Pericardio: imagen por RM.

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Pericardio: imagen por RM.
Poster no.:
S-1217
Congreso:
SERAM 2012
Tipo del póster: Presentación Electrónica Educativa
Autores:
C. Saborido Avila, P. Blanco Lobato, M. Rodríguez Álvarez, B.
NIETO BALTAR; Vigo/ES
Palabras clave:
Patología, Defectos genéticos, Procedimiento diagnóstico, RM,
Sistema Cardiovascular, Cardio
DOI:
10.1594/seram2012/S-1217
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Objetivo docente
1-Recuerdo embriológico y anatómico del pericardio
2-Secuencias y planos adecuados para su estudio por RM
3-Patología
Revisión del tema
El pericardio es una estructura anatómicamente simple que puede afectarse
por múltiples procesos.
La reacción más común del pericardio frente a cualquier agresión es la
producción de líquido. Otras más infrecuentes son engrosamiento de sus
capas, calcificacines, nódulos o masas.
1 - Anatomía Fig. 1 on page 13
El pericardio es un saco fibroseroso de pared doble que encierra el corazón
y los grandes vasos:
Las dos capas son el pericardio fibroso y el pericardio seroso Fig. 1 on
page 13 .
La capa externa es el pericardio seroso, duro y fibroso que se une a las
estructuras adyacentes que anclan el corazón:
•
•
•
Se une al tendón del central del diafragma por el ligamento
pericáridicofrénico. Fig. 2 on page 15
En la cara anterior se se inserta en el esternón por los
ligamentos esternopericárdicos ( muy variables).
En la cara posterior se une al mediastino posterior por tejido
conjuntivo laxo.
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•
Se une a la adventicia de los grandes vasos. la aorta
ascendente arrastra al pericardio hasta la altura del ángulo
esternal. Fig. 3 on page 16
La capa interna, pericardio seroso, está en esencia formado por mesotelio,
una capa única de células aplanadas que tapizan por dentro el pericardio
fibroso, se refleja sobre el corazón y los grandes vasos y tapiza el corazón.
Forma así un saco con dos capas: visceral y parietal. Este saco contiene
un espacio virtual llamado la cavidad pericárdica que contiene una fina
película de líquido que permite e movimiento cardíaco sin fricciones. Fig. 4 on
page 16
La capa parietal del pericardio seroso se une al pericardio fibroso.
La capa visceral del pericardio seroso se une al corazón y forma el epicardio.
El pericardio seroso visceral se refleja formando dos estructuras
tubulares, la primera desde el corazón y los grandes vasos para
continuarse con el pericardio parietal en la raíz de la aorta y arteria pulmonar
principal y la segunda estructura tubular la forma en la entrada en el corazón
de las venas cavas superior e inferior y las venas pulmonares. Fig. 1 on
page 13 Fig. 3 on page 16
Entre ambas se forma el seno pericárdico transverso e inferior a la segunda
el seno cornario oblícuo.
La grasa mediastínica facilita identificar el pericardio y los recesos
pericárdicos.
Los recesos pericárdicos son saculaciones de la cavidad pericárdica
cuando la capa visceral se adapta a la entrada de los vasos al corazón o
cuando se amolda entre ellos.
Los principales recesos son:
•
•
•
•
Receso aórtico superior, rodea la raiz áortica excepto donde se
relaciona con la arteria pulmonar. Se divide en parte anterior,
lateral, entre la cava superior y la aorta y posterior. Fig. 6 on page
18 Fig. 7 on page 19 Fig. 8 on page 20
Receso de la arteria pulmonar derecho e izquierdo Fig. 9 on page
21 Fig. 10 on page 22
Receso postcava Fig. 11 on page 23
Receso derecho de la venas pulmonares Fig. 12 on page 24
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•
•
•
Receso izquierdo de las venas pulmonares Fig. 12 on page 24
Fig. 13 on page 25
Seno transverso Fig. 14 on page 26
Seno oblícuo Fig. 5 on page 17
Las uniones del pericardio fibroso condicionan que los movimientos del
pericarido depediendo de los movimientos del corazón, de los grandes vasos,
del diafragma y del esternón.
El pericardio fibroso es muy inflexible y protege al corazón de un llenado
brusco, actúa como barrera ante inflamaciones, infecciones o procesos
tumorales.
La irrigación principal es a través de la arteria pericárdico frénica rama de
la torácica interna, otras ramas:
-Arteria músculo frénica, rama terminal de la arteria torácica interna
.Arterias bronquiales, esofágicas y frénica superior, ramas de la aorta torácica
.Arterias coronarias que irrigan solo la capa visceral del pericardio seroso.
El drenaje venoso es por:
-Venas pericárdico frénicas afluentes de las venas braquiocefálicas(o
torácicas internas)
-Afluentes al sistema venoso ázigos.
