Evidencias arqueologicas de la relacion entre el hombre y los

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Evidencias arqueológicas de la relación del Hombre con los animales en la América Prehispánica
mechanisms. In the archaeological record
legacy of the great American cultures can
verify the role of animals in these
communities at different times and historical
contexts before the Spanish conquest.
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Evidencias
arqueológicas de la
relación del hombre
con los animales en la
América Prehispánica
Conferencia pronunciada el 14 de mayo de 2012,
Casas del Tratado. Tordesillas1
Iván García Vázquez
2
Arqueólogo e Historiador
Arbotante Patrimonio e Innovación SL
ivangv@arbotante.com
RESUMEN
El hombre americano siempre ha
coexistido
con
otros
animales,
desarrollándose, a través de un proceso
secuencial milenario, diferentes relaciones
entre ellos y su entorno. En este sentido,
las fieras salvajes representan no solo un
recurso material, si no que también se
establecen una serie de mecanismos
ideológicos. En el registro arqueológico
legado de las grandes culturas americanas
se puede comprobar el protagonismo de
los animales en diferentes comunidades,
en diversos momentos y contextos
históricos previos a la conquista española.
Palabras
recolector,
mitología.
Iván García Vázquez
clave:
Amerindio,
cazadorsedentarización,
domesticación,
ABSTRACT
The American man has always
coexisted with other animals, developing
different relationships with each other and
the environment. In this sense, the wild
beasts represent a material resource, but
also establishes a series of ideological
1 La caza de macrofauna como medio
de subsistencia del periodo paleoindio
pleistocénico (14.000 a.C.-7.500 a.C.)
1.1.- Las bandas cazadoras
El Pleistoceno es una época de
clima frío que culturalmente coincide con el
Paleoindio, y se caracteriza por ser el
contexto cronológico en el que se produce
la colonización americana de gentes
provenientes de Siberia, que entraron por
el estrecho de Bering durante el periodo
glacial, siguiendo a las grandes manadas
de animales para subsistir.
Aquellos contingentes humanos
estaban formados por pocas bandas de
unos 25 ó 30 miembros, que se dedicaban
a la caza mayor de bisontes, mamuts, y
otros grandes mamíferos. La técnica de
caza era el hostigamiento y acorralamiento
en cazaderos, donde les daban muerte a
lanzadas, librando una dura lucha. Una vez
muerto, el animal era desollado y
descarnados
aquellos
mastodónticos
cuerpos, aprovechando su piel como
vestido, su carne como alimento y sus
huesos para realizar útiles.
Hacia el final del periodo se
produce el calentamiento holocénico, que
propició un cambio en los hábitats.
Aquellos grandes herbívoros propios de un
clima frío se extinguieron, desapareciendo
hasta 200 géneros de animales entre los
que cabe citar al mamut, mastodonte,
smilodon, tapir, équidos, cérvidos,
camélidos o felinos.
Hallazgos de procedentes de Costa
Rica, Panamá y Nicaragua son algunos
caballos,
perezosos
gigantes,
gliptodontes, mastodontes, tortugas,
venados, tayasuidos y tapires, que han
sido descubiertos en yacimientos como
costarricenses de Finca Guardiria, o el valle
del río Reventazón, ambos en el cantón de
Turrialba, o en La Yeguada, en Panamá.
1
Conferencia pronunciada dentro del Congreso"El hombre
y otros animales. Encuentros y desencuentros desde la
Antropología" Centro tordesillas de Relaciones con
Iberoamérica. Universidad de Valladolid
2
HTTP://WWW.LINKEDIN.COM/PUB/IV%C3%A1NGARC%C3%ADA-V%C3%A1ZQUEZ/49/818/221
1.2.- La cultura Clovis
En 1927 se descubrió en Folsom
(Nuevo México, EEUU) una punta de lanza
1
Evidencias arqueológicas de la relación del Hombre con los animales en la América Prehispánica
tipo clovis entre dos costillas de un bisonte
extinguido en el pleistoceno. Era la primera
prueba de que el hombre paleoamericano
había habitado allí en el pleistoceno, y de
que se dedicaba a la caza de grandes
mamíferos. En otros puntos de América
han
aparecido
asociados
arqueológicamente artefactos de piedra
con huesos de caballo, camello y
mastodonte, y también puntas vinculadas a
restos de mamut, en contextos de cazadero
de gentes de la cultura Clovis, que además
cazaban otros grandes mamiferos como el
bisonte, caribú, alce y buey almizclero.
