Memoria: memoria infantil y recuerdos autobiográficos Pablo Fuentes Quirosa Mª Angeles Martin Prados David Ibañez Vazquez Carmen Avila Arráez Sofia Amaoui ÍNDICE 1. Introducción…………………………………………………. pág. 3 2. Amnesia infantil……………………………………………... pág.4-5 2.1 Definición y memoria afectada……………………… .pág.4 2.2 Posibles explicaciones………………………………….pág.5 3. Estímulos evocadores de recuerdos en el tiempo…………..pág.5 4. Memoria implícita: una esperanza para la amnesia………..pág.6 5. Discusión………………………………………………….....pág.7 6. Expectativas futuras………………………………………...pág.7 7. Referencias…………………………………………………..pág.8 2 1. INTRODUCCIÓN El error de Piaget Jean Piaget, relata con todo lujo de detalles un recuerdo correspondiente a su segundo año de vida, donde presenció el robo a su niñera por un ladrón, este la atacó y le robó su reloj, acudió la policía y nunca se supo quien fue el ladrón, sin embargo, al cabo de 13 años, descubrió que parte del acontecimiento era falso, nunca hubo tal robo. En este sentido, él mismo completó su recuerdo, él mismo le dio forma en base a los relatos escuchados años más tarde en su entorno familiar. Esta anécdota viene a reflejar la siguiente cuestión: Si nos dicen que nos acordemos de nuestro primer recuerdo, seguramente rememoremos situaciones de contenido emocional muy fuerte ya sea negativo o positivo (por ejemplo una vez que nos caímos y estuvimos llorando durante horas, un cumpleaños con toda la familia…). Probablemente creamos que lo hemos recuperado tal como ocurrió, y que sin embargo, no sea totalmente verdadero. Esto se corresponde con la teoría de los constructos personales desarrollada por George A. Kelly, (1955) que apoya la idea de que el significado que atribuimos a las experiencias es el resultado de una reconstrucción personal. Encajamos los resquicios de nuestra memoria y tratamos de otorgarles cierta coherencia, hasta que logramos un recuerdo con sentido completo, aunque no todo lo que contiene sea real, o se corresponda exactamente con la realidad. A lo largo de la historia de la psicología, y sobretodo en las últimas décadas, se ha prestado especial atención a los procesos relacionados con la memoria, sus posibles implicaciones, los mecanismos que median el almacenamiento, consolidación y recuperación de recuerdos, así como los factores implicados en el proceso de olvido. Nosotros nos centraremos en esto último, y más concretamente en el fenómeno cuya existencia ha sido demostrada a lo largo de numerosas investigaciones: la amnesia infantil (Newcombe, Drummey, Fox and Ottinger-Alberts, 2000). Por tanto, en esta revisión de artículos, proporcionamos un apoyo experimental a su descubrimiento, exponemos las posibles explicaciones que subyacen a ésta, y cómo estímulos de distinta naturaleza pueden afectar a la evocación de diferentes recuerdos. Por último, a través de evidencias empíricas, realizamos una distinción entre los tipos de memoria afectados, así como los que permanecen intactos. 3 2. AMNESIA INFANTIL 2.1. Definición y memoria afectada La Amnesia infantil es un constructo teórico en el cual, durante la infancia (hasta los 3-5 años) somos incapaces de recordar hechos ocurridos durante esa época. La existencia de este fenómeno se descubrió a partir de una serie de investigaciones como la siguiente: Algunos autores mostraron a adolescentes fotografías con diez años de antigüedad, de sus compañeros de preescolar, mezcladas con otras correspondientes a desconocidos. Los adolescentes reconocieron correctamente alrededor del 20% de sus compañeros. Mientras que después de 5 décadas, un grupo de adultos reconocían el 70% de rostros de compañeros de instituto en una serie de imágenes. (Bahrick, Bahrick, & Wittlinger, 1975). Esto ocurre a causa de una alteración dentro de la memoria explicita, concretamente en la Memoria episódica. Ésta se encuentra relacionada con la evocación de recuerdos específicos que podemos usar para planear acciones futuras, y por tanto predecir lo que va a ocurrir (cuando nos enfrentamos a un desengaño amoroso, y permanecemos más alerta a partir de eso). El mismo Tulving (2002) limita el uso del término “memoria episódica” a situaciones en las que se reviven algunos aspectos del episodio original, lo que él denomina “viaje mental en el tiempo”. Sin embargo, como expresa Baddeley (2010) somos capaces de conservar la Memoria semántica, que en contraste con la episódica, posee una naturaleza de carácter general, que va mucho más allá del significado de las palabras, y se extiende a atributos sensoriales (el color del cielo) así como el conocimiento general sobre el funcionamiento de la sociedad (como guardar silencio cuando un profesor entra al aula, cómo se espera que nos comportemos en función de situaciones concretas dentro de una cultura.) Esto queda ilustrado de la siguiente forma. Intentemos trasladarnos a la primera vez que vimos la nieve. Podemos recordar las condiciones climatológicas de forma general, (el blanco de la nieve, el color del cielo) pero no hechos concretos vividos aquel día, (la conversación que mantuvieron mis padres). 