Inervación:
La inervación es:
. sensitiva: nervios frénicos. La sensación dolorosa suele ser en la piel de
la región supraclavicular ipsilateral.
. nervios vagos
. troncos simpáticos vasomotores.
El renaje linfático es a través de ganglios mediastínicos.
2- Embriología
Los senos pericárdicos se forman durante el resarrollo del corazón. El saco
percárdico cubre el tubo cardíaco primitivo, cuando este se pliega se
juntan ambos extremos: venoso y arterial, el pliegue que se forma es el seno
pericárdico transverso. Fig. 15 on page 27 Fig. 16 on page 28
Cuando se forman y desarrollan las venas del corazón la reflexión
pericárdica que las rodea forma el seno oblícuo.
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3- Planificación del estudio pericardio por RM
Con Rm podemos estudiar y diagnósticar correctamente la patología
pericárdica.
La Rm permite identifica el derrame, cuantificar, definir su naturaleza y
diagnosticar su repercusión.
•
•
•
El trasudado suele ser hipointeso en T1 e hiperintenso en T2 Fig.
17 on page 29 Fig. 2 on page 15
El líquido isointenso en T1 suele ser trasudado
El líquido hemático agudo-subagudo es hiperintenso en T1 e
hipontenso en secuencias eco de gradiente. El hemopericardio
crónico es heterointeso en T1 y T2 Fig. 18 on page 30 Fig. 19
on page 31
Planificación del estudio del pericardio por RM:
La patología del pericardio puede ser focal, por lo que la orientación
multiplanar garantiza la evaluación de todo el pericardio incluyendo los
recesos. El plano mejor para la valoración es perpendicular a la patología.
-Secuencias anatómicas SE potenciadas en T1 y T2- permiten valoración
de la morfología pericárdica y del derrame (T2)
-Secuencias funcionales cine eco de gradiente (GE) y precesión libre del
espacio estacionario- permiten valorar el movimiento pericardico y su relación
con las estructuras adyacentes.
-Secuencias contraste de fase para el estudio de flujo que permite valorar
la repercusión del la patología pericárdica.
-Las imágenes tras la administración IV de gadolinio ayudan a identificar
la inflamación del pericardio y distinguir mejor entre las capas del pericardio
y el líquido.
-La combinación de técnicas morfológicas y funcionales permite identificar las
anomalías y valorar su repercusión funcional.
-El estudio del pericadio preferiblemente se realizará con sincronismo
cardíaco y respiratorio (apnea).
3.Patología
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3.1- Anomalías congénitas:
3.1.1Agenesia del pericardio Fig. 20 on page 32 Fig. 21 on page, 33
es una anomalía poco frencuente con un amplio espectro de anomalías desde
total a un pequeño defecto parcial. La más frecuente es la agenesia parcial
del pericardio izquierdo. Fig. 22 on page 34 Fig. 23 on pageSe
35
deben a un deficit de vascularización intrauterino. Generalmente asintomática
y son un hallazgo casual en Rx de tórax o por dolor torácico inespecífico.
Puede ser sintomática con herniación de estructuras a través del defecto,
cuando esto ocurre suele herniarse la orejuela izquierda aunque puede ser
el ventrículo. Se han descrito caso de incarceración miocárdica con muerte
súbita. El 30% se asocia a otras malformaciones cardiacas o extracardíacas.
La más frecuente es una agenesia del pericadio izquierdo que condiciona una
anomalía en la posición del corazón. Se desplaza al hemitórax izquierdo
Fig. 24 on page 36 y rota Fig. 25 on page 37quedando el tabique
interventricular horizontal en el plano axial. El tronco de la arteria pulmonar
protruye en el pulmón izquierdo y la grasa epicárdica contacta con la pleura
mediastínica. Fig. 26 on page 38 Fig. 27 on page 39
3.1.2 Los divertículos y quistes Fig. 28 on page 40 Fig. 29 on
page 41 . Representa el 7% de las masas mediastínicas. Masa para o
pericardíaca raras veces producen síntomas por compresión de estructuras
cardíacas, como obstrucción del tracto de salida del ventrículo drecho. Son
más frecuentes en el ángulo cardiofrénico derecho lo que ayuda a
distinguirlos de otras lesiones quísticas torácicas como quistes broncogénicos
o tímicos. Pueden ocurrir en cualquier sitio del mediastino. Generalmente
redondeadas, unioculares, pueden ser pediculadas y/o calcificar. Los
divertículos presentan comunicación con la cavidad pericárdica y los qustes
no. Su contenido suele ser trasudado y así son lesiones de parede finas
que presentan una intensidad de señal homogénea, isointensas al LCR en
secuencias potenciadas en T2 y frecuentemente en T1. Fig. 30 on page 42
Fig. 31 on page 43 Fig. 32 on page 44 En ocasiones pueden tener un
contenido altamente proteico y en estos casos ser hiperintensos en T1.
