PARLAMENTO EUROPEO 6 de junio de 2000 DOCUMENTO DE TRABAJO obre las medidas destinadas a aplicar el apartado 2 del artículo 299: Regiones ultraperiféricas de la Unión Europea (COM(2000) 147 - C5-0247/2000 - 2000/2135(COS)) Comisión de Política Regional, Transportes y Turismo Ponente: DT\379935ES.doc TRADUCCIÓN EXTERNA Margie Sudre PE 286.573 Introducción Las Azores, las Canarias, Guadalupe, Guyana, Madeira, Martinica y la Reunión, estas regiones situadas a miles de kilómetros entre sí y del continente europeo, bañadas por mares distintos, forman, no obstante, un conjunto particular, cuya especificidad ha sido definida en el Tratado de Maastricht y cuya unicidad se reconoce en el Tratado de Amsterdam sobre la base de un concepto innovador: la ultraperiferia. La particular acumulación de desventajas que afecta a dichas regiones, así como las ventajas especiales que poseen, plantean a la Unión Europea un reto especial con respecto a su capacidad de promover un modelo de desarrollo basado en la cohesión, el crecimiento y la defensa de los valores democráticos. Después de definir el concepto de ultraperiferia, esta ponente describirá las respuestas facilitadas por las instituciones comunitarias, primero sobre la forma de los POSEI y a continuación sobre la de un nuevo artículo del Tratado; luego abordaremos las expectativas que dicha revisión despierta entre estas regiones y el enfoque adoptado por la Comisión para su aplicación. El presente documento de trabajo pretende servir de base para los debates de nuestra Comisión a fin de que esta ponente pueda elaborar el proyecto de informe que les será presentado posteriormente. El concepto de "ultraperiferia" En primer lugar, la ultraperiferia, al igual que la periferia, se define en función del “centro” y se mide en función de un dato objetivo: la distancia. Por ello, el gran alejamiento constituye para las regiones ultraperiféricas (RUP) un factor desfavorable para atraer inversiones (debido a la distancia con los mercados solventes), un factor de incremento de costes para los intercambios de bienes y servicios y reduce los efectos sinérgicos necesarios para el desarrollo, habida cuenta de la tendencia natural de los centros de decisión de ubicarse en el centro. En segundo lugar, la ultraperiferia se caracteriza en lo esencial por su dimensión marítima, sobre todo si se tiene en cuenta que seis de las siete RUP son islas. En tercer lugar, la teoría que demuestra que sin una política correctiva la acumulación de la riqueza se concentraría en las zonas cada vez más densas en detrimento de una distribución armoniosa en todo el territorio europeo, se aplica aquí a rajatabla: En 1999, seis de las siete RUP formaban parte de las diez regiones más desfavorecidas de la Unión Europea, y en ellas la tasa de desempleo y subempleo duplica con creces la media europea. Sin embargo, la tentación de reducir el concepto de ultraperiferia a los de periferia o insularidad, sean cuales sean los lazos de proximidad y de solidaridad que las unan, muestra lo difícil que resulta aceptar la aparición de nuevos conceptos. Las propias características de la ultraperiferia, minuciosamente detalladas por la Comisión desde 1987, precisadas en el plano jurídico a través de los Tratados de Maastricht y Amsterdam, no se basan en un criterio particular, sino en una acumulación especial de caracteres. Es el carácter PE 286.573 2/7 DT\379935ES.doc TRADUCCIÓN EXTERNA simultaneo de las cuatro características siguientes las que dan una naturaleza única a este concepto: - la integración en un doble espacio geoeconómico diferenciado, formado, de una parte, por una zona geográfica de proximidad, y de otra, por un espacio geopolítico distintivo y alejado o de un espacio geoeconómico caracterizado por la preponderancia de los intercambios; - la muy reducida dimensión del mercado interior local, derivada del tamaño de la población; - el aislamiento relativo debido a la situación insular o determinada por obstáculos naturales permanentes; - las condiciones geográficas y climáticas que limitan el desarrollo endógeno de los sectores primarios y secundarios (ausencia de materias primas, zonas de vulcanismo activo...). Los POSEI: un enfoque innovador para responder a una situación particular Para hacer frente a la extrema diversidad existente dentro de la CEE, en 1986 la Comisión toma la iniciativa de llevar a cabo una reflexión pormenorizada y global sobre la problemática de los territorios integrados en la Comunidad