1.3.- Adaptaciones y manifestaciones
ideológicas
En este periodo se documentan las
primeras manifestaciones artísticas del
hombre americano, representadas por dos
piezas de arte paleoindio que plasman la
relación del hombre y los animales en un
contexto ideológico. La primera de ellas es
la cabeza de un cánido similar a un coyote,
tallada sobre la vértebra de un camello, que
fue recuperada en Tequixquiac (México) en
1870. La segunda es parte de una pelvis de
paquidermo, decorada con líneas incisas
que representan a un tapir, dos bisontes y
un mamut (Canby, 1979) procedente de
Valsequillo (Costa Rica), y de difícil
datación.
2 El periodo Arcaico y la
especializada (7500 aC-2500 aC)
caza
La llegada del holoceno produjo un
complicado abanico ambiental cuyos
efectos se tradujeron en el desarrollo de
multitud
de
adaptaciones
culturales
particulares:
La
dieta
se
orientó
paulatinamente hacia la recolección de
especies vegetales silvestres, y las
actividades cinegéticas se enfocaron hacia
animales más pequeños, desarrollándose
técnicas novedosas como la caza a
distancia con el empleo de arcos y
proyectiles,
lanzadores
de
dardos,
boleadoras o cerbatanas, y la caza de
seguimiento: acecho al animal, siguiendo
su rastro, previamente a su captura.
Es en este desarrollo de nuevas
técnicas donde el hombre intenta
comprender al animal acechado. Debe
conocer que come cada animal, para saber
cuando es el mejor momento del día, pero
también conoce su hábitat, nidos,
madrigueras,
cuevas…
el
indígena
americano desarrolla sistemas sostenibles:
Iván García Vázquez
evitar esquilmar las manadas o jaurías,
respetando las épocas de cría.
Se produce una diversificación de
la dieta de tipo estacional: en época de
recogida de frutos se caza menos que en
invierno, y ello condiciona la estabilidad de
los campamentos, que pueden durar desde
semanas hasta estaciones completas.
En Guilá Naquitz (Oaxaca, México)
la cueva se utilizó anualmente entre agosto
y diciembre, que es la época en la que se
pudieron recoger nueces, frutos, vainas de
legumbres, calabaza, mezquite y pencas
de maíz para asar. Esta dieta fue
complementada por la caza del ciervo de
cola blanca, conejo, tórtola y varios
roedores. La cueva era de nuevo
abandonada a inicios de enero y sus
habitantes se dispersaban en grupos más
pequeños por diversas zonas del valle.
2.1.- Centroamérica
En la bahía panameña resulta muy
interesante el estudio de la pesca, sus
técnicas y los peces recolectados. En Cerro
Mangote, se ha constatado la presencia de
arenga, roncador y caballita, peces de
pequeño tamaño capturados con redes
agalleras o plantas de barrera intramareal,
a los que se añaden cangrejos, y algunas
aves, iguanas, tortugas y mamíferos, que
complementan la dieta.
Contrario a este sistema surge en
Cerro Mangote la captura de grandes
cantidades de peces como el Dormitador
latifons, mediante charcos costeros, y la
pesca de especies carnívoras que alcanzan
hasta 20 kg, mediante arpones y trampas
sencillas.
