REFLEXIONES SOBRE EL DISEÑO CURRICULAR POR CICLOS

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REFLEXIONES SOBRE EL DISEÑO CURRICULAR POR CICLOS
PROPEDÉUTICOS DESDE LA CONCEPCIÓN DEL ENFOQUE DE LAS
COMPETENCIAS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR
1MARTHA
PATRICIA DIAZ BASTOS
Eje temático 2
Estructura Ensayo
RESUMEN
El propósito principal de este ensayo es reflexionar y buscar la implementación
de proyectos de transformación curricular en las diversas instituciones de
educación superior en el marco de la formación por ciclos propedéuticos, al
igual que comprender los referentes más importantes del enfoque de las
competencias en la educación actual, con el fin de impulsar nuevos estudios e
investigaciones.
Por otra parte se abordará la gran controversia que ha generado la
implementación de las competencias en el ámbito educativo, tanto en las
instituciones de educación superior como en los miembros de la comunidad
académica que las conforman, considerando que las competencias son un
sistema complejo que requiere primero que todo, que
tanto directores,
administrativos y docentes, interioricen la concepción de competencia ya que
no se puede sesgar a las competencias solamente en lo operacional y lo
academicista, sino que es una oportunidad para concebir la educación de
manera diferente, formando seres humanos no solamente más competitivos
sino sobre todo
formando seres integrales,
con sentido de vida, críticos,
reflexivos, con expresión artística, espirituales, consientes de sí mismos y de
sus valores.
1
Maestrante en Educación. Universidad Pedagógica Nacional. Directora programa de Tecnología en
Alimentos, Líder institucional de Articulación de la Educación Superior con la Educación Media.
Fundación Universitaria del Área Andina, Bogotá Colombia. madiaz24@areandina.edu.co
PALABRAS CLAVES
EDUCACION SUPERIOR, CICLOS PROPEDEUTICOS, CURRICULO,
COMPETENCIAS.
INTRODUCCION
El presente ensayo es una reflexión sobre la necesidad de incentivar cambios
sustanciales en las instituciones de educación superior, que respondan a las
necesidades y exigencias del mundo globalizado, pues las transformaciones
sociales, los desarrollos científicos y tecnológicos y las ideologías políticas
propias de una sociedad globalizada, le han proporcionado a la educación
moderna nuevos escenarios de acción.
Los cambios ocurridos en los últimos lustros han permitido que las
universidades, según Ronald Barnett “pasen de ser instituciones en la
sociedad, a ser instituciones de la sociedad”, por lo cual se deben diseñar
currículos dinámicos, flexibles y pertinentes con esa realidad.
En este caso se abordará una innovación en el diseño curricular por ciclos
propedéuticos2, mediante la concepción del enfoque de competencias, con el
fin de ofrecer alternativas que permitan una mayor flexibilidad, ampliar la
cobertura, disminuir la deserción y facilitar el acceso justo a la educación
superior.
En este sentido, hablar de ciclos propedéuticos no puede desligarse del
concepto de competencia, -como concepto polisémico- y por lo tanto es interés
de este trabajo aclarar dicho concepto.
La formación basada en competencias en la educación superior se ha ido
posicionando como el foco de las reformas y las innovaciones en el diseño
curricular, las estrategias didácticas y los mecanismos de evaluación en la
2
Los ciclos son unidades interdependientes, complementarias y secuenciales; el componente
propedéutico hace referencia al proceso por el cual se prepara a una persona para continuar
en el proceso de formación a lo largo de la vida. En consecuencia, un ciclo propedéutico se
puede definir como una fase de la educación que le permite al estudiante desarrollarse en su
formación profesional siguiendo sus intereses y capacidades. MEN publicado el 20 de julio
2009.
medida que enfatiza en aspectos tales como: la integración entre teoría y
práctica, los procesos de aprendizaje significativo, el reconocimiento de los
aprendizajes previos, el énfasis en el desempeño real ante situaciones y
problemas del contexto, la investigación y el entorno profesional, la articulación
del saber ser con el saber conocer, del saber hacer y el saber convivir, y el
establecimiento de procesos de gestión de calidad que aseguren el logro de los
aprendizajes esperados en los estudiantes a partir de la autoformación y la
capacitación de los docentes y los administradores en el ámbito de la
educación superior.