que no se encuentran en el continente europeo. La creación de un Grupo Interservicios dentro de la Comisión constituye un símbolo del enfoque horizontal que inspira a los POSEI (Programa de opción específica al alejamiento y la insularidad). Este grupo se encarga de crear “un marco adecuado para la aplicación de las políticas comunes”, primero para los DOM franceses, para Madeira y las Azores y, por último para las islas Canarias. Los programas POSEI, cuya ejecución se inició en realidad en 1991, concentran sus intervenciones en dos temas principales: - la adaptación de la Política Agrícola Común a las condiciones particulares de producción de las RUP (relacionadas sobre todo con el gran alejamiento y un relieve a menudo accidentado) y a la naturaleza de determinadas producciones (plátano, caña de azúcar, plantas tropicales, etc.); - el mantenimiento y, sobre todo, el ordenamiento de las disposiciones fiscales y aduaneras particulares de las que se benefician dichos territorios. El objetivo de los POSEI, al igual que las prioridades desarrolladas en el marco de la colaboración, han permitido abordar temas diferenciados, como las zonas francas, la artesanía, la energía y el medio ambiente, la cooperación regional e incluso la pesca. La aplicación de los Fondos Estructurales, reforzada y profundamente renovada en 1989, ha constituido una respuesta complementaria para los sectores abarcados, en el marco del objetivo de reducción del retraso económico y social. DT\379935ES.doc TRADUCCIÓN EXTERNA 3/7 PE 286.573 Pero la continua evolución de los POSEI ha sido demasiado parcial, cuando el método debería haber incitado a las partes a enriquecer, ampliar y adaptar dichos programas de manera dinámica. Además, determinadas cuestiones han quedado sin respuesta concreta, como la articulación de las políticas comunitarias en las zonas geográficas de las RUP o la adaptación de la política de competencia para las empresas. Al comprobar el carácter inmovilista de los POSEI y tomando en cuenta las causas de dicho fenómeno, los Estados interesados, fuertemente estimulados por los poderes regionales, decidieron a principios de 1995 utilizar la Conferencia Intergubernamental para profundizar la política comunitaria a favor de las RUP. Al proponer la inclusión de un artículo relativo a las RUP en el Tratado, su planteamiento se basaba en dos necesidades y una certeza: - consolidar las bases jurídicas que habían justificado el tratamiento diferenciado de la ultraperiferia; - evitar toda dilución del concepto, en particular para no confundirlo con las nociones de región desfavorecida o de zona con desventajas permanentes; - tener en cuenta los nuevos retos a los que se enfrenta la Unión Europea, ya sea la ampliación, la globalización, la creciente integración de las economías o el desarrollo de la cooperación regional. Resulta paradójico que haya sido una CIG decepcionante desde el punto de vista de los desafíos planteados por la ampliación la que haya permitido, en pleno proceso de integración europea, reconocer que determinadas partes del territorio comunitario tienen grandes posibilidades de adaptaciones y derogaciones en interés de su desarrollo. El apartado 2 del artículo 299 del Tratado de Amsterdam El Tratado reconoce a las RUP una situación económica y social difícil, agravada por limitaciones específicas, cuya persistencia y conjugación provocan un grave prejuicio para su desarrollo. Estas características, que las diferencian de los demás territorios de la Unión, representan, para los autores del Tratado de Amsterdam, un motivo suficiente para que las instituciones comunitarias tengan la obligación de “adoptar las medidas pertinentes”. Este tratamiento diferenciado en la aplicación del derecho derivado y de las diversas políticas de la Unión debe tener los fines generales contemplados en el artículo 2 del TUE y, en particular, fomentar: un desarrollo armonioso, equilibrado y sostenible de las actividades económicas en el conjunto de la Comunidad; un alto nivel de empleo y de protección social; la igualdad entre el hombre y la mujer; un crecimiento sostenible y no inflacionista; un alto grado de competitividad y de convergencia de los resultados económicos; un alto nivel de protección y de mejora de la calidad del medio ambiente; la elevación del nivel y de la calidad de vida; la cohesión económica y social y la solidaridad. PE 286.573 4/7 DT\379935ES.doc TRADUCCIÓN EXTERNA De esta forma se refuerza la idea de proceder