAMIENTO SOCIAL
LA ETICA PROTESTANTE Y EL ESPIRITU DEL RENACIMIENTO
MAX WEBER
Weber comienza hablando de un fenómeno que ocurre” en casi todos los lugares
donde el desarrollo capitalista tubo mano libre para organizar profesionalmente la
población y transformar su estructura social de acuerdo con sus propias
necesidades”. Este fenómeno atañe al hecho de que la población protestante tiene
mayor participación en la posesión de capital que el resto, ante esto weber intenta
atribuirlo a razones históricas.
La primera relación causal la encuentra en la fábrica, donde los individuos de la
religión católica en su mayoría entraban como obreros y se convertían en
maestros artesanos, en cambio los individuos protestantes en su mayoría
participaban en las actividades fabriles en tareas que requerían de cualificación
máxima como obreros y de funcionariado industrial. Esta relación weber la explica
por “las características mentales adquiridas por la educación en este caso por la
educación generada por la atmosfera religiosa de la familia y de la localidad” la
que determinaron de cierta forma la elección de la profesión.
La conexión entre las esferas del mundo capitalista y el protestantismo “no se
puede hacer desde el supuesto goce mundano, mas o menos materialista o anti
ascético, sino que en sus rasgos puramente religiosos.”
Pero para hacer esto antes se debe explicar el objeto, que explica la configuración
histórica. Ese objeto es el “Espíritu del capitalismo” el cual constituye un conjunto
de factores entrelazados, que generan esto. Este concepto es un concepto
construido históricamente y no así un concepto genérico abstracto.
El espíritu del capitalismo refiere a la idea del hombre que tiene como deber
imperante, como fin en si mismo el aumento su capital, pasando por alto, el riesgo,
la moral y sus posibles satisfacciones humanas por medio del dinero (ascetismo).
Y enfocándose únicamente en el aumentar su patrimonio. En este sentido emerge
una cierta visión utilitarista, al medir todo en cuanto me sea útil para aumentar el
fin de incrementar el patrimonio capital, incluso los valores” morales”, como la
puntualidad al devolver un préstamo es valorado únicamente por la apertura de la
posibilidad de tener mayores ingresos en el futuro y no por que la acción en si
misma sea o no sea correcta.
El verdadero enemigo del espíritu del capitalismo es el tradicionalismo.
Tradicionalismo en el sentido de la conformidad del hombre frente a las
condiciones presentes, que le brindan las comodidades necesarias para vivir.
Frente a esto, el incentivo positivo hacia el obrero para que trabaje al máximo, no
lo motiva a dar lo mejor de si, ya que el incentivo en dinero no es significativo, y
este tiene lo justo y necesario para vivir y se conforma con eso. Por lo tanto Frente
a esto el empresario moderno opta por el incentivo negativo, restándole parte del
dinero necesario para vivir para que de esta forma tenga que dar el máximo para
lograr el estado donde tiene lo necesario para vivir
.
Sin embargo esta estrategia tendería a fracasar frente, a trabajos comerciales en
los cuales se necesita mayor cualificación, ya que el capitalista producto de su
“profesión”-desde el punto de vista, de ver la obtención de dinero como un fin- se
inclinaría por escoger la mano de obra barata en el “ejercito de reserva”, que no
necesariamente son los mas cualificados para este tipo de tareas, dificultando el
desarrollo de estas, ya que el trabajo barato, baja considerablemente el
rendimiento. Este tradicionalismo es consecuencia de la educación religiosa, y se
busca desplazarlo por medio de la educación, al ver el trabajo como una profesión;
como un fin en si mismo, de esta forma eliminando el conformismo tradicionalista.
“El desarrollo del espíritu capitalista se podría entender sencillamente como un
fenómeno particular dentro del desarrollo global del racionalismo…” por lo tanto el
protestantismo influiría netamente en un sector particular del racionalismo. Por
racionalismo practico entendemos que es el estilo de vida que referido a los
intereses del individuo este juzga el mundo, y es precisamente este punto el que
abre la brecha en la que el mundo se puede racionalizar desde diferentes puntos
de vista.
“La palabra profesión – beruf y calling- tienen origen religioso, que da a entender
que es una tarea impuesta por Dios”, ”esta concepción implica un ámbito de
trabajo sin limites, en el sentido de conllevar con esta una actitud vital para el
espíritu”. En el protestantismo a esta palabra se le asigno una nueva significación,
el cual implica valorar el cumplimiento del deber en las profesiones profanas como
el contenido mas elevado que puede tener una actuación realmente moral. El
cumplimiento de la profesión como un deber es la forma de agradar a dios, donde
todas las profesiones licitas valen lo mismo ante Él. El afán de lucro material que
sobrepasa las propias necesidades del individuo es reprochable. Esta visión de
profesión esta anclada en el tradicionalismo, ya que habla del destino, escogido
por dios y el conformismo que debía tener el hombre ante este deber, ya que esta
constituía su salvación eterna.
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