En consecuencia, es prioritario establecer criterios y referentes para diseñar y
gestionar procesos curriculares desde el enfoque de las competencias.
CONCEPCIONES DE COMPETENCIA
Los procesos educativos de varios países latinoamericanos se orientan bajo el
enfoque de las competencias. (Tobón, S, 2005). Así sucede en Colombia,
México, Chile Argentina, etc., actualmente existen proyectos internacionales de
educación que tienen como base las competencias, por ejemplo el Proyecto
Tunning de la Unión Europea, el proyecto Alfa Tunning Latinoamérica. El
estudio riguroso de las competencias y su consideración por parte de las
diversas instituciones educativas y universidades, se convierte en un
imperativo.
Existen además diferencias, en su mayoría sutiles, entre las diversas maneras
de comprender lo que es “competencia”, no solamente de país a país, sino
dentro de los propios países. Así mismo, existen también diferentes estadios de
madurez en relación con la identificación, normalización y certificación de las
competencias y, por consiguiente, en relación con la formación por
competencias. (Ministerio de Educación Nacional, 2010).
Es por esto fundamental señalar el concepto de competencia, teniendo como
referentes los supuestos teóricos que se utilizan para legitimar el discurso de
las competencias: La semiótica, la lingüística, la sociolingüística, la filosofía, la
economía, la pedagogía y la sociología, entre otras.
De igual forma se distinguen dos tipos de referentes pertenecientes a campos
diferentes. Los primeros ubicados en las ciencias sociales y los segundos en
las ciencias económicas. Según Díaz Villa (2006), fue la lingüística el campo
en el cual se dio una mayor discusión sobre la competencia con la posición de
Chomsky quien, rescatando la elaboración clara de una potencia generativa
racional y creativa, formula la noción de competencia como “el conocimiento
que el hablante-oyente tiene de su lengua”. (2006, pp 32) Esta concepción
hace énfasis en el aspecto creativo del uso lingüístico. La competencia
entonces asociada a la creatividad es una especie de capacidad profunda que
se adquiere claramente y que se activa en el uso o desempeño lingüístico.
(2006, pp 54)
De acuerdo con lo anterior se han establecido múltiples definiciones de las
competencias, pero todas ellas tienen problemas por su reduccionismo o falta
de especificidad con otros conceptos. En este caso asumiremos la definición de
Sergio Tobón, quien propone las competencias como:
Procesos complejos de desempeño con idoneidad en determinados
contextos, integrando diferentes saberes(saber ser, saber hacer, saber
conocer y saber convivir), para realizar actividades y/o resolver
problemas con sentido de reto, motivación, flexibilidad, creatividad,
comprensión
y emprendimiento,
dentro de una perspectiva
de
procesamiento metacognitivo, mejoramiento continuo y compromiso
ético, con la meta de contribuir al desarrollo personal, la construcción y
afianzamiento del tejido social, la búsqueda continua del desarrollo
económico-empresarial sostenible, y el cuidado y protección del
ambiente y de las especies vivas (Tobón, 2007).
¿QUÉ PREDOMINA EN LA FORMACIÓN DE UN PROFESIONAL, LA
TEORÍA O LA PRÁCTICA?
La tradición sobre diseños curriculares ha estado marcada por una discusión
sobre qué ha de predominar en la formación de un profesional, la teoría o la
práctica. El predominio de una sobre la otra caracteriza los programas de corte
disciplinar-teórico o los de corte técnico-práctico. La formación basada en
competencias surge como una alternativa que busca superar esa dicotomía. .
(Ministerio de Educación Nacional, 2010).
