introducción histórica xvii - Biblioteca digital del Real Jardín

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INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
grama para la naturalización de plantas de Ultramar, para lo cual se escogió al médico Joseph Dombey. Clugny,
sucesor de Turgot, impulsó el viaje e hizo gestiones ante
la Corte de Madrid, donde Dombey se trasladó en 1776.
Mientras tanto, en España se estaban dando los pasos necesarios para la incorporación de dos botánicos. Hipólito
Ruiz (1754-1816), natural de Berolado (Burgos), con conocimientos farmacéuticos y botánicos, y José Pavón
(1754-1840), nacido en Casatejada (Cáceres), de similar
formación, fueron escogidos por Casimiro Gómez Ortega, director del Jardín Botánico °». Los pintores Joseph
Brúñete (1746-1787) e Isidro Gálvez (1754-1829), alumnos
de la Real Academia de San Fernando, fueron incluidos
en el grupo. Las autoridades elaboraron un documento
con una serie «Instrucciones», para que los botánicos y
los pintores llevaran a la práctica la política española sobre la flora americana, dando importancia a los vegetales
útiles como la «quina de Loxa», la «canela» de Quijos, o
el «icho» peruano, que servía, entre otras cosas, para fundir el cinabrio y sacar azogue. Siguiendo la filosofía linneana, se fijaron los métodos para realizar las descripciones botánicas, conformar los esqueletos, efectuar los dibujos, etc. Se definieron las jerarquías entre los expedicionarios, y el compromiso de Dombey de dejar al término de los cuatro años que duraría la empresa, un ejemplar de sus observaciones y herbarios. Ruiz fue designado
«Primer Botánico»; Pavón, «Segundo», y Dombey,
«Miembro Acompañante». Dombey aventajaba a los españoles en experiencia y en formación, por lo cual éstos
recibieron instrucciones de «ganar su confianza y amistad
y aprovecharse de sus conocimientos (...) así en la Botánica e Historia Natural, como en el Arte y método de ordenar y conservar las plantas y de formar Herbarios»; de
ninguna manera debían sentirse dependientes de Dombey.
Una vez terminados los preparativos, el grupo salió de Cádiz y arribó al Callao en abril de 1778 . Veamos brevemente la primera parte del desarrollo de esta empresa.
(,
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Un médico francés y dos botánicos españoles
recorren Perú y Chile (1778-1784)
Al llegar a Lima, la élite intelectual les brindó una cordial acogida. El padre Francisco González Laguna, «promotor de las artes y las ciencias útiles», les prestó gran ayuda. Cosme Bueno, médico y matemático, el mayor científico local de la época, también se puso a su disposición;
igualmente, Hipólito Unánue, joven médico que comenzaba a brillar en el ambiente intelectual. Con el trabajo de
éstos y otros personajes y el auspicio de la Universidad de
San Marcos y el progresista Convictorio de San Carlos,
en el Perú se iniciaba un período de renovación cultural <>.
Sobre las actividades desarrolladas por el grupo en el
período inicial de la expedición existe información de primera mano aportada por Ruiz y Dombey" '. La obra de
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3
,l0)
(14)
Steele, especialmente, y los trabajos de Alvarez López
ofrecen también datos sobre los aspectos científicos, administrativos, las contingencias de la vida diaria, las manifestaciones de desconfianza y hostilidad entre Dombey
y el grupo español, etc. No nos detendremos a explicar los
pormenores de esta época de trabajo que tan bien descritos están en las obras citadas, y pasaremos a dar un resumen que permita descubrir el escenario al que llegó Juan
Tafalla, como un nuevo actor de esta obra destinada al reconocimiento de la flora andina.