2.2.- Área Amazónica:
En
la
Amazonía
pueden
diferenciarse dos zonas con características
propias: la tierra firme, en la que abundan
animales como la paca, tapir, armadillo,
tortuga, loro, o guacamayo, así como la
miel y algunos insectos y larvas de alto
contenido proteico,
Y el bosque de várzea, donde
existe una gran cantidad de vegetales y
semillas que atraen diversos pájaros, y
gran cantidad de peces con tamaños que
oscilan entre los 140 kg como la piraiba o
pez gato y la arapaima, que alcanza hasta
500 kg. Fósiles de este último se han
2
Evidencias arqueológicas de la relación del Hombre con los animales en la América Prehispánica
encontrado en la Formación Villavieja del
Mioceno, en Colombia. La técnica de caza
es sencilla. Se trata de un tipo de pez cuya
capacidad branquial no capta la cantidad
de oxigeno necesaria, por lo que se ve
obligado a salir a “boquear” a la superficie,
momento aprovechado por los indígenas
3
para golpear y arponear estos ejemplares .
La conciencia ecológica de los
grupos amazónicos les llevó a tomar en
consideración una serie de medidas para
preservar las fuentes de proteínas como
son el traslado quinquenal de los poblados,
evitando esquilmar los cazaderos y
pesquerías. Esto se ha constatado
posteriormente en pueblos como los
yanomami del río Branco y Orinoco, los
mura del Bajo Madeira y los Yapurá del
Río Negro.
El arma tradicional es el arco,
aunque se emplean trampas y pueblos
como los shuar o jívaros y los ticuna,
emplean el dardo y el propulsor, y
cerbatanas con dardos impregnados en
curare. Para la pesca empleaban el arco,
pero en capturas grandes utilizan una
lanza-arpón
de
punta
desmontable.
Poblaciones como los guaraníes, los tupí
del río san francisco y los tupinambá de a
costa atlántica, tallan las puntas de madera
de sus flechas con dientes de roedor y
dentaduras de piraña.
2.3.- Región Andina
En
esta
zona,
por
sus
características medioambientales, la caza y
la pesca siempre estuvieron subordinadas
a la agricultura. Los uru, cazaban con onda
o a mano tanto pájaros, como gansos,
perdices y algunas especies acuáticas.
Los
atacameños
cazaban
ocasionalmente guanacos y vicuñas, y
algunas aves. Los huarpes, más próximos
a la Pampa, cazaban guanacos, ciervos,
ñandú y algunos pájaros. Llamas, vicuñas
y conejos de indias complementaban la
dieta cinegética.
2.4.- América Austral
En la Pampa se realizaba la caza
del guanaco y del ñandú, para lo cual se
disfrazaban de arbustos. En la caza del
3
Parques Nacionales Naturales de Colombia.
Info. Web
(http://www.parquesnacionales.gov.co).
Iván García Vázquez
guanaco, los ona se pintan el cuerpo para
disparar la flecha desde la menor distancia
posible.
Los pueblos de la Tierra del fuego
cazaban focas, pájaros de mar, ballenas,
pescados y mariscos. Las crías de foca
eran acogotadas con palos, en tanto que
las adultas se capturaban con un arpón
realizado con hueso de ballena y anzuelos
hechos con conchas de pequeño tamaño.
3 La domesticación de especies
animales durante el Formativo (2.500
a.C.-1 d.C.)
El Formativo es el gran periodo de
innovación
tecnológica
del
mundo
americano, origen de las grandes culturas
americanas, cuando surgen la cerámica, la
agricultura y la domesticación de algunas
especies animales, y cuando se van
configurando los principales sistemas
ideológicos del mundo americano.
3.1.- Mesoamérica y las cultura Olmeca y
Colima
El mundo mesoamericano es uno
de los focos de la cuna cultural americana,
y la civilización olmeca es la fuente de la
que beben aztecas, mayas, toltecas y
tlaxcaltecas. Por ello muchos de los
paradigmas de los pueblos receptores
surgen en la zona olmeca donde
actualmente
se
encuentra
Veracruz
(México).