De esta manera, la formación basada en competencias pretende ser un
enfoque integral que busca vincular el sector educativo en el mejoramiento del
productivo
y
elevar
el
potencial
del
capital
humano
frente
a
las
transformaciones y los permanentes cambios que caracterizan la sociedad del
conocimiento del siglo XXI. El concepto de competencia tiene entonces
repercusión directa en la forma cómo se ofrecen los contenidos de las
asignaturas
–cuando
el
currículo
pretende
desarrollar
competencias
disciplinares- o los módulos que permiten el desarrollo de competencias o
capacidades relacionadas con funciones propias del sector productivo. Los
contenidos, en este contexto, no se definen por la cantidad de información a
ser “transmitida” o acumulada, sino por su pertinencia para el desarrollo de la
competencia. (2010)
De acuerdo con lo anterior se debería pensar más allá de lo teórico
(academicista) o de lo práctico (operacional). (Barnett, 2001)
esboza una
concepción alternativa del ser humano que puede darnos nuevos tipos de
objetivos educativos para este siglo. Esta concepción no se sitúa ni en las
operaciones y la técnica, ni tampoco en los paradigmas intelectuales y la
competencia disciplinar, sino en la experiencia total del mundo de los seres
humanos: El mundo de la vida es más amplio que el de competencia
operacional o el de competencia academicista. (2001)
Frente al saber-cómo de la competencia operacional y el saber-qué de la
competencia académica, debe surgir una epistemología orientada hacia el
mundo de la vida que proponga un conocimiento reflexivo. Este conocimiento
es independiente de las formas de conocer, y no adopta una posición fija que
favorezca una epistemología sino que acepta todos los tipos de conocimientos
que puedan ayudarnos a conocer mejor el mundo.
En la vida las situaciones son abiertas y hace falta que seamos capaces de
adoptar diferentes alternativas para encontrar un universo de valores e
intereses humanos que nos permitan abordar de manera creativa, eficiente y
racional las situaciones que debamos enfrentar
DISEÑO CURRICULAR POR CICLOS PROPEDEUTICOS
Los retos de la educación superior
no se reducen a alcanzar coberturas
universales, es necesario trabajar para hacer de la educación una experiencia
significativa para las personas y pertinente con los requerimientos del
desarrollo, en el marco de una sociedad equitativa y solidaria.
El ingreso y la permanencia en una educación pertinente y de calidad, y la
presencia de programas y modelos educativos flexibles, facilitan la preparación
y el acceso al mercado laboral, y permiten equilibrar las oportunidades de
desarrollo personal y social. (MEN, 2010)
Colombia, al igual que otros países ha innovado e implementando nuevos
diseños curriculares que den respuesta a las exigencias del contexto, no sólo
en la educación superior sino también en otros niveles educativos como la
educación básica y la media, la educación para el trabajo y el desarrollo
humano y como lo propone Sergio Tobón, también en la formación de
posgrado. (2007)
Este país le ha apostado a diseñar currículos eficaces y de calidad a través de
un enfoque por competencias y mediante el diseño e implementación de los
ciclos propedéuticos, lo cual permite avanzar hacia un nivel profesional
(licenciatura) previa titulación técnica y tecnológica, ya que la formación por
ciclos propedéuticos, es una estrategia de educación continua y permanente
que implica, a su vez, una concepción abierta y flexible del currículo, en el cual
los contenidos de los planes de estudio no son rígidos ni estáticos, y su
organización se define de acuerdo con los movimientos que imponen los
desarrollos científicos y tecnológicos y está alerta a las demandas del entorno
donde va a operar el conocimiento..(Díaz, Villa. 2002, pp.80)
En este sentido, la construcción curricular establece que cada nivel de un ciclo
debe garantizar una formación integral que le permita al profesional
desempeñarse en diferentes ambientes laborales asociados a niveles
ocupacionales que van ascendiendo en complejidad y nivel de responsabilidad.
Desde la programación y coordinación básicas, hasta ocupaciones
con
responsabilidades asociadas a la concepción, dirección y gestión en función
de la comprensión de las organizaciones, su gerencia y el manejo de sus
relaciones con entornos dinámicos y complejos.
La organización curricular por ciclos le permitirá tener una formación con
obtención de títulos a corto plazo, para vincularse al sector productivo y de la
misma manera poder continuar sus estudios en el siguiente nivel “Los ciclos
permitirían ofrecer a los estudiantes programas cortos pero articulados, que al
tiempo permitan desarrollar un grado de competencias que habilitan para el
grado siguiente, brinden salidas laterales al mercado laboral y respondan de
esta manera, a las expectativas de los estudiantes” (2002, pp.86,) es así como
los diferentes niveles ocupacionales que caracterizan a los niveles en cada
ciclo se articulan con los desempeños propios de las competencias, generando
gradualmente la autonomía y responsabilidad propias de los rangos
ocupacionales para los que prepara cada nivel.