4 2.2 Posibles explicaciones Entre las causas, podemos encontrar diferentes alternativas actualmente. Encontramos, desde posibles problemas en la memoria episódica (como explicamos anteriormente,) hasta una falta de interés hacia la información recibida. Sin embargo, la hipótesis más fundamentada hasta ahora, es la que relaciona la amnesia infantil con el insuficiente desarrollo del córtex prefrontal a estas edades. Se trata de un área de la corteza vinculada con la memoria de trabajo, la toma de decisiones, la inhibición, y el control del comportamiento. Johnson, Hashtroudi, and Lindsay (1993). Esta teoría, se sustenta en importantes descubrimientos: En primer lugar, encontramos personas con daños en esta área que obtienen bajas calificaciones en el test de Source memory: Tipo de memoria de trabajo encargada de atribuir las asociaciones espacio-temporales entre dos acontecimientos (Drummey & Newcombe, 1999). En segundo lugar, esto también se observa en ancianos, cuyos resultados en el test de funcionamiento prefrontal se correlacionan con los de source memory. Y finalmente, gracias a estudios de neuroimagen, sabemos que se activa la corteza prefrontal durante la codificación y recuperación de recuerdos episódicos, lo cual pone de manifiesto su posible implicación en la amnesia (Ottinger- Alberts & Newcombe, 1999). 3. ESTIMULOS EVOCADORES DE RECUERDOS EN EL TIEMPO Para llegar a conocer cómo funciona la memoria episódica infantil es necesario saber cómo influyen los distintos estímulos en el recuerdo de ésta. Con este fin, nos remontamos al estudio de Johan Willander y Marie Larsson (2006) de la universidad de Estocolmo, en el que se abarcaron dos planos de estudio diferenciados. Por un lado, midieron la distribución de los recuerdos a lo largo de las distintas etapas vitales, donde cabe destacar los siguientes resultados: Los olores producen un mayor número de recuerdos de la primera década en contraste con el resto de décadas y con el resto de estímulos como palabras e imágenes mostradas (See, e.g., Rubin et al., 1998). Por otro lado, las palabras y las imágenes provocan más recuerdos de la segunda década que los olores (Chu & Downes, 2000; Rubin et al., 1998). El resto de comparaciones entre décadas no es significativo. A nivel del valor de las experiencias evocadas podemos observar los siguientes resultados: Las imágenes evocan experiencias más emocionales en el momento de la ocurrencia y los olores transportaban a los sujetos en un viaje al pasado, con más intensidad y finalmente, los recuerdos evocados por olores y palabras, son aquellos de 5 los que menos se habla en comparación con los recuperados a través de imágenes (Willandre and Larson, 2006). A pesar de que la estimulación olfativa por sí sola activa la región de la amígdala, entendida como el sustrato neural de las emociones, (Anderson et. al., 2003., Savic, Gulyas, Larsson& Roland, 2000) no se ha encontrado soporte alguno que defienda que las representaciones de los recuerdos evocados por olores sean más emocionales en comparación al resto de estímulos. 4. MEMORIA IMPLICITA: UNA ESPERANZA PARA LA AMNESIA La memoria implícita se pone de manifiesto durante situaciones que requieren de aprendizaje, caracterizados más por la ejecución de patrones de conducta adquiridos que por recuerdos conscientes, como conducir o tocar algún instrumento. Ésta no parece ser afectada por la amnesia, puesto que pacientes que la sufren, son capaces de aprender después a un ritmo normal. Una de las formas de aprendizaje preservadas es el condicionamiento clásico, ya que si después de un tono se presenta un soplo de aire en el ojo, los pacientes con amnesia son capaces de parpadear con antelación (Weiskrantz y Warrington, 1979). También son capaces de adquirir habilidades motoras mediante la práctica, como montar en patines (Brooks y Baddeley, 1976)(Baddley, 2010). Por otro lado, encontramos en este contexto el fenómeno de Primming, en el que los pacientes responden mejor a estímulos si anteriormente se les presenta otro relacionado, y se produce una facilitación de la respuesta. Esto se pone de manifiesto en un estudio de Drummey y Newcombe (1995) en el que se les presentaban imágenes de cuentos a niños de 3 y 5 años, y se dejaba pasar un intervalo de 3 meses. Entonces se presentaban imágenes con poca nitidez, y antes de que llegasen a presentar un enfoque adecuado, los sujetos ya las reconocían gracias a la experiencia previa. En otro estudio de Fox y Newcombe (1994), se presentaba a los sujetos imágenes con diferentes ángulos, y se reconocían mejor las de antiguos compañeros, en lugar de las de desconocidos. (Cambios en la conducta eléctrica de la piel). 