3.2- Patología inflamatoria e infecciosa:
Pericarditis aguda
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Síndrome clínico secundario a la inflamación del pericardio, en la fase aguda
se caracteriza por tejido de granulación joven y altamente vascularizado
y depósito de fibrina.
Cuadro clinico: con dolor, roce pericárdico en la exploración y alteraciones
electrocardiográficas
Imagen RM
•
•
•
Engrosamiento pericárdico Fig. 33 on page 45
Captación de gadolinio Fig. 34 on page 46
Alteración de intensidad de señal del pericardio hiperintenso
en secuencias potenciadas en T2 con supresión grasa y STIR
Fig. 35 on page 47
Etiología
•
Por enfermedades sistémicas:#Lupus Fig. 36 on page 48 Fig.
37 on page 49 , artritis reumatoide, escleroderma
•
Postradiación Fig. 40 on page 52 Fig. 41 on page 53
•
Secundaria a patología de estructuras adyacentes como infarto
de miocardio Fig. 38 on page 50 Fig. 39 on page 51
•
Neoplásica
•
Postraumáticas
•
Idiopática
Taponamiento cardíaco
Complicación del derrame pericárdico secundaria a compresión cardíaca
que impide el llenado normal de las cavidades.
Suele asociarse a derrame en el moderados-severo aunque si se
desarrollan con rapidez puede ocasionar taponamiento pequeñas cantidades
de líquido y los derrame crónicos de instauración lenta pueden acumular
grandes cantidad sin condicionar taponamiento.
Es una complicación más frecuente en los derrame pericárdico
neoplásicos , TBC o purulentos.
Los derrames más frecuentes son de origen viral o idiopáticas por ser
estos son la causa más frecuente del tamponamiento.
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Presentación clínica es inespecífica puede cursar con disnea, dolor
torácico, síncope . Debe de sospecharse si existe
•
•
ingurgitación yugular
pulso paradójico.
El pulso paradójico es el descenso anormal de la presión sistólica y de
la amplitud de pulso durante la inspiración.
En la inspiración se crea una presión endotorácica negativa lo que trae como
consecuencia una disminución de la cantidad de sangre que sale del corazón
que se manifiesta por una disminución de la amplitud del pulso arterial con
variaciones superiores a 20 mm Hg.Es patología urgentepor lo que no
suele hacerse RM.
Cuando se hace la resonancia pude permitir determinar la etiología de
derrame y verse signos de compresión cardíaca y angulación del tabique
interventricular.
El tratamiento es pericardiocentesis.
Pericarditis crónica
La inflamación crónica del pericardio se caracteriza por progresiva
pericarditis esclerosante con fibroblastos, colágeno y menor cantidad de
fibrina Fig. 42 on page 54 Fig. 43 on page 55 .
En el estadio final se forma pericarditis fibrosante crónica con
fibroblastos y colágeno. Fig. 44 on page 56 Fig. 45 on page 57 Fig.
46 on page 58 Fig. 47 on page 59 Fig. 48 on page 60 Fig. 49 on
page 61
El hecho principal de este estadio final es un pericardio rígido con
constricción del corazón. Fig. 50 on page 62 Fig. 51 on page 63
Pericarditis constrictiva
Patología infrecuente secundaria a inflamación crónica del pericardio.
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Pericardio engrosando, fibrosado y/o calcificado y adherido al miocardio
que condiciona una limitación del llenado ventricular y reducción de la
función cardíaca. Fig. 52 on page 64 Fig. 53 on page 65 Fig. 54 on
page 66 Fig. 55 on page 67
Suele ser secundario a fibrosis y adherencias de las capas pericárdicas.
Las causas más frecuente son fibrosis postquirúrgicas Fig. 56 on page 68
Fig. 57 on page 69 Fig. 58 on page 70 , postradiación, postviral.
Antes la causa más frecuente era tuberculosa o purulenta y sigue siéndolo
en países poco desarrollados.
Puede ser secundiria a diálisis de larga evolución.
En algunos casos puede ser la primera manifestación de una pericarditis
viral subclínica de larga evolución.
Presentación clínica disnea, ortopnea
infrecuentemente hepatomegalia y ascitis
y
edema
periférico.
Más
El hallazgo radiológico más importantes es un engrosamiento pericárdico
que suele ser homogéneo y difuso Fig. 50 on page 62 Fig. 51 on page
63 , más raramente puede localizarse en el anillo AV, en el arco aórtico u
otras localizaciones. Fig. 52 on page 64 Fig. 54 on page 66Fig. 52 on
page 64
El engrosamiento pericárdico no se asocia siempre a constricción y
puedo ocurrir constricción con un pericardio de grosor normal. Fig. 33
on page 45
La resonancia es la técnica adecuada para valorar el engrosamiento
del pericardio que se presenta hipointenso tanto secuencias T1 como en
secuencias T2. La caracterización de las calcificaciones por esta técnica
subóptima.#
Un engrosamiento focal del pericardio puede condicionar constricción
si ocurre en determinadas zonas como en el surco atrioventricular. Fig.