¿CUALES SON LAS VENTAJAS DE UN DISEÑO CURRICULAR PENSADO
DESDE LOS CICLOS PROPEDEUTICOS?
La adopción de un sistema de formación por ciclos propedéuticos genera
mayores oportunidades de ingreso a la educación superior, a poblaciones en
situación de vulnerabilidad y a sus egresados mayores oportunidades de
participación en la vida productiva local, regional y nacional; en este sentido, la
organización curricular por ciclos propedéuticos posibilita el acceso a salidas
tituladas, parciales o definitivas, hacia el mundo laboral, permitiendo que el
estudiante cuente con múltiples alternativas en su proceso de formación.
Para que la educación genere los beneficios económicos y sociales esperados,
es necesario que ésta sea de buena calidad y que las competencias adquiridas
correspondan, por una parte, al perfil de desarrollo humano del futuro y, por
otra, a las necesidades de los sectores productivos y a la demanda del
mercado. En este sentido, el esfuerzo realizado por brindar educación debe ir
acompañado con estrategias deliberadas y sostenidas para mejorar su calidad,
de manera que propicie el desarrollo del ser humano como tal, es decir, es
necesario que no sólo se piense la educación desde el enfoque de las
competencias sino preparar a los individuos en todos los ámbitos para
desarrollar una formación realmente integral centrada en el ser humano y luego
en el profesional, con el fin de que esté preparado adecuadamente para
enfrentar creativamente distintas situaciones, resolver problemas, adaptarse a
los cambios y aprender a lo largo de toda la vida.
CONCLUSIONES
Es imperioso que desde la concepción de “competencia” se comprenda su
sentido, considerándose como un medio y no como el fin en los procesos
educativos, enfocándose hacia lo reflexivo, creativo, crítico, eficiente y efectivo,
tanto en el sentido ético como político, es decir, que contribuya al desarrollo
integral del ser humano.
Es necesario entonces que las instituciones no sólo de educación superior, sino
de todos los niveles se comprometan a desarrollar e innovar diseños
curriculares pertinentes y que briden calidad y cobertura contribuyendo de esta
forma a la búsqueda de desarrollo y bienestar social, especialmente por su
impacto, en dos aspectos primordiales y complementarios: como condición
para la equidad social y como base para el mejoramiento de la competitividad y
la productividad.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
Barnnet, Ronald (2001): “Los límites de la competencia. El conocimiento, la
educación y la sociedad”. Gedisa. Barcelona.
Díaz, Villa, Mario (2002.) pp.80 “La flexibilidad en la educación superior”.
ICFES.
Bogotá.
Díaz Villa, Mario (2006) “Introducción al estudio de la competencia.
Competencia y educación” en: René Pedroza Flores (compilador). Flexibilidad y
competencias profesionales en las universidades iberoamericanas. Barcelona,
Pomares, Universidad Autónoma del Estado de México, pp. 29 – 68.
Ministerio de Educación Nacional (2010) Política pública sobre educación
superior por ciclos y por competencias. Documento de Discusión. Bogotá. D.C
Colombia
Ministerio de Educación Nacional. MEN (2010) Política pública sobre
educación superior por ciclos y por competencias. [Anexo]. Bogotá, D.C
Colombia, disponible en:
http://www.colombiaaprende.edu.co/html/.../articles192722_archivo11.doc
Tobón, S. (2005). Formación basada en competencias. Pensamiento
complejo, diseño curricular y didáctica. Bogotá: ECOE Ediciones.
Tobón, S. (2007). Gestión curricular y ciclos propedéuticos. Bogotá:
ECOE.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Bustamante, G. (2003). El concepto de competencia III. Un caso de
recontextualización: Las “competencias” en la educación colombiana. Bogotá:
Sociedad Colombiana de Pedagogía.
Díaz, M., y Gómez, V.M. (2003). Formación por ciclos en La educación
superior. Bogotá: ICFES
Max–Neef, M. (1996). Desarrollo a escala humana. Santiago de Chile:
Fundación CEPAUR.
Proyecto TUNING disponible en:
http://europa.eu.int/comm/education/policies/educ/tuning/tuning_es.html
Tobón, S. (2001). Aprender a emprender. Un enfoque curricular.
Medellín: Funorie.
Tobón, S. (2002). Modelo pedagógico basado en competencia Medellín:
Corporación Lasallista.
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