¿ES REALMENTE LA ENERGIA SOLAR FOTOVOLTÁICA UNA ENERGÍA LIMPIA? En septiembre del año pasado, cientos de vecinos de la ciudad china de Haining se congregaron en las afueras de la compañía Zhejiang Jinko Solar. Alegaban que los desechos de la empresa causaban enfermedades y muertes. La industria seguía funcionando, pese a no haber aprobado los controles ambientales. La protesta podría ser similar a muchas de este tipo, pero fue especial por dos motivos: la compañía produce paneles solares, una de las formas de generación de energía renovable más destacadas por su limpieza y aparente falta de secuelas, y China es actualmente el principal actor en la fabricación de estos paneles en el mundo, con tasas de crecimiento de entre 33% y 63% anual. El episodio es un capítulo más en un debate abierto sobre una industria de la que no existe aún mucha regulación y menos cifras de su potencial impacto ambiental. Reacciones químicas Para producir electricidad, los paneles solares usan químicos y metales altamente contaminantes en su elaboración. Un estudio de 2009 hecho por Silicon Valley Toxics Coalition, una ONG formada para defender los derechos ambientales de los habitantes de este valle tecnológico de EE.UU., alertó de los potenciales daños que podían generar en las personas, sobre todo en su proceso de fabricación. Hoy existen varios tipos, aunque hay tres que son los más usados. Los de silicio cristalino, los más comunes, donde el 80% del silicio usado se pierde en su elaboración. A pesar de que el silicio puede reutilizarse, genera un polvo tóxico que, al aspirarse, produce daños al organismo. Otro tipo es fabricado a base de telururos de cadmio, un material conocido por su alta toxicidad, y potencialmente cancerígeno. Aunque en su fabricación sólo el 1% del material es desechado, requiere medidas especiales para evitar problemas ambientales y sanitarios. Un tercer panel es el de silicio amorfo, que libera algunos gases potencialmente explosivos durante su producción. El doctor Andrei Tchernitchin, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Colegio Médico, es más optimista y cree que para cuando estos equipos se transformen en chatarra, ya debieran existir mecanismos que eviten que los elementos tóxicos que contienen caigan al ambiente. Es más, no sería mala idea, dice, que el precio de estos productos considere un porcentaje para que el fabricante pueda hacerse cargo de ese proceso. MATERIAL CONTAMINANTE DE LOS PANELES La Asociación Europea de la Industria Fotovoltaica y el Consejo Europeo de Energías renovables, dos potentes lobbies apoyados por la empresa norteamericana FirstSolar que fabrica paneles solares con una tecnología basada en teluro de cadmio, pretenden excluir los módulos fotovoltaicos del cumplimiento de la directiva RoHs (Restriction of Hazardous Substances) de restricción de sustancias peligrosas. La alternativa a esta tecnología contaminante es la que utiliza silicio cristalino, una sustancia neutra e inocua. El cadmio es un metal pesado, poco común y muy tóxico, de una toxicidad similar a la del mercurio. La exposición al cadmio puede causar cáncer de pulmón, próstata, riñones y vejiga urinaria, lesión pulmonar, enfisema, bronquitis, fragilidad de los huesos, edema pulmonar, dificultad respiratoria, anemia, rinitis, lesiones renales, ... La directiva ROHs limita su uso a las pilas eléctricas y las baterías recargables. Ecologistas en Acción afirma que hay razones toxicológicas y de escasez de los minerales para restringir el uso del cadmio, en forma de teluro de cadmio (CdTe), y que no está en riesgo, en absoluto, el cumplimiento de los objetivos de las energías renovables en Europa. Estas fuentes de energía han de ser sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y la protección de la salud. Los paneles pueden romperse o liberar cadmio debido distintas causas como incendios, contaminando el suelo y las aguas superficiales o subterráneas. Actualmente existe tecnología viable que permite hacerlos inocuos. Debe aplicarse el principio de precaución y la sensatez para evitar que dentro de 10 ó 15 años se produzca una grave contaminación en la cadena alimentaria humana si se generaliza el cadmio en la industria fotovoltaica..