52 on page 64
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Signos de constricción:
•
•
•
•
•
•
la tunelización de los ventrículos sobre todo el derecho, Fig. 52
on page 64
congestión de las venas cava y venas hepáticas
derrame pleural
dilatación ambas auricular Fig. 59 on page 71
rigidez del pericardio en secuencias cine Fig. 56 on page 68
movimiento paradógico del septo interventricular Fig. 60 on
page 72
La asociación un engrosamiento pericárdico y un rebote septal o
movimiento paradójico del tabique interventricular de una sensibilidad muy
alta en el diagnóstico de pericarditis constrictiva.
Anomalías morfológicas:
•
•
•
Engrosamiento pericárdico Fig. 51 on page 63
Baja señal en T1 y T2- por la fibrosis y calcificaciones Fig. 53 on
page 65 Fig. 54 on page 66 Fig. 55 on page 67
Grosor nomal del pericardio menor de 2 mm. Si mayor de 4 mm
sugiere constricción, un valor mayor de 5-6 mm tiene una
especificidad alta de constricción. Fig. 51 on page 63 Fig.
54 on page 66
El diagnóstico de pericarditis constrictiva no puede basarse únicamente
en los cambios pericárdicos.
Alteración de la función:
1.Alteración de la función diastólica: se alcaza rápidamente en la diástole
la máxima capacidad de llenado/presión ventricular con abrupto stop. La onda
E es alta y picuda y precoz y no existe onda A, es decir, la contracción
auricular no es eficaz en el llenado ventricular. Fig. 61 on page 73
2.La curva de flujo venoso muestra una disminución o ausente pico
sitólico por aumento de presión en las aurículas.
Un patrón similar puede verse en la miocardopatía restrictiva. Para distinguir
ambas debe de valorarse el flujo venosos en inspiración y espiración:
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•
•
En condiciones normales con la inspiración disminuye la
presión intratorácica y aumenta el flujo venoso sistémico y
aumenta el llenado del VD y disminuye el llenado del VI ya que
aumenta la capacidad el sistema venoso pulmonar. Lo contrario
en espiración.
En pericarditis constrictiva este patrón está aumentado por el
pericardio rígido, en la miocarditis restrictiva al patrón es normal o
disminuido.
3.Movimiento paradójico del septo interventricular que se hace convexo
hacia al VI al final de la diástole cuando comienza el llenado ventricular
derecho por el aumento de presión en el VD al no poder distenderse. Esto
aumenta en la inspiración por el diferente comportamiento de sistema venoso
sistémico y arterial comentado. Fig. 60 on page 72
La resonancia magnética es la técnica de elección para distinguir
pericarditis constrictiva de miocardiopatía restrictiva. Ambas tienen un a
clínica similar pero un tratamiento distinto:
•
•
La pericarditis constrictiva se trata con pericardiectomía Fig.
57 on page 69 Fig. 58 on page 70
la miocardiopatía restrictiva con tratamiento médico.
3.3 Patología tumoral
Los tumores primarios son muy raros, mucho más infrecuentes que las
metástasis.
El más frecuente maligno es el mesotelioma y suele asociarse a
hemopericardio.
Pericárdicos primarios:
•
•
Benignos: teratoma, lipoma Fig. 64 on page 76 , fibroma,
hemangioma, linfangioma.
Malignos:mesotelioma, linfoma primario, sarcoma.#
Teratoma es infrecuente generalmente edad pediátrica que puede causar
taponamiento cardíaco.# En imagen presentan señal grasa/ calcificaciones
Tratamiento la resección quirúrgica
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Mesotelioma constituye 50% de los tumores malignos pericárdicos y 1% de
los mesotelioma.
Presentación clínica similar a la pericarditis sin / con taponamiento cardíaco.
En RM se presenta como masas homogénea en T1 y heterogénea en T2
con importante captación de gadolinio.
El tratamiento quirúrgico con quimioterapia y radioterapia. Si los tumores son
muy infiltrantes en el momento del diagnóstico tienen mal pronóstico.
Metástasis pericárdicas están presentes en el 10-20% de las necropsias
de pacientes oncológicos según series. Fig. 65 on page 77 Fig. 66 on page
78 Fig. 67 on page 79 Fig. 68 on page 80 Fig. 69 on page 81 Fig.
70 on page 82
Las vías de acceso de los tumores al corazón son:
1 Linfática retrógrada
2 Extensión directa Fig. 71 on page 83 Fig. 72 on page 84 Fig. 73 on
page 85
3 Venosa
4 Diseminación hematógena arterial Fig. 74 on page 86
Se presentan en estadios avanzados de la enfermedad y son muy raras
como debut de la enfermedad.