Aquellos primeros agricultores,
complementaban su dieta con la caza de
ciervos y conejos, entre otros. A la
escasez de algunos animales sobrevenida
se une la imposibilidad de domesticar
grandes herbívoros como ocurre en otras
zonas del mundo, debido a la escasa
variedad de especies potencialmente
domesticables. El caballo y el camello se
habían extinguido hacia el 7000 a.C., y
bisontes, antílopes, y cabra montes no
había cruzado la frontera del río Grande,
quedando en el sur de los actuales Estados
Unidos. Es por ello que aunque se conocía
la rueda, al no existir bestias de carga, no
fue empleada.
Es el perro el primer animal
domesticado, y aunque los olmecas ya
disponen de ellos, lo cierto es que los
primeros indicios de estos animales
domesticados en América datan de hace 8
mil años. Existen testimonios procedentes
3
Evidencias arqueológicas de la relación del Hombre con los animales en la América Prehispánica
Iván García Vázquez
de Tlatinco (México), en cuya necrópolis se
han recuperado varias estatuillas de perros.
Por otro lado, la cerámica de la cultura
colima representa gran número de perros
en los que se intuye un engorde artificial
con el objetivo de su ingesta posterior.
Serían pues empleados como “conservas
vivas” a disposición de sus amos.
Pero los aztecas incorporan a su
sistema de creencias una serie de dioses
con atributos animales. Por su extensión, y
tan solo como ejemplo puede citarse a
Huitzilopotzli (Colibrí zurdo o del sur),
Quetzalcoatl
(serpiente
emplumada),
Tepeyollotl, ataviado con una piel de
jaguar, Mixcoatl (serpiente nube).
Los conocidos en España, Chile,
Argentina y Uruguay como pavos, se
denominan guajolote o Gallipavo en
México y Pirú en Brasil. Los pavos fueron
domesticados
por
los
indígenas
mesoamericanos hacia el 2.000 a.C., con el
objeto de ser incluidos en su dieta.
Constituían una ofrenda en los rituales, se
utilizaban para el trueque y su plumaje en
adornos ornamentales.
Las plumas y las pieles daban
prestigio a las élites. Posiblemente las
plumas acercan a su poseedor al
supramundo divino, y por ello es el quetzal
el dios del cielo.
El
tercer
animal
en
ser
domesticado es el pato cuya existencia
silvestre se constata hace 14.000 años, y
fue asimilado hacia el 2.000 a.C. Existen
varias representaciones olmecas, como la
estatua de Tuxtla (México). La polémica
reside en si eran consumidos o se
empleaban como controladores de insectos
en el interior de la vivienda (Angulo: 1998).
Los olmecas incorporaron a los
animales a su ideología y sistema de
creencias. El jaguar es el animal totémico
por excelencia. Es la principal deidad
olmeca, identificada con los dioses de la
lluvia de amplia tradición en la civilización
mesoamericana; aunque también se les ha
considerado como la expresión de un viejo
mito que delega la creación de la
Humanidad en la cópula del jaguar con una
mujer, y origina un tipo ideal de hombre
caracterizado por sus rasgos de felinos.
Evidencias para esta teoría se hallan en
tallas de Laguna de los Cerros y de Río
Chiquito (México), aunque existen multitud
de representación de hombres-jaguar o
baby face.
4 La relación entre el hombre y los
animales en las grandes culturas
americanas del periodo Clásico (1 d.C.
1500 d.C.)
4.1.- Aztecas (1000 a.C.-1525 d.C)
Los
aztecas
son
herederos
culturales del mundo olmeca: conocen el
perro plenamente domesticado, así como
los guajolotes y el pato.
Siguiendo el mismo patrón, el
jaguar, heredado del mundo olmeca,
resulta igualmente interesante. Transferido
al panteón azteca a través de Tepeyollotll,
el cubrirse con su piel es símbolo de poder
y de conexión con la propia divinidad. En
las zonas de montaña se venera al puma.
Finalmente, el empleo de animales en el
mundo textil azteca favoreció el uso de la
cochinilla para producir carmín.
4.2.- Mixtecas
Por su parte los mixtecas
empleaban el púrpura, colorante que se
obtiene de una sustancia segregada por
algunas
especies
de
moluscos
gasterópodos del género murex, que en el
caso americano es el caracol púrpura
pansa
4.3.- Mundo Maya (2.000 a.C. - 1.546 d.C.)