Durante el primer año los expedicionarios herborizaron en los alrededores de Lima y en las provincias cercanas del litoral, desplazándose hacia el Norte, hasta Chancay y Huaura. Varios ejemplares de la costa, de las lomas
y de los pequeños valles que descienden de los Andes fueron recolectados y descritos. Estos materiales fueron enviados a España en marzo de 1779, como la primera muestra de un trabajo inagotable. En 1779 se realizó una primera entrada a la región andina, a Tarma, desde donde
se hicieron varias excursiones en busca de nuevas especies
botánicas. Ocasionalmente, Dombey, que tenía otras aficiones científicas aparte de la Botánica, se separaba del
grupo para realizar sus propias observaciones; era un médico ilustrado con interés por la Historia, la Arqueología,
la recolección de minerales, los análisis químicos, la práctica médica y hasta los negocios, para los que demostró habilidad. En 1780 salieron para Huánuco, región situada sobre la vertiente este del ramal central de la cordillera y verdadera entrada a la amazonia. La privilegiada situación
de esta ciudad y su riqueza florística que combina en cortas distancias los productos de los Andes y el trópico, la
convirtieron en el núcleo central de la expedición. Después
de esta primera entrada, en la que permanecieron cerca de
un año, Ruiz y Pavón retornaron en 1784, y, posteriormente, Tafalla, que se incorporó a los trabajos de la expedición en esta misma zona, hizo de Huánuco el sitio predilecto y punto de partida de muchas de sus exploraciones. En Huánuco, el grupo encontró por primera vez el
apreciado árbol de las quinas; así lo señala Ruiz en su «Relación»: «el 4 de julio de 1780, en el sitio Tambo de las
montañas de Cuchero (cerca de Huánuco) hallé y describí
la "Cascarilla"o quina morada, o Cinchona purpurea, y
es la primera que hasta entonces había examinado» .
Varias especies nuevas fueron descritas en esta zona,
donde Ruiz, además, tuvo la oportunidad de describir la
coca (Erythroxylon coca), tanto en sus aspectos botánicos,
como en lo relacionado con su producción y usos. De regreso a Lima a comienzos de 1781, hicieron nuevos envíos
a España e iniciaron una segunda entrada a Chancay, al
norte de la capital.
Mientras tanto, el Perú vivía una época de graves conflictos sociales provocados por el levantamiento de Túpac
Amaru; esta situación motivó el cambio de planes de la Expedición decidiéndose el viaje a Chile; veamos lo que dice
Ruiz:
(15)
Las principales biografías de Hipólito Ruiz son las de Ruiz, A .
«pedimos la licencia para pasar al Reino de
Chile, noticiosos de la fertilidad de aquel país; y
por hallarse entonces conmovidas las provincias
del Perú, con la sublevación de Gabriel Tupac-Amaro y de su hermano Diego; quienes pretendían
coronarse en aquel Reino; y lo hubieran consegui-
( 1 8 2 1 ) , OLMEDILLA PUIG ( 1 8 8 5 ) y CROIZAT ( 1 9 4 9 ) ; este último trans-
cribe el «Elogio» escrito por Antonio Ruiz ( 1 8 2 1 ) , hijo del botánico.
Las biografías más importantes que se han dedicado a Pavón son:
BARREIRO ( 1 9 3 2 ) , R O L D A N GUERRERO ( 1 9 5 5 ) y R O N A L V A R E Z ( 1 9 7 0 ) .
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BARREIRO ( 1 9 3 1 ) ; A L V A R E Z LÓPEZ ( 1 9 5 3 ) y STEELE ( 1 9 8 2 ) . Es-
tos son los estudios más notables de la expedición peruana.
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XVII
HERRERA ( 1 9 3 7 ) , U N A N U E ( 1 9 1 4 ) .
(,3)
RUIZ ( 1 7 9 4 ) ofrece un magnífico resumen de los trabajos de la
expedición en el «Prodromus»,
ampliando esta información en su «Relación de viaje» ( 1 9 5 2 ) . Los datos aportados por Dombey están reco-
(L4
>
( 1 5 )
gidos en H A M Y ( 1 9 0 5 ) .
STEELE ( 1 9 8 2 : 7 2 - 1 0 8 ) , A L V A R E Z L Ó P E Z ( 1 9 5 5 ) .
RUIZ ( 1 9 5 2 I : 1 5 2 - 1 6 4 ) .
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