a la máxima flexibilización posible de las normas vigentes, utilizando los instrumentos más adecuados para resolver los problemas concretos de dichas regiones y recurriendo, de ser necesario, a excepciones adaptadas a su realidad regional, sin que ello represente una amenaza grave para los intereses comunitarios. Las prioridades actuales son ligeramente diferentes de las de 1987. La competencia cada vez más global, la aparición de bloques regionales, de nuevos mercados denominados emergentes (algunos de ellos vecinos de la Europa de los 15, otros próximos geográficamente de las RUP), la innovación, la educación, las tecnologías de la información y la comunicación, constituyen otros tantos retos para el día de mañana. ¿Cómo garantizar una cohesión social, un desarrollo duradero para espacios en los que la tasa de desempleo supera el 20% de la población activa y con una fuerte expansión demográfica en la mayoría de ellos? ¿Cómo tener en cuenta la extrema dependencia de dichos territorios del clima (espacio insular, ciclones, etc.) ante la incertidumbre de los cambios climáticos actuales? La Unión no debe perder de vista que estas regiones, situadas en el punto de contacto de zonas económicas y políticas cuya influencia aumentará a lo largo del siglo XXI (zona del Caribe, Mediterráneo, Océano Índico, MERCOSUR, África, etc.), participan en la proyección del modelo económico y social europeo. Las peticiones de los RUP relativas a la aplicación del apartado 2 del artículo 299 Los Gobiernos español, francés y portugués, al igual que las regiones ultraperiféricas, presentaron a la Comisión una serie de memorándums en los que exponían las medidas y el método que debe utilizarse para una aplicación ambiciosa del apartado 2 del artículo 299 del TUE. Si bien el artículo 8 del TUE es sumamente claro por lo que se refiere a la defensa de los derechos e intereses de los ciudadanos de la Unión, hay que señalar que, en la práctica y en vista de su alejamiento, los ciudadanos europeos de las regiones ultraperiféricas se han visto privados del ejercicio de sus derechos y carecen de las oportunidades con que cuentan los ciudadanos de la Europa continental. A menudo ello se debe a que las normas y procedimientos adoptados para ejecutar los programas comunitarios (investigación, movilidad de los jóvenes, etc.) no tienen debidamente en cuenta las realidades de dichas regiones, en particular, aquellas relacionadas con los costes de la ultraperiferia. En las RUP es de suma importancia promover aún más la igualdad de oportunidades para los ciudadanos (sobre todos los jóvenes y los desempleados), para las universidades, las empresas (a fin de permitirles acceder a los mercados y a la financiación de sus proyectos) e incluso para los centros regionales dedicados a la innovación, la investigación y el desarrollo tecnológico. El carácter horizontal de las disposiciones que deben figurar en la política a favor de las RUP hace que sea más necesaria una coherencia reforzada de las medidas, sobre todo en vista de unos recursos financieros limitados. DT\379935ES.doc TRADUCCIÓN EXTERNA 5/7 PE 286.573 Es importante prever que cualquier propuesta de acto de alcance general vaya acompañada, en el momento de su estudio por el Colegio de Comisarios, por una ficha simplificada de impacto sobre las RUP, en base al apartado 2 del artículo 299. Asimismo, la concertación sistemática entre la Comisión, las autoridades nacionales de los Estados miembros interesados y las regiones ultraperiféricas constituye la única forma adecuada para que esta política tenga éxito. Urge dotarse de los instrumentos para una colaboración más rigurosa, tomando como ejemplo el método utilizado en materia de gestión de los Fondos Estructurales. Además de un comité consultivo compuesto por representantes de la RUP y encargado de emitir su opinión sobre el funcionamiento regular de la colaboración entre las regiones y la Comisión, sería oportuno crear un foro de diálogo que incluya a los Estados miembros interesados, al Parlamento Europeo, al Comité de las Regiones y a los interlocutores socioprofesionales. Este foro institucionalizado se reuniría cada dos años, una vez en Bruselas y la otra en una de las RUP, y estaría encargado, sobre la base del informe de la Comisión, de hacer un seguimiento de los avances observados en la aplicación del apartado 2 del artículo 299 y de presentar propuestas relativas a la adaptación de las políticas comunitarias a medida que se elaboran. La