La civilización maya fue la más
avanzada de toda América. Los animales
que se cazaban o pescaban tenían como
destino la alimentación o el provecho de
sus pieles, huesos, dientes y grasa. Eran
venados, armadillos, pájaros, jaguares,
iguanas… y en los ríos, lagos y costas de
los mares, una gran variedad de peces,
moluscos y crustáceos. Además, fueron
excelentes apicultores. Comían carne de
manatí, al que llamaban chiilbek (hombrepez), aunque cuidaban mucho su caza,
pues era símbolo de la maternidad.
Los animales constituyeron para
los mayas una manifestación de las fuerzas
divinas, a la vez que fueron su enlace con
la naturaleza y adquirieron un estatus
mágico-religioso siempre presente en la
vida cotidiana del pueblo, rica en
expresiones rituales. La fuerte carga
simbólica de los animales en la cultura
4
Evidencias arqueológicas de la relación del Hombre con los animales en la América Prehispánica
maya es sumamente compleja y está
cargada de imágenes visuales y mentales
presentes en el inconsciente colectivo;
además, aún pervive gran parte de su
esencia entre diversos grupos indígenas,
de tal forma que incluso la danza rescata,
en sus coreografías y atuendos, toda esta
riqueza expresiva.
Alessandro Lupo, en su ensayo
"Nahualismo
y
tonalismo",
explica:
"Mientras que sólo a algunos individuos les
está concedido el don de transformarse en
animales (nahuales), todos poseen desde
su nacimiento un alter ego, un doble animal
que determina su carácter, su resistencia
física y espiritual y, en última instancia, su
destino".
Entre los animales más importantes
de la fauna maya, por su valor simbólico en
su cultura está la tríada mesoamericana:
Quetzal:
fue
símbolo
de
majestuosidad,
belleza,
fertilidad,
abundancia y vida. Los adornos, atuendos
y estandartes confeccionados con su
plumaje eran la materialización del poder,
el tributo y la riqueza. Nunca mataban a
estas aves para quitarles sus plumas; las
atrapaban, tomaban algunas de su cola y
las dejaban en libertad, sabiendo que sus
alas crecerían de nuevo.
Jaguar: Balam para los mayas.
Simbolizó el poder que acompañaba a los
sacerdotes, guerreros y hechiceros. Estuvo
ligado a las fuentes del agua y la fertilidad
de la tierra; pero también a la oscuridad y al
inframundo. Su piel moteada representó
para los mayas el cielo estrellado.
Serpiente: Kan, en maya o cóatl
para los mexicas, es un animal
sobresaliente en las culturas prehispánicas,
baste pensar en Quetzalcóatl, la serpiente
emplumada -Kukulcán para los mayas-.
Las deidades del agua y la fertilidad de la
Tierra están estrechamente ligadas a este
poderoso animal.
Existen otros animales. Entre las
aves destaca el colibrí, que era admirado
porque, a pesar de su tamaño, mostraba
gran fuerza y poderío al volar, y el búho
relacionado con la fertilidad, la muerte,y era
el mensajero del inframundo.
Entre los reptiles destaca el
cocodrilo. Dentro de la cosmogonía maya,
un enorme cocodrilo sostenía la Tierra. En
Iván García Vázquez
el centro ceremonial de la ciudad de
Lamanai, en Belice, se veneró a este
animal como fuente de poder. Se le
representaba con el signo imix, relacionado
con el maíz y la flor de mayo. Itzamná,
deidad esencial del pueblo maya,
considerada energía fecundante del
universo, es a menudo representada
emergiendo de las fauces de un cocodrilo.
También se le relacionó con la ceiba, el
árbol sagrado de los mayas. Bab era el
nombre que los mayas daban al sapo, con
los rituales de agua, y la tortuga,
relacionada también con el agua. Para los
mayas, el caparazón de la tortuga
simbolizaba la forma circular de la Tierra, y
se utilizó como instrumento musical, ya que
reproducía el sonido de los rayos que
anteceden a la lluvia.