Las tumoraciones primaria que más frecuentemente metastatizan al
pericardio son el pulmón Fig. 75 on page 87 Fig. 76 on page 88 Fig.
77 on page 89 , mama, leucemia, melanoma y linfoma Fig. 70 on page
82 Fig. 69 on page 81 .
Suelen presentarse con derrame pericárdico desproporcionado a la masa.
Derrame pericárdico asociado o no a engrosamiento pericárdico, nódulos o
masas.
Suelen ser asintomáticas.
La RM es superior a otras técnicas de imagen ya que delimita la masa entre
la señal del derrame y la grasa pericárdica y añade información sobre las
estructuras adyacentes como la pared del miocardio o los grandes vasos.
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En la evaluación de la invasión del pericardio por tumores adyacentes la
visualización de la línea pericárdica indica que no hay invasión
El 1% cursan con clínica de disnea, dolor torácico o tos. El derrame
se presentan como señal intermedia T1 y T2. El melanoma puede ser
hiperintenso secuencias potenciadas en T1.
Diagnóstico diferencial derrame pericárdico en paciente neoplásico:
•
•
•
Metástasis
Postratamiento secundario a la radiación o fármacos
Idiopático
Images for this section:
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Fig. 1
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Fig. 2: Imagen eje corto cine T2. Derrame periférico severo. Trasudado hipeintenso en
T2. Las flechas señalan las uniones del pericardio al esternón y diafragma.
Fig. 3: Pericarditis recurrente. Eje largo del ventrículo izquierdo en secuencia de
viabilidad tras la administración de gadolinio IV. Se observa una aptación difusa del
pericardio. Se identifica la extensión superior del pericardio sobre la aorta. No había
signos de constricción.
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Fig. 4
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Fig. 5
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Fig. 6: Imágen axial STIR. La flecha señala el receso aórtico superior.
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Fig. 7: Paciente con lesion quística isointensa al líquido en todas las secuencias
localizada entre la cava superior y la aorta. Secuencia axial potenciada en T1 sangre
negra. Receso aórico superior
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Fig. 8: Receso aórtico superior entre la cava superior y la aorta. Axial T2.
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Fig. 9: Imagen axial cine T2. Paciente con derrame epicárdico. La flecha señala el receso
pericárdico derecho de la arteria pulmonar.
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Fig. 10: Imagen axial cine T2. La flecha señala el receso izquierdo de la arteria pulmonar.
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Fig. 11: Imagen axial cine T2. Paciente con derrame pericárdico. La línea señala el
receso de la cava superior.
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Fig. 12: Imagen axial cine T2 en paciente con derrame pericárdico. Las líneas señalan
los recesos de lsa venas pericárdicas derechas e izquierdas.
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Fig. 13: Imagen coronal potenciada en T1 sangre negra. Derrame pericárdico trasudado
hiponintenso en T1. La flecha superior señala el receso de las venas pulmonares
izquierdas.
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Fig. 14: Imagen T1 axial sangre negra. Flecha anterior señala el receso aórtico superior.
Flecha posterior señala el seno transverso.
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Fig. 15
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Fig. 16
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Fig. 17: Imagen eje corto potenciada en T1 sangre negra. Derrame periférico severo.
Pueden verse las uniones del pericardio al esternón y diafragma.
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Fig. 18: Imagen axial potenciada en T1 sangre negra. Derrame pericárdico hemático.
Nivel líquido-líquido, flecha anterior, con hiperseñal parcial en T1.
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Fig. 19: Imagen axial FFE T2. Derrame pericárdico hemático, flechas, que muestra
hipointensidad de señal por el efecto paramagnético de la hemosiderina.
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Fig. 20: Agenesia completa del pericardio izquierdo. Imagen sagital potenciada en T1
sangre negra. No se ve pericardio.
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Fig. 21: Agenesia completa del pericardio izquierdo. Imagen coronal potenciada en T1
sangre negra con horizontalización del corazón y desplazamiento al hemitorax izquierdo.
No se ve pericardio.
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Fig. 22: Paciente con agencia parcial del pericardio izquierdo. Eje corto potenciado en
T1. no se ve pericardio anterior, la grasa epicárdica contacta con la grasa mediastínica.
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Fig. 23: Agenesia parcial de pericardio. Mismo paciente que en la imagen anterior.
Imagen eje corto potenciado en T1. La flecha señala el pericardio remanente
adelgazado. Se ve pericardio sobre la raíz aórtica.
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Fig. 24: Imagen coronal potenciada en T1. Agenesia parcial del pericardio. El corazón
está desplazado situado prácticamente en el hemitorax izquierdo, está rotado y
horizontalizado.
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Fig. 25: Agenesia completa del pericardio izquierdo. Imagen axial potenciada en T1
sangre negra. Muestra el corazón rogado con el tabique interventricular horizontal y
desplazado al hemitorax izquierdo. No se ve pericardio.
