CONCEPTOS Alienación Proviene del vocablo latino alienus, que significa ‘ajeno’, ‘lo que es o pertenece a otro’. Tradicionalmente se utilizó el término dentro del ámbito jurídico con el sentido de enajenar: pérdida de un bien a causa de una venta o una donación. Sería el filósofo alemán Hegel el primero en utilizarlo en sentido filosófico (con el significado de ‘dejar de ser uno mismo’). Desde entonces, y sobre todo a partir de la obra de K. Marx, el término se ha incorporado al léxico académico de disciplinas tales como la filosofía, la psicología o la sociología. ‘Estar alienado’ significa no ser uno mismo, es decir, haberse convertido en ‘otro’. Cuando una persona porque su conciencia ha sido manipulada por otros, bien porque deja de comportarse de una que es una ‘persona alienada’. Un rasgo típico de la alienación es que el individuo que la sufre no suele ser consciente de ella o se niega a reconocerla explícitamente. Fue Marx, creador de la doctrina comunista y socialista, el primero en estudiar detenidamente dos modalidades de la alienación: - Económica: según él, el obrero se encuentra alienado dentro del sistema productivo, ya que su trabajo no repercute en sí mismo, sino que le es expropiado por su patrón. De esa manera, el proletario no se reconoce en su propia actividad (trabajo). Además, el sistema productivo tiende a considerar al obrero como una mercancía más, de tal manera que éste se convierte en una ‘cosa’ o en una ‘máquina’ más dentro de la cadena de producción (se deshumaniza), dejando con ello de ser persona. Según Marx, el obrero se prostituye cuando vende su fuerza de trabajo (su capacidad humana para transformar el mundo) como si fuera una mercancía. - Ideológica: según la teoría marxista, las ideologías han sido construidas y defendidas por las clases dominantes. Por ello, están a su servicio; poseen una finalidad esencial: justificar teóricamente la situación social establecida (y, por tanto, su posición de dominio en ella) y convencer a los dominados de que su situación no es el fruto de unas condiciones económicas determinadas, sino que viene impuesta por la propia naturaleza o por unas determinaciones históricas invariables. De ahí que cumplan una función social alienadora: fabricar ‘falsas ilusiones’ o ‘mentiras consoladoras’ para el consumo de los oprimidos, de tal manera que éstos acepten su situación como algo natural y no se cuestionen un cambio del orden social. Con la llegada del siglo XX, y la aparición de los medios de comunicación, surgieron dos nuevas técnicas favorecedoras de la alienación social (sobre todo, destinada a la llamada ‘sociedad de masas’): la propaganda y la publicidad. La primera es utilizada fundamentalmente por los partidos políticos y los movimientos sociales o religiosos. La segunda es el instrumento por el cual la sociedad de consumo procura crear hábitos y conductas consumistas en los ciudadanos, fomentando ‘falsas necesidades’ o promoviendo modas transitorias que potencien el consumo de productos. En psicología y psiquiatría, se usaba antiguamente el término para designar a ciertas personas con trastornos mentales. De hecho, uno de los nombres que recibían antiguamente los psiquiatras era el de ‘alienistas’. Alma El término proviene de ‘anima’, palabra latina que significa aire, aliento, principio vital. La Teología y en general las religiones consideran al alma como una sustancia espiritual que en unión del cuerpo constituye la esencia del ser humano. Las dos grandes características del alma son: inmortalidad y espiritualidad (el alma es inmaterial). En el pensamiento cristiano, el alma posee una importancia mayor que la del cuerpo, puesto que es la depositaria de las verdades escritas por Dios dentro de ella para que los seres humanos sean capaces de distinguir el bien del mal (ley natural). En ese sentido, el cristianismo afirma que la vida moral de un individuo se debate entre la tendencia del alma hacia el bien y las tendencias del cuerpo hacia lo sensible y los placeres materiales. Por eso, hay que dominar las pasiones, renunciando a la satisfacción de aquellas que van contra la ley 1 escrita por Dios en el corazón de los hombres. A través del ascetismo se purifica el alma