valorización de las ventajas particulares de las RUP constituye la única estrategia capaz de garantizar un desarrollo endógeno y sostenible para estas regiones: no se trata simplemente de mantener, conservar y proteger, sino de valorar, atraer, irradiar y cooperar. Si bien la existencia misma de una agricultura familiar en su aspecto multifuncional (ecodesarrollo, ecoturismo, ordenamiento del territorio regional) sigue siendo decisivo debido a los efectos inducidos, la tendencia general hacia una baja de precios en el sector primario permite abrigar pocas esperanzas de que se cree empleo. Deberían trazarse dos ejes a escala comunitaria: - reforzar el apoyo al sector productivo y, en particular, al dedicado a los mercados exteriores (incluyendo los servicios y el turismo), - concentrar, en una lógica espacial de desarrollo del territorio europeo, la localización y las intervenciones en los sectores de la sociedad de la información, educación y formación, investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, nodos logísticos y medio ambiente. La originalidad de estos ejes resulta esencialmente de la ubicación de las RUP: partiendo de esta realidad geoeconómica y utilizándola como una ventaja y no como un obstáculo para el desarrollo, deberían definirse las principales medidas. El informe de la Comisión El informe de la Comisión no constituye una respuesta propiamente dicha a las peticiones manifestadas en los memorándums. En su primera parte, este informe presenta un balance de la acción comunitaria desde 1989 y de los efectos observados sobre el desarrollo de las RUP. PE 286.573 6/7 DT\379935ES.doc TRADUCCIÓN EXTERNA En su segunda parte, la Comisión precisa que, en el marco de su informe, no está en condiciones de dar respuesta a todas las preguntas planteadas y propone orientaciones y medidas destinadas “a continuar y reforzar las acciones emprendidas” sobre la base del apartado 2 del artículo 299. Los sectores estudiados son la agricultura, la pesca, los fondos estructurales, los préstamos del BEI, las ayudas estatales, la fiscalidad, las aduanas, el apoyo a las PYME, a la artesanía y al turismo, los transportes, la energía, el medio ambiente, la sociedad de la información, la investigación y desarrollo o la cooperación regional. Aunque se limita a esbozar orientaciones para cada uno de estos sectores, la Comisión aporta, no obstante, una respuesta sobre algunos puntos. Así, en materia de ayudas estatales, por ejemplo, acepta el principio de que las ayudas al funcionamiento no sean degresivas ni tengan una duración limitada, pero no hace suyas las peticiones relativas al beneficio automático de la derogación contemplada en la letra a) del apartado 3 del artículo 87 para las RUP ni la flexibilización de la definición de PYME. La posición de la Comisión debería cambiar, ya que resulta evidente que algunas categorías de ayudas concedidas a las empresas de las RUP no pueden afectar a los intercambios entre los Estados miembros ni distorsionar la competencia, por lo que no responden a los criterios del artículo 87. Respecto de la mayoría de los temas planteados por las regiones ultraperiféricas, la Comisión se reserva la posibilidad de estudiar, “caso por caso”, en qué sentido responderá a las demandas manifestadas. El apartado 2 del artículo 299 expresa ante todo una voluntad política y la Comisión tiene intención de mostrarse eficaz en su aplicación. Si bien las puertas no están cerradas a una evolución que tenga en cuenta el enfoque comunitario respecto de las RUP, habrá que demostrar la necesidad y la proporcionalidad de las medidas contempladas en cada uno de los expedientes mencionados. Conclusión Esta ponente intentará reaccionar de manera constructiva a las orientaciones recogidas en el documento objeto de estudio a fin de prestar a la Comisión y al Grupo Interservicios el apoyo del Parlamento Europeo para permitir una rápida aplicación de la obligación que tienen las instituciones comunitarias de adaptar el conjunto de las políticas de la Unión a la situación particular de las RUP. Esta ponente desea que el Parlamento Europeo sea consultado por la Comisión y el Consejo en el momento en que se produzcan las primeras propuestas de aplicación del apartado 2 del artículo 299. Por último, la Presidencia francesa del Consejo, entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2000, debería suponer una ventaja que esta ponente no desea desperdiciar. DT\379935ES.doc TRADUCCIÓN EXTERNA 7/7 PE 286.573