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Fig. 26: Agenesia parcial del pericardio. Imágen axial potenciada en T1 sangre negra.
En este caso no se introduce pulmón entre la raíz aórtica y la pulmonar ya que hay
pericardio sobre la raíz aórtica.
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Fig. 27: Agenesia completa del pericardio izquierdo. Imagen axial potenciada en T1
sangre negra. Muestra el corazón rogado con el tabique interventricular horizontal y
desplazado al hemitorax izquierdo. No se ve pericardio. El aire del pulmón se introduce
entre la aorta ascendente y la arteria pulmonar.
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Fig. 28: Receso aórtico superior entre la cava superior y la aorta. Secuencia potenciada
en T2 coronal.
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Fig. 29: Líquido localizado en el receso pericárdico aórtico superior que peristió en la
misma localización en controles posteriores lo que planteó el diagnóstico diferencial con
quiste pericárdico. Imagen sagital potenciada en T2. Lesión de contenido isointenso al
LCR.
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Fig. 30: Líquido localizado en el receso pericárdico aórtico superior que peristió en la
misma localización en controles posteriores lo que planteó el diagnóstico diferencial con
quiste pericárdico. Imagen axial potenciada en T2 a la altura de la salida de los troncos
supraaóricos. La lesión es isointensa al LCR y se continúa hasta la altura de la salida
de los troncos supreaórticos.
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Fig. 31: Líquido localizado en el receso pericárdico aórtico superior que peristió en la
misma localización en controles posteriores lo que planteó el diagnóstico diferencial con
quiste pericárdico. Imagen axial potenciad en T1 sangre negra.
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Fig. 32: Líquido localizado en el receso pericárdico aórtico superior que peristió en la
misma localización en controles posteriores lo que planteó el diagnóstico diferencial
con quiste pericárdico. Imagen axial de difusión. La lesión no presenta restricción de la
difusión como corresponde al líquido.
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Fig. 33: Pericarditis recurrente. Imagen axial potenciada en T1 sangre negra. Se observa
un engrosamiento difuso moderado del pericardio. No había signos de constrición.
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Fig. 34: Miopericarditis, Triple IR T1 tras la administración de gadolinio IV. Se observa
captación del miocardio y epicardio.
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Fig. 35: Miopericarditis. Imagen STIR eje corto. Aumento de señal en el miocardio
subepicárdico y pericárdico
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Fig. 36: Paciente con LES y pericarditis de repetición. Imagen 4 cámaras estudio
viabilidad tras la administración de gadolinio IV. Engrosamiento y captación peircárdica.
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Fig. 37: Paciente con LES y pericarditis de repetición. Imagen eje corto estudio viabilidad
tras la administración de gadolinio IV. Engrosamiento y captación peircárdica.
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Fig. 38: Paciente con IAM. Imagen eje corto cine T2. La flecha señala pequeño derrame
pericárdico.
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Fig. 39: Paciente con infarto agudo de miocardio. Imagen eje corto en el estudio de
vianbilidad. La flecha señala captación del pericardio. La línea señala la captación del
miocardio infartado.
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Fig. 40: Paciente con antecedente de radioterapia por linfoma. Imagen eje corto.
Secuencia potenciada en T1 sangre negra. La flecha señala el engrosamiento difuso
del pericardio.
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Fig. 41: Paciente con antecedente de radioterapia por linfoma. Imagen eje largo
ventrículo izquierdo. Secuencia de viabilidad tras la administración IV de gadolinio.
Captación difusa del pericardio.
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Fig. 42: Paciente con cardiopatía congénita intervenida. Imagen coronal potenciada en
T1. Pericarditis crónica posquirúrgica con hematoma pericárdico. Engrosamento focal
del pericardio con lesión fusiforme con centro hiperintenso en T1 e hipointenso en T2.
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Fig. 43: Paciente con cardiopatía congénita intervenida. Imagen coronal potenciada en
T1. Pericarditis crónica postquirúrgica con hematoma pericárdico. Lesión fusiforme con
centro hiperintenso en T1 e hipointenso en T2.
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Fig. 44: Paciente con antecedente de timoma tratado con cirugía y radioterapia 11
años antes. Imagen de sustracción T1 con y sin gadolinio IV coronal. Lesión focal
fusiforme pericárdica, con captación marcada periférica irregular con mayor grosor en la
periferia. Efecto masa sobre el miocardio. De tamaño estable en 5 años de seguimiento.
Compatible con cambios secundarios al tratamiento, probable hematoma pericardico
asociado a fibrosis.
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Fig. 45: Paciente con antecedente de timoma tratado con cirugía y radioterapia 11
años antes. Imagen axial potenciada en T1 con supresión grasa. Lesión focal fusiforme
pericárdica, hiperintensa bien delimitada con efecto masa sobre el miocardio. De tamaño
estable en 5 años de seguimiento. Compatible con cambios secundarios al tratamiento,
probable hematoma pericardico asociado a fibrosis.