6 5. DISCUSIÓN En este trabajo hemos visto los distintos tipos de memoria, cómo funcionan y ciertas peculiaridades que poseen, al igual que ciertos fenómenos que se relacionan con ellos. Vemos procesos como la Amnesia Infantil que afecta en el trascurso de los primeros años de vida a la memoria explicita cuyo papel es una simbiosis consciente entre experiencias previas e información intencional, y sin embargo conserva la memoria implícita (un tipo de memoria mas intencionada o inconsciente que cumple mas con un papel de mejora de habilidad) Esto se ha relacionado con el SourceMemory, en el cual se crean asociaciones espacio-temporales entre dos acontecimientos frutos de la maduración del cortex prefrontal y por tanto podría explicar el déficit de memoria explicita a esta edad. Junto con esta modalidad memorística (implícita) se descubre el efecto Primming mediante el cual el organismo reconoce estímulos anteriormente presentados sin ser consciente de ese recuerdo. (Experiencias reprimidas que consideramos inadecuadas, sino una serie de recuerdos almacenados que no somos capaces de entender de modo consciente pero que sin embargo respondemos a ellas) La Teoría de Constructos Personales de A. Kelly afirma que los recuerdos formados en una edad precoz (Entre 4-6) pueden ser evocaciones memorísticas episódicas basadas más en la interacción de recuerdos alterados y en la reconstrucción ficticia o anecdótica de nuestro entorno que en el recuerdo fidedigno de aquella experiencia. La diferentes peculiaridades que pueden desencadenar distintos estímulos evocando recuerdos de distinta cronología personal y acompañada de un componente emocional, en este caso encontramos que los recuerdos evocados mediante el estimulo del olor son más antiguos en el tiempo y llevan implícitos un componente emocional o sensación emocional produciendo un recuerdo que nos lleva a un viaje al pasado mientras que los recuerdos evocados por palabras o imágenes traen recuerdos a partir de la adolescencia (11-20). EXPECTATIVAS FUTURAS Se necesita profundizar en el estudio, y sobre todo, en la posible relación entre el córtex prefrontal y la Amnesia infantil, centrándonos en si es realmente este sistema neurofisiológico el responsable de este suceso en la memoria. Además debemos tener en cuenta los aspectos sociales y biológicos que interactúan con la persona e influyen en este constructo, y no observarlos e interpretarlos como entes aislados. El desarrollo de este aspecto, y futuras 7 investigaciones alrededor de los factores intervinientes, podrían ofrecernos la posibilidad de obtener un recuerdo más real de lo que vivimos. REFERENCIAS Willander,J & Larsson, M. (2004). Smell your way back to childhood:Autobiographical odor memory.Pshychonomy Bullety and Review. 2006, 13 (2), 240-244. Newcombe,N & Drummey,AB.Nathan A. Fox,Lie,E and Ottinger-Alberts,W (2000). Remembering Early Childhood: How Much, How, and Why (or Why Not). American Psychological Society.Volumen 9, Number 2, April 2000 55-58 Baddeley, A. Anderson, M.C. y Eysenck (2010). Memoria Humana. Alizanza Editorial. Drummey, A.B., & Newcombe, N. (1995). Rememberingversus knowing the past: Children’s explicit and implicit memories for pictures. Journal of Experimental Child Psychology, 59, 540–565. Drummey, A.B., & Newcombe, N. (1999). Prefrontalcortex development and changes in episodicmemory. Manuscript submitted for publication. Lie, E., & Newcombe, N. (1999). Elementary school children’s explicit and implicit memory for faces of preschool classmates. Developmental Psychology, 35, 102–112. Newcombe, N., & Fox, N. (1994). Infantile amnesia: Through a glass darkly. Child Development, 65, 31–40. Ottinger-Alberts, W., & Newcombe, N. (1999,April). Retrieval effort, source monitoring, and childhood amnesia: A new look at an old problem. Paper presented at the annual meeting of the Society for Research in Child Development,Albuquerque, NM. Chu, S., & Downes, J. J. (2000). Long live Proust: The odour-cued autobiographical memory bump. Cognition, 75, B41-B50. Rubin, D. C., Rahhal, T. A., & Poon, L. W. (1998). Things learned in early adulthood are remembered best. Memory & Cognition, 26, 3-19. Johnson, M.K., Hashtroudi, S., & Lindsay, D.S.(1993). Source monitoring. Psychological Bulletin,114, 3–28. 8 9