De los artrópodos, las mariposas
tenían las almas de los guerreros muertos
en batalla o sacrificio. Después de
acompañar durante cuatro años al Sol en
su recorrido diario, se convertían en este
insecto. Los mayas relacionaban a la araña
con Ixchel, diosa de los nacimientos, los
embarazos y la fertilidad.
Finalmente, de los mamíferos, el
conejo, el mono, ligado a la concepción de
que los primeros hombres fueron monos, el
murciélago (tzotz), animal nocturno ligado
con la muerte, los sacrificios y las fuerzas
de la oscuridad. En la mitología maya, fue
un venado el que, con su pezuña, formó
los órganos sexuales de la luna. Además,
era admirado por su belleza y agilidad. El
Tlacuache, un musélido inteligente, con
gran resistencia física y facultad para
fingirse muerto ante el peligro. Para las
culturas prehispánicas, era el viajero que
transporta los bienes del otro mundo a
éste. También está ligado a las "conspicuas
costumbres" y aparece representado en el
Códice Dresde.
Entre los moluscos, el Caracol,
símbolo del agua e instrumento musical.
También recuerda el concepto maya de
que el tiempo es cíclico y no lineal. Su
particular sonido estaba ligado a los actos y
celebraciones más importantes del mundo
prehispánico.
4.4.- Mundo Inca (1200 a.C. -1532.d.C.)
En el Área Andina emerge la
cultura incaica, marcadamente diferenciada
de sus coetáneas mesoamericanas. Esta
diferenciación es perceptible en el hecho
5
Evidencias arqueológicas de la relación del Hombre con los animales en la América Prehispánica
de que en el altiplano se desarrolla una
interesante ganadería e industria textil en
torno a la llama, tal vez desde los inicios
del 3.000 a.C. Es al igual que vicuña,
alpaca y guanaco un camélido que vive en
Perú, Bolivia, Ecuador y norte de Argentina,
en la cordillera de Los Andes, donde se
desarrolló un pastoreo basado en la
trashumancia estacional, lo que exige una
residencia central familiar y varias
secundarias a diferentes niveles de altitud.
El pastor de la Puna aprovecha,
además de la carne, los productos
secundarios: leche, la lana y el estiércol,
que se usa como combustible. Estos
productos se intercambian por vegetales y
tubérculos en la zona baja de los valles.
Vinculada a la ganadería surge una potente
industria textil incaica.
También de gran valor económico
fue la domesticación de un roedor, el cuy,
coballa o conejo de indias, que se
domestica hacia el 7.000 a.C. en Junín
(Perú). Se han documentado restos en el
Alto Marañón, Rapayán, Tactabamba,
Contumarca, Jircán y Tantamayo, que son
las que demuestran mayor adelanto técnico
de crianza. Se estaría hablando de cuyes
domesticados en el 9.000 años a.C.,
anteriores a los Incas en el Cerro Sechín
(Casma), con 3.000 a.C. y en Ancón 1400
a.C.
Otra especie es la gallina
araucana o mapuche. Su origen es
polémico, pero parece probable que
podrían haber sido traídas por migraciones
polinésicas antes de la llegada de los
españoles. Esta última hipótesis tomó
fuerza cuando, a principios de junio de
2007,
antropólogos
chilenos
y
neozelandeses,
anunciaron
haber
encontrado unos cincuenta huesos de pollo
en el sitio arqueológico de El Arenal, al sur
del Chile.
La trilogía incaica está formada por el
cóndor, el puma y la serpiente,
encarnada en Amaru. Además, el pájaro
inti (un matamico andino), era el mensajero
de los dioses inseparable del gran dios
Viracocha. De las plumas de este pájaro se
confeccionaba el penacho del emperador.