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Fig. 46: Paciente con antecedente de timoma tratado con cirugía y radioterapia 11 años
antes. Imagen potenciada en T2 axial. Lesión focal fusiforme pericárdica, hetereointensa
bien delimitada con efecto masa sobre el miocardio. De tamaño estable en 5 años de
seguimiento. Compatible con cambios secundarios al tratamiento, probable hematoma
pericardico asociado a fibrosis.
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Fig. 47: Paciente con antecedente de timoma tratado con cirugía y radioterapia 11 años
antes. Imagen potenciada en T1 axial. Lesión focal fusiforme pericárdica, hetereointensa,
con focos hipertensos, bien delimitada con efecto masa sobre el miocardio. De tamaño
estable en 5 años de seguimiento. Compatible con cambios secundarios al tratamiento,
probable hematoma pericardico asociado a fibrosis.
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Fig. 48: Paciente con antecedente de timoma tratado con cirugía y radioterapia 11
años antes. Imagen de sustracción T1 sin y con gadolinio IV. Lesión focal fusiforme
pericárdica, con captación periférica más marcado en el borde externo, con efecto masa
sobre el miocardio. De tamaño estable en 5 años de seguimiento. Compatible con
cambios secundarios al tratamiento, probable hematoma pericardico asociado a fibrosis.
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Fig. 49: Paciente con antecedente de timoma tratado con cirugía y radioterapia 11
años antes. Imagen potenciada en T2 coronal. Lesión focal fusiforme pericárdica,
hetereointensa bien delimitada con efecto masa sobre el miocardio. De tamaño estable
en 5 años de seguimiento. Compatible con cambios secundarios al tratamiento, probable
hematoma pericardico asociado a fibrosis.
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Fig. 50: T1 axial. Engrosamiento pericardico marcado en paciente con antecedentes de
pericarditis.
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Fig. 51: T1 coronal. Engrosamiento pericárdico marcado en paciente con antecedente
de pericarditis.
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Fig. 52: Pericarditis crónica constrictiva. Engrosamiento del pericardio con
calcificaciones. El estudio de función mostraba signos de pericarditis constrictiva. Imagen
4 cámaras cine potenciada en T2. La flecha señala un engrosamiento pericárdico
con hipointensidad severa por la calcificación del pericardio que deforma el ventrículo
izquierdo.
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Fig. 53: Pericarditis crónica constrictiva. Engrosamiento del pericardio con
calcificaciones. El estudio de función mostraba signos de pericarditis constrictiva. Imagen
eje corto FFE potenciada en T2. La flecha señala un engrosamiento pericárdico con
hipointensidad severa por la calcificación del pericardio.
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Fig. 54: Pericarditis crónica constrictiva. Engrosamiento del pericardio con
calcificaciones. El estudio de función mostraba signos de pericarditis constrictiva. Imagen
sagital cine potenciada en T2. La flecha señala un engrosamiento pericárdico con
hipointensidad severa por la calcificación del pericardio que deforma el ventrículo
izquierdo.
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Fig. 55: Pericarditis crónica constrictiva. Engrosamiento del pericardio con
calcificaciones. El estudio de función mostraba signos de pericarditis constrictiva.
Imagen axial potenciada en T2. La flecha señala un engrosamiento pericárdico con
hipointensidad severa por la calcificación/fibrosis del pericardio.
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Fig. 56: Pericarditis constrictiva. Paciente postneumonectomía izquierda y plasta de
pericardio de oveja. Se realiza RM en paciente con mala ventana ecográfica por
fallo cardiáco izquierdo. Imagen axial potenciada en T2 que presenta engrosamiento
pericárdico con marcada hipontensidad, dilatación moderada de ambas aurículas
con leve reducción de la función sistólica de ambos ventrículos y disfunción
diastólica. Presentaba movimiento sigmoideo del septo interventricular. Reducción de
los volúmenes telediástolicos de ambos ventrículos. Derrame pleura derecho y ausencia
de derrame pericárdico. En la cirugía la plasta estaba adherida y calcificada.
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Fig. 57: Pericarditis constrictiva. Paciente postneumonectomía izquierda con plastia
de pericardio de oveja. Se realiza RM en paciente con mala ventana ecográfica por
fallo cardiáco izquierdo. Imagen axial potenciada en T1 que presenta engrosamiento
pericárdico, dilatación moderada de ambas aurículas con leve reducción de la función
sistólica de ambos ventrículos y disfunción diastólica. Presentaba movimiento sigmoideo
del septo interventricular. Reducción de los volúmenes telediástolicos de ambos
ventrículos. En la cirugía la plasta estaba marcadamente adherida y calcificación de la
plasta
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Fig. 58: Se realizó ventana pericardica. Estudio posqurirúrgico axial potenciada en
T1. Persinten cambios en relación con neumonectomía. Las cavidades cardíacas
recuperaron su morfología y función. No hay derrame pleura derecho.
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Fig. 59: Imagen cine T2 4 cámaras. Marcada dilatación de las aurículas. Dilatación
marcada de la orejuela izquierda.
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Fig. 60: Imagen cine T2 eje corto. Paciente con pericarditis constrictiva. Movimiento
paradójico del septo interventricular.
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Fig. 61
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Fig. 62
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Fig. 63: Pericarditis recurrente. Eje cuatro cámaras cine T2. Se observa un
engrosamiento leve difuso del pericardio. No había signos de constrición.
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Fig. 64: Lipoma pericárdico con infiltración del pericardio.
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Fig. 65: Linfoma. Eje corto T1 sangre negra con supresión grasa tras la administración
de gadolinio. Captación difusa del pericardio.
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Fig. 66: Linfoma. Eje corto, viabilidad. Captación difusa del epicardio.
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Fig. 67: Linfoma. Eje corto cine T2. Masa que infiltra el miocardio, grasa epicárdica,
epicardio y extensión mediastínica.
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Fig. 68: Linfoma. Eje corto T1 sangre negra. Masa isointensa al miocardio que infiltra
la grasa epicárdica y el epicardio.
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Fig. 69: Linfoma. Eje corto potenciado en T1 sangre negra. Masa que infiltra el miocardio,
grasa epicárdica y epicardio.
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Fig. 70: Linfoma. Plano valvular cine T2. Masa hipointensa que infiltra el miocardio, grasa
epicárdica, epicardio y extensión mediastínica.
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Fig. 71: Imagen sagital potenciada en T1. Masa mediastínica con invasión del
pericarádico. AP Tumor de células germinales del seno endodérmico con amplia
infiltración del pericardio,
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Fig. 72: Imagen axial potenciada en T2. Masa mediastínica con invasión del
pericarádico. AP Tumor de células germinales del seno endodérmico con amplia
infiltración del pericardio,
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Fig. 73: Imagen coronal potenciada en T2. Masa mediastínica con invasión del
pericarádico. AP Tumor de células germinales del seno endodérmico con amplia
infiltración del pericardio.
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Fig. 74: Metástasis pericárdica de osteosarcoma.
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Fig. 75: Paciente con tumor pulmonar con invasión de la pleura parietal sin invasión de
la pleura visceral ni miocardio.
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Fig. 76: Viabilidad. Paciente con tumor pulmonar con invasión de la pleura parietal sin
invasión de la pleura visceral ni pericardio.
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Fig. 77: Imagen 4 cámaras T2 cine. Paciente con tumor pulmonar e invasión
del pericardio parietal. En la secuencia cine se ve un movimiento del miocardio
independiente del tumor pleural.
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Conclusiones
1- La RM permite una adecuada valoración del pericardio superior a otras
técnicas de imagen. Por su disponibilidad y bajo coste la ecocardiografía
persite como técnica de primera elección en el estudio inicial del percardio.
2-Es fundamental para el radiólogo conocer la anatomía y principales
patologías del pericardio y las secuencias adecuadas para realizar un estudio
y diagnóstico correctos.
3-La RM permite:
•
•
•
•
•
Una valoración de todo el pericardio mostrando su morfología y
una aproximación histologica por medio de la valoración de su
intensidad de señal.
Ofrece una correcta valoración del derrame pericárdio, tanto en
su distribución, presencia de loculaciones y contenido.
Una valoración funcional de la repercusión de la patología
pericárdica.
Es útil principalmente en los casos en los que se plantea el
diagnóstico diferencial entre miocardiopatía restrictiva o
pericarditis constrictiva.
Es fundamental en la valoración del pericardio en los casos en
que la información ecocardiografica es insuficiente, difícil de
interpretar o existe discordancia con la clínica como en los
pacientes con mala ventana acústica, con derrames loculados,
pequeños o de difícil acceso ecográfico.
4-La principal característica por imagen de la pericarditis constrictiva es
la rigidez del pericardio.
5-Un pericardio de grosor normal no excluye pericarditis constrictiva.
6-El movimiento paradógico del septo interventricular suele estar presente
en la constricción pericárdica y es más marcado en inspiración.
7-Pequeñas cantidades de líquido pueden condicionar un taponamiento
cardíaco si se instaura con rapidez.
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Fig. 52: Pericarditis crónica constrictiva. Engrosamiento del pericardio con
calcificaciones. El estudio de función mostraba signos de pericarditis constrictiva. Imagen
4 cámaras cine potenciada en T2. La flecha señala un engrosamiento pericárdico
con hipointensidad severa por la calcificación del pericardio que deforma el ventrículo
izquierdo.
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