del influjo de las pasiones materiales. El cristianismo, y también otras religiones como el Islam, creen en la existencia de un Juicio final donde serán juzgadas las almas en razón de sus méritos morales contraídos durante su existencia en la vida terrena. El concepto de alma está presente ya en las primeras manifestaciones religiosas de los pueblos. Los antropólogos afirman que surgió a través de una experiencia íntima común a todos los seres humanos: la distinción de dos realidades aparentes dentro de nosotros; una de carácter material (cuerpo orgánico) y otra no perceptible, de naturaleza espiritual, responsable de los procesos intelectuales y sentimentales (alma). Esa distinción entre cuerpo y alma dio lugar, a lo largo de la historia del pensamiento y las religiones, a distintas formas de entender la relación entre las dos partes: dualismo (dos realidades completamente separadas), monismo o panteísmo (una sola realidad aunque con distinta apariencia), doctrinas maniqueas (dos realidades, una representante del bien y otra del mal, que luchan entre sí), materialismo (lo que llamamos alma no existe; sólo es el resultado de procesos orgánicos y de causas químico-biológicas), etc. En los tiempos actuales, el concepto de alma ha quedado relegado exclusivamente a la teología y a la fe. La idea del alma como entidad donde residían los procesos intelectuales, emotivos y motivacionales ha sido sustituida por otra terminología científica más acorde con los nuevos métodos de investigación. En su lugar se utilizan ahora términos como mente, conciencia, yo, estructuras mentales, sujeto cognoscente, etc. La ciencia y la filosofía de orientación materialista niegan la existencia del alma, pues según ellas todos los procesos humanos, incluido el conjunto de las facultades mentales, tienen una explicación material. Animismo Término creado por Tylor, antropólogo estudioso de las religiones, para designar las creencias religiosas de las sociedades primitivas, según las cuales todos los seres vivientes (árboles, flores, animales) e incluso los fenómenos de la naturaleza (ríos, nubes, etc.) eran portadores de espíritus individuales. Esos espíritus podían ayudar a los seres humanos o podían castigarlos según obrasen el bien o el mal. Tylor interpretó la historia de las religiones como un proceso de abstracción que comenzó con el animismo, continuó con el politeísmo y culminó con las grandes religiones monoteístas reveladas. Este esquema de interpretación permaneció vigente durante muchas décadas. Hoy en día, sin embargo, los antropólogos no admiten esta interpretación sobre la evolución histórica de las religiones. Antropología Voz que proviene de los términos griegos anthropos (ser humano) y logos (ciencia). Hoy día se considera a la antropología como un saber que estudia los rasgos físicos, biológicos y socioculturales de las diferentes sociedades o culturas humanas. Su objeto de estudio está constituido fundamentalmente por el análisis de sus creencias, desarrollo técnico y artístico, religión, relaciones con la naturaleza y con otras culturas, etc. La antropología estudia esos objetos tanto desde su constitución actual como desde su evolución histórica a lo largo del tiempo. El objetivo que persigue es comprender y explicar el origen de las sociedades humanas, así como su estructura social y la significación de sus ritos, símbolos y creencias. Una de sus ramas más importantes es la llamada Antropología cultural, cuyo objeto de estudio consiste en buscar el origen y la estructura de las creencias, del comportamiento social y de la cultura de los diferentes grupos humanos. Civilización En Sociología se utiliza, a veces, como sinónimo de cultura, expresando con ese concepto el conjunto de rasgos sociales que caracterizan a una sociedad concreta: económicos, culturales, tradicionales, técnicos, etc. En Historia, sin embargo, define el momento más elevado del proceso histórico de una cultura, es decir, cuando dicha cultura realiza sus máximos logros en el terreno creativo o del 2 pensamiento, a la vez que alcanza su máximo desarrollo tecnológico. Así, hablamos de civilización inca, china, griega, etc. humanas debido a su carácter etnocéntrico l término se utilizaba para referir el proceso de conquista y posterior imposición de la cultura de los conquistadores sobre los pueblos colonizados. Así, hablamos de la civilización romana sobre los pueblos bárbaros o de la española en América sobre los pueblos precolombinos. Cosificación Concepto que expresa el hecho de convertir en cosa, o de considerar como cosa, algo que no lo es, como una persona, por ejemplo. La cosificación, por tanto, afecta a un aspecto esencial de la humanidad: se convierte a las personas en objetos, y, en virtud de ese proceso, dejan de ser consideradas como un fin en sí mismo y se transforman en un medio para alcanzar determinados fines. Por extensión semántica, también se entiende por cosificación el privar a las personas de su individualidad, esto es, tratarlas como hombre-masa y, por tanto, considerarlas como objetos de consumo o como votos electorales sin tener en cuenta su individualidad específica. Cultura Dentro de la Sociología se entiende por cultura el conjunto general de modos de vida, costumbres, creencias y tradiciones que caracterizan a una sociedad o grupo social amplio, y que lo distingue de otros grupos sociales. Dentro del concepto cultura se engloban también las técnicas y tecnologías características de esa sociedad, los ritos, las ceremonias, el folclore, los sistemas de valores, las normas jurídicas y sociales, los criterios estéticos y en general todas sus ideas religiosas, filosóficas y científicas. Existen numerosas culturas en el mundo, todas ellas fruto de las diferentes experiencias históricas y adaptativas que los diversos pueblos de la tierra han padecido. Esa diversidad constituye un patrimonio cultural común a todos los seres humanos; de ahí la necesidad de conservarlas, aunque eliminando de ellas aquellas costumbres o tradiciones que no sean respetuosas con los Derechos Humanos esenciales. Egocéntrico Dícese de la persona que se considera a sí misma como el centro de todo. Los egocéntricos son narcisistas (tienen una alta consideración sobre su propia persona, puesto que se consideran superiores a la media en uno o varios aspectos físicos y/o psicológicos) y, en no pocas ocasiones, egoístas (tienden a acaparar todo para sí). El egocentrismo lleva aparejado un olvido de los problemas de los demás, ya que el individuo que lo padece sólo se atiende a sí mismo. Enajenación Término originario del Derecho, donde significaba transmitir a otro el dominio de algo. De esa significación, pasó a designar también ‘sacar a uno fuera de sí’, en el sentido de ‘hacerle perder la razón’. En psiquiatría, un enajenado es alguien que posee trastornos de la razón y la conducta. En filosofía y ética, el término se utiliza como sinónimo de alienación. Espíritu Término claramente polisémico y, en muchas de sus acepciones, con un significado ambiguo y poco preciso. Por lo general, se suele usar la palabra espíritu para nombrar a realidades muy diferentes entre sí. Éstas son algunas de sus significaciones más habituales: - Como sinónimo de alma. - Como soporte de la espiritualidad: se entiende en este caso el espíritu como una sustancia inmaterial que regula la actividad de las cualidades espirituales. - Como sinónimo de seres dotados de poder mágico: usado fundamentalmente por las religiones animistas y por el espiritismo. En el primer caso, se cree que los seres de la naturaleza están poseídos de espíritus benignos o malignos; en el segundo caso, los espíritus 3 son las almas en pena de los difuntos que retornan a la tierra a comunicarse con los vivos y que pueden tener poder sobre ciertos fenómenos naturales. - Como don divino que Dios concede a determinados mortales (profetas, iluminados, místicos, etc.) y que les confiere el poder de comunicarse directamente con Él. En la Historia de la filosofía, el término ‘espíritu’ se utilizó frecuentemente para designar una realidad sustancial opuesta a la materia (de ahí la oposición material-espiritual). ado para describir la sustancia de la subjetividad, y como una realidad contraria a la Naturaleza, aunque la evolución de la conciencia y de la historia tendía a alcanzar la síntesis Espíritu-Naturaleza, a través de la objetivización (materialización de sus Ideas) del primero. Existencia Término que deriva del latino existentia. Utilizando una significación literal, la podemos definir como ‘lo que es’, ‘lo que está’. De un modo más amplio, entendemos por existencia literalmente ‘lo que existe’, es decir, la realidad en su conjunto. Sin embargo, algunas escuelas filosóficas han distinguido ente los existentes (seres que existen en la realidad) y la existencia (el acto de que ciertos seres sean o existan). A lo largo de la historia del pensamiento, el concepto existencia se relacionó en la metafísica con el de esencia. Pero no sería hasta el siglo XIX cuando el concepto cobró su significación actual. Y ello fue debido a la obra del primer filósofo considerado como existencialista: Soren Kierkegaard. Para él, la filosofía anterior ha equivocado la reflexión del ser humano, por cuanto se preguntó acerca de su esencia y determinó que ésta consistía en el alma, en la racionalidad, en la moralidad, etc. Sin embargo, Kierkegaard afirmará que la verdadera esencia de la humanidad es la existencia; esto es, el hombre no es, sino que existe, y además es consciente de ese hecho. Los posteriores filósofos existencialistas plantearían el problema de la existencia desde el ámbito de la libertad: existir significa elegir posibilidades. Y en el caso del hombre, la cuestión se plantea de la siguiente manera: no hay una esencia fija que establezca lo que el hombre es y será, sino que la esencia humana consiste en ‘hacerse’, en irse realizando a través de las elecciones múltiples que llevará a cabo a lo largo de su existencia. Precisamente en eso radica la esencialidad del ser humano: en irse haciendo a través de su propia existencia. Sin embargo, esa libertad tan radical (siempre tenemos que decidir qué queremos ser) conduce a la angustia, por cuanto todo ser humano tiene que decidir su futuro a diario, ya que no existen normas fijas e invariables que le puedan servir de referencia. El existencialismo plantea, pues, el tema de la libertad no como un fin en sí mismo, sino como un medio para irse realizando. Hominizacíon Con este concepto se designa el proceso evolutivo que condujo desde los primates antropomorfos (con forma humana) a la aparición de los primeros seres humanos. a lo largo de ese proceso evolutivo fueron surgiendo modificaciones corporales y también alteraciones cerebrales que dieron lugar a la aparición de las capacidades intelectuales que diferencian al ser humano del resto de especies animales: el lenguaje articulado, la conciencia y el pensamiento. Fueron varios los factores que contribuyeron a ese proceso. No obstante, no existe acuerdo generalizado entre los científicos en cuál o cuáles fueron los cambios evolutivos más importantes a la hora de acelerar la aparición del ser humano. Por tanto, algunos científicos proponen considerar todas esas transformaciones como un conjunto cohesionado de hechos, cuya conjunción general produjo la aparición de la nueva especie. Las más importantes fueron las siguientes: - La aparición de la postura erecta. - El bipedismo. - La expansión del cerebro. - La organización social. - La aparición de la caza organizada en grupos de individuos. - El auge de la comunicación simbólica entre los miembros del grupo. Humanidad 4 Concepto que posee varias significaciones generales, entre ellas, las siguientes: - Se aplica al conjunto global de todos los seres humanos, en un doble sentido: tanto los que existen actualmente, como los que han existido y existirán en el futuro. - La esencia o naturaleza del ser humano, es decir, lo que nos constituye como humanos. - Como rasgo de benevolencia y piedad hacia los que son como nosotros; así, cuando decimos ‘tener humanidad’. filosofía, antropología, etc.) que hacen del ser humano el objeto de su estudio. Humanismo En sentido histórico se designa con este término el periodo que abarcó desde el fin de la Edad Media (siglo XIV) hasta la llegada del Barroco (siglo XVII). Es decir, se hace corresponder el humanismo con el periodo histórico conocido como Renacimiento. Durante esa época se produjo una recuperación de los escritores clásicos greco-latinos y de la estética artística que había marcado a esas dos civilizaciones. Lo característico de esta época histórica es el papel que se atorga al Hombre (con mayúscula) como centro del universo, desplazando de ese puesto a la idea de Dios, tan presente en la filosofía y cultura medievales. Ahora, el objeto de estudio no será la teología, sino que la ciencia se separa de la religión y de la filosofía medieval, convirtiéndose en un saber autónomo que pronto desarrollará nuevos métodos (como el método experimental creado por Galileo) que harán avanzar en gran medida los conocimientos humanos. En filosofía, el humanismo se caracteriza por la recuperación de la filosofía neoplatónica, del epicureísmo como tendencia a la búsqueda de los placeres moderados y racionales, y del escepticismo de autores como Montaigne que cuestionan la pretensión de saber absoluto y el dogmatismo de gran parte de la filosofía medieval. En cuanto a la religión es una época de grandes turbaciones en Europa, puesto que en ella se producirá un importente cisma en el cristianismo: la Reforma protestante iniciado por el monje alemán Martín Lutero. Por lo que respecta a la política, hay que destacar la aparición de los primeros Estados centralistas modernos (se considera el primero de este tipo al creado por los Reyes Católicos en España) con la implantación de las Monarquías absolutas. En un sentido no estrictamente histórico, con el concepto humanismo se nombra a cualquier movimiento cultural, político o moral que tome como referencia central de su sistema al ser humano entendido como un sujeto portador de derechos inalienables. Humanización Según algunos antropólogos, el proceso evolutivo mediante el cual los primitivos seres humanos alcanzaron el pensamiento abstracto y la cultura. En ese sentido, se distingue de la hominización en que este último concepto se utiliza para significar los cambios evolutivos biológicos entre las especies de primates originarias y el surgimiento del ser humano a partir de transformaciones evolutivas. Sin embargo, muchos otros autores no establecen diferencias entre hominización y humanización, señalando que este último proceso se produjo como un paso más entre el conjunto de transformaciones evolutivas que caracterizaron a la hominización. Persona La palabra ‘persona’ proviene del nombre que se daba a las máscaras que usaban los actores en el teatro para representar un papel determinado. De ahí, el vocablo ‘persona’ pasó al Derecho romano, donde designaba a un sujeto con derechos y deberes. La teología cristiana le daría finalmente su significado actual: la de un individuo único, libre y responsable, que es portador de los derechos individuales que le confiere su dignidad humana y de los derechos sociales que le corresponden por vivir en sociedad. Ser humano 5 El ser humano es un mamífero primate (orden de los mamíferos a la que pertenecen, entre otras especies, los monos y el ser humano), portador de unas características biológicas que lo diferencian del resto de especies existentes: el pensamiento abstracto y el lenguaje, a través de los cuales puede comunicar ideas y que son los componentes esenciales de la conciencia o capacidad para tener conocimiento de sí mismo y de sus estados anímicos. El ser humano procede de la única rama que sobrevive actualmente de las diversas que formaron parte de los homínidos: el homo sapiens, cuya antigüedad evolutiva se remonta tan sólo a unas cuantas decenas de miles de años. Es muy conocida la definición aristotélica sobre el ser humano: el hombre es un animal racional. En ella se establece el género al que pertenece (animal) y la diferencia específica que lo distingue de los otros miembros que pertenecen a ese género (la capacidad racional). Desde el punto de vista de la ética, hay que resaltar que el ser humano es el único capaz de poseer una moral y de obrar en consecuencia con ella. El resto de los animales no posee los rasgos necesarios para que podamos valorar sus acciones desde criterios éticos: no son libres para elegir entre diversas opciones (actúan siempre por instinto, no por su voluntad), no son responsables (sus actos están programados o dictados por la necesidad biológica) y no poseen conciencia. Referencia: http://www.iesmurgi.org/filosofia/etica/Bien%20y%20Felicidad%20Actividades.htm 6