4.5.- Cultura Nazca
No se puede obviar la aún hoy
enigmática cultura Nazca, de la que tan
solo mencionaremos la existencia de los
Iván García Vázquez
petroglifos de varios miles de metros de
longitud, que representan a animales, de
los que destacan el colibrí, el pelícano,
mono, ballena, araña entre otros, y que
tan sólo son perceptibles desde el aire.
5 Conclusiones
El hombre siempre ha vivido
vinculado a la presencia animal, y no se
conoce a lo largo de la historia ninguna
sociedad que haya vivido al margen de los
animales. En el mundo amerindio, el
hombre ha vivido un proceso paulatino y
lento en el tiempo, en el que ha aprendido
a interactuar con los animales.
Se ha pasado de una fase inicial,
en la que se perseguían grandes manadas
de mamuts y bisontes, básica en su dieta, a
una caza más selectiva y especializadaa,
de animales de menor tamaño, pero que
requiere más destreza en su captura, y que
se complementa con especies vegetales.
Un tercer estadio lo representa la
estabulación de ganado: se trata de tener
“conservas vivas” de animales. Entre estos:
perros, guajolotes y patos en el área
mexicana, y cuis y llamas, vicuñas y
alpacas en la región andina.
Del proceso de domesticación
surgen lo que Sherrat definió como la
revolución de los productos secundarios: el
aprovechamiento de la carne como
producto primario, y la transformación de la
lana en tejido, de la leche en productos
lácteos y del estiércol como combustible.
Pero sin duda es la fuerza animal el mayor
valor secundario producido por los
animales.
Paralelo a este proceso surgen las
creencias que implican el protagonismo de
algunos animales. En el mundo olmeca
surge la figura indiscutible del jaguar y la
serpiente
emplumada
(cueva
de
Juxtlahueca, Mexico).
El mundo maya es una sociedad
eminentemente agrícola, y los dioses se
vinculan a los fenómenos naturales y al
maiz. Solamente hay contados casos de
representaciones de divinidades asociadas
con animales. Este sería el caso de El dios
Itzamná, a quien se representaba con
forma de reptil o iguana, regía el Cielo en
su conjunto. Ek Chuak, dios de los
comerciantes, representado con cola de
escorpión, Ah Muzenkab: dios de las
6
Evidencias arqueológicas de la relación del Hombre con los animales en la América Prehispánica
Iván García Vázquez
abejas y la miel, Chac: dios de la lluvia. Se
le representa como un anciano con un ojo
de reptil, una nariz larga enrollada y dos
colmillos. Aparece con frecuencia en la
decoración, debido a la importancia de la
lluvia para las cosechas, Chac Bolay: dios
jaguar del inframundo.
Sin embargo, los animales están
presentes en la cosmogonía maya. Así en
las 5 creaciones están presentes los
animales divinizados. En la 1ª, Ocelotl
(jaguar), donde los jaguares devoran a los
gigantes. En la segunda, Quetzalcoatl, la
serpiente emplumada, aparece como el sol,
y las personas supervivientes se convierten
en monos. En las tercera, las personas que
sobreviven se convierten en pájaros, en la
cuarta en peces, y en la 5ª vuelve a
aparecer Quetzalcóatl para darle vida a los
huesos del inframundo.
En el mundo incaica los animales
ceden terreno a los fenómenos naturales,
pero existe un recurrente vinculo con la
serpiente, encarnada en Amaru, la
serpiente mitológica divina, y el pájaro inti
(un matamico andino o Phalcoboenus
megalopterus), el mensajero de los dioses
inseparable del gran dios Viracocha. De las
plumas de este pájaro se confeccionaba el
penacho del emperador.
6 Bibliografía (selección):
Perinat, Maria de (1997): “El proceso
industrial textil, de la materia prima a los
acabados de las telas”, en Tecnología de la
Confección Textil. EDYM.
Henri Favre, Les Incas, Ed. Presses
Universitaires de France, 1975
“Calzado de los pueblos originarios del
centro y sur de america” en Revista de
artes, nº 7 julio 2007 (ed. digital en
http://www.revistadeartes.com.ar/revistadea
rtes%207/mejico-